Traducido para Rebelión por Germán Leyens
Tengo los datos siguientes sobre el escándalo de espionaje de Lawrence Franklin en el Pentágono.
Es el eco de un golpe ‘uno-dos’ secretamente planeado por la facción favorable al Likud en el Departamento de Defensa. Primero, Irak debía ser eliminado por Estados Unidos, y después le tocaría a Irán. David Wurmser, un miembro clave del grupo, quería que también se incluyera a Siria. Estos intelectuales favorables al Likud llegaron a la conclusión que el 11-S les daba carta blanca para utilizar al Pentágono como el regimiento gurkha de Israel, librando guerras selectivas por cuenta de Tel Aviv (no guerras que eran verdaderamente indispensables, sino guerras que la coalición del Likud pensaba que sería bueno que tuvieran lugar para aumentar la capacidad de Israel de anexar tierras y actuar agresivamente, en especial si eran muchachos de otras naciones los que iban a morir.)
Franklin es un coronel de la reserva de la Fuerza Aérea y antiguo analista de la Agencia de Inteligencia de la Defensa [DIA, por sus siglas en inglés]. En un momento fue agregado en la embajada de EE.UU. en Tel Aviv, lo que ahora alguien podría considerar sospechoso. Después del fin de la Guerra Fría, Franklin se preocupó de Irán como amenaza para Israel y EE.UU., y aprendió un poco de persa (no mucho – yo me encontré con él una vez en una conferencia y sólo pudo pronunciar unas pocas frases entrecortadas en persa). Franklin tiene un fuerte acento de Brooklyn y dice que es «de los proyectos». Alguien me dijo en el Pentágono que no es judío, a pesar de su estrecha asociación con los neoconservadores que lo son en su mayoría. Sé que está estrechamente ligado a Paul Wolfowitz. Parece un ser un hombre y actor político astuto, y si dio documentos a AIPAC no fue por un acto de simple estupidez, como algunos observadores han sugerido. Formó parte de alguna estratagema hábil en el que se les pasó la mano.
Franklin pasó al Pentágono de la DIA, y se convirtió en el experto en Irán, trabajando para Bill Luti y para el subsecretario de defensa para la planificación, Douglas Feith. Era la persona «a la que hay que dirigirse» respecto a Irán para el Secretario Adjunto de Defensa Paul Wolfowitz, y para Feith. Esta situación es bastante trágica, ya que Franklin no es un auténtico iranista. Su principal tarea parece haber sido encontrar caminos para impulsar una política a fin de derrocar su gobierno (al parecer después de terminar con Irak). Este proyecto ha sido promovido por la tenebrosa eminencia gris, Michael Ledeen, durante muchos años, y Franklin coordinó de alguna manera con Ledeen. Franklin también estaba cerca de Harold Rhode, un especialista de toda la vida en Medio Oriente en el Departamento de Defensa que ha cultivado la amistad de compinches de la extrema derecha favorables al Likud durante muchos años, estableciendo más o menos una célula dentro del Departamento de Defensa.
UPI informa a través de Dawn:
‘Un informe de UPI dijo que el funcionario Mr. Rhode que está siendo investigado «prácticamente vivía en la oficina de (Ahmad) Chalabi». Fuentes de inteligencia dijeron que agentes de la CIA observaron que Mr. Rhode estaba constantemente hablando con Israel desde su teléfono celular, discutiendo planes, despliegues militares, proyectos políticos de EE.UU., y los activos de Irak.’
Josh Marshall, Laura Rozen y Paul Glastris acaban de publicar un artículo en el Washington Monthly que detalla las reuniones de Franklin con el corrupto traficante de armas y estafador iraní Manuchehr Ghorbanifar, que jugó en los años 80 un papel crucial en el escándalo Irán-Contra. Es absolutamente esencial que en las reuniones también participaron Rhode, Ledeen y el jefe de la agencia de inteligencia militar de Italia, SISMI, Nicolo Pollari, así como el ministro de defensa de Roma, Antonio Martino.
El gobierno derechista del corrupto multimillonario Silvio Berlusconi, incluyendo a Martino, fue un gran partidario de la guerra de Irak. Además, sabemos que los documentos falsificados que pretendían engañosamente identificar compras iraquíes de uranio de Níger, provenían de un antiguo agente del SISMI.
