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¿Identidad nacional o lucha de clases? Preguntas y reflexiones sobre Catalunya

Fuentes: Rebelión

¿Es posible entender el derecho de autodeterminación al margen de la lucha de clases y del imperialismo? ¿Es posible la independencia política y económica bajo la Troika? Por una República Democrática y Federal. Tratar de comprender la situación por la que estamos atravesando el pueblo catalán no es nada fácil, pero hacerlo al margen de […]

¿Es posible entender el derecho de autodeterminación al margen de la lucha de clases y del imperialismo? ¿Es posible la independencia política y económica bajo la Troika? Por una República Democrática y Federal.

Tratar de comprender la situación por la que estamos atravesando el pueblo catalán no es nada fácil, pero hacerlo al margen de la lucha de clases, la realidad internacional, el contexto del imperialismo, la UE y del resto de los pueblos de España, lo puede hacer aún más complicado.

No podemos olvidar que estamos bajo la crisis de sobreproducción más dura y larga desde el crack de 1929. El sistema capitalista hace aguas, el crecimiento estable, los niveles de vida alcanzados en las décadas de los 60/70 en los países desarrollados, la coexistencia pacífica entre naciones, ya no existen. Pero, desgraciadamente hoy el movimiento obrero de los países desarrollados no se encuentra a la vanguardia de un movimiento internacional contra el imperialismo, contra las guerras imperialistas, y en la lucha por superar el capitalismo y construir el socialismo. Ello hace más difícil si cabe el análisis de la cuestión nacional en los países desarrollados, dado que el marxismo ha quedado diluido en las propuestas políticas dominantes, que siguen siendo las de las clases dominantes y que por desgracia como veremos, contaminan a las clases populares y la izquierda.

Los catalanes no nos encontramos al margen de esta realidad, la crisis, la dictadura de la Troika, el BCE y el Consejo Europeo, sobre la clase obrera, los países del sur y la periferia, el desarrollo desigual, los recortes sociales, el aumento de la explotación de la clase obrera del norte y del sur, nos afecta a nosotros también, y no es una cuestión subjetiva sino claramente objetiva, como veremos. El problema siempre está en colocar los intereses de nuestro futuro por delante, con la clase que objetivamente representa el futuro de la humanidad sufriente, y con las propuestas políticas democráticas que coloquen la causa común contra la explotación de los trabajadores y la opresión de las naciones bajo el imperialismo.

Tal vez debiéramos hacernos algunas preguntas de si realmente la actual pugna catalanismo versus españolismo, representa realmente los intereses de la mayoría social, o más bien forma parte de las estrategias políticas de las clases dominantes.

Preguntas para la reflexión: ¿Ha cambiado la realidad cultural en Catalunya o seguimos igual que bajo el franquismo? ¿De dónde viene el impulso del independentismo en la sociedad civil catalana? ¿Es cierto que el sur y Madrid roban a Catalunya? ¿El independentismo catalán está a favor o en contra del desarrollo desigual en Europa? ¿Quién roba a Catalunya? ¿El frente catalanista es un frente nacionalista? ¿Es Catalunya una formación socioeconómica e ideológica idéntica? ¿Qué papel juega la izquierda catalana? ¿La democracia es sólo votar? ¿Son progresistas todos los movimientos independentistas? ¿Hubo referéndum por la autodeterminación el 9N? Conclusiones.

¿Ha cambiado la realidad cultural en Catalunya o seguimos igual que bajo el franquismo?

Hay que considerar al nacionalismo españolista como el actor principal de la opresión nacional hacia Catalunya, Euskadi y Galicia, 40 años de dictadura que impuso la visión del Estado español como uninacional centrado en el establishment de Madrid.

La transición «modélica» impuso un régimen político compuesto por el bipartidismo PSOE/PP y el nacionalismo del norte como partidos bisagra del régimen postfranquista. Un régimen sin ruptura democrática con el franquismo y que siempre ha sido hostil a reconocer la plurinacionalidad de España y el derecho de autodeterminación.

No obstante, las cosas han cambiado, no existe una opresión nacional completa sobre la lengua catalana. Es cierto que todavía el catalán catalana no dispone del mismo rango oficial a nivel del Estado español, virtudes de la «modélica transición», pero no existe un ataque serio a la realidad cultural del pueblo catalán por mucho que el señor Wert lo intente con sus contrarreformas anti-educativas.

Hoy casi el 80,4% de los catalanes sabemos hablar catalán y el 94,3% lo entendemos (cuadro 1). El catalán es la lengua de uso normal y preferente de las Administraciones públicas y de los medios de comunicación públicos de Cataluña, y es también la lengua de aprendizaje en la enseñanza. Siendo anecdótico el caso de las cinco familias que han pedido no ser escolarizadas en catalán. Por el contrario, en Rosellón, la Catalunya del Nord, el catalán sólo se habla entre el 8,9% de la población, el único idioma oficial es el francés, mientras que el catalán se ofrece como idioma optativo en la enseñanza. Ya les hubiese gustado a los neofranquistas que esta fuese la realidad en Catalunya, y no porque no lo intentaran bajo la dictadura.

