El productor de películas y series de televisión ha tenido mucho poder y buenos contactos dentro y fuera de Hollywood, contando con el apoyo de poderosos aliados. Ha donado grandes sumas de dinero a políticos del Partido Demócrata, como Barack Obama y Hillary Clinton. Gracias a estas credenciales «progresistas» consiguió contratar a la abogada Lisa Bloom, conocida por su actividad a favor de los derechos de la mujer.
Cuando Emily Best, una productora cinematográfica de Los Angeles, recibió un mensaje sobre las noticias acerca de Harvey Weinstein, no fue una sorpresa, dice. Muchos en Hollywood habían oído rumores de acusaciones al magnate del cine similares a las publicadas en la investigación de The New York Times. Lo que más sorprendía a algunos es que se hubiera tardado tanto tiempo en hacer públicas acusaciones sobre «décadas de acoso sexual».
«Joder, todos somos cómplices. Hay que parar esto», dice Best, que dice que las acusaciones contra Weinstein eran «un secreto conocido» en Hollywood. «Toda la industria le protegió a él y a su conducta directa o indirectamente» al continuar en silencio.
¿Pero cuántas personas conocían este presunto acoso? ¿Es tan común este tipo de comportamiento atribuido al magnate?
La noticia publicada el jueves pasado contaba que Weinstein, una de las figuras más poderosas de la industria, se había enfrentado durante décadas a acusaciones de contactos físicos no deseados y acoso sexual. El productor solía invitar a mujeres a su habitación del hotel por asuntos de trabajo y, según dicen las acusaciones, les saludaba desnudo, les pedía que le hicieran un masaje o les invitaba a verle duchándose. El periódico afirma que alcanzó acuerdos económicos para evitar un juicio con al menos ocho mujeres, incluidas actrices y asistentes.
Weinstein se disculpó por el «dolor» que había causado y anunció que se retiraba temporalmente de la compañía, pero su abogada dijo después que el artículo del NYT estaba «lleno de declaraciones falsas y difamatorias». Dijo también que estaba estudiando presentar una demanda contra el periódico. Weinstein no se enfrenta ahora a una querella por esos actos y afirma que desmiente «muchas» de las acusaciones, ninguna de las cuales ha podido ser confirmada por The Guardian.
«Voy a cambiar. Voy a cambiar mi forma de relacionarme con mujeres y en cómo utilizo mi temperamento y poder», dijo Weinstein en una entrevista con Page Six. Aun así, insistió que el artículo de The New York Times había sido «temerario». «Crecí en los años 60 y 70 cuando las normas sobre cómo comportarse en el lugar de trabajo eran diferentes», dijo.
Este lunes, el consejo de administración de The Weinstein Company ha decidido despedir al productor por el escándalo. «A la luz de las nuevas informaciones sobre la mala conducta de Harvey Weinstein que han surgido en los últimos días, los directores de The Weinstein Company -Robert Weinstein, Lance Maerov, Richard Koenigsberg y Tarak Ben Ammar- han decidido la finalización del trabajo de Harvey Weinstein con la compañía con efecto inmediato y así se le ha comunicado», reza el comunicado de la compañía».
Más allá de las acusaciones concretas contra Weinstein, el escándalo arroja una imagen muy negativa sobre una cultura de abusos sexuales que muchos dicen continúa existiendo en un mundo cinematográfico dominado por hombres y una industria que apenas ha cambiado en los últimos 40 años.
Para algunas personas de esa industria, las acusaciones, si son ciertas, revelan una de las grandes vergüenzas de Hollywood, en especial si tenemos en cuenta que la reputación del empresario nunca se vio perjudicada tras tantos años de alegaciones en su contra.
Los directivos más influyentes que pueden crear o destruir proyectos y carreras son capaces de aprovecharse de mujeres en una posición vulnerable, y las víctimas lo aceptan y se quedan calladas, sea por miedo de acabar en una lista negra o por las restricciones legales que suponen los acuerdos de confidencialidad.
Melissa Silverstein, fundadora y editora de la página web Women and Hollywood , dice que si las acusaciones son ciertas, cualquiera que haya «dado poder» a Weinstein, «tiene todo esto sobre su conciencia». «Las mujeres que se han atrevido a hablar son heroínas».
Las conexiones políticas de Weinstein
Weinstein -productor de El indomable Will Hunting, Pulp Fiction y otras películas y series de televisión que han recibido numerosos premios- siempre ha tenido un gran poder y contactos dentro y fuera de Hollywood, y disfrutado del apoyo de poderosos aliados. Desde hace tiempo, ha donado grandes cantidades de dinero a políticos del Partido Demócrata. Fue el anfitrión de un acto para recaudar fondos en favor de Hillary Clinton el año pasado y tuvo una buena relación con Barack Obama. Ayudó a financiar un programa de estudios feministas en honor de Gloria Steinem. Su compañía distribuyó The Hunting Ground, un documental de gran éxito sobre agresiones sexuales en campus universitarios.
