En diciembre de 2006 el ejército etíope ha invadido Somalia por tierra y la ha bombardeado en colaboración con el apoyo marítimo, aéreo y logístico de Estados Unidos. Las justificaciones de la invasión difundidas en los medios de desinformación son falsas. Los intereses de las corporaciones Norteamericanas y del pentágono están detrás. Muchos africanos temen […]
En diciembre de 2006 el ejército etíope ha invadido Somalia por tierra y la ha bombardeado en colaboración con el apoyo marítimo, aéreo y logístico de Estados Unidos. Las justificaciones de la invasión difundidas en los medios de desinformación son falsas. Los intereses de las corporaciones Norteamericanas y del pentágono están detrás. Muchos africanos temen que esta guerra se extienda y que se convierta en un nuevo genocidio. Pero tal vez ese es uno de los objetivos.
LAS FALSAS EXCUSAS DE LA INVASIÓN.
Somalia ha sido denominada el «segundo frente de Al-Qaeda». La excusa del Pentágono es como siempre el terrorismo. La organización terrorista Al Qaeda supuestamente localizada en Somalia, y supuestamente cobijada por la Unión de las Cortes Islámicas UCI era el objetivo oficial. Por supuesto sin dar ninguna prueba de ello. El Teniente Gral. Guillermo G. («Jerry») Boykin, Subsecretario de Defensa para la Inteligencia que ordenó el ataque ha dado un argumento contundente que revela su nivel de inteligencia: «el Dios de un jefe militar musulmán somalí era ‘ un ídolo ‘ y ‘ mi Dios es el verdadero Dios».
La invasión de Somalia por Etiopía ha sido promocionada claramente por Estados Unidos. Los primeros ataques, ejecutados por aviones AC-130 procedentes del comando central norteamericano en Djibuti, fueron contra poblados de Elnadow, Kudha y Hayow y fracasaron en su objetivo declarado: no mataron a ningún supuesto terrorista. Pero desde otro punto de vista fueron un éxito porque la lucha contra el terrorismo solo es una tapadera.
El portavoz del parlamento provisional de Somalia (Sharif Hassan Sheikh Ada) criticó la versión oficial que justifica los ataques. «Estados Unidos recientemente ha bombardeado civiles aunque dicen que estaban bombardeando ‘terroristas’… ¿dónde están los terroristas?»(1)
Incluso en el país agresor hay voces disidentes como la de un líder de la oposición al presidente Etiope Meles Zenawi, que declaró: «no había ninguna fuerza de Al Qaeda en Somalia» y que «el ataque es una táctica de la Administración Bush para apoyar militarmente al presidente etíope Meles», cuyo ejército invadió Somalia (2).
El fraude es evidente. La Administración Bush admitió que «ningún sospechoso de Al Qaeda había resultado muerto durante los ataques» estadounidenses sobre Somalia.
En contraste fuentes de la oposición etíope aseguran que » miles de civiles somalíes, incluso niños, han sido masacrados en la invasión» (3).
Los oficiales militares dijeron que el objetivo del ataque aéreo eran unas diez personas sospechosas de estar vinculadas al terrorismo, pero no ningún líder de la organización terrorista Al Qaeda (4).
Según la agencia británica Oxfam, «los ataques feroces de las fuerzas especiales operativas de EEUU contra los terroristas islámicos de ‘Al Qaeda’ que huían de Somalia a Kenia, resultó ser un grave error, ya que los 70 muertos eran unos indefensos pastores nómadas»(5).
Las fuerzas etíopes que apoyan al gobierno somalí tomaron el control de la capital, Mogadiscio, el 28 de diciembre pasado, luego de la retirada de los combatientes del Consejo de Cortes Islámicas. Entre las fuerzas que apoyan al gobierno minoritario de Somalia hay milicias vinculadas a líderes militares locales y soldados enviados por el gobierno de Etiopía (unos 20.000) con militares estadounidenses incrustados en ellas. Las tropas etíopes han sido demostradamente entrenadas y armadas por los norteamericanos (6, 7).
Hay testimonios del entrenamiento de los soldados etíopes y de la participación de Estados Unidos en su financiación. Este apoyo se ha materializado ya descaradamente en enero con la intervención directa de las fuerzas aéreas USA en los bombardeos y de militares norteamericanos en la ocupación terrestre. Es destacable el hecho de que Las Cortes Islámicas se retiraron sin haber lanzado un sólo disparo.
El tratamiento que los medios de desinformación han dado al tema es patético. Un ejemplo lo tienes en la editorial de «El País» su opinión, sesgada, incompleta, falta de análisis causales y favorable a los lobbies militaristas (8). Según este editorial la invasión es «para ayudar al Gobierno reconocido». El editorialista se olvida de que es un gobierno minoritario. «e intentar evitar que caiga en manos del islamismo fundamentalista» y también se olvida de decirnos que las cortes islámicas son quienes gozan del apoyo de la mayoría de la población somalí. «El espectro de un conflicto regional con decisivas implicaciones religiosas cobra fuerza con el llamamiento de los integristas somalíes a los musulmanes del mundo para que se alisten a la yihad y lleven su lucha hasta la misma Addis Abeba». Como siempre se presenta como excusa la fraudulenta guerra de civilizaciones y la fraudulenta lucha contra el terrorismo para ocultar los auténticos motivos de la guerra.
Reconoce «El hecho de que Washington apoye al Gobierno secular somalí y a Etiopía.» pero omite que ambos gobiernos son títeres creados por Estados Unidos. Nos presenta al Somalia como «campo de batalla de encontrados intereses regionales». Intereses que se guarda mucho de explicar y oculta que estas miserias han sido promocionadas por las multinacionales occidentales. Su esbozo histórico nos cuenta que la dictadura de Siad Barre «fue sostenida durante 30 años por la URSS» olvidando que fue precisamente Siad Barre quien vendió la mayoría del país a 4 multinacionales norteamericanas desde 1986 como veremos. Habla de «las milicias islamistas que pretenden imponer la sharía» pero se olvida de que las Cortes Islámicas impusieron el orden y en las crecientes regiones que fueron controlando y que gracias a ellas por primera vez en 16 años hubo paz en Somalia según han reconocido, como veremos, observadores independientes. etc, etc.. Este es sólo un ejemplo del lamentable tratamiento que los medios de desinformación han dado al conflicto de Somalia. No es el único. Kofi Annan ha hecho su moderada declaración: «le pediría a los países vecinos que se mantengan al margen de la crisis de Somalia, y que respeten la soberanía y la integridad territorial de Somalia»(9), omitiendo que la soberanía corresponde al pueblo que en su mayoría apoya a las Cortes Islámicas.
Ignacio Ramonet en su más reciente editorial (10) no hace ningún comentario mínimamente crítico sobre la versión oficial de la invasión, ni de la excusa de combatir el terrorismo, ni de la ayuda «humanitaria» que encubre la ocupación, etc. No solo eso, también reproduce acríticamente los argumentos oficiales sobre el fraude made in USA de Al Qaeda y no dice una palabra de los verdaderos intereses que esconde la guerra.
