El presidente Emmanuel Macron se reúne con los líderes africanos en la asamblea de UA en Mauritania Archivo La asamblea ordinaria de la Unión Africana celebrada recientemente se caracterizó por las contradicciones entre la seguridad regional y las intervenciones imperialistas. El 1 y 2 de julio de 2018 se celebró la 31ª asamblea ordinaria […]
El presidente Emmanuel Macron se reúne con los líderes africanos en la asamblea de UA en Mauritania Archivo
La asamblea ordinaria de la Unión Africana celebrada recientemente se caracterizó por las contradicciones entre la seguridad regional y las intervenciones imperialistas.
El 1 y 2 de julio de 2018 se celebró la 31ª asamblea ordinaria de la Unión Africana que tuvo lugar en Mauritania, capital de Nuakchot, bajo el lema: «Ganar la lucha contra la corrupción: Un camino sostenible para la transformación de África».
Esta reunión se desarrolló en medio de todos los desafíos a los que se enfrenta el continente africano y los cuales implican mucho esfuerzo para hacer realidad un proceso significativo de paz en la Republica del sur de Sudán, un continuo movimiento de independencia para liberar el Sahara Occidental de la ocupación Marroquí, la igualdad de género y el fin de la violencia contra las mujeres, el reciente anuncio de Zona de Libre Comercio Continental Africana (AfCFTA), el papel del imperialismo, y todo aquello relacionado con la cuestión de la seguridad nacional y regional.
Una paz evasiva en Sudán del Sur
Días previos a la convocatoria de la asamblea de la UA, el presidente Salva Kiir y el líder de la oposición, Reik Machar, firmaron un acuerdo de paz en Jartum, República de Sudán. Durante más de tres años, el gobierno y el partido gobernante, Movimiento de Liberación del pueblo de Sudán (SPLM) en Juba, se ha dividido dando lugar a la declaración del SPLM en la Oposición (SPLM-IO) dirigida por Machar.
Bajo el tratado del 23 de junio, previsto para entrar en vigor el 27 de junio, Machar se reincorporará como vicepresidente de Sudán del Sur. No obstante, unas horas después de que se programara el alto al fuego se recibieron informes de transgresiones por parte de ambos partidos, SPLM y SPLM-IO.
Durante la semana del 16 de julio, el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas impuso un embargo de armas a Juba. Sin embargo, el presidente del estado vecino (Uganda), Yoweri Museveni, ha pedido que se levanten las sanciones de los estados europeos en Sudán del Sur. Museveni hizo esta declaración durante la visita de la delegación oficial de Gran Bretaña, que incluía al Ministro de Estado para las Fuerzas Armadas, Mark Lancaster.
A pesar de estos desarrollos tan prometedores, otros grupos opositores en Sudán del Sur se han quejado de que los dos partidos principales, SPLM y SPLM-IO, no les hayan consultado. La alianza opositora de Sudán del Sur ha anunciado que está a la espera del acuerdo de gobierno previsto para entrar en vigor el 17 de julio. Por otro lado, los antiguos presos políticos de SPLM están pidiendo una mayor implicación de la UA en los debates, manifestando desconfianza con respecto a la falta de transparencia en un proceso principalmente impulsado por la Autoridad interregional de África Oriental en el desarrollo.
Sahara Occidental: en busca de la independencia nacional
La lucha emprendida contra el colonialismo llevada a cabo por el Frente Polisario y la República Árabe Saharaui Democrática, reconocida por la UA, se ha convertido en una situación más complicada en vista de la readmisión del Reino de Marruecos en 2017. Marruecos ha permanecido fuera de la Organización para la Unidad Africana (OUA) y de la UA por más de tres décadas debido a su apoyo en la liberación de las personas en esta antigua colonia española, la cual ha sido ocupada por más de 40 años por la monarquía vecina.
