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Túnez

Heroica acogida humanitaria

Fuentes: Viento Sur

Túnez, aún inestable y con «dificultades económicas» ¿es capaz de gestionar sola los miles de libios que afluyen para atravesar su frontera en el sur? Es la cuestión abordada por Mourad Teyeb, que se encuentra en la frontera entre Túnez y Libia. La actitud de Túnez y de muy numerosos tunecinos comparada con la de […]

Túnez, aún inestable y con «dificultades económicas» ¿es capaz de gestionar sola los miles de libios que afluyen para atravesar su frontera en el sur? Es la cuestión abordada por Mourad Teyeb, que se encuentra en la frontera entre Túnez y Libia. La actitud de Túnez y de muy numerosos tunecinos comparada con la de los políticos de los gobiernos de la Unión Europea y de Suiza merece no solo una reflexión comparativa, sino sobre todo el análisis de un racismo institucional -inserto en la expresión referida a la «invasión por refugiados del Magreb»- en pleno desarrollo en Europa, lo que refuerza a la derecha extrema y a la extrema derecha. Redacción de a l´encontre ].

A medida que el conflicto entre las fuerzas leales al dirigente libio Muamar Gadafi y los rebeldes se acentúa, miles de personas huyen de sus hogares del noroeste de Libia. Por temor a ser cogidos en los combates que se adueñan del país desde mediados de febrero, miles de libios, entre ellos numerosas mujeres y niños, se han refugiado en la ciudad fronteriza de Remada, a 50 km de la frontera entre Túnez y Libia, en el suroeste del país.

Mustafá Abu Shama, un médico de Misrata, ha explicado: «Para evitar los ataques sobre sus mujeres y el acoso a sus hijos practicados normalmente por las fuerzas de Gadafi, los libios les llevan a las ciudades fronterizas de Remada, Dhiba y Tataouine, antes de volver al combate y a defender sus hogares.»

Además, el conflicto en Libia se ha desplazado recientemente también hacia la parte occidental del país, obligando a muchos residentes libios a atravesar la frontera entre Libia y Túnez, «según oficiales en la frontera tunecina, más de 16.000 refugiados han atravesado del lado libio hacia Túnez «, ha declarado Frias Kayal, portavoz del Alto Comisariado de las Naciones Unidas para los Refugiados (UNHCR); esto sin contar las decenas de miles de refugiados de Egipto y de países del África subsahariana que trabajan en Libia.

Una parte importante de esas familias libias son originarias de Jabal Nefusa, de Nalut, de Jadu, de Zintan y de Yefren, y han buscado refugio en la ciudad de Tataouine del sur de Túnez. Parece que el lunes 25 de abril más de 500 bereberes libios huyeron igualmente de sus hogares en las montañas occidentales de Libia para buscar refugio en Dhiba. Según estos bereberes, lo que ha provocado su partida hacia Túnez ha sido una presión creciente sobre las montañas occidentales por las fuerzas gubernamentales libias, la falta de medicamentos y la penuria alimentaria. Según observadores, los tunecinos han acogido y gestionado estas olas de refugiados provenientes de Libia de forma heroica.

David Thomson, un periodista de la cadena de televisión France24 ha explicado: «Estoy maravillado de lo que han hecho las familias tunecinas en estas ciudades del sur del país para acoger a miles de refugiados (…). como podéis imaginar, no es fácil ocuparse de decenas de miles de personas cuando tu propia ciudad carece de los equipamientos mínimos «.

Abdel-Rahman Zouari, un hombre de 73 años originario de Zaouara, ha dicho que «no estaba extrañado » de que los tunecinos le hayan abierto sus casas para acojerle a él y los demás libios. «Formamos parte del mismo pueblo «, ha explicado sonriendo, haciendo alusión al hecho de que mucha gente de las regiones del sur de Túnez, incluso Medenine y Tataouine, se ha casado con personas de Libia, y viceversa. Familias de Medenine, de Bani-Khedashy de Ben Guerdane tienen la costumbre de acoger a vecinos libios, con los que tienen estrechos lazos históricos. Caravanas de solidaridad provinientes de muchas ciudades tunecinas llegan cotidianamente a Dhiba, a Remada y a Tataouine, aportando alimentos y medicamentos para los refugiados.