Como ya sucedió en el 93 cuando la invasión militar fue camuflada de ayuda humanitaria, ahora se camufla como lucha contra el terrorismo. Los medios de comunicación colaboran en vendérsela al público y hacerla aceptable ocultando los intereses de las multinacionales, pero antes de explicar cuales son esos intereses echemos un vistazo a la historia reciente de Somalia.
Recuerdo histórico de algunos hechos significativos para entender la guerra actual: Empecemos con los datos básicos para situarte geográficamente: Somalia comparte fronteras con Yibuti (58 kms.) al norte, Etiopía (1.600 kms.) al este y Kenia (682 kms.) al sur. Tiene una superficie de 637.660 km2.
Somalia, es un país islámico sunita prácticamente en su totalidad. Su población de unos 9 millones de personas es bastante homogénea (al contrario que la de Etiopía) de raza somalí en un 85 por ciento, el restante 15 por ciento esta compuesto por tribus dispersas, como los bantúes y a solamente hay 30 mil árabes puros. Lo que representa solo un 0.3 por ciento del total. La mortalidad infantil es muy alta 122/1000.
Según la ONU en Somalia hay un médico por cada 100.000 habitantes y hay gente que tiene que viajar 700 km para llegar al centro de salud más próximo (70) . Actualmente es un país fragmentado cuya división ha sido fomentada por las multinacionales para robarles mejor sus recursos: La región nor-occidental declaró su independencia como «República de Somalilandia», el ridículo nombre que tenía cuando era una colonia Inglesa. La parte nororiental, el estado de Puntland también ha reivindicado su autonomía.
La mayor parte del país en el sur ha sido recientemente el escenario de una incomoda revolución que lo ha pacificado y ha sido la causa de la invasión. La historia reciente de Somalia es un completo desastre para su población y los que han podido hacerlo han emigrado a países limítrofes.
En los años 80 la intervención del Fondo Monetario Internacional y del Banco Mundial fue según algunos analistas el factor fundamental para desestabilizar al país. Devaluación de la moneda nacional dictada por el FMI, importación de alimentos presentada como ayuda de Occidente, obligación impuesta por el Banco Mundial de aplicar las leyes del mercado, etc. Resultado: abandono de los cultivos de subsistencia, destrucción de sus sistemas tradicionales en ganadería, reducción del presupuesto de sanidad (78%, entre 1975 y 1989), del de educación de 82$/año/niño en 1982 a 2$ en 1986. Y por supuesto aumento de la deuda y, por lo tanto de la dependencia, con los bancos occidentales. Ver al respecto (59, 60, 61).
El régimen del dictador Mohamed Siad Barre, era apoyado de Estados Unidos. Como en innumerables casos, el país campeón de los derechos humanos y de la democracia hizo oídos sordos a sus masacres y a su corrupción. Funcionarios, militares del régimen y comerciantes enchufados a él, se apropiaban del 80% de la ayuda alimenticia internacional. (59, 62) aumentando la mortandad de sus propios compatriotas. Solo entre 1981 y 1989 los EEUU le vendieron al dictador armas por un valor de 200 millones de dólares. (59, 63) Esto, inevitablemente, me recuerda que hacían lo mismo más o menos en las mismas fechas con otro de sus aliados: Sadam Hussein e, incluso, con sus enemigos: Irán (58). Y lo más significativo: En plena dictadura, desde 1986, cuatro corporaciones transnacionales del petróleo recibieron el permiso para buscarlo del gobierno títere de Somalia. Y encontraron reservas importantes como veremos más adelante. En enero del 1991 se produjo el derrocamiento del dictador Mohamed Siad Barre, que era apoyado de Estados Unidos y con razón. Había vendido la mayor parte de su país a 4 compañías petroleras. «Cerca de dos tercios de los campos petroleros de Somalia habían sido asignados a las trasnacionales de EEUU , Conoco, Amoco, Chevron y Phillips » (11) Siguieron 2 años de caos y luchas entre los señores de la guerra.
En 1993 Estados Unidos invadió Somalia con 30.000 soldados de infantería de marina en una operación militar llamada «restaurar la esperanza». Entiéndase esperanza para las multinacionales. Esta operación fue presentada por EEUU, la ONU y los medios de desinformación como humanitaria, pretendiendo que la ayuda no llegaba a la población. Era cierto (como siempre) pero sólo el 20% no le llegaba en contraste con el 80% que les era robado cuando tenían el régimen títere de Estados Unidos. (59,62) Así que se podría decir que la intervención fue justamente lo contrario de lo que prendía ser. Los medios de comunicación en su mayoría se mantuvieron fieles a la versión oficial de Washington presentándonos la invasión como una misión de ayuda internacional que estaba dirigida únicamente a alimentar a las masas hambrientas de Somalia. La versión difundida por los medios de desinformación fue como una película; aunque era una operación multinacional en la que estaba incluida Francia, los heroicos marines de EEUU monopolizaron las pantallas de TV, desembarcando en las playas de Somalia para salvar a los hambrientos somalíes. La invasión humanitaria contrastaba con el desastre creciente en toda África provocado por el imperialismo de EEUU y de los países ricos que roban sus recursos. Pero eso se ocultó. Tampoco se explicó cómo los fondos destinados a la ayuda humanitaria fueron a sumirse en la construcción de una bunkerizada zona para el personal de EEUU y de la ONU (59, 63). No informó de que las bombas destruyeron infraestructuras vitales y que su primer objetivo fue silenciar a los medios de comunicación, además de otros objetivos civiles como fábricas y hospitales, locales de organizaciones humanitarias. (59, 66) Además para más INRI los marines desembarcaron cuando lo peor de la hambruna ya había pasado (67).
Como explica Chomsky «…mientras el conflicto seguía activo el hambre era terrible, la población moría y se producían muchas muertes, los EE.UU. simplemente se mantuvieron al margen sin mostrarse dispuestos a hacer nada al respecto. Cuando la lucha disminuyó, cuando parecía que iba a producirse una buena cosecha y había considerables posibilidades de que acabara el hambre, y cuando la Cruz Roja y otras organizaciones eficaces estaban suministrando comida, en ese momento los EE.UU. entraron en el país realizando una demostración de fuerza y una enorme operación de relaciones públicas, esperando recibir al menos una enorme publicidad favorable por su intervención». (69)
Los medios ocultaron la situación, como se les manda. Al mando de ellos en la zona estaba el enviado de EEUU, Jeff Eller, para coordinar la desinformación. El mismo que se había ocupado de presentarnos la invasión de Panamá en 1989 cerrando el acceso a los periodistas no elegidos para cubrirla (59).
Lo esencial fue ocultado y es que los intereses de la invasión no eran en absoluto humanitarios.
La multinacional Conoco estuvo directamente involucrada en la invasión militar camuflada como ayuda humanitaria de la ONU a principios de los años 90 como está bien documentado (12).
Aunque no era la única multinacional interesada en robar los recursos del país, Conoco Somalia Ltd. fue la única corporación multinacional importante que mantuvo una oficina activa en la capital Mogadiscio antes y durante la invasión. La empresa permitió que sus infraestructuras e instalaciones de Mogadiscio fueran utilizadas por EEUU a modo de embajada unos días antes que los marines de EEUU llegaran a la capital, utilizándose después como cuartel general temporal del convoy especial de las tropas norteamericanas. El presidente de la sucursal de la compañía en Somalia recibió elogios oficiales por servir como «facilitador» voluntario del gobierno durante la intervención de EEUU, así como en los meses anteriores (13).
