La huelga petrolera en los Estados Unidos se extiende a su cuarta semana después de que la última propuesta presentada por las compañías petroleras representadas por Shell Corporation haya sido rechazada por no satisfacer ninguna de las demandas presentadas por el sindicato.
Durante el fin de semana tres nuevas refinerías se unieron a la huelga que comenzó el primero de Febrero, incluyendo la refinería más grande del país que pertenece a Motiva en Port Arthur, Texas y a dos en Luisiana.
Los términos del nuevo contrato que está siendo negociado afectarán a los 30.000 trabajadores petroleros que el sindicato USW representa a nivel nacional. Las demandas principales son por mejoras en las medidas de seguridad laboral, como la mejor distribución de horas para proteger a los trabajadores del cansancio que los pone en mayor riesgo de accidentes. El seguro médico a cargo del empleador, y que la empresa no contrate empleados por fuera del sindicato.
La industria petrolera en Estados Unidos tiene la tasa más alta de accidentes y muertes. Esta semana pasada hubo una gran explosión en una refinería de Exxon Mobil en Torrance, California. Aunque no se reportaron heridos, el hecho puso en evidencia los peligros que los trabajadores enfrentan cada día en estas plantas.
Esta es la primera huelga del sector desde 1980, y se da en un momento en el que otros trabajadores también empiezan a pelear, ya sea por mejoras salariales o de condiciones de trabajo.
El telón de fondo
El conflicto de los trabajadores petroleros se presenta en un contexto que parece anunciar un ascenso tímido e incipiente de la conflictividad obrera. Con reclamos que todavía no van más allá de lo sindical, algunos sectores han logrado organizarse y llevar a cabo acciones colectivas que tuvieron cierta repercusión.
Los trabajadores del sector Fast Food se han organizado bajo la lucha por un salario mínimo de 15 dólares la hora que se ha extendido a todo lo largo de los Estados Unidos y lleva adelante acciones periódicamente.
El movimiento OUR Wal-Mart es otro ejemplo del intento de organizar a los trabajadores precarizados de bajos salarios. La semana pasada Wal-Mart se vio forzado a subir el salario mínimo que paga a sus trabajadores a 9 dólares la hora. Y aunque esto no es suficiente para mantener una familia promedio de 4 personas por encima de la línea de pobreza, fue otorgado en respuesta a la continua lucha de los trabajadores y sus intentos por sindicalizarse.
El día de ayer otra importante huelga terminó después de 9 meses de negociaciones entre los trabajadores portuarios y las empresas de cargo. Lamentablemente los términos del acuerdo no son públicos por ahora, pero los trabajadores mostraron su poder al prácticamente paralizar el flujo de mercancía en toda la costa oeste al solo trabajar a reglamento.
La economía en los Estados Unidos ha mejorado desde la crisis del 2008, y aunque no haya experimentado una recuperación completa, los trabajadores parecen tener menos miedo de salir a pelear por mejoras en sus lugares de trabajo.
Esto se refleja en la disposición a la lucha de los trabajadores petroleros que parece exceder las intenciones conciliatorias de la conducción del sindicato. Algunos trabajadores que son parte de USW han posteado en Facebook y Twitter su deseo de extender la huelga a todas las refinerías del país para presionar a las compañías a aceptar sus demandas.
Actualmente todas las plantas se encuentran funcionando con personal jerárquico, jubilados y contratados. La pregunta es cuánto tiempo podrán mantenerlas abiertas con personal que no está totalmente capacitado para esta tarea.
Fuente: http://www.laizquierdadiario.com/Huelga-en-la-industria-petrolera-entra-en-su-cuarta-semana