BagNews destaca la intensa afición por el golf que ha desarrollado Obama. Desde que un amigo me contó con argumentos no desdeñables lo fascinante que era ese deporte, ante mi manifiesta incredulidad, ya no he vuelto a apoyar ninguna teoría sobre el golf que sea peyorativa. En el blog, junto a las imágenes, se especula […]
BagNews destaca la intensa afición por el golf que ha desarrollado Obama. Desde que un amigo me contó con argumentos no desdeñables lo fascinante que era ese deporte, ante mi manifiesta incredulidad, ya no he vuelto a apoyar ninguna teoría sobre el golf que sea peyorativa. En el blog, junto a las imágenes, se especula con que Obama ha intentado acercarse a la gente de raza blanca empeñándose en practicar un deporte que no es especialmente popular entre los negros.
No soy tan diferente a vosotros, aunque mi handicap sea como mucho de aficionado esforzado.
Por otro lado, siempre nos queda la versión sencilla y que se limita a contar los dos, y sólo dos, pies que tiene un gato. Cuentan que en la Casa Blanca recomendaron a Obama que se buscara un deporte con menos contacto físico que el baloncesto para los ratos libres. Una lesión que te deje con la movilidad algo reducida no es muy apropiada para un presidente, sobre todo si eso le obliga a cancelar un viaje importante o, aún peor, le hace aparecer como un inválido en las imágenes. Los imperios necesitan líderes que proyecten imagen de poder, no lo fácil que es tener lesiones musculares a partir de cierta edad.
Por lo demás, no hay que irse a cuestiones de imagen para saber por dónde ha respirado la Administración de Obama y por dónde discurrirá su campaña de la reelección. Guantánamo continúa abierto, los ataques con aviones no tripulados en Pakistán se han multiplicado, la guerra de Libia se ha puesto en marcha sin que el Congreso haya autorizado ninguna acción militar (esto sí que habría hecho palidecer de envidia al Departamento de Justicia de la época de Bush), la retirada de Afganistán se iniciará con todas las cautelas posibles (y en eso hay muchos conservadores que también están hartos de un conflicto interminable), y excepto algún ataque retórico, no hay indicios de que Washington tenga la menor intención de presionar a Israel.
Y en cuestiones económicas, el debate no se establece ya a partir de la necesidad de impulsar la economía, sino de reducir la deuda. Eso no impide que los políticos no dejen ni por un momento de comentar que su prioridad es crear empleos. Pasa aquí como allí. Forma parte del teatro.
¿Perjudicará todo esto a Obama entre los votantes progresistas? Los números dicen que no.
Fuente: http://www.cubadebate.cu/noticias/2011/06/21/mientras-obama-juega-tranquilamente-al-golf/