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Kenia

Expulsados en nombre de la conservación

Fuentes: Guin Guin Bali

El distrito de Laikipia de Kenia ha sido durante cientos de años parte de la tierra tradicional del pueblo indígena samburu, hasta que dos organizaciones benéficas con sede en EE UU, The Nature Conservancy (TNC) y African Wildlife Foundation (AWF), acordaron pagar 2 millones de dólares por este territorio que oficialmente era propiedad del expresidente […]

El distrito de Laikipia de Kenia ha sido durante cientos de años parte de la tierra tradicional del pueblo indígena samburu, hasta que dos organizaciones benéficas con sede en EE UU, The Nature Conservancy (TNC) y African Wildlife Foundation (AWF), acordaron pagar 2 millones de dólares por este territorio que oficialmente era propiedad del expresidente de Kenia, Daniel Arap Moi.

Poco después, la policía keniata inició una serie de violentas expulsiones de la tribu, prendiendo fuego a sus aldeas, robando y matando a sus animales y asaltando a hombres, mujeres y niños. Según informaciones a las que ha tenido acceso Survival International, un anciano fue disparado a sangre fría.

Ahora 2.000 familias samburus viven en improvisadas viviendas en los límites del territorio y se ha forzado a otras 1.000 más a ser realojadas por completo.

Las condiciones en las que viven son atroces y los recursos, escasos. En un documental emitido por el Canal 4 de Reino Unido, la cámara capta la extrema naturaleza de estas expulsiones en Eland Downs.

Comunidades que antes cazaban, recolectaban, criaban ganado o cultivaban en una zona determinada, no solo en este caso, se ven ahora viviendo miserablemente fuera de los parques, se los trata como a furtivos o criminales si alguna vez se atreven a entrar en ellos. Un comunicado del Foro Indígena en una conferencia internacional en 2004 resumió esta situación de los llamados refugiados de la conservación: «Primero nos quitaron nuestra tierra en nombre de reyes y emperadores, luego en nombre del desarrollo del Estado, y ahora en nombre de la conservación medioambiental».

Las consecuencias de las expulsiones

El impacto para las comunidades es igual de malo cuando pierden su tierra debido a proyectos de conservación que cuando las pierden debido a otros proyectos como minas o presas. Su salud, sus medios de vida y su cultura sufren muchísimo.

En el pasado autosuficientes e independientes, los refugiados de la conservación se ven completamente separados de la tierra y los medios que los mantenían, y a menudo se vuelven dependientes de las ayudas de terceros.

Kenia es un popular destino de safaris que atrajo la atención de las realezas más conocidas de la Casa Real Británica: en 2010, el Príncipe Guillermo pidió la mano de su ahora esposa Catalina en una hacienda situada a sólo 64 km de donde tienen lugar estos violentos actos.

Tras la brutal represión policial, los samburus iniciaron procesos legales contra AWF y el ex presidente Moi, solicitando derechos sobre su tierra. Una demanda judicial posterior para que no prosiga el acoso a los samburus ha sido ignorada. Recientemente, Survival ha recibido informaciones de que mujeres y niños han estado durmiendo entre arbustos, pese a las fuertes lluvias, aterrorizados por la violencia desplegada por las fuerzas policiales.

A pesar de que el juicio se encuentra en marcha, AWF ha «regalado» recientemente la tierra al Gobierno de Kenia, en un movimiento que los samburus han calificado como «una afrenta contra el sistema judicial».

El Ministro de Bosques y Vida Salvaje ha dicho en el Parlamento, «este pedazo de tierra nos ha sido donado… y nosotros aceptamos la donación. Esto está en consonancia con la necesidad de preservar nuestra vida salvaje, que es una fuente de ingresos económicos para nosotros».

Este territorio es el ecosistema de una gran variedad de especies, incluidas peculiares cebras y rinocerontes negros. El propio presidente de AWF ha descrito la protección de Laikipia como el perfecto camino para «estimular el turismo».

El líder de una comunidad ha declarado que las acciones de AWF van «en contra de la mayoría de los intereses de los niños de Kenia, que irónicamente, siguen siendo los mejores conservacionistas de la vida salvaje».

Según declaraciones del director de Survival, Stephen Corry: «Que los samburus hayan sido expulsados de sus hogares en nombre de la conservación debería obtener como respuesta la máxima oposición posible por parte de quienes creen en la igualdad y en la justicia. Ellos, simplemente, quieren vivir en su tierra y protegerla».

Survival ha escrito a la ONU solicitando que se adopten medidas urgentes para poner fin a la violencia y dar asistencia a los samburus.

Fuente: http://www.guinguinbali.com/index.php?lang=es&mod=news&task=view_news&cat=2&id=2402