Según un artículo publicado por el Journal du Cameroun sobre la reunión de la UA en Mauritania: «La Unión Africana ha renovado su resolución para buscar más compromisos con las Naciones Unidas (NN.UU) y así solucionar la cuestión pendiente del Sahara Occidental, un territorio bajo control Marroquí. En un comunicado al final de la 31ª asamblea de los jefes de estado de la UA en la capital de Mauritania, Nuakchot, el lunes, los 55 miembros del órgano continental dijeron que todos sus miembros estaban de acuerdo en apoyar todos los esfuerzos, actualmente en movimiento, dirigidos por las NN.UU para negociar una solución duradera y de mutuo acuerdo para esta crisis presente desde hace décadas».
Ese mismo artículo continúa, en relación con la posición de UA, señalando que el órgano regional está: «alentando a los partidos a la crisis para demostrar la flexibilidad y reanudar las conversaciones sin requisitos previos como única manera de hacer frente a esa controversia prolongada que rodea la suerte del enclave, que se encuentra entre Marruecos -en el norte- y Mauritania -en el sur-. Después de varias horas de conversación acerca del asunto, los líderes de la UA estaban de acuerdo en que el papel de las NN.UU sería crucial para redactar los detalles que formarían las bases de un compromiso duradero entre los protagonistas del conflicto; una de las crisis olvidadas de África».
Igualdad de género y la UA
El 30 de junio tuvo lugar una sesión conjunta de las reuniones preliminares de la 31ª asamblea ordinaria entre Paul kagame de Ruanda, presidente actual de la UA y Neven Mimica de Croacia, comisario de la Unión Europea (UE) para la Cooperación Internacional y Desarrollo. Kagame, quien dirige el estado Africano Central y Oriental junto con una representación de mujeres en el sistema parlamentario mayor que en cualquier otro país en el mundo, mencionó que las mujeres pueden contribuir mucho más en una sociedad cuando están en el poder.
Durante el simposio «Mujeres en el poder», el líder de Ruanda dijo: «Las mujeres pueden dar más cuando disfrutan de todos los derechos. Pero con hombres y mujeres trabajando en cooperación y usando sus habilidades al máximo, el efecto no es solo aditivo, sino que se multiplica. Toda la sociedad se beneficia. La suma es sin duda mucho mayor que las partes».
Kagame continuó enfatizando lo siguiente: «A pesar de la benevolencia, los problemas sustanciales permanecen en el camino del fortalecimiento cultural, legal y económico de las mujeres. Hay cambios políticos importantes que proponer, que siempre serán importantes y que deben seguir siendo una prioridad, tal y como se hablará hoy».
No obstante, la cuestión candente hoy en día de las relaciones de la UA y UE gira en torno al asunto denominado «crisis migratoria». Millones de africanos están huyendo de la continua guerra imperialista en Libia y otras regiones del continente tratando de atravesar el mar mediterráneo para llegar hasta Europa central, oriental y meridional. Las mujeres africanas quedan afectadas negativamente debido a esta dislocación y desplazamiento por la violencia, la trata de personas y la muerte.
Cientos de personas han muerto anualmente desde 2014, mientras que el influjo de un gran número de africanos y asiáticos en los países europeos ha puesto en primer plano a la derecha, partes neo fascistas; algunos de ellos además de haber incrementado su presencia en los órganos parlamentarios han pasado a ser partidos gobernantes en Hungría e Italia. En respuesta al fenómeno a la reacción negativa contra la inmigración proveniente del hemisferio sur, los líderes de UE están fomentando programas que alienten a la gente a quedarse en África o serán repatriados.
Ese tipo de proyectos son fallos inherentes desde que no se hace frente a la explotación histórica subyacente y a la opresión nacional a través del colonialismo y el neocolonialismo. África continua dependiendo de los regímenes capitalistas de América del Norte y de Europa donde los términos de intercambio, precio de los productos básicos y la política militar deja el continente en una extrema desventaja.
La crisis económica impulsada por la destrucción del estado de Libia en 2011, la proliferación del Mando África de Estados Unidos (AFRICOM), la debilidad de la energía internacional y los mercados de minerales estratégicos, y la negativa de los imperialistas para incluir el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas al estatuto permanente para los gobiernos de la UA, ilustra el evidente carácter sospechoso de la política extranjera de la UE. Pese a los tópicos de los líderes de la UE, sus declaraciones suenan falsas cuando se evalúa el carácter global de las relaciones.