Pero en realidad es al revés porque, de hecho, el ejército de Estados Unidos intervino para facilitar las operaciones en curso de las multinacionales y en cierta forma estaba especialmente a las órdenes de Conoco que les alquilaba sus infraestructuras. Un portavoz de Conoco describió el acuerdo acertadamente como «una relación de negocios» y reconoció que el gobierno de EEUU estaba pagando un alquiler por el uso de sus instalaciones (14). John Geybauer, portavoz de Conoco Oil en Houston, dijo que la compañía estaba actuando como «un buen colectivo ciudadano y vecinal al acceder a la petición de EEUU de que les alquilara las instalaciones ya que la embajada de EEUU y la mayoría de los demás edificios de la capital están destrozados debido al vandalismo y a las batallas con artillería durante las guerras de los clanes que han consumido a Somalia y que han matado de hambre a su gente» (15).
En su revista mensual, Conoco publicó extractos de una carta de recomendación escrita por el marine de EEUU General de Brigada Frank Libutti, que actuó como asesor militar del enviado de EEUU Robert B. Oakley. En la carta, Libutti elogió al dirigente petrolífero por su papel en la operación para desembarcar marines en las playas de Mogadiscio en diciembre, y el general concluyó: «Sin su valiente contribución y su servicio desinteresado, la operación no habría tenido éxito»(16).
Las multinacionales del petróleo mandaron a las tropas estadounidenses a invadir Somalia pero naturalmente no se presentó así a la opinión pública. La invasión fue presentada en los medios de desinformación como una misión humanitaria que iba a salvar unos 2 millones de somalíes mediante la apertura de líneas de suministro y la pacificación de una nación asolada por el hambre. El portavoz de Conoco Somalia Ltd insistió cínicamente en que «Conoco estaba orgullosa de la contribución del director general Raymond Marchand al esfuerzo humanitario dirigido por EEUU.» Había pues que asegurar los intereses de las multinacionales que tenían compradas las concesiones de prospección desde hacía años, pero también había que vender los aumentos de presupuestos militares y presentarlos como humanitarios. «Acciones humanitarias (innecesarias), desembarcos anfibios de los marines de EEUU en la playa ante las mirada de las cámaras de TV se consideraban propaganda favorable» (68). Pero a pesar de que iban armados a la última el ejército invasor de EEUU tuvo que retirarse vergonzosamente. El hecho cúlmen se produjo el 3 de octubre de 1993, cuando los ocupantes de Estados Unidos fracasaron en una operación militar en Mogadiscio, la capital de Somalia, que le costó la vida a 18 soldados norteamericanos e hirió a 73 y que incluyó el derribo de 5 poderosos helicópteros de combate «Black Hawk.
Lo que no se dice es que el incidente se produjo en respuesta a un ataque masivo e indiscriminado del ejército norteamericano a la ciudad que mató a incontables somalíes (17). Esta operación fue incluso llevada a la pantalla en la película «Black Hawk, derribado en combate» dirigida por Ridley Scott, por supuesto convirtiéndola en heroica propaganda de los intereses humanitarios de la intervención del ejército de los EEUU y ocultando su verdadero contexto.
Más tarde el equipo del cineasta se implicó en la realización de una película, difundida por todos los medios de desinformación, sobre el heroico salvamento de una mujer del ejército USA durante la última guerra de Iraq. Lo que vimos era un fraude de guerra presentado como un reportaje, como ella misma denunció: No había sido secuestrada, al contrario los iraquíes la asistieron médicamente tras un accidente, intentaron devolverla a sus líneas (pero les dispararon) y no había ninguna resistencia en el hospital donde se encontraba atendida. También hubo una secuela del incidente y de la película en forma de videojuego para ir entrenando a los niños en las invasiones «humanitarias».
Foto: Black Hawk versión play station.
En Somalia es destacable el hecho de que los helicópteros fueron derribados por algunos señores de la guerra, a los que luego Estados Unidos terminó apoyando para contrarrestar el creciente poder de los Tribunales Islámicos. Aunque nunca lo reconocieron, en su invasión de 1993 hay pruebas de que los Estados Unidos utilizaron armas radiactivas en Somalia como lo indica un comunicado en octubre 1993 de advertencia a los médicos norteamericanos de que «podrían encontrarse con soldados contaminados radiactivamente» (18). Los señores de la guerra somalíes durante los16 años que dominaron el país, lo dividieron en feudos, lo hundieron en el caos, en una creciente miseria, en la violencia y el desorden, pero lo más importante es que lo sometieron a una conveniente dependencia. Por eso no se planteó nunca en occidente una intervención humanitaria. En 1998, el mismo año en que Clinton y Al Gore bombardeaban en Sudán una fábrica de medicamentos de nuevo con la excusa del terrorismo (19), se creaba la Iniciativa Estadounidense de Respuesta a las Crisis Africanas (ACRI). Con la excusa de realizar «misiones humanitarias» se desarrolló un amplio programa de entrenamiento militar con varios países africanos. Con la Administración Bush en 2001 el programa cambió de nombre y pasó a llamarse «African Contingency Operations Training and Asístance», duplicándose su presupuesto. En 2005, ya se planteaba oficialmente la formación de 40.000 militares africanos en los cinco años siguientes, según un comunicado de la Casa Blanca. Los entrenamientos incluyeron además de Etiopía a Uganda, Malawi, Ghana, Senegal, Costa de Marfil, Benin, Malí o Kenia (20). Las Cortes Islámicas Unidas ICU fueron creciendo como una organización de base de la mayoría de la población a pesar de que los señores de la guerra somalíes, al igual que los de Afganistán, eran financiados por los Estados Unidos.
Foto: habitantes de Somalia.
Progresivamente pero en poco tiempo la ICU logró llevar la ley y orden a todo el país, eliminaron las drogas y las armas de las calles, hicieron accesibles los servicios básicos de atención sanitaria y educación, aportaron estabilidad a la sociedad civil, se aseó la ciudad, los puertos marítimos y los aeropuertos volvieron a abrirse para el tráfico comercial, etc. (21)
Un mal ejemplo. A pesar de estos logros, o más bien a causa de ellos, el gobierno de Bush los metió en el amplio saco del terrorismo. Sin ninguna evidencia de que Somalia albergase a terroristas de Al Qaeda y mucho menos que representase una amenaza para la seguridad de Estados Unidos. Mientras, la CIA trabajaba en secreto con los señores de la guerra somalíes. Pero a pesar del dinero de Estados Unidos inyectado a varios señores de la guerra, no pudieron imponer su autoridad sobre la población harta de sus desmanes (22).
Mientras tanto, el Pentágono también trabajaba con el ejército de Etiopía por si acaso su estrategia con los señores de la guerra somalíes fracasaba, como efectivamente sucedió. En la revista del ejército norteamericano «Stars and Stripes», del 30 de diciembre puedes leer el estúpido testimonio de uno de los instructores americanos que estaban entrenando a soldados etíopes, Hill Flippo del campo Hurso cerca en la ciudad de Dire Dawa, en Etiopía: «Siento que ahora estoy ayudando a luchar en la guerra en terror. El conocimiento que estamos dando a estos soldados es lo que él utilizará si entra y lucha en Somalia, Eritrea o dondequiera que sea» (23).