Hay que destacar que la política cultural y lingüística de CIU desde 1980 ha sido elitista derrochando subvenciones a la enseñanza privada, degradando la enseñanza pública, con nulas facilidades para la enseñanza de adultos, etc., política que en general no se ha dirigido a elevar el grado de instrucción y cultura de la clase obrera, en cuyo contexto se inscribe la normalización y extensión de la lengua y cultura catalanas. Han sido las organizaciones obreras, de padres y alumnos, vecinales y de izquierda las que han peleado por la extensión del catalán entre la población inmigrada.

CUADRO 1

Catalán

Catalán

Castellano

Castellano

2008

2013

2008

2013

Lo entiende

94,6 %

94,3%

99,9 %

99,8%

Lo sabe hablar

78,3 %

80,4%

99,7 %

99,7%

Lo sabe leer

81,7 %

82,4%

97,4 %

97,4%

Lo sabe escribir

61,8 %

60,4%

95,6 %

95,9%

Fuente: Instituto de Estadística de Cataluña

CUADRO 2

Año

2008

2013

2008

2013

idioma

catalán

catalán

castellano

castellano

Lengua materna

31,6%

31,02%

55%

55,14%

Lengua habitual

35,6%

36,29%

45,9%

50,73%

Fuente: Instituto de Estadística de Cataluña

En consecuencia en el ámbito lingüístico cultural no estamos igual que bajo el franquismo ni como en el Rosellón. Y de la misma manera que no existe un genocidio contra la cultura catalana, a la inversa, tampoco existe una privación de derechos de los castellanohablantes, como podemos ver en los datos de arriba es la lengua más hablada y supera al catalán como lengua habitual y materna. Nada que ver con los países bálticos (que algunos independentistas de izquierda ponen como ejemplo) donde sí prevalecen la privación de derechos civiles de la comunidad rusa, incluyendo el de voto.

El motivo del ligero descenso del catalán como lengua materna (2008-2013) se debe al aumento de la población procedente de África y el este de Europa y sus respectivos idiomas, y el crecimiento del castellano, como lengua materna se debe al aumento de la población procedente de Latinoamérica. Actualmente la población procedente de países extracomunitarios supone el 15% de los catalanes, son como diría Francisco Candel, els altres catalans. Sin embargo ello no detiene el crecimiento del catalán como lengua habitual (cuadro 2) y el conocimiento hablado del catalán (cuadro 1).

Ello no quiere decir que el nacionalismo españolista no influya, al contrario, su expresión política no se agota en el PP, también acompaña a los otros partidos de derecha como UPD y Cs, y al PSOE, intelectuales y políticos, como Pepe Bono, Rodríguez Ibarra o Fernando Savater que cada vez que abren la boca son una fábrica de independentistas a pleno rendimiento. Y el actual gobierno del PP con sus declaraciones, conscientemente incentiva el independentismo y el españolismo que electoralmente le favorece. Sin embargo, la mayoría de los catalanes históricamente se han sentido españoles, y el actual desapego creciente es debido al españolismo de la derecha y a los sectores lerrouxistas del PSOE.

Podemos destacar que la convivencia en la diversidad y la tolerancia son reales en Catalunya que dispone de todas las libertades civiles formales, salvo las que habitualmente vienen siendo limitadas por las políticas neoliberales del PP-PSOE y de CIU, incluyendo las leyes de extranjería hacia los nuevos catalanes inmigrantes.

¿De dónde viene el impulso del independentismo en la sociedad civil catalana?

El estatut d´autonomía de Catalunya del 2006 que fue aprobado por los parlamentos catalán y español, y refrendado por el pueblo catalán mediante referéndum (73,9% con una participación del 49,4%). Este Estatut fue querellado por PP ante el Tribunal Constitucional que resolvió declarando inconstitucional 14 artículos (1), dejando fuera de eficacia jurídica 9 artículos más, y las disposiciones adicionales, entre los que destacan la definición de Catalunya como nación y la cesión del IRPF, IVA y otros impuestos. En respuesta el 10 de julio del 2010 hubo una manifestación multitudinaria en Barcelona, con 1 millón de asistentes, bajo el lema «som una nació, nosaltres decidim».

Nadie puede ocultar que fue el PP quien reabrió el debate e impulsó con su oposición las históricas movilizaciones del 11S en Catalunya de los últimos años, al posibilitar que el Tribunal Constitucional prácticamente anulara el Estatut. Desde entonces muchos partidarios de la alternativa federal se han pasado en masa al campo del independentismo. Según los estudios sociológicos, el independentismo en sólo 4 años ha pasado del 19% al 45% entre la población con derecho a voto, y actualmente en un referéndum legal el NO ganaría, pero por los pelos con sólo un margen del 1%, según la última encuesta realizada por la Generalitat tras el 9N.

Es evidente la responsabilidad de PP por fracturar la sociedad civil catalana y española para promocionar el nacionalismo español, lo cual demuestra que al PP la cacareada unidad de España, le importa poco. Les interesa más igual que a Mas agitar el nacionalismo para tapar los recortes, aquí y en Madrid.

Además si comparamos la realidad española con el Reino Unido y Canadá, veríamos que el PP se coloca en el extremo opuesto al derecho democrático de autodeterminación. Mientras en el Reino Unido hace poco se facilitó la realización de un referéndum en Escocia, en Canadá la Corte Suprema establece que el derecho a decidir de una comunidad política y de un país sirve tanto para juntarse como para separarse. En tanto aquí el Tribunal Constitucional negó el derecho a la consulta el pasado 9 de noviembre.

¿Es cierto que el sur y Madrid roban a Catalunya?