Pero el periodista Matthew Yglesias ya nos ha proporcionado una pieza esencial de información: Las falsificaciones de Níger también tratan de implicar a Irán. Por cierto, la idea de un complot conjunto Irak/Irán era tan rocambolesca que fue lo que comenzó por hacer que la división de Inteligencia e Investigación del Departamento de Estado sospechara que se trataba de falsificaciones, incluso antes de que se notaran las discrepancias de fechas y funcionarios en Níger. Yglesias cita del informe del Senado sobre el pretendido intento iraquí de comprar uranio de Níger:
‘El analista nuclear del INR [es decir de la inteligencia del Departamento de Estado] dijo al equipo del Comité que lo que resaltó inmediatamente respecto a los documentos [falsificados] fue que un documento acompañante – un documento adjunto a los documentos de Níger que no se relacionaba con el uranio – mencionaba algún tipo de campaña militar contra las principales potencias mundiales. Los miembros de la pretendida campaña militar incluían a Irak e Irán y ésta iba a ser orquestada, según los documentos, a través de la embajada de Níger en Roma, lo que pareció «completamente inverosímil»al analista. Como el sello en este documento correspondía al del documento del uranio [Se suponía que el sello establecía que los documentos eran de buena fe], el analista concluyó que todos los documentos eran probablemente sospechosos. El analista no conocía en ese momento los problemas de formato de los documentos o las irregularidades en los nombres y fechas.’
Notas del periodista Eric Margolis sobre el SISMI:
El SISMI ha sido tristemente célebre por sus tendencias de extrema derecha, incluso neofascistas. Según investigadores judiciales italianos, el SISMI estuvo profundamente implicado en numerosos complots contra el gobierno democrático de Italia, incluyendo el atentado terrorista a la bomba contra la estación ferroviaria de Bolonia que produjo 85 muertos y 200 heridos. Altos oficiales del SISMI estuvieron confabulados con el conocido timador Roberto Calvi, la neofascista Logia Masónica P2, otros grupos de extrema derecha que trataban de desestabilizar Italia, el agente neoconservador en Washington, Michael Ledeen, y los conspiradores de Irán-Contra. SISMI trabaja de mano en mano con la inteligencia de EE.UU., Gran Bretaña e Israel. En los años 60 y 70, se dice que SISMI realizó numerosos operaciones para la CIA, incluyendo la implantación de micrófonos ocultos en el Vaticano, el palacio del presidente de Italia, y embajadas extranjeras. El servicio civil de inteligencia de Italia, SISDE, asociado con la centro-izquierda política de Italia, ha sido desde hace mucho tiempo un duro rival del SISMI. Después de que la CIA rechazó el archivo Níger, fue agarrado con entusiasmo por el vicepresidente Dick Cheney y su jefe de equipo, Lewis Libby, que buscaban urgentemente alguna razón, no importa cuán engañosa, para invadir Irak. Cheney pasó esos datos falsos a Bush, el que los utilizó en su discurso a la nación de enero de 2003 a pesar de las advertencias de la CIA…
Así que Franklin, Ledeen y Rhode, todos agentes pro-Likud, se reúnen como por casualidad, en Europa, con el SISMI (el proveedor proto-fascista de la falsa historia del uranio de Níger para Irak y el presunto complot Irán-Irak contra el resto del mundo) y con el corrupto empresario iraní y aspirante a revolucionario, Ghorbanifar. La conclusión más razonable es que estaban conspirando juntos sobre la Próxima Campaña después de Irak, que ya habían comenzado a poner en marcha, o sea tragarse a Irán.
Pero ahora, el Jerusalem Post revela que por lo menos una de las reuniones fue bastante específica en cuanto a un intento de torpedear las relaciones entre EE.UU. e Irán:
El propósito de la reunión con Ghorbanifar fue sabotear un acuerdo pendiente que la Casa Blanca había estado negociando con el gobierno iraní. En esa época, Irán había considerado la entrega de cinco agentes de al-Qaeda si Washington renunciaba a su apoyo a los Muyahidín e-Khalq, un grupo iraní basado en Irak que se encuentra en la lista de organizaciones terroristas del Departamento de Estado.