En 2006 la mayoría de la población de Somalia, harta del caos y encabezada por la Unión de Cortes Islámicas UCI, fue ganando terreno a los señores de la guerra. En junio 2006 Estados Unidos creó el Grupo de contacto internacional sobre Somalia intentando adelantarse a lo que iba a pasar inevitablemente.
En julio 2006, apoyados por una mayoría de la población los tribunales expulsaron a los llamados «señores de la guerra» no solo de la capital Mogadiscio, si no también de la mayor parte del país.
Foto: Mogadiscio.
Como ya dije antes los medios de desinformación están ocultando qué sucedió realmente en Somalia tras este cambio.
Observadores neutros han reconocido que, por primera vez desde la caída del antiguo presidente Siyad Barre en 1991, por fin reinaban la calma y el orden.
Amina Mire, miembro eminente de la diáspora somalí reconoce que: «muchos somalíes que no son religiosos han visto como su seguridad mejoraba bajo la dirección de los Tribunales Islámicos. Queremos darles a estos tribunales el tiempo necesario para limpiar las calles de violencia. Después de haber restablecido el orden, estos tribunales habían podido progresivamente modernizar sus interpretaciones y aplicaciones de las leyes islámicas.
Una gran parte de los somalíes que viven en el extranjero estaban dispuestos a volver al país una vez que la paz y la seguridad fuesen restablecidas. Pero hoy, hemos vuelto a esta horrible época, en la que se veía a adolescentes armados con AK-47 instalados detrás de una camioneta aterrorizando a la población» (24) Recordemos que la emigración en Somalia es importante. Desde 1991, unos 3 millones de somalíes han salido del país, fundamentalmente hacia los países limítrofes: Etiopía, Djibuti y Kenia.
Foto: Escuela de niños somalíes en Kenia.
Mohamed Hassan, hijo de un miembro de la resistencia contra el régimen del emperador Haile Selasie y escritor independiente en política medio-oriental y africana describe así la situación de los emigrantes: «Una gran cantidad de diáspora somalí estaba dispuesta a volver a Somalia, y reconstruir el país, una vez que la paz y la seguridad fueran aseguradas. Muchos son gente secular moderna que intenta ayudar a su país a pesar de la corrupción de los señores de la guerra. Y son muy ingeniosos en hacer eso. Por ejemplo, a pesar de todo el caos, Somalia es uno de los pocos países africanos en donde cada aldea tiene buenas instalaciones de comunicación del teléfono. Hay un sistema de actividades bancarias informal (1 mil millones $ por año). Hay cinco vías aéreas privadas y así sucesivamente. Cuando los hombres de negocios somalíes fueron a la embajada de EEUU en Nairobi a invitarlos a que viniesen a Somalia y viesen por sí mismos, que no había miembros de Al Qaeda en las cortes islámicas. Los norteamericanos rechazaron la oferta.»(25)
Evidentemente, los EEUU no aceptaron el desafío, porque ya sabían que no había terroristas de Al Qaeda en el país. Al Qaeda era una vez más su coartada para iniciar una nueva guerra contra el terrorismo para justificar cualquier intervención en cualquier parte del mundo cuando les de la gana hacerla.
Estados Unidos con la complicidad de los medios de desinformación occidentales han demonizado a la UCI como los «Tribunales islámicos » y los han acusado sin pruebas de estar ligados a Al-Qaeda. Esto no es más que otra tapadera para justificar otra invasión absolutamente ilegal. Un montaje parecido al que se hizo en 2001 con los Talibanes para invadir Afganistán, con Iraq y sus terroríficas armas de destrucción masiva que cuatro años después de la invasión seguimos esperando que se encuentren.
Los logros de la población somalí y de la UCI para mejorar la vida de la mayoría de la gente en materia de pacificación y de independencia han sido ocultados por los medios de desinformación ya que eran evidentemente un mal ejemplo para la región y para todo el mundo.
Estados Unidos estuvo desde el principio implicado en el montaje de la guerra actual.
Estados Unidos por mediación de su títere Etiopía destrozó las Conversaciones de Paz en Somalia. La invasión tiene también como fin consolidar ese objetivo. El portavoz del parlamento provisional de Somalia (Sharif Hassan Sheikh Ada) ha criticado la intervención militar de Etiopía en Somalia, diciendo que las tropas etíopes no pueden conseguir la paz en las áreas anteriormente gobernadas por el movimiento islamista.
«Etiopía estaba detrás del colapso de las conversaciones de paz entre el gobierno provisional y los islamistas», dijo en Djibouti.
«Creo que la seguridad creada por los islamistas durante su gobierno de seis meses no puede ser recreada por las tropas etíopes, incluso si permanecen en Somalia durante otros seis años» (26).
El General John Abizaid, el comandante militar de EEUU que supervisó las operaciones militares en Oriente Medio, Asia Central, y el Cuerno de África, tuvo una reunión con el Primer Ministro de Etiopía el 4 de diciembre de 2006.
Unas tres semanas antes de que los Estados Unidos y Etiopía invadieran militarmente Somalia (27).
EEUU organizó una operación de la CIA, desde Nairobi, para levantar a los caudillos de la guerra, odiados por la población de Somalia contra los tribunales islámicos, según un ex-agente de inteligencia que conoce bien la región.
Un analista de Somalia en Nairobi dijo que «los islamistas se llevaron la mayor parte de la culpa injustamente, ya que el gobierno minoritario de Somalia que de hecho había sido acorralado no tenía intenciones de compartir el poder en ningún momento. Yo creo que la decisión de ir a la guerra fue tomada en algún momento de octubre por Etiopía y Estados Unidos» (28). Estados Unidos no solo incrementó su intervención en Etiopía y en Somalia, además presionó a la ONU para que votase una resolución ambigua que supuestamente justificaba a Etiopía para invadir Somalia (29, 30).
El Grupo de contacto internacional sobre Somalia creado por EEUU se reunió a principios de enero en Nairobi, capital de Kenia para financiar «de manera urgente» una fuerza de paz de la ONU (31). Esta fuerza de ocupación (llamada eufemísticamente fuerza de paz) tiene como objetivo proseguir el trabajo sucio iniciado por Etiopia en la invasión, contrarrestar el creciente poder popular de Somalia de las cortes islámicas, destruir sus logros de paz y devolverle el control del país a las multinacionales.
Tras el ataque el 7 y el 22 de enero 2007 de Estados Unidos un nuevo gobierno llamado de transición ha sido impuesto en Somalia. Según una fuente diplomática que prefirió no ser identificada. «Estados Unidos procura legitimar la presencia etíope en Somalia como parte de un esfuerzo para preservar el gobierno de transición e impedir que la UCI tome control de todo el país… Sin embargo, el problema es que el gobierno de transición goza de muy escasa legitimidad dentro de Somalia y es cada vez más visto por la población como un representante de Etiopía». El fraudulento gobierno somalí instalado de nuevo en la capital por los Estados Unidos y sus sirvientes etíopes está compuesto de esos mismos asesinos terroristas a sueldo llamados señores de la guerra que han reconstruido sus milicias con la excusa de combatir el terrorismo.