Algunos de los argumentos esgrimidos por el independentismo recuerdan a los usados por la Liga del Norte en Italia. Es conocido su discurso contra la inmigración, no olvidemos que aquí CIU se inventó el «certificado de catalanidad» (los famosos cursillos para los inmigrantes a cambio de las prestaciones sociales de la Generalitat). En el norte de Italia también se habla de que los del sur son improductivos, que viven de las ayudas estatales, etc., argumentos que aquí han sido utilizados desde la década de los 80 por Barrera, Ferrusola, Duran Lleida, etc. CIU en el 11S del 2013 presentó un cartel con el lema «la España subsidiada vive a costa de la Catalunya productiva», y Artur Mas un año antes ni corto ni perezoso dijo que «la España del norte se ha cansado de la España del sur y la Europa del norte se ha cansado de la Europa del sur» (2) y estas ideas reaccionarias circulan en el entorno independentista y no conoce fronteras ideológicas a derecha e izquierda. Sin ir más lejos ERC junto PSAN, SI, y MDT posaron frente al palau Generalitat una pancarta unitaria que rezaba «Espanya ens roba. 6.000 milions € d´espoli fiscal/any».

El origen de la desigualdad territorial en España tiene origen en la ley del desarrollo desigual del capitalismo en su fase imperialista, como en cualquier otro Estado de la UE y en la propia Europa, precisamente la ampliación de la UE a 28 países busca consolidar el desarrollo desigual, utilizando a los países del sur y del este para el suministro de producciones, fuerza de trabajo baratas y deudas privadas impagables a cargo de las finanzas públicas. En consecuencia la Europa dominante de las oligarquías financieras y las transnacionales no se cansa de la Europa del sur, al contrario, vive a costa de su explotación y expolio. Precisamente la actual etapa de desarrollo capitalista se inscribe en la destrucción de las barreras nacionales, por la unidad internacional de la acumulación de capital y la absorción de la vida nacional por las potencias imperialistas. La oligarquía financiera, las transnacionales, el FMI, las potencias imperialistas en el exterior, no necesitan la comunidad territorial ni de idioma, ni proclamar valores universales de la democracia, la soberanía nacional pasa a ser secuestrada por los intereses imperialistas de los Estados dominantes en la UE.

Una de las razones de la existencia de la UE es el propósito de continuar explotando a las antiguas colonias europeas. Las excolonias han sido y son utilizadas como fuente de materias primas y fuerza de trabajo baratas, con un flujo considerable en los 10 años anteriores a la crisis. Ahora, con la crisis a flor de piel, los inmigrantes se han convertido en el chivo expiatorio del paro masivo y el objetivo de la demagogia racista del neofascismo europeo que utiliza el ropaje del «choque de civilizaciones» para predicar la xenofobia.

Sin embargo hoy gran parte de la izquierda se despoja del análisis marxista para pasar a considerar que la riqueza de las naciones más desarrolladas no tiene nada que ver con la inmigración, la mano de obra barata, con el expolio y el neocolonialismo de las naciones, pueblos o territorios menos desarrollados, que éstos no lo son por el desarrollo desigual y la dependencia bajo el imperialismo, sino por su ineptitud, torpeza o vagancia. Esta carga antimarxista confunde a los trabajadores del resto de España con la oligarquía financiera y terrateniente, confusión en la que todos «chupan del bote» del expolio fiscal sobre Catalunya. ¿Y qué se dice del expolio de los trabajadores que con toda una vida laboral de sacrificios luego quedan atrapados con una pensión de miseria? En realidad el Estado español (no España) por su carácter de clase roba a los trabajadores y pensionistas en todas las comunidades desde Andalucía hasta Catalunya, pero también roban los gobiernos neoliberales del PP en Madrid, lo mismo que CIU en Catalunya.

Por lo tanto es mentira que el sur robe. El subdesarrollo de Andalucía, Extremadura, Murcia, etc., es debido al pacto entre la oligarquía financiera e industrial de Catalunya y Euskadi con los terratenientes del sur, que durante los años 50/60/70 absorbió fuerza de trabajo y materias primas baratas, gracias a una dictadura de clase que obligó a millones de personas a dejar su tierra de nacimiento, estableciendo un intercambio desigual y permitiendo el enriquecimiento del conjunto de la oligarquía española, desde los terratenientes del sur hasta la burguesía del norte, enriquecimiento respaldado por el gobierno franquista de Madrid a costa de las plusvalías de los trabajadores del norte y del sur. Algo tan esencial como esto no debiera olvidarse, sobre todo cuando se hablan de «robos territoriales» y «expolios fiscales». El reconocimiento de la opresión nacional de Catalunya no niega la opresión de las clases populares del centro y del sur de España, negar cualquiera de los dos coloca a quien lo hace en el campo de la burguesía, sea españolista o catalanista.

Como tampoco debe olvidarse el desequilibrio del poder adquisitivo en España. Según Eurostat (3), en España sólo 7 comunidades superan la media de poder adquisitivo de la UE27. Euskadi (130%), Madrid (126%), Navarra (124%), Catalunya (113%), La Rioja (109%), Aragón (108%) y Balerares (101%). En el polo opuesto se colocan los habitantes de Extremadura y Andalucía, respectivamente con un poder adquisitivo equivalente al 67% y 73% de la media europea.