Un ejemplo inaudito de las ventajas de estas credenciales progresistas es el hecho de que consiguió reclutar para su defensa en este escándalo a la abogada Lisa Bloom, muy conocida por su actividad en favor de los derechos de mujeres. Bloom es hija de la famosa abogada Gloria Allred y ha intervenido como defensora de demandantes en casos relacionados con Bill Cosby, Fox News, Donald Trump y otros poderosos hombres (en demandas de acoso sexual). Sus casos han ayudado a inspirar a otras mujeres para que denunciaran su situación con consecuencias muy importantes para los acusados y las industrias en que operaban.
Bloom anunció en abril que Weinstein iba a producir una serie de televisión sobre un libro suyo. En un comunicado el jueves, Bloom llamó a Weinstein «un viejo dinosaurio que va a aprender una forma distinta de comportarse». «He sido directa con Harvey y él me ha escuchado», dijo y comentó que Weinstein «no va a menospreciar ni atacar a las mujeres que le han acusado, aunque él niega algunas de las alegaciones».
(Lisa Bloom dimitió este fin de semana como abogada del equipo jurídico de Weinstein. A diferencia de sus comentarios en público, había propuesto al consejo de la productora una campaña contra el artículo de The New York Times que incluyera sacar a la luz «fotos de varias de las denunciantes en situaciones amistosas con Harvey después de los presuntos casos de acoso», según el periódico. Varios miembros del consejo, incluido Bob Weinstein, hermano de Harvey, estaban en total desacuerdo con esa estrategia).
Pocos han quedado sorprendidos por las noticias
La influencia de Weinstein en la industria cinematográfica ha hecho que mucha gente haya tenido miedo de hablar en voz alta sobre su conducta. «He trabajado con clientes que han trabajado directamente con él, y lo que cuentan es que todo esto no les sorprende», dice Danny Deraney, un directivo de relaciones públicas que asesora a famosos en crisis de reputación.
Periodistas con buenas fuentes en el mundo del cine escribieron la semana pasada sobre ese «secreto conocido» de las acusaciones a Weinstein. La redactora de la revista New York Rebeca Traister dice que ella ha hablado con otras personas de esas acusaciones de acoso sexual a lo largo de 17 años. Algunos han comentado que ha habido durante mucho tiempo rumores y comentarios que no fueron probados. Muchas figuras del mundo de Hollywood, por otro lado, continúan sin decir nada.
Emily Best, fundadora y consejera delegada de Seed&Spark, una plataforma de crowfunding para cine, dice que ha tenido mentores que trabajaron con Weinstein y que le contaron durante años esos rumores y sus preocupaciones sobre el tema. «Nadie tenía historias buenas sobre él», dice y añade que la conducta descrita en el artículo no es infrecuente en la industria.
«Las empresas de Hollywood han prosperado sobre la base del desequilibrio de poder», comenta. «Todos protegen al genio. Y todos sabemos que las mujeres pueden convertirse en daños colaterales».
Best explica que las ofertas de empleo para asistentes en Hollywood suelen pedir candidatos con «piel gruesa», que es una forma de decir que deben tolerar el acoso y el maltrato: «Preparamos a la gente para aceptar eso. Le estamos diciendo literalmente a los jóvenes: ‘Preparaos para sufrir abusos'».
Una fuente de Hollywood que conoce a Weinstein, y que pidió anonimato para poder hablar con sinceridad, dice que se ha estado hablando durante años sobre la conducta del productor, y que algunos lo aceptaban como parte del trabajo en la industria: «Esto no se limita a Harvey. Ocurre en todos los sitios. Pregunta a cualquier actriz y te contará historias de acoso sexual».
A pesar de su despido, el desenlace del caso Weinstein está por ver. Algunos anuncian que habrá una avalancha de víctimas que hablarán sobre los malos tratos en el mundo del cine, de la misma forma que las denuncias de acoso han inspirado una mayor atención y cambios en Silicon Valley, el mundo de la televisión y la industria pornográfica.
Deraney dice que habrá más gente en la industria del cine que tendrá que pensarse si no es demasiado tóxico relacionarse con Weinstein. Prevé que el daño a largo plazo a la reputación del productor quedará más claro cuando llegue la temporada de premios, entre ellos los Oscar.
Sin embargo, las víctimas de acoso podrían continuar teniendo demasiado miedo para hablar, dice Melissa Silverstein. «La industria del cine aún es un sitio en el que las relaciones importan, y la gente tiene medio. Todo esto puede arruinar tu vida».
Fuente: http://www.eldiario.es/theguardian/cine-Hollywood-Harvey-Weinstein-acoso_0_695030658.html