Cuando el presidente Zelenski terminó su videoconferencia ante el Congreso de Estados Unidos, se escuchó a una voz estridente gritar: ¡Slava Ukraini! (¡Gloria a Ucrania!).
Era la Sra. Nancy Pelosi, presidente de la Cámara de Representantes de EE.UU., que entonaba este eslogan nazi-ucraniano. ¿Sabe la Sra. Pelosi cuál es el origen de esta consigna y quién la creó? Si se supone que no lo sabe, se le va a comentar sobre su origen y autor.
Durante “La Gran Guerra Patria”, que tuvo lugar en la URSS, desde un inicio Ucrania fue ocupada por Alemania. En el occidente ucraniano se desarrolló un amplio movimiento colaboracionista, que se arropó bajo banderas nacionalistas, como la Organización de Nacionalistas Ucranianos, la OUN, y el Ejército Insurgente Ucraniano, el UPA, que lucharon codo a codo bajo el mando de la Wehrmacht contra los patriotas que ofrendaron su vida por la libertad de su pueblo. En el transcurso de la guerra, la OUN y el UPA participaron en los asesinatos de millones de ciudadanos soviéticos y de otros países.
El autor del grito ¡Slava Ukraini!, que con tanto entusiasmo coreó la Sra. Pelosi, es Stepán Bandera, héroe nacional de la actual Ucrania y declarado criminal de guerra en los juicios de Núremberg. Es el más conocido ideólogo de los nacionalistas ucranianos, líder del UPA, y bajo su dirección se organizó el congreso de la OUN, cuya rama más radical, la OUN-B, fue dirigida por él; a sus seguidores se les llama banderistas. Según un informe de la ONU de 1947, Bandera era agente de inteligencia de Alemania nazi y operaba en la sección especial de la Gestapo.
Luego de la ocupación de Polonia por Alemania, Bandera, que se encontraba en prisión condenado por el asesinato de numerosos funcionarios polacos, fue liberado y reclutado por los alemanes para que les sirva de agente. La inteligencia militar alemana, la Abwehr, y la Gestapo protegían a Bandera y a sus partidarios, porque creían que él y sus organizaciones les serían útiles en labores de sabotajes, guerrillas y asesinatos. En abril de 1940, en el castillo de Wawel, ante Hans Frank, gobernador nazi de Polonia, Bandera juró lealtad al Tercer Reich.
El 25 de febrero de 1941, Wilhelm Canaris, director de la Abwehr, le entregó a Bandera dos millones y medio de marcos para que forme el futuro ejército de Ucrania independiente. En abril de 1941, durante el segundo congreso de la OUN-B, Bandera fue reelecto su líder. Entre las resoluciones de este congreso está luchar contra los judíos, por ser la vanguardia del imperialismo ruso y el enemigo principal de la OUN-B; en esa misma fecha, los banderistas se incorporaron a los batallones Roland y Nachtigall, equipados por la Abwehr. A partir del 22 de junio de 1941, cuando comenzó la Operación Barbarroja contra la URSS, lucharon junto a la Wehrmacht, bajo la bandera del Tercer Reich.
El 30 de junio de 1941, cuando la Wehrmacht expulsó al Ejército Soviético del oeste de Ucrania, su población le dio la bienvenida al Ejército Alemán y lo saludó por ser su “libertador”. En la zona ocupada por Alemania hubo muchos pogromos contra los judíos; entre el 30 de junio y el 5 de julio de 1941, en la ciudad de Leópolis, en ese entonces en el oriente de Polonia y hoy, Lvov, hubo una serie de masacres de judíos. Los Einsatzgruppen, equipos de matanza integrados por las SS y la policía y apoyadas por milicias dirigidas por Stepán Bandera, perpetraron el asesinato de cerca de diez mil judíos; se ordenó a la Wehrmacht no interponerse entre los Einsatzgruppen y los judíos.
Posteriormente, hubo la matanza de los maestros de la Politécnica de Lvov, donde Bandera estudió agronomía. La lista con los nombres de los maestros judíos que debían ser eliminados fue confeccionada por Bandera. La mayoría de los cien mil judíos de Lvov fueron asesinados o deportados al campo de exterminio de Belzec.
La tercera cláusula de la Declaración de Independencia de Ucrania, proclamada por la OUN, dice: “El Estado ucraniano recién formado trabaja en estrecha colaboración con el nacionalsocialismo de la ‘Gran Alemania’, bajo el liderazgo de su líder, Adolf Hitler, que quiere crear un nuevo orden en Europa y el mundo y ayudar a los ucranianos a liberarse de la ocupación soviética. El Ejército Popular Revolucionario de Ucrania, que se formó en tierras ucranianas, quiere seguir luchando junto al Ejército Alemán Aliado contra la ocupación de Moscú por un Estado soberano y unido y un nuevo orden en todo el mundo”. Colaboracionismo puro.