De todas formas, como decíamos, este argumentario no es patrimonio del independentismo catalanista. El nacionalismo ultraderechista de la Liga del Norte en Italia, que no olvidemos gobierna en la Italia más industrial (Lombardía, Véneto y Piamonte), que ha formado parte del régimen político italiano, que ha sido clave para la hegemonía de la derecha italiana, que ha tenido ministros en el Gobierno de Berlusconi (Bossi, Maroni), etc, ha sido la pionera de Europa occidental en agitar el enfrentamiento territorial desde el campo independentista dentro de la UE.

Fue Umberto Bossi el que acuñó la frase «Roma, ladrona» en los años 90, agitando la fiscalidad como un problema territorial, no de clases, endureciendo la legislación contra la inmigración, pugnando por liberarse de la imposición de los derechos sindicales y la fiscalidad que el Estado italiano imponía, su lema libertad fiscal y libre explotación de la fuerza de trabajo no supone más soberanía nacional que sus propios intereses de clase dentro de la Europa neoliberal. Actualmente son admiradores del soberanismo catalán. Sin ir más lejos el pasado 11 de septiembre sus parlamentarios se presentaron en las dos cámaras luciendo camisetas con la bandera estelada. Y a pesar de la equidistancia, a ambos proyectos capitalistas les acompaña la corrupción en sus genes, un caso similar a la familia Pujol es la familia Bossi, fundador de la Liga, implicado en escándalos de corrupción, que salpican también a la dirección del partido. La fiscalía de Turín pidió juzgar al presidente de Piamonte y a 37 parlamentarios regionales por presuntos gastos improcedentes. Nada diferente a lo que se remonta hace décadas en torno a los dirigentes de CIU (Cullel, Prenafeta, Alavedra…), los casos Pallerols, Banca Catalana, Casinos, Pretoria, etc, que no es nada distinto de la corrupción ligada al régimen de las puertas giratorias en España (Filesa, Gurtel, Pokemon, EREs de Andalucía, Bankia, Púnica..). Es lógico, ya que tanto en Italia como en Catalunya y España es el capitalismo quien impulsa la corrupción. Corrupción vinculada al ámbito municipal, a los capitales que controlan el suelo y la especulación de la vivienda, la financiación ilegal de los partidos políticos y el fraude fiscal de la oligarquía financiera. Es el santo y seña de toda burguesía.

¿El independentismo catalán está a favor o en contra del desarrollo desigual en Europa?

Hoy la UE supone un mercado de más de 500 millones de personas, las aduanas han desaparecido, hay moneda única, tarifas arancelarias únicas, etc. Los estados nación siguen, pero más del 70% de la legislación se decide en Bruselas. Este proceso ha sido aceptado voluntariamente por todas las clases sociales dirigentes de todos los países europeos que han optado por la integración. Los partidos neoliberales de derecha y socialdemócratas apoyan las políticas de recorte y la prioridad del pago de la deuda, privatizaciones y transferencia de competencias hacia la UE.

Sobre una base económica común (las grandes empresas transnacionales) el desarrollo es desigual, las naciones del sur de Europa se desindustrializan asentándose una Europa a tres velocidades con la universalización de las políticas neoliberales y la incorporación de países del este europeo en los últimos años. La euroregión más rica de la UE (Londres) septuplica a la más pobre (Severozapaden-Bulgaria-).

En este contexto en los últimos 20 años la economía catalana ha evolucionado. En 2011 la economía catalana vendía más al extranjero (53%) que al resto de España. Esta proporción en 1995 era inversa del 36% frente al 64%. En 2012 la inversión en Catalunya provenía en un 84% de la UE27 y las inversiones catalanas al extranjero se dirigían en un 72% a la UE27. Catalunya hoy depende de la UE, el 81,4% de las exportaciones catalanas se dirigen a Europa y el 70% de las importaciones proceden de Europa.

En Catalunya y Euskadi el peso de la industria en el PIB es mayor que en el resto de España. Y con la crisis, sus contradicciones se intentan resolver con la misma lógica que funciona el mercado, a costa del vecino. Alemania marca esta política, le siguen a escala menor, Flandes en Bélgica, el norte de Italia (Padania) y Catalunya, euroregiones ricas, que pretenden deshacerse de cargas sociales más rápido que los Estados a los que pertenecen. Que pretenden atraer inversiones por su mayor presencia industrial y de vías de comunicación. Sobre esta base se desarrollan los movimientos nacionalistas (NVA en Bélgica, Liga del Norte en Italia, CiU en Catalunya) con una clara apología del desarrollo desigual del capitalismo europeo (Madrid nos roba, Roma nos roba, etc.).

La arquitectura de la UE fortalece la hegemonía de la oligarquía financiera alemana que utiliza el euro y el BCE para promocionar una competitividad extrema con el objetivo de acrecentar la tasa de ganancias de sus monopolios, desestabilizando la economía de la UE y ensanchando las desigualdades de riqueza entre países. Por un lado, el BCE promueve tipos de interés desiguales, para países con décadas de retraso tecnológico y una crisis más dura (España, Portugal, Irlanda o Grecia) dos, tres y hasta cinco veces más caro que Alemania, lo cual hace imposible el pago de los préstamos. Y por otro, el euro hace competir a las empresas en toda la UE y los menos competitivos desaparecen, en este juego los países de centroEuropa ganan y los del sur pierden. 

