La oposición de Uganda rechazó la victoria del presidente Yoweri Museveni en las primeras elecciones multipartidarias celebradas en este país en más de 20 años. El resultado oficial de los comicios dio origen a renovados enfrentamientos. Los últimos datos de las elecciones del jueves 23 de febrero, indican que el jefe de Estado fue reelegido […]
La oposición de Uganda rechazó la victoria del presidente Yoweri Museveni en las primeras elecciones multipartidarias celebradas en este país en más de 20 años. El resultado oficial de los comicios dio origen a renovados enfrentamientos.
Los últimos datos de las elecciones del jueves 23 de febrero, indican que el jefe de Estado fue reelegido por 59 por ciento de los ciudadanos, y su principal adversario, Kizza Besigye, obtuvo 37 por ciento.
Más atrás quedaron Miria Obote, esposa del ex presidente Milton Obote y candidata por el Congreso del Pueblo de Uganda, y John Ssebana, del Partido Democrático.
Los resultados contradijeron las encuestas anteriores al acto electoral, que pronosticaban que preveían una dura competencia entre Museveni y Besigye.
El Movimiento de Resistencia Nacional (NRM), liderado por Museveni, tuvo malos resultados en ciertas regiones, sobre todo en el norte y este del país, donde la pobreza, la inestabilidad política y las epidemias son más agudas.
«La votación en el norte y el este fue una manifestación de ira contra el gobierno. En la mayoría de los casos, no tenía nada que ver con el desempeño de algún parlamentario en particular», afirmó la politóloga Emmy Allio.
El gobierno de Museveni libra desde 1986 una guerra en el norte del país contra el rebelde Ejército de Resistencia del Señor (LRA), que aspira a crear una sociedad basada en los 10 mandamientos bíblicos.
Según el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia, más de 20.000 niños y niñas han sido asesinados o secuestrados para ser utilizados como esclavos sexuales de los miembros del LRA.
Cifras reveladas por la Organización Mundial de la Salud el año pasado indican que al menos 1.000 personas mueren cada semana en campamentos para más de 20.000 desplazados por la violencia a causa del sida, la tuberculosis, la malaria y otras enfermedades.
A Museveni se le reconocen logros en el combate contra el sida, pero la presencia del virus que causa la enfermedad (VIH) en el norte del país duplica el promedio nacional de seis por ciento.
El jefe de Estado también tuvo menos apoyo del esperado en la capital.
Besigye fue el candidato ganador en Kampala. Sin embargo, rechazó el resultado de los comicios arguyendo que se había montado una campaña para desprestigiar su imagen antes de las elecciones.
Varias acusaciones penales cayeron sobre el líder opositor en 2005, entre ellas traición, terrorismo y violación. Fue liberado bajo fianza cuando ya había empezado la campaña.
Observadores internacionales concluyeron que los comicios habían sido en gran medida libres y justos, pese a una serie de irregularidades denunciadas por la oposición. Besigye prevé cuestionar los resultados ante la justicia.
El periodista James Tumusiime, editor del semanario Weekly Observer, sostuvo que el resultado electoral debería llevar al presidente hacer un análisis profundo de su administración.
«Está muy claro que, aunque el presidente ganó, todavía tiene que cubrir un gran terreno. Perdió mucho en el norte y el este de Uganda, así como también en el centro, a diferencia de años atrás», señaló.
Para ganar las elecciones presidenciales en Uganda, se requiere al menos la mitad de los votos. De lo contrario, debe celebrarse una segunda vuelta entre los dos candidatos más votados.
El portavoz de la presidencia, Onapito Ekimoloit, admitió que el NRM obtuvo una magra votación en el oriente de Uganda, pero anunció que se atenderían las demandas de mejoras de los servicios en esa zona.
«La gente nos pide servicios sociales y trabajamos en eso. En cuanto a la población del norte del país, debemos convencerla de que sus vidas están mejorando», dijo.
El Foro para el Cambio Democrático, el partido de Besigye, es una gran promesa, según Tumusiime. «Tiene apenas un año. Un partido tan joven le ha librado batalla al NRM, que existe hace 20 años», añadió.
Las autoridades electorales calcularon que casi 70 por ciento de los 10,4 millones de ciudadanos habilitados para votar habían acudido a las urnas.
La ciudadanía aprobó el año pasado en referéndum una reforma constitucional que permitió a Museveni aspirar por tercera vez consecutiva a la elección presidencial.
La enmienda dio origen a un recorte de la asistencia de los donantes internacionales, molestos por las intenciones de Museveni de postergarse en el poder