Un ejemplo evidente de este descaro ha sido nombrar a un marine norteamericano Hussein Aïdid como ministro de Interior.
Este energúmeno tiene un historial que habla por si mismo. Hijo del general Farah Aïdid dirigente del partido «Congreso de la Somalia unificada» apoyado por los Estados Unidos, su historia es interesante: Hussein Aïdid fue voluntario en el ejército USA. Sirvió como marine en la primera Guerra del Golfo y obtuvo la autorización permanente de residencia en USA, y después obtuvo como buen chico la nacionalidad (32, 33). Estados Unidos ha dicho que dedicará 16 millones de $ en concepto de ayuda al presidente somalí de transición Abdullahi Yusuf. Y otros 24 millones de dólares en concepto de ayuda humanitaria de los cuales más de la mitad irán a la fuerza de paz (34).
Es decir más dinero para el impopular gobierno títere y para las fuerzas invasoras.
Con la excusa de combatir el terrorismo, de hecho lo que los Estados Unidos han hecho en Somalia es reimplantar el terrorismo que ellos mismos financiaron anteriormente. Para desgracia de la población somalí, ya que esto les devuelve al caos y echa por tierra todo su trabajo para construir la de paz de los últimos tiempos en su país.
Y EN ETIOPIA ¿QUÉ PASA?
Antony Lake, asesor de seguridad nacional de Clinton indicó que Etiopía era uno de los 4 países estratégicos en África para defender los intereses de los EEUU (con Nigeria, Sudáfrica y Egipto) (35)
Etiopía es un país muy pobre con 75 millones de habitantes multi-religioso, multi-cultural y multi-étnico a diferencia de Somalia.
Su población ha soportado varias dictaduras. La monarquía de Haile Selasie, la de Mengistu, y actualmente la del grupo minoritario de Tigre. La población de Tigre es el solamente 6% de la población etíope (76 millones) es originaria de una región pobre, situada en 800 kilómetros de la capital Addis Abeba. Pero es una helite de ella la que controla el 99% de servicios públicos y el 98% de comercio (36). Una situación evidentemente injusta contra la que se rebela la mayoría de la población.
Foto: Meles Zenawi (en el centro en la foto).
El actual presidente etíope es Meles Zenawi, cristiano y títere de los intereses de las multinacionales y del Pentágono.
Zenawi es un dictador acusado de usurpar ilegalmente el poder, que ha encarcelado a parlamentarios de la oposición y ordenado disparar sobre manifestaciones pacíficas de ciudadanos. Las elecciones del mayo de 2005 fueron una derrota grande para su partido el EPRDF. Los resultados oficiales publicaron un mes después de que las elecciones pusieran el EPRDF en una posición de la minoría del 45%.
Sin embargo el comité oficial de la elección hizo una «investigación» y finalmente dio el 60% al EPRDF. Pusieron a los líderes de los partidos principales de la oposición en cárcel y mataron a mucha gente (37). Mohamed Hassan, ex diplomático etiope en un análisis detallado de la situación describe cómo el actual gobierno etíope «es minoritario, está completamente dominado por una minoría originaria de la provincia de Tigre, y está aislado de su propia población. En las elecciones de mayo 2005, el partido del gobierno las perdió. Pero los resultados fueron «revisados» en favor del partido de Zenawi Meles y se detuvo a los dirigentes del partido victorioso».
Mohamed Hassan concluye » Esto es bueno para USA, ya que de este modo tienen un régimen fantoche que depende completamente de ellos. El estado etíope está cada vez más dirigido directamente por la CIA»(38). Esta situación ha provocado que la resistencia no haya dejado de incrementarse en Etiopía. En el último año, la oposición dentro de Etiopía se ha radicalizado más. En agosto de 2006, un grupo de oficiales de alta graduación conducidos por general Kamal Galchuu ensambló el frente de la liberación de Oromo.
Un motivo más de inquietud para los que financian al dictador, es decir para Estados Unidos, y para acelerar la guerra contra Somalia, cuya población y las cortes islámicas tomaron el poder justo un mes antes. La consecuencia de la repentina invasión de Somalia puede ser reforzar la fraudulenta legitimidad de la dictadura etíope con la misma excusa manufacturada por Washington de defender al país contra el terrorismo islámico.
Pero también puede ser lo contrario. La actual guerra contra Somalia es impopular en la empobrecida Etiopía que hace apenas 6 años salió de la guerra contra Eritrea. Algunos expertos predicen que probablemente tenga como consecuencia otra guerra civil etíope.
Pero Etiopía no es el único país que interviene directamente en Somalia. Eritrea envió fuerzas especiales para apoyar a la UCI (39). Etiopía estuvo en guerra con Eritrea (que limita al norte con Somalia) desde 1998 hasta el 2000.
Eritrea desde 1993, con el consenso del 98% de la población, se independizó y se orientó en sentido opuesto a Etiopía según Hassan de Mohamed:
Mientras que la política etíope estuvo basada en la privatización, donantes extranjeros y la sumisión a la política de instituciones internacionales como el FMI y el Banco Mundial, la política de Eritrea se propuso desarrollar su país para el interés de su gente, basada sobre su independencia, movilizando a la población, instalando estructuras nacionales, rechazando interferencia exteriores vía las ONG occidentales, controlando el comercio exterior, estimulando la integración y la cohabitación nacionales de las 9 nacionalidades y de las dos religiones (cristianos y musulmanes)(40).
Otro mal ejemplo y un nuevo motivo para que la actual guerra se extienda a este país. Eritrea tiene también una amplia costa en el mar Rojo que es una vía fundamental de comunicación comercial y en las proyectadas autopistas energéticas, y además tiene petróleo.
Por otra parte la tensión aumenta en la zona. Como lo prueba el que últimamente se hayan reforzado las bases militares africanas de los EEU.
Por ejemplo la base militar de EEUU en Djibuti, ha pasado de albergar 800 soldados a 2.000 en los últimos dos años.
En 2006 Estados Unidos anunció el 11 de Enero su decisión de crear un mando unificado militar para África para «evitar la creación de nuevos Afganistán». Por supuesto no dijo que en el pasado la CIA creó y armó a los fundamentalistas islámicos de Afganistán (41).
Y lo celebró ese mismo día bombardeando a la gente de Somalia.
El grupo de combate Eisenhower, con su portaviones nuclear y probablemente con su submarino atómico (armado con misiles Trident de cabezas nucleares múltiples) y el destructor Ramage (armado con misiles tele guiados) están frente a la costa de Somalia. Aunque el objetivo del grupo de combate Eisenhower, parece ser el próximo ataque a Irán como explicamos anteriormente (42).
¿CUAL ES EL INTERÉS DE LOS EEUU EN SOMALIA?
El interés de los EEUU en Somalia debe interpretarse dentro de la estrategia de las multinacionales que lo gobiernan. No es ningún misterio, hay que asegurar posiciones en el ajedrez euroasiático que contiene las restantes mayores reservas energéticas del planeta que están inevitablemente agotándose.