No olvidemos que Alemania se ha convertido en la principal exportadora en la UE y está entre los cuatro primeros países exportadores del mundo junto a EE.UU., Japón y China. Las reformas laborales de Peter Hartz con el recorte de salarios y prestaciones, aumentaron la competitividad de su industria y su cuota de mercado en el extranjero en perjuicio del consumo doméstico para favorecer a la industria exportadora. Entre los años 2.000-2.010 Alemania ha sido el país de la UE donde menos han crecido los salarios y donde más ha crecido la desigualdad social que en el resto de países de la OCDE debido al crecimiento del trabajo precario provocado por las reformas (4).

En este contexto el independentismo en los Estados plurinacionales como España o Bélgica le viene a pelo a la oligarquía financiera alemana porque contribuyen a debilitar a sus rivales en la UE por medio de las euroregiones nacionales. Así una oligarquía financiera fuertemente centralizada en Bruselas y Frankfort podrá explotar con mayor facilidad a unos pueblos divididos que competirán entre sí para atraer inversiones o disputar mercados a otras euroregiones. La fragmentación de los Estados y la división del movimiento obrero y sindical facilita la aplicación de las políticas neoliberales en beneficio de la gran patronal mediante el saqueo de los trabajadores y pueblos a través de la deuda externa y la austeridad. 

En este contexto es una utopía plantear cualquier progreso social y económico de los pueblos en el marco de la UE imperialista. No olvidemos UE es imposible de reformar ya que exige el voto unánime de los 27 estados. La Europa desigual seguirá robando recursos públicos, sacados de los impuestos de los trabajadores para salvar a los bancos, seguirá aumentando los impuestos indirectos, seguirá manteniendo los paraísos fiscales y el fraude fiscal masivo, seguirá impulsando las privatizaciones de los servicios públicos y el abaratamiento del coste salarial. Seguirá asentando el desarrollo desigual que el capitalismo genera.

¿Quién roba a Catalunya?

Catalunya es la comunidad más rica de España con el 18,7% del PIB, casi cuadruplica la media española, y dispone la cuarta renta por habitante, un 17% por encima de la media estatal. También es una de las euroregiones más ricas, con una renta per cápita por encima de la media de la UE, pero está a la cola en muchos indicadores sociales, el salario mínimo es uno de los más bajos de la UE15, la pobreza ha crecido alcanzando al 25%, el porcentaje en los hogares la población activa está en paro el 42,3%, la tasa de empleo es del 50,7% muy lejos de la UE28 que es del 68,4% y la tasa de paro el 19,1%, mientras que en la UE28 es del 11,5%. Los parados sin prestación por desempleo han pasado del 33% al 50% (2008-2014).

Los independentistas dicen que la causa del subdesarrollo social en Catalunya se encuentra en el expolio fiscal. Que Catalunya aporte más al Estado al ser más rica es de lógica, pero los recursos que el Estado español recauda, debe devolverlos tras descontar los gastos comunes y la solidaridad territorial, y en esta devolución debe contemplar además el coste de la vida que en Catalunya es más alto (5).

Sin embargo, siendo justo reivindicar un nuevo financiamiento que supere el déficit histórico de Catalunya este expolio fiscal no puede explicar ni paliar el enorme subdesarrollo social de Catalunya. Si nos fijamos en Euskadi con su concierto fiscal diferenciado (fuero medieval) el gasto social público es idéntico al de Catalunya (73% del PIB), siendo el déficit social mucho mayor, ya que la renta por habitante respecto a la UE15 es superior a Catalunya, el 122% (6). Por tanto, un concierto fiscal similar al de Euskadi no solucionaría el déficit social catalán.

Las verdaderas causas son la gran concentración de la riqueza en una minoría de la población que goza de una gran influencia en la vida política catalana que ha dirigido el país en los últimos 35 años. Catalunya es una de las comunidades que más recortes ha aplicado a pesar de disponer un gasto social que sólo representa el 73% de la media de la UE15. Las políticas neoliberales llevadas a cabo a ambos lados el Ebro en los últimos 21 años (1993-2014) han frenado el incremento del gasto público social por habitante pues desde entonces se recauda para reducir prioritariamente el déficit del Estado en lugar de reducir el déficit social de Catalunya y de España. Nadie con dos dedos de frente, puede dejar de ver en tales políticas aplicadas por la Generalitat su naturaleza de clase.

El déficit público se puede reducir sólo de dos maneras, aumentando los ingresos públicos o recortando gastos. Por ejemplo, la primera congelación de pensiones en el 2012 supuso un recorte de 1.200 millones de €. Si se hubiera mantenido el impuesto de patrimonio y sucesiones que PSOE, PP y CIU anularon, el Estado hubiera recaudado 4.622 millones, de los cuales hubiesen correspondido 938 millones a Catalunya (7), y no hubiera habido que congelar las pensiones españolas y catalanas. Pero son tan «patriotas» (españolistas versus catalanistas) que defienden la patria de los ricos aquí y en Madrid.

A nivel de España el govern de CIU es el más neoliberal ya que el 98% de la reducción del déficit se ha hecho sólo a base de recortes, más que en cualquier otra comunidad autónoma y en la UE. En cuatro años el aplicado govern de Mas, sumiso a las directrices de Bruselas, ha recortado más de 5.300 millones de €. Para Mas salir de la crisis «con ilusión» significa «impresionar» a Bruselas de que Catalunya cumple con la mayor intensidad en los recortes. La agitación entre el nacionalismo catalanista y españolista, entre la TV3 y la TVE, ha hecho que ese dato pase a segundo plano (8). Los medios de comunicación se han encargado de hacer apología: «frente a los recortes no hay alternativas», sacando rédito al «expolio de Catalunya por parte de España». Por su parte el PP con los medios públicos y privados -13tv, Intereconomía, ABC, El Mundo, La Razón, etc.- no ha parado de agitar el nacionalismo españolista contra Catalunya.