Los neoconservadores han tenido alguna forma de tenebrosa relación con la organización de los Muyahidín e-Khalq o MEK. Presumiblemente, sus dirigentes han prometido secretamente reconocer a Israel si alguna vez logran derrocar a los ayatolas en Irán. Cuando EE.UU. catalogó recientemente a los MEK como organización terrorista, hubo aullidos de indignación de «eruditos» asociados con el Instituto de Político de Medio Oriente de Washington (un brazo de AIPAC), tales como el ex trotskista Patrick Clawson y Daniel Pipes. MEK es una organización terrorista según cualquier definición del término, habiendo hecho volar a gente inocente durante su lucha contra el gobierno de Khomeini. (MEK es una especie de culto de una mezcla de Marx y el Islam). Los MEK se habían aliado con Sadam, que les dio bases en Irak desde las cuales pudieran atacar a Irán. Cuando EE.UU. derrocó a Sadam, se presentó la pregunta de qué hacer con los MEK. La facción pro-Likud en el Pentágono quería que se continuara desarrollando su relación con los MEK y que fueran utilizados contra Teherán.
De manera que resulta que los iraníes estaban dispuestos a entregar a 5 agentes de primera línea de al-Qaeda, que habían capturado, a cambio de miembros de los MEK.
Franklin, Rhode y Ledeen conspiraron con Ghorbanifar y el SISMI para impedir ese acuerdo. Hubiera llevado a mejores relaciones entre EE.UU. e Irán, que ellos querían prevenir, y hubiera dañado a sus protegidos, los MEK.
Ya que altos agentes de al-Qaeda como Saif al-Adil y posiblemente incluso Saad Bin Laden podrían saber de futuras operaciones, o de dónde se encuentra Bin Laden, el que Franklin y Rhode hayan impedido el acuerdo puso en grave peligro a Estados Unidos.
El FBI tiene evidencia de que Franklin entregó un borrador de directiva presidencial sobre Irán a AIPAC, que luego la entregó a los israelíes. El FBI interpreta estas acciones como espionaje o algo muy parecido. Pero sería como condenar a Al Capone por evasión de impuestos. Franklin no entregó la directiva a AIPAC para suministrarles información. Es casi seguro que buscaba una reacción de ellos sobre elementos de la misma. Les preguntaba: «¿Les gusta esto? ¿Habría que cambiarlo de alguna manera? Y, también puede haber estado reforzando a AIPAC para la campaña de cabildeo planeada para principios de 2005, cuando habrá que convencer al Congreso para que autorice la acción militar, o por lo menos operaciones clandestinas especiales, contra Irán. AIPAC probablemente entregó la directiva a Israel por el mismo motivo – no para informar, sino para solicitar una aportación. Así es, AIPAC e Israel estaban ayudando a escribir la política de EE.UU. hacia Irán, tal como jugaron un papel crucial en el fomento de la guerra de Irak.
Con Irak e Irán en llamas, el partido Likud podría hacer lo que quisiera en Medio Oriente sin temor de represalias. Esto significa que podría expulsar a los palestinos de Cisjordania hacia Jordania, o tal vez simplemente devolver Gaza a Egipto para que El Cairo se quede tranquilo. La anexión del sur del Líbano hasta el río Litani, aguas que Israel ha ansiado desde hace tiempo, también podría ser realizada sin consecuencias, piensa probablemente, una vez que Hezbolá en Líbano no pueda seguir contando con el apoyo iraní. El carácter cerrado de las economías de Irak e Irán, además, terminaría, permitiendo que compañías estadounidenses, británicas e italianas hagan el gran negocio después de las guerras (imaginaban).
Los movimientos de Franklin revelan los contornos de una conspiración derechista de belicismo y agresión, una orgía de destrucción, en beneficio del partido Likud, de los negocios de Silvio Berlusconi en Medio Oriente, y de la derecha neoconservadora en Estados Unidos. No se trata de espionaje. Se trata de conspirar para reclutar al gobierno de EE.UU. por cuenta de una potencia o potencias extranjeras.
Juan @ 8/29/2004 06:38:11 AM
Franklin se reunió con Naor Gilon de la embajada de Israel
El ministerio de exteriores de Israel ha confirmado que Lawrence Franklin, el máximo encargado de Irán en el Pentágono, se reunió repetidamente en Washington con «Naor Gilon, jefe del departamento político de la embajada de Israel en Washington, que es especialista en el programa de armas nucleares de Irán».