Abdi Jama Ghedi, antiguo profesor de la Universidad nacional de Somalia, opina que el interés de los USA se debe a dos cosas: Uno, la importancia estratégica de Somalia ya que tiene salida al mar Rojo y al Golfo del mar de Arabia. Un cruce de comunicaciones importante por donde pasan las mercancías hacia Africa, América del Norte, etc. Dos, que Somalia es rica en petróleo y gas natural (43).
I- Las costas de Somalia tienen 3.300 kilómetros en el golfo de Adén, el Mar de Arabia y el Océano Indico. Su estrecho «Bab Al Mandab», la «Puerta de las Lágrimas» es geoestratégicamente casi tan importante como el estrecho de Ormuz entre el Golfo Pérsico y el de Omán. Por el Golfo de Adén pasa buena parte del petróleo del Golfo Pérsico.
El cuerno de Somalia es geográficamente la parte de África que está mas cerca de Asia. Antes de la llegada de los portugueses en el siglo XVI un importante flujo de mercancías pasaba por estas costas entre África, la India y China.
Un 10% de las palabras del somalí son de origen indio. El emir del estado Indio de Kudjrad tenía guardias somalíes.
En los puertos somalíes hay también habitantes que hablan chino, los llamados «Abanas».
Ya en 1991 el general Schwarzkopf que en la época era nada menos que el jefe del estado mayor para el sudeste asiático presentó un informe al senado donde decía: «el embudo estratégico del mar rojo es el centro de los intereses de EEUU ahí donde convergen África y Asia. El estrecho será cada vez más importante debido al acrecentamiento de las capacidades de tratamiento y de exportación de Arabia cuyo petróleo deberá pasar en s mayor parte por el ya que los super petroleros son demasiado grades para el canal de Suez.»(59)
Hay otros motivos, relacionados con los anteriores, como la consolidación de las nuevas autopistas energéticas de Israel en proyecto como ya explicamos anteriormente (44).
Israel tiene el proyecto de prolongar el oleoducto Bakú, Azerbayán-Cehyan,Turquía, que se inauguró justamente al comienzo de la guerra del Líbano, y de convertirlo en una autopista energética conectándolo con el ya existente oleoducto Trans-Israel que cruza el país y acaba en el mar Rojo. Y Somalia está justamente en la salida y entrada del mar Rojo lo que le otorga una importancia geoestratégica evidente.
No es importante sólo el robo de los recursos energéticos, si no también el asegurar sus vías de distribución y su venta. Es evidente que si tienes petróleo y no tienes como canalizarlo al mercado no tienes nada. La guerra de Afganistán es un excelente ejemplo de ello.
La mayoría de los expertos en petróleo niegan la sugerencia de que Somalia pudiera algún día formar parte de la lista de productores de petróleo mundiales pero las evidencias (incluso de estudios del Banco Mundial) desde hace décadas indican lo contrario.
Somalia ha sido explorada en sus recursos y vendida mediante concesiones lucrativas a cuatro gigantes del petróleo anglo-americanos desde 1986, cuando era presidente Siad Barre. Se buscó petróleo y se encontraron reservas importantes.
A mediados de los 80 se realizó un estudio de exploración petrolífera en Somalia llevado a cabo en el Golfo de Adén en la nación de Yemen en la Península Árabe, por la Hunt Oil Corp, que tiene su sede en Texas. En este estudio los geólogos revelaron que la estimación de las reservas de petróleo de Yemen cifrada en mil millones de barriles era parte de una enorme bolsa subterránea que se extendía hasta el norte de Somalia.
En 1986, Conoco, junto con Amoco, Chevron, Phillips y, brevemente Shell, obtuvieron licencias de explotación para el norte de Somalia otorgadas por el gobierno títere de Siad Barre. Dos tercios del país fueron alquilados a los tiburones multinacionales petroleros (45).
A finales de los 80 un experto en Somalia que trabajó con una de las cuatro compañías multinacionales más grandes en materia de exploración del país dijo que «nos ha dejado a todos pensando que el tema principal aquí no es paliar el hambre, sino el petróleo – si las concesiones de petróleo otorgadas bajo Siad Barre serán respetadas cuando se restablezca la paz, si es que esto llega a suceder». También afirmó que Somalia «tiene un valor potencial de miles de millones de dólares, y créanme, este es el cariz que está tomando el juego» (46).
En 1991 en un estudio coordinado por el Banco mundial para estimular las inversiones privadas en el potencial petrolífero de 8 naciones africanas, los geólogos colocaron a Somalia y a Sudán en los primeros puestos de la lista de los posibles productores de petróleo comercial. Thomas E. O’Connor, ingeniero geológico principal de petróleo para el Banco Mundial, que dirigió un estudio en profundidad sobre prospecciones en el Golfo de Adén por encima de la costa septentrional de Somalia dijo: «Está ahí. No hay duda de que hay petróleo ahí»…
O’Connor basó sus conclusiones en los resultados de varios de los geólogos más prestigiosos del mundo en materia petrolífera. «No se sabe la cantidad que hay hasta que se hace un estudio más profundo Pero tiene potencial comercial. Tiene muchísimo potencial… cuando los somalíes arreglen su situación».
Dos de esos geólogos (uno estadounidense y otro egipcio) presentaron sus resultados en un congreso en Londres en septiembre de 1991, afirmando que los nueve pozos de exploración que habían abierto en Somalia indicaban que la región está «situada dentro de la ventana de petróleo, y por lo tanto tiene muchas posibilidades para extraer gas y petróleo». Un informe de un tercer geólogo, Z. R. Beydoun, decía que los enclaves fuera de la costa poseen «los parámetros geológicos propicios para la generación, expulsión y captura de cantidades significativas de petróleo y gas» (47).
Pero recordemos que el interés (basado en estudios previos) de las compañías petroleras multinacionales Conoco, Amoco, Chevron, Phillips y Shell en Somalia fue claramente anterior al estudio del Banco Mundial (48).
Una de las principales compañías multinacionales que tienen intereses en Somalia es Conoco.
Para situarte debes saber que Conoco tiene su sede central en Houston y ocupaba en 2005 el puesto número 47 en la lista de las principales economías del planeta. Una lista fundamental para entender quién tiene el poder. Se obtiene mezclando el producto nacional o ingreso nacional bruto de los estados con los ingresos de las empresas multinacionales. Y eso teniendo en cuenta que solo se trata de ingresos declarados, los reales sin duda son muy superiores (49).
Otras compañías tienen importantes intereses en Somalia como la sociedad Consort Private Ltd. (CP), registrada en el paraíso fiscal de las islas Maldivas, que obtuvo todos los derechos petroleros y mineros del «Estado Democrático» de Puntland en Somalia.
CP opera en las oficinas del abogado Anthony Black en Londres vendió, 50.1 por ciento de sus intereses a la empresa australiana Range Resources Ltd. (RR).
RR ha iniciado ya las exploraciones petroleras en Puntland. Entre sus socios se encuentra la empresa canadiense Canmex, subsidiaria de Lundin Mining (LM) de Vancouver, que también invierte en el Congo y Sudán.
Otra empresa que ha iniciado las exploraciones es Middle East Petroleum Services, de Dubai, cuyos accionistas son Exxon-Mobil, Total y Partex.