Es totalmente maniquea e imparcial la declaración de la Assemblea Nacional de Catalunya de que el Estado español perjudica a los catalanes en sus posibilidades de mantener y acrecentar el nivel de vida y bienestar social. Maniquea porque ni el Govern de CIU es bueno y ni los gobiernos del PP-PSOE son únicamente los malos. Imparcial porque desde 1980 todos los gobiernos de CIU y su respaldo a las políticas estatales de PP-PSOE son las que tienen que ver con el deterioro del nivel de vida y bienestar social en Catalunya. CIU ha pactado con el PP anticatalanista y a la inversa, cuando ha sido necesario defender los intereses de las oligarquías financieras españolas legislando contra los trabajadores del norte y del sur. El gobierno de CIU ha hecho cátedra de neoliberalismo, llegaron a tildar de «blando» a Rajoy por su última reforma laboral, exigiendo una mayor bajada de los salarios y el coste del despido de los trabajadores.

El objetivo de CIU nunca ha sido la independencia sino la demanda de un pacto fiscal entre Catalunya y Madrid. La elaboración del Estatut de 1979 y el del 2006 estuvo hegemonizado por una mayoría de izquierdas, no por CIU, que fueron a pesar de sus insuficiencias fruto de la movilización social. CIU pagó el desgaste en las elecciones catalanas del 2012, por su política de recortes apoyada por el PP en el parlament, perdiendo 12 diputados, a partir de entonces se amplificó el discurso independentista en CIU de forma oportunista sin dejar de continuar con su política de recortes tras las elecciones, con el apoyo esta vez de ERC.

El verdadero problema fiscal tan agitado por ambos nacionalismos no es de carácter territorial (expolio hacia Catalunya versus insolidaridad hacia España), sino el que existe entre las clases sociales. Tanto en Catalunya como en España se gastan en su Estado de Bienestar mucho menos de lo que corresponde por su nivel de desarrollo económico.

En España el PIB por habitante equivale al 94% de la UE15 y el gasto público social el 74% de la UE15, es decir, entre el PIB y el gasto social hay un desfase de más de 66.000 mill. €. En Catalunya el subdesarrollo social es peor, si en el 2007, antes de la crisis, el PIB por habitante estaba por encima de la UE15, el 110%, nuestro gasto público social era sólo el 73%, es decir, 19.600 millones que la Generalitat ha dejado de recaudar cada año (9). Este coste supone ¡¡¡tres veces más que la agitada transferencia fiscal de Catalunya a Madrid!!!, que los independentistas cifran en 6.000 millones anuales y casi cuatro veces los recortes aplicados por Mas en los últimos cuatro años.

En realidad la causa la subfinanciación del Estado de Bienestar es creada por cuatro factores no territoriales que dependen directamente con los impuestos a las clases sociales (10):

  • El fraude fiscal en España representa el 24,6% del PIB y en Catalunya también. El Estado deja de recaudar 59.500 millones € anuales, cantidad que supera el gasto en sanidad según el sindicato de inspectores de hacienda GETSHA (11), de los cuales más de 16.000 millones corresponden a Catalunya, (12), tres veces más que la cantidad de recortes aplicados por CIU durante sus últimos 2 mandatos apoyados por PP primero y ERC ahora (5.300 millones).

  • Los ricos españoles sólo pagan una quinta parte que sus homólogos suecos, las políticas de incentivos fiscales las rentas del capital, en el período 2007-2011 han reducido sus impuestos un 68%, de 41.675 mill. se pasó a 13.883 mill. de recaudación, dejando de ingresar en las cuentas del Estado 28.292 millones de € anuales (13).

  • Los ingresos por impuestos recaudados suponen el 73% de la UE15 debido a que el capital tributa en España por debajo de la media (14).

  • Las rentas salariales suponen el 80% de recaudación de IRPF, a pesar de que en el 2012 los excedentes empresariales superaron a las rentas salariales que pesan menos de la mitad del PIB (44,2%).

En consecuencia tanto en Catalunya como en España hay suficiente riqueza para recaudar dinero, mantener y ampliar el Estado de Bienestar. Sin embargo, mientras en la UE15 se destina el 26% del PIB a Estado de Bienestar, en España es del 21,3% y Catalunya el 17,8% (15). No es que no haya dinero, es que no se recauda.

Sobre los datos, los 59.500 mill. que reclaman los inspectores + 28.000 mill. de los incentivos fiscales, superan los 66.000 mill. que faltan para cubrir el déficit de España con la UE15 en Estado de Bienestar. Además si grandes empresas pagaran al Estado el 28,5% medio exigible por la Agencia Tributaria, se hubieran recaudado 35.000 millones de € anuales más, ya que en el período 2007-2011 las grandes empresas tributaron sólo el 11,9% de sus beneficios, muy por debajo de la media tributaria (16). Y eso que todavía no hemos hablado del impuesto progresivo al capital y las grandes fortunas. No veas si llovería dinero «a punta pala» más que con el concierto fiscal de Euskadi.

