Estados Unidos está quebrado, aunque todavía los multimedios no lo hayan publicado en titulares.
Economía: «Estados Unidos sufre esclerosis múltiple económica»
Las leyes económicas están en contra de Estados Unidos. Todos los indicadores económicos proyectados a futuro muestran un retroceso estratégico económico de Estados Unidos. Su deuda es descomunal y su moneda empieza a ser cuestionada por muchos países. Su economía sufre de incertidumbre a futuro y en el presente la inyección de «dinero gratuito» por parte de la Reserva Federal no reactiva la economía que sufre de esclerosis. Su economía no evoluciona ni se adapta a los nuevos desafíos de por ejemplo China y otros mercados emergentes. No es una economía productiva. Es una economía financiera al servicio de la mafia que con estatus «legal» controla este modelo. A su interior sufre decaimiento en infraestructuras y condiciones de vida de millones que se esconden detrás del silencio de los multimedios que trabajan para el poder financiero corrupto y el engaño de sus políticas.
Política: «El pantano de Washington está despedazando la economía»
El problema es que Trump llegó al poder y se puso a hacer un muro en vez de drenar el «pantano de Washington». Al final, no ha terminado el muro y el pantano ya lo tiene dentro de la Casa Blanca pronto a llevárselo. Eso pasa por confiar instituciones nacionales como la seguridad e inteligencia en fuerzas foráneas que muy poco le importan Estados Unidos y menos aún el pueblo estadounidense. No controla Wall Street. Bien, Wall Street hace tiempo se instaló en el Congreso haciendo de éste un mercado. Todos saben de lo que hablo.
Tecnología: «La pérdida de innovación dejan inmóvil a Estados Unidos»
La innovación tecnológica se está desacelerando y se hace más difícil mantener en alto la competencia. Mismo en el sector de defensa, Estados Unidos muestra grietas de competitividad y falta de innovación. En 20 años ha cambiado radicalmente la tecnologías y los nuevos armamentos sofisticados aparecen en otras economías competidoras. La tecnología cambia radicalmente la guerra. Existen ya armamentos casi obsoletos en términos de costo-beneficios que son un golpe negativo para la economía. Los portaaviones son obsoletos como para doblegar un país como Irán y al mismo tiempo muy vulnerables para las nuevas armas electrónicas e hipersónicas. Una invasión es impensable en la escala necesaria en Irán. Necesitaría grandes contingentes humanos, de armamento pesado y apoyo logístico. La economía norteamericana podría sentir un efecto negativo y los logros del operativo son totalmente inciertos. Y una cuestión que llama la atención: los portaaviones sólo servirían para amedrentar naciones muy indefensas y el costo-beneficio de tener operativas esas super-estructuras navales a estas alturas resultarían claramente negativas en todo sentido.
Conclusión:
Cuando los intereses negativos que se han expresado en la periferia económica de «Occidente» se expresen en Estados Unidos, este país como centro del Modelo habrá quebrado irremediablemente. Y no podrá ser ocultado.
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