Siguiendo el hilo, RR está dirigida por sir Sam Jonah, que de paso es presidente de Anglo Gold Ashanti, la mayor empresa aurífera de África, tristemente célebre por el genocidio congoleño y por si fuera poco también es director de Anglo American Corporation de Sudáfrica (50).
En Somalilandia, los derechos mineros para el gas y el petrolero desde el 2005 han sido contratados por la compañía británica Rovagold Ltd., subsidiaria de Centurion Gold Holdings (CGH), y Zarara Energy Ltd., que es parte del conglomerado Goldfield Group de Sudáfrica. Pero en el sur las cosas están más difíciles para los tiburones multinacionales. Así que hay que utilizar a Al Qaeda a la que algunos han denominado acertadamente como AlCia (51) para justificar la intervención.
Aparte del petróleo Somalia tiene otros recursos codiciables: uranio, amplias reservas sin explotar de hierro, estaño, bauxita, cobre, sal, y gas natural lo que justifica la invasión especialmente en el tema del uranio para desgracia de los habitantes.
Pero hay otro nivel más sutil.
El conservador Times ha vaticinado que: «la nueva intervención de EEUU en Somalia solamente alimentará el extremismo» (52). Es sin duda lo que se pretende, pero no como él lo entiende. Alimentar el extremismo es parte de la estrategia fundamental que consiste en que hay que desestabilizar y dividir a los países para hacerlos más vulnerables y permeables a la penetración de las multinacionales.
La guerra de Somalia debe entenderse dentro de los intereses geo estratégicos del poder que promocionan la división para dominar y robar mejor.
Una división que en parte ya se ha conseguido puesto que, efectivamente, Somalia está ya partida en 3 zonas balcanizadas bien definidas: Somalilandia, Puntland y el sur.
La invasión de Somalia es presentada como otra guerra contra el terrorismo.
La guerra que se va a producir inevitablemente a consecuencia de la invasión de Estados Unidos por medio de sus lacayos de Etiopía nos será presentada por los medios de desinformación como una guerra civil. Un esquema que ya conocemos y que se repite incansablemente y cuyo exponente más actual es Iraq. Hay que recordar que las «guerras civiles» patrocinadas por EEUU también han sido generadas en otras regiones estratégicas de petróleo y gas: Nigeria, Sudán, Colombia, Yemen, Angola, Chechenia y otras repúblicas de la ex-Unión Soviética. Sin olvidar las actuales «guerras civiles» en Iraq, Líbano y Palestina alimentadas por los Estados Unidos e Israel.
Pero también esa misma estrategia se aplica a países que no son ricos en petróleo ni gas pero que sí son estratégicamente importantes para construir las autopistas energéticas por donde se proyecta hacer pasar estos recursos como es el caso de Yugoslavia, de Afganistán y del Líbano. Las «guerras civiles» son un fraude patrocinado por EEUU., que las alimentan proporcionando ayuda encubierta a grupos paramilitares, como en la región de Darfur de Sudán y en Somalia. Curiosamente Darfur y Sudán poseen abundantes reservas de petróleo.
Así que el problema es mas grave que una simple guerra entre países pobres africanos.
Salim Lone que ha sido durante 20 años un alto funcionario de la ONU, que en 2003 era portavoz de la misión de las Naciones Unidas en Iraq ha dicho : «El gobierno de Bush ha abierto un nuevo frente en el mundo musulmán. Con el completo apoyo y el entrenamiento militar de los USA, 15.000 soldados etíopes han penetrado en Somalia (…) Es extremadamente imprudente, por parte de los USA, haber encendido esta guerra entre Etiopia y Somalia. Expertos independientes, también de la Unión Europea, han advertido unánimemente que esta guerra podría desestabilizar toda la región. Una revuelta de los somalíes, que son varios millones viviendo en Kenia y Etiopia, va a estallar sin ninguna duda, a consecuencia de esto» (53)
Un informe de la ONU divulgado a comienzos de enero identificó a 10 países -cinco de los cuales, incluyendo a Etiopía y Eritrea, son cercanos a Somalia- desafiaron el embargo de armas ordenado por la ONU en 1992 y proveyeron de material bélico a todas las partes del conflicto (54).
Estados Unidos ha abierto un peligroso nuevo frente relacionado con su geoestrategia en Oriente Medio que puede implicar a muchos otros países:
Etiopía (desencadenando probablemente una nueva guerra civil),
Eritrea (que apoyó a la UCI).
Nigeria que está en negociaciones con EEUU para sustituir al ejército etíope.
Uganda ya ha aceptado ya enviar tropas Somalia (55).
Probablemente porque las tropas etíopes que han invadido Somalia se van a necesitar en Etiopia para reprimir la creciente disidencia de la mayoría de la población. Hay que recordar que en Nigeria y especialmente en Uganda también viven numerosos somalíes al igual que en Kenia y Djibouti ; y sobre todo en donde también viven numerosos somalíes es Sudán que es el plato fuerte de la región, un país mas grande que Europa.
En el conflicto de Dafur en Sudán los medios de desinformación están resaltando las atrocidades cometidas por las milicias Arab Jan jawid contra la población negra apoyadas por el gobierno de Sudán. La realidad es que ambas partes son indígenas árabes, negros y musulmanes zuñes (56) y que se está demonizando al gobierno de Sudán porque tiene petróleo y porque es donde se ha incrementado más la presencia de China. En el enorme Sudán la compañía estatal china de petróleo controla ya la mayoría de las acciones de la empresa petrolera estatal sudanesa, lo que levanta ampollas en los magnates del petróleo occidentales. Así que sin duda otro de los intereses de los Estados Unidos es frenar el desarrollo de la creciente influencia China en África y en todo el mundo. Hay que recordar que China ha establecido contratos multimillonarios con Irán y está introduciéndose no sólo en el Medio Oriente y en África, sino lo que es peor, también en lo que los Estados Unidos consideran desde hace siglos como su «patio trasero», América del Sur, especialmente en Venezuela.
Chalmers Johnson, presidente de Instituto Japonés de investigación política y Javed Burki, ex vicepresidente del Departamento Chino del Banco Mundial predicen que China será la principal economía mundial en el 2025 (57). A consecuencia de ello, a más largo plazo, China puede ser el próximo objetivo de guerra del imperio como hemos advertido precedentemente (58).
«Somaliyaay toosoo
Toosoo isku
tiirsada ee Hadba
kiina taag daranee
Taageera waligiinee».
«Somalia despierta,
despierta y une tus manos
debemos ayudar
a los más pobres
de los nuestros siempre».
Este es un fragmento del himno nacional de Somalia. Ojala se cumpla.
En esta nueva guerra el moderno Moloch del petróleo y del poder exige nuevos sacrificios. Sus sacerdotes disfrazados de antiterroristas, están sacrificando a los pobres habitantes de Somalia que son de nuevo sus víctimas inocentes.
Notas:
1- Ethiopia destroyed Somalia Peace Talks: Speaker. Garowe News. 13 Enero, 2007.
2- http://www.waynemadsenreport.com/
3- Soldados cristianos marchan contra la inexistente «Al Qaeda» en la desventurada Somalia. http://www.waynemadsenreport.com/
4- La invasión de Etiopía sobre las Cortes Islámicas. Boletín democracy now! en español. Viernes, 12 de enero de 2007. www.democracynow.org
5- Reuters, 12/01/07.