Es decir, que mientras a los trabajadores se nos imponen toda una serie de sacrificios se mantienen toda una gama de privilegios fiscales al gran capital español y extranjero, que sólo supone el 8% de los ingresos fiscales. ¿No debiera de indignar esto más a nuestros gobernantes que el restregado expolio fiscal hacia Catalunya?

¿Pero cómo les va a indignar si son cómplices? Se debe anotar que en España todas las reformas fiscales que han beneficiado al capital, durante la burbuja inmobiliaria con el PP (reforma tributaria 2006) con la rebaja del impuesto de sociedades (17), hasta la supresión del impuesto de patrimonio y sucesiones con el PSOE (18), han sido apoyadas por el tándem PP-PSOE y CIU, y ha supuesto decenas de miles de millones de euros menos a las cuentas del Estado y las comunidades autónomas. Por lo tanto, la frase de Mas de que «en una Cataluña independiente no habría habido tantos recortes» es pura hipocresía.

España y Catalunya son de los países (junto a Grecia y Portugal) con los ingresos fiscales más bajos, donde la política fiscal es más regresiva y menos redistributiva, donde hay más fraude fiscal y desigualdad social. Si la presión fiscal en la UE15 es del 44% en España lo es del 34%, en la misma senda que Portugal 39% y Grecia 37%.

Es evidente que los partidos que hoy encabezan el debate nacionalista, y que gobiernan a los dos lados del Ebro, han sido responsables en la aprobación de leyes y presupuestos en ambos parlamentos para hacer pagar la crisis a los trabajadores y dejar de recaudar dinero a los fondos públicos para desfiscalizar las ganancias del capital, perjudicando y subfinanciando el Estado de Bienestar. Y sí, roban a Catalunya, roban a España, pero ese mayor robo que cometen las oligarquías financieras hacia los trabajadores, es un robo clasista y no territorial, que amparan los gobiernos neoliberales.

Porque los impuestos como la crisis va por clases, no por territorios, nuestras burguesías explotadoras del norte y del sur no sólo pagan menos, sino que además la crisis no les afecta, no es un misterio que los beneficios de las 35 mayores empresas españolas que cotizan en bolsa siguen aumentando desde el 2010 mientras los salarios pierden poder adquisitivo. ¿Quién roba a quién?

Como vemos, el razonamiento de que Catalunya dispondría de mayores recursos si se independizara de España, cae por su propio peso. El verdadero expolio fiscal y subdesarrollo social que existe es entre las clases sociales, y tanto los gobiernos de Madrid como el de Barcelona defienden, respaldan e incentivan los intereses del capital contra los intereses de los trabajadores catalanes, madrileños, andaluces, etc. Una Catalunya independiente o con un concierto fiscal diferenciado no es garantía para superar el diferencial negativo de gasto público social.

¿El frente catalanista es un frente nacionalista?

Si repasamos nuestra historia en la lucha antifranquista vemos cómo a través del auge de la lucha de clases donde el movimiento obrero jugaba un papel hegemónico el proyecto de clase y nacional del PSUC disputaba la hegemonía al catalanismo burgués y por tanto, la cuestión nacional se desarrollaba no como proclamas sino como parte de la lucha por el socialismo. Era la época en la que la reivindicación gallega, vasca y catalana formaba parte del movimiento antifranquista para derrocar la dictadura.

Pero cuando se renunció al proyecto de ruptura democrática, el derecho de autodeterminación cayó de los programas de la izquierda, y fue entonces cuando la burguesía catalana a través del gobierno provisional de Tarradellas, recuperó la hegemonía dentro del movimiento por los derechos del pueblo catalán. Entonces los dirigentes eurocomunistas para justificar su papel desmovilizador durante la Transición, el gobierno Tarradellas y los pactos de la Moncloa, se inventaron el «catalanismo popular» abandonando la política comunista sobre la cuestión nacional deslizándose hacia el nacionalismo pequeño burgués.

En nuestra época, tras la decisión del Tribunal Constitucional de «retocar» el Estatut, se impulsó el movimiento pel dret a decidir, un movimiento que se ha extendido al 96% de los ayuntamientos, a más de 3.000 organizaciones civiles que firmaron el Pacte Nacional pel Dret a Decidir, en el que están las patronales, excepto la grande, y los sindicatos CC.OO. y UGT. Este movimiento es una realidad estable e innegable. Y aunque CIU no sea el único representante, no se puede ignorar que está logrando hegemonizarlo a través de los medios de comunicación públicos y privados que controla para desviar la atención sobre sus políticas neoliberales. Y si CIU se adhiere de forma oportunista hoy al campo del independentismo más allá de la reivindicación del pacte fiscal no es por una posición consecuente a favor de la independencia sino porque la intransigencia del PP, su hermano español de la clase dominante, no le ha dejado otra salida.

Ante esta nueva realidad, los nuevos revisionistas de Catalunya que han abandonado la hoz y el martillo y enterrado el proyecto marxista-leninista, dicen que el movimiento que impulsó el referéndum en Catalunya no es un frente nacionalista, sino un «front democrátic i popular» y que la burguesía catalana no es una burguesía nacional. Afirmaciones que se dan de bruces cuando también dicen que «l´actual context és considerat amb molta raó per la clase treballadora i les forces populars com una oportunitat histórica, no només d´aconseguir una vindicació legítima sinó d´aprofundir en democracia i en conquestes socials, aprofitant les mateixes contradiccions de la burguesía catalana i l´espanyola» (19).