Sin embargo, este nuevo Estado no fue reconocido por Hitler, ya que, tal como rezaba su tesis sobre el “espacio vital”, Europa del Este estaba poblada por seres inferiores de origen eslavo, que debían ser eliminados en su totalidad, para que sus territorios fueran ocupados por colonos de Alemania.
Stepán Bandera fue arrestado, bajo arresto domiciliario, y trasladado a Berlín como una especie de reserva, para cuando les fuera útil a los nazis. La Gestapo lo usó, junto con la OUN-B, para las represiones policiales en Ucrania, y la Abwehr, para infiltrar agentes detrás de las líneas soviéticas. Bajo dirección de Bandera, la OUN-B combatió a la resistencia ucraniana y participó en la matanza de Babi Yar, donde 33.771 prisioneros de guerra soviéticos, comunistas, judíos, gitanos y ucranianos fueron asesinados el 30 de septiembre de 1941.
A inicios del año siguiente, Bandera fue encarcelado en el campo de concentración de Sachsenhausen, en la sección reservada para altas figuras políticas. Bajo sus órdenes, la OUN-B distribuyó folletos para motivar a los ucranianos a ayudar a los nazis en su lucha contra los comunistas. En Octubre de 1942, la OUN-B organizó el Ejército Insurreccional Ucraniano, el UPA, con la finalidad de luchar contra la URSS, la resistencia ucraniana, los guerrilleros polacos y la Alemania nazi. Román Choukhevytch, también héroe de la actual Ucrania, fue la cabeza de esa milicia; Stepan Bandera, desde la prisión, le dio su apoyo. En 1943, el UPA masacró entre 40.000 y 60.000 mujeres y niños polacos.
A partir de mayo de 1944, el UPA, por órdenes de la OUN-B, terminó la lucha contra los alemanes y se concentró en la lucha contra la Unión Soviética. Según la Abwehr, las unidades ucranianas cooperan con la Wehrmacht en la lucha contra el Ejército Rojo y los grupos bolcheviques. “Las unidades UPA han sufrido grandes pérdidas y nos han prestado un servicio incalculable en ciertos asuntos políticos. Es importante destacar que las bandas ucranianas han dejado de luchar contra los alemanes”.
El 25 de septiembre de 1944, los nazis liberaron a Stepan Bandera y a otros líderes nacionalistas ucranianos con el fin de que colaboren con Alemania; cerca de 250.000 ucranianos lucharon en las huestes nazis. Bandera incitó a la población de Ucrania a tomar las armas contra el Ejército soviético, y con Otto Skorzeny, el teniente coronel de las SS que rescató a Mussolini y que era el hombre de acción favorito de Adolf Hitler, discutió planes de sabotaje contra la URSS y el envío de tropas del UPA detrás de las líneas soviéticas.
La lucha armada no se detuvo en Ucrania occidental hasta mediados de la década de los cincuenta; desde Alemania Occidental, Stepan Bandera alentó a la insurgencia, la lideró y dio su apoyo incondicional a todas las acciones del UPA. El 15 de octubre de 1959, Bandera fue encontrado tendido en el suelo, con el rostro ensangrentado; murió camino al hospital y está enterrado en Munich.
El 22 de enero de 2010, el presidente Víktor Yúshchenko otorgó a Bandera el título de Héroe de Ucrania; posteriormente, el presidente Viktor Yanukovich declaró ilegal dicho nombramiento. Bandera es una figura muy controvertida, en Ucrania algunos lo proclaman el libertador que luchó contra soviéticos, polacos y nazis para conquistar la independencia, pero la mayoría de ucranianos, polacos y rusos lo catalogan de fascista y criminal de guerra que, junto con sus seguidores, es responsable de las masacres de civiles en las zonas ocupadas por Alemania nazi.
Lo malo de toda esta historia es que la Sra. Pelosi sí está bien enterada del contenido de ¡Slava Ucraini!. Además, sabe que Zelenski desprecia a los que lucharon contra el fascismo y levanta monumentos a Stepán Bandera, nazi confeso que durante la Segunda Guerra mundial colaboró en el sacrificio de 60 millones de personas, de ellas 27 millones de soviéticos, incluidos 8 millones de ucranianos.
Pero a la Sra. Pelosi le importa un pepino las víctimas del nazi-fascismo; si le importara, no hubiera gritado ¡Slava Ucraini! No en vano, con los miembros de su entorno político, alentó el sangriento golpe de Estado de Euromaidán, que ha permitido a los banderistas destruir a Ucrania. Para ella, todo vale en el intento de aniquilar a Rusia, razón medular de la actual crisis mundial, que ojalá termine con alejar del poder a la Sra. Pelosi y a los políticos de su entorno, para el bienestar y la tranquilidad del planeta entero.
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