Libre comercio y seguridad regional: las contradicciones inconciliables
Como líder de la UA, Kagame, presidente de Ruanda, ha incentivado la adopción y ratificación de la AfCFTA. Más estados de la UA están firmando la AfCFTA y tomando la iniciativa para la implementación de sus legislaturas.
El plan económico sería teóricamente de unos 3 billones de dólares americanos en producto interno bruto constituyendo la suma total de los bienes y los servicios dentro de la UA. El programa está designado para eliminar tarifas en el comercio interafricano, facilitando el movimiento desinhibido de los recursos a través del continente.
Cyril Ramaphosa, el presidente de África del Sur firmó un acuerdo en Mauritania durante la asamblea, alentando al mismo tiempo al presidente del estado de África Occidental de Nigeria, Muhammadu Buhari, a seguir su ejemplo. La indecisión de Buhari se debía a la inquietud que le producía la debilidad del estatus financiero, domésticamente e industrialmente, de la industria nigeriana. Nigeria y África del Sur son dos de las economías más importantes dentro de la UA y cualquier área de libre comercio requiere de su entera participación.
Irónicamente, el presidente de Francia, Emmanuel Macron, estuvo presente en la asamblea de la UA y habló con los miembros de las naciones de la Fuerza Regional del G5 de Sahel, incluyendo Mauritania, Níger, Malí, Burkina Faso y Chad. Estas antiguas colonias de París se unieron en el 2014 con el pretexto de una lucha contra el terrorismo llevada a cabo por islamistas rebeldes en estos estados.
Los ataques en la instalación militar francesa en Malí, Sevare junto con otras dos ubicaciones, y en el sudeste de Níger, que acabaron con la vida de diez soldados, destacó la situación de seguridad precaria anterior a la reunión de la UA en Mauritania. Francia admite tener al menos 4.500 tropas en la región de Sahel, aparentemente, para aumentar la seguridad.
Uno de los temas que no se discute muy a menudo son los intereses de Francia y EE.UU en las naciones de África Occidental. Tanto AFRICOM como las fuerzas militares francesas están aumentando sus ocupaciones, lo cual crea mayor incertidumbre entre la población civil. El gobierno británico de Teresa May también está participando en la lucha para ayudar a las fuerzas francesas y estadounidenses con helicópteros y drones de vigilancia.
No obstante, las intervenciones militares en París, Londres y Washington no son actos de caridad en modo alguno. Estas políticas reflejan el grado de subdesarrollo en el África postcolonial. Los imperialistas están en la región para obtener los recursos naturales, tales como el uranio y el aceite.
El pretexto de luchar contra los islamistas debería cuestionarse debido a los elementos que se utilizaron en Libia durante el derrocamiento del gobierno del antiguo líder, el último coronel Muammar Gaddafi, por los miembros de la Unión Europea y Washington.
Siria ha sido un centro de desestabilización usando algunos grupos islamistas armados y entrenados por los gobiernos occidentales.
Una zona de libre comercio para alcanzar todo su potencial debe garantizar su protección por los propios gobiernos africanos. No sería racional por parte de los estados miembros de la UA depender de los gobiernos imperialistas para que les suministren asistencia de seguridad sin continuar con sus políticas neocoloniales, las cuales son la antítesis del desarrollo económico genuino y la soberanía regional.
Indudablemente, las clases dirigentes de Europa Occidental y América del Norte entienden este dilema bastante bien. Los estados africanos deberían saber que el renacimiento económico del continente no podrá alcanzar su éxito a instancias de las mismas naciones imperialistas, las cuales siguen beneficiándose de su subdesarrollo sistemático y su dependencia.
Consecuentemente, hasta que la UA no mire para sus adentros acabando con los lazos subordinados al imperialismo, seguirá habiendo una inestabilidad y empobrecimiento inevitable. Cualquier programa militar dirigido a la seguridad sostenible requieren la formación de toda una fuerza militar africana, la cual prohíbe la construcción de bases, estaciones de drones y supervisión abierta de sus territorios por las fuerzas del Pentágono y la Organización del Tratado del Atlántico Norte.
Abayomi Azikiwe, editor de Pan-African News Wire
Traducido para UMOYA por Soledad Carvelo Lupión.