Parece que Gilon ya se encontraba bajo vigilancia del FBI. En un momento se dice que Franklin le ofreció un documento, que se negó a aceptar, pero preguntó lo que decía y recibió un informe verbal. Gilon no sabía que estaba siendo controlado y claramente pensó que estaría en seguridad mientras no tuviera en su posesión algún papel comprometedor (las conversaciones pueden ser negadas o deformadas, mientras no hayan sido grabadas).
Franklin logró entregar un borrador de una directiva presidencial confidencial sobre Irán a funcionarios de AIPAC, que luego lo entregaron a alguien en la embajada israelí, tal vez a Gilon. Es revelador que el funcionario haya aceptado una copia impresa de AIPAC, presumiblemente porque confió implícitamente en ellos, mientras que se negó a aceptarla de Franklin.
El que Gilon sea un especialista en el programa de armas nucleares de Irán sugiere que Franklin quería consultarle sobre lo que EE.UU. debía hacer al respecto. Gilon fue «Director de la División de Asuntos Estratégicos y Militares en el Centro de Investigación Política del Ministerio de Asuntos Exteriores, de 2000 a 2002.» Franklin alberga profundos sentimientos de odio contra el régimen en Teherán y quiere que sea destruido.
Funcionarios del gobierno israelí y gente como Dennis Ross en el «Instituto Washington para Política de Medio Oriente» financiado por AIPAC, dicen continuamente que este caso no tiene sentido, ya que si Israel quisiera saber algo sobre la política de EE.UU. hacia Irán, les bastaría con hacer un llamado telefónico. Esta línea de defensa en realidad no lleva a ninguna parte, sin embargo, ya que sugiere que no existen secretos del gobierno de EE.UU. a los que se les negaría acceso con simplemente solicitarlo. Es una proposición imposible, y si fuera verdad significaría que AIPAC maneja el gobierno de EE.UU.
Sigo creyendo que Franklin no trataba de dar información a Israel sino que estaba solicitando una aportación sobre la redacción de la directiva presidencial sobre Irán. Hemos visto una y otra vez en la administración Bush cuán crucial es controlar documentos políticos clave. Porque Bush, francamente, no es un hombre de detalles, y no puede meterse en la cabeza una política con matices (se burla de la palabra), la habilidad de sus subordinados más listos de controlar qué documento se le presenta es crucial para que algo suceda. Por lo tanto, los neoconservadores lograron incluir la falsa historia de la compra de uranio en Níger en el discurso sobre el estado de la unión en 2003, a pesar de la oposición del director de la CIA George Tener, que ya sabía que era basura. Stephen Hadley, que era entonces el principal topo de los neoconservadores en el Consejo de Seguridad Nacional, aprobó la inserción.
Así que, si se pudiera elaborar una directiva presidencial sobre Irán que, por ejemplo, amenazara con acción militar contra las instalaciones nucleares iraníes en Bushehr, y se hiciera correr la voz en el Pentágono de que AIPAC y los israelíes la habían aprobado, se podría lograr que ocurriera un ataque aéreo de EE.UU. contra Bushehr. Cuando se presentara el borrador final a Bush para ser firmado, Karl Rove (jefe de la campaña de Bush) podría recibir la seguridad de que Bush podría marcar puntos (el gran dinero y votos) de AIPAC, si firmaba. Es el motivo por el cual, considero, Franklin estaba dispuesto a arriesgar la divulgación de documentos políticos confidenciales del Pentágono a AIPAC y los israelíes. Si podía asegurar en privado a sus superiores que Gilon daba su aprobación, eso le ayudaría a salirse con la suya en una parte del Pentágono dominada por los neoconservadores.
La organización Muyahidín-e Khalq (MEK o MKO) tiene una organización de fachada, el «Consejo Nacional de Resistencia» o NCR (por sus siglas en inglés). El NCR ha sido una fuente importante de acusaciones sobre el programa nuclear iraní, y probablemente espía a Irán para el Pentágono e Israel. (Estoy haciendo un razonamiento basado en que los «eruditos» asociados con el WINEP de AIPAC, apoyan a los MEK, haciendo un juego parecido al de Ahmad Chalabi en Irak.) Sería otro motivo por el que Franklin trataría de evitar que sus comandantes en Irak sean entregados a Irán por EE.UU. a cambio de los líderes de al-Qaeda en poder de Teherán.
posted by Juan @ 8/31/2004 06:30:35 AM
http://www.juancole.com/2004_08_01_juancole_archive.html#109376785516786360
Juan Cole es profesor de historia en la Universidad de Michigan