6- Chris Floyd, Empire Burlesque «US Attacks Somalia, Taking Sides With Former Enemy Warlords» http://www.dissidentvoice.org/Jan07/Whitehouse07.htm www.uruknet.info?p=29667
7- Mohamed Hassan. Somalia : another war «Made in USA» 06-01-2007. www.uruknet.info?p=29698
8- Editorial El País 24/12/2006
9- Gobierno somalí tomó control de la capital. Boletín Democracy Now! en español. Viernes, 29 de diciembre de 2006.
10- Ignacio Ramonet «Somalia», Monde diplomatique nº 136 febrero 2007.
11- Carl Bloice «Más sangre por petróleo», Black Commentator, 16/01/07.
12- America’s interests in Somalia: Four major U.S. oil companies are sitting on a prospective fortune in exclusive concessions. 6, Diciembre 2001. http://www.raceandhistory.com Reproducido en Global Research, 3 Enero, 2007.
13- America’s interests in Somalia… op. cit.
14- America’s interests in Somalia… op. cit.
15- America’s interests in Somalia… op. cit.
16- America’s interests in Somalia… op. cit.
17- Chris Floyd, «US Attacks Somalia, Taking Sides With Former Enemy Warlords». Empire Burlesque. Enero 9, 2006. www.uruknet.info?p=29667
18- Alfredo Embid «Las mentiras sobre el uranio empobrecido» Revista de Medicina Holística nº 64 pgna 33.
19- Noam Chomsky «11/09/2001» RBA editores. Barcelona 2001.
20- Martín Cúneo «EEUU se lanza a controlar los puntos estratégicos de producción y paso de recursos energéticos en África». Diagonal, 18/01/07
21- Amina Mire. «Muerte y destrucción para los somalíes». Counter Punch. páginadigital.com, 15/01/07. Revista Socialismo o barbarie. Edición del 28 de enero de 2007. www.socialismo-o-barbarie.org.
22- Amina Mire. Op. cit.
24- Tony Busselen. Ethiopie – Somalie: c’est aussi une guerre «made in USA». www.michelcollon.info.
25- Entrevista con Hassan de Mohamed. Op. Cit.
26- Ethiopia destroyed Somalia Peace Talks: Speaker. Garowe News. 13 Enero, 2007.
27- «Ethiopia has become an Anglo-American proxy in the Horn of Africa» Global Research, 13 Enero, 2007. www.globalresearch.com
28- Suzanne Goldenberg y Xan Rice. «Cómo EEUU forjó una alianza con Etiopía para la invasión.» The Guardian. 13 Enero, 2007.
29- Amina Mire. Op cit.
30- La Resolución 1725 de la ONU sobre Somalia autoriza una fuerza regional de la Autoridad Intergubernamental de Desarrollo (IGAD) y de la Unión Africana (UA) para proteger al débil Gobierno Nacional Transitorio en Baidoa y para entrenar sus fuerzas. También autoriza el levantamiento parcial del embargo de armas para Somalia de 1992.
31- Ignacio Ramonet. «Somalia», Le Monde Diplomatique. Febrero 2007.
32- Arabtimes. 24 enero 2004.
33- L’Armée US installe un de ses Marines au pouvoir en Somalie. http://www.voltairenet.org/article144844.html Así que no hay que extrañarse de que este mercenario norteamericano haya aceptado la invasión de tropas estadounidenses en Somalia, violando las decisiones de su padre que nunca la aceptó.
34- Ignacio Ramonet. «Somalia» Le Monde Diplomatique. Febrero 2007.
35- Mohamed Hassan. Somalia: another war «Made in USA» 06-01-2007. www.uruknet.info?p=29698
36- Entrevista con Hassan de Mohamed. «Somalia: otra guerra «hecha en los E.E.U.U.» Investigación global, 10 de enero de 2007. http://www.ptb.be/scripts/article.phtml?lang=2&obid=33413.
37- Entrevista con Hassan de Mohamed. Op cit.
38- Entrevista con Hassan de Mohamed. Op cit.
39- Jim Lobe. «EEUU busca frenar a islamistas y añade tensión». 26 de diciembre de 2006. IPS.
40- Entrevista con Hassan de Mohamed. Op cit.
41- Ver editorial de la revista nº 65.
42- Ver boletín nº 134.
43- Abdi Jama Ghedi. «L’agonie de la Somalie dans la morsure des Éthiopiens». 9 enero 2007. Il manifesto http://www.ilmanifesto.it/Quotidiano-archivio/09-Gennaio-2007/art39.html
44- ver boletín nº 134.
45- America’s interests in Somalia: Four major U.S. oil companies are sitting on a prospective fortune in exclusive concessions. 6, Diciembre 2001. http://www.raceandhistory.com Reproducido en Global Research, 3 Enero, 2007.
46- America’s interests in Somalia. Op. cit.
47- America’s interests in Somalia op cit.
49- Oligopolio SA. ETC group. Medicina Holística nº 76. pg. 114.
50- «La guerra en Somalia: ¿acaparamiento de las materias primas?», MoviSol Italia, 8/01/07.
51- Txente Rekondo. «Somalia y el paraguas de la «lucha antiterrorista» Diagonal, 18/07/01.
52- Martin Fletcher.The Times 8/01/2007.
53- Salim Lone. «Somalia: una guerra sin piedad por cuenta de los USA». 26 diciembre, International Herald Tribune
54- Jim Lobe EEUU busca frenar a islamistas y añade tensión IPS, 26 de diciembre de 2006.
55- Ignacio Ramonet. «Somalia» Le Monde Diplomatique. Febrero 2007.
56- Stephen Lendman «Democrat Agenda Omissions» Global Research. Enero 17, 2007 http://www.globalresearch.ca/index.php?context=viewArticle&code=20070117&articleId=4502
57- http://www.tomdispatch.com/index.mhtml?pid=2259.
58- Alfredo Embid. «Lo que no te han contado sobre a próxima guerra nuclear contra Irán.» Medicinas Complementarias. Madrid, octubre 2006.
59- Postescriptun de enero 1994 de Michel Collon «somalia : un humanitaire au gout du petrole «Attention medias » Ed. EPO Belgica. Pgns.290,91,92.
60- Le monde diplomatique julio 1993.
61- Solidaire 1 de diciembre 1993
62- African Rights. «Somali operation restore hope» mayo 1993.
63- Solidaire 16 junio 1993
64- Courrier international. 16 diciembre 1993
65- Lies of or times (USA) enero 1993.
66- Claire Pascal. Somalie deroute americaine, revue Alerte, diciembre 1993, Francia.
67- Merk Bowden: «Black Hwaak down» 1999; Stephen Shalom: «Feeding the Pentagon by feeding Somalia» nov 1993. www.zmag.org/zmag/articles/shalomsomalia.html
68- William Blum «El estado aggressor» La esfera de los libros 2006. Madrid. Pgna 273.
69- Lucha de clases. Conversaciones con David Barsamian. Noam Chomsky. Pgna. 170
70- Miseria y conflicto sin fin en Somkalia. MSF 10 crisi Olvidadas. Febrero 2006, MSF.