El nuevo sindicato de ingenieros tunecinos (Syndit) ha organizado también un viaje de Túnez a Remada para manifestar su solidaridad con los refugiados. El presidente del sindicato, Abdel-Hafiz Zeribi, ha dicho que la tarea del sindicato era no solo defender a los ingenieros tunecinos, sino también «actuar cuando la sociedad civil conoce problemas humanitarios y por tanto, por ejemplo, ayudar a gestionar el número enorme de refugiados en las ciudades del sur de Túnez «.

Según Abdel-Latif Haddad, un militante de la región, comunidades locales en los pueblos alrededor de Tataouine y de Medenine «han ayudado mucho, en particular abriendo sus hogares a centenares de familias libias. Albergues de juventud son también utilizados para albergar a familias, y una escuela cerca de Remada ha propuesto acoger estudiantes libios «.

La movilización para ayudar a los refugiados libios ha puesto en evidencia una solidaridad excepcional por parte de los tunecinos ante la situación penosa de los refugiados libios. Pero se plantea la cuestión de saber si Túnez, que está intentando restablecer la seguridad y una actividad económica normal tras la reciente revolución, puede gestionar la ola de refugiados. Los refugiados que han llegado recientemente a Remada y a Dhiba siguen a decenas de miles de egipcios, somalíes, bengalís y sudaneses que han llegado ya a Ras Jedir, Choucha y Ben Guerdane durante los dos últimos meses, y centenares de los cuales esperan aún ser transferidos a sus países de origen. Túnez tendrá dificultades para gestionar sola esta crisis, y observadores han advertido que una catástrofe humanitaria era posible si la comunidad internacional no concedía ayuda. Varias organizaciones, entre ellas el Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) y la Organización Mundial para las Emigraciones, han desplegado ya personal en Remada, en Dhiba y en las ciudades de la zona. El UNHCR ha declarado recientemente que los recién llegados a Ramada y a Dhiba tenían «recursos muy restringidos e importantes necesidades humanitarias «. El UNHCR ha establecido un campo con 130 tiendas con conexiones de electricidad y de agua para los refugiados. Según el portavoz, «la UNHCR trabaja en asociación local con Al-Taawon y la Creciente Roja tunecina para apoyarles «.

Roberta Angelilli, vicepresidenta del Parlamento Europeo, ha lanzado también un llamamiento a la comunidad internacional para que conceda una ayuda a Túnez en esta crisis de los refugiados. En una reciente visita a Túnez ha prometido «el apoyo de Europa a los esfuerzos del gobierno y del pueblo tunecino por ayudar a los refugiados que han entrado en el país desde el desencadenamiento de la violencia en Libia «. Angelilli ha visitado también el paso de Ras Al-Jedir en la frontera entre Túnez y Libia. «Tenemos la intención de seguir la situación e identificar acciones que podrán ser tomadas por la comunidad europea dada la situación en Libia y sus consecuencias sobre Túnez «, ha declarado.

Hasta ahora la Unión Europea ha proporcionado unos 30 millones de euros para ayudar a Túnez a gestionar los refugiados que afluyen a través su frontera sur. (Pero lo esencial del esfuerzo va al refuerzo de Frontex, el muro que debe hacer de barrera de contención de las frágiles embarcaciones que intentan atravesar el mar en dirección, entre otros lugares, de Italia). Las cifras oficiales muestran que más de medio millón de personas ha huido de Libia desde el comienzo del levantamiento contra el gobierno de Gadafi en febrero. Unas 5.000 personas se unirían cada día al éxodo hacia Egipto y Túnez. Como los combates en Libia no parecen que vayan a apagarse inmediatamente, existe la posibilidad de que haya nuevas olas de refugiados, lo que plantea la cuestión de saber si Túnez podrá gestionar sola la crisis.

Traducido de http://alencontre.org/?p=2539. El original fue publicado en el semanario egipcio Al-Ahram, http://hebdo.ahram.org.eg/.

Traducción: Faustino Eguberri para VIENTO SUR.