Es curioso, pero en este movimiento forma parte a la cabeza el actual gobierno de CiU. A pesar de que gobierna sin la mayoría absoluta, pero con el apoyo de ERC, ahí sigue como conseller de Economía Mas-Collel, el neoliberal avanzadilla de los recortes en España, ahí sigue Boi Ruiz en Sanitat anterior portavoz de la patronal sanitaria que por su rango clasista tiene claro que la salud no es un derecho y promueve su privatización absoluta, y ahí está Felip Puig que dirigió con dureza a los Mossos contra las huelgas y movilizaciones populares. Pero también están en el movimiento que impulsó el referéndum, en consecuencia, ¡¡¡forman parte del «frente democrático y popular»!!! y a la cabeza (sic). Parece ser que los excomunistas interpretan que quienes aplican los recortes en sanidad y enseñanza van a participar en la «oportunidad histórica» de profundizar las conquistas sociales en Catalunya (sic).

Ironías aparte, si la burguesía catalana no es nacional, porque está claramente decantada igual que la española hacia el imperialismo es incoherente plantear un frente democrático y popular más allá del apoyo unitario y puntual a un referéndum sobre el derecho de autodeterminación. Referéndum, no olvidemos, con pregunta ambigua y cercenado. Pero el desvarío ideológico de los nuevos herederos del eurocomunismo no conoce fronteras.

Esta no es más que una forma de justificar el seguidismo a la burguesía y sus intelectuales orgánicos enclavados en CIU, en vez de defender la reivindicación de la IIIª República democrática y federal, como sí hace el PSUCviu (Per una Catalunya obrera, popular i solidaria. Per la República federal). ¿Esperarán a que las banderas tricolores llenen las calles de Barcelona?

Los excomunistas olvidan rápidamente lo que Lenin y Comorera planteaban, que por un lado los comunistas de la nación opresora tienen el deber internacionalista de defender el derecho de autodeterminación sin estrecheces incluyendo la separación, y por otro, los comunistas de la nación oprimida tienen el deber internacionalista de defender con firmeza la unidad voluntaria con la antigua nación opresora, evidentemente con su proyecto democrático y no junto al nacionalismo de la nación opresora.

Olvidan que de la mano de la burguesía catalana no se puede ir, que la oligarquía financiera catalana no es una burguesía nacional, ni lucha por la libertad de su pueblo sino por tener dentro de la UE-OTAN un trozo más grande en el pastel de la explotación y expolio imperialista hacia la clase obrera y los países del sur. No cuestionan la Troika, ni que el BCE subaste nuestra deuda pública a la banca privada, ni cuestiona la OTAN, ni las guerras imperialistas en curso, al contrario, aplauden las guerras contra Libia, Siria y el golpe de estado en Ucrania.

Los conceptos de independencia y soberanía son en realidad un cambio de dependencia, de Madrid a Bruselas, y el frente catalanista es un frente nacionalista que nada tiene que envidiar al frente nacionalista español, ya que ambos están dentro de la cadena imperialista y no la cuestionan.

¿Es Catalunya una formación socioeconómica e ideológica idéntica?

Comorera decía insistentemente, que Catalunya no era una comunidad de destino sujeta a la colaboración interclasista y a la paz social, que el derecho de autodeterminación era una solución reaccionaria si no se vinculaba a la lucha antiimperialista y de la clase obrera, que la continuidad del imperialismo comporta la opresión nacional incluso de las naciones independientes y que sólo la república popular española garantizaría el derecho de autodeterminación luchando en fraternal unión junto al resto de los pueblos de España.

Sin embargo el historiador Josep Fontana nos suelta que la democracia es el adn de la identidad catalana. ¿Una identidad común entre los obreros y sus explotadores? Esta «identidad» olvida que la patronal catalana pagaba pistoleros en los años 20 para asesinar a sindicalistas, apoyó la dictadura de Primo de Rivera, despreció la España republicana y conspiró con la casta militar contra ella para mantener el orden político y social, desertó a Burgos en 1936 cuando fracasó el golpe fascista, entró en Barcelona en 1939 con la Falange y la revista Destino, apoyó el régimen de Franco y dio con alegría sus intelectuales al régimen (Fontana Tarrats, Xavier de Salas, Samaranch, Porcioles, Josep Gomís, Josep Pla, Salvador Dalí, Narcís de Carreras, Lopez Rodó, Fabiá Estapé…).

Esta «identidad» olvida que la burguesía catalana no va a tener vergüenza a lo largo de la noche franquista en adoptar la lengua de la nación dominante para favorecer sus intereses de clase y prohibir la lengua materna. Se olvida que una parte de la oligarquía española está compuesta por financieros e industriales catalanes y vascos que junto a los terratenientes del sur han sido tradicionalmente defensores de un centralismo reaccionario, monárquico, fascista, y juancarlista en los últimos 90 años ¡¡¡desde la dictadura de Primo de Rivera!!!.

Esta identidad olvida el pasado proimperial de la naciente burguesía catalana, que se benefició del imperio colonial desarrollando su industria, comercio y finanzas, recibiendo materias primas baratas y traficando con esclavos, con cuyos beneficios impulsaron en parte la industria catalana, y hoy buscan su lugar en la cadena imperialista (no al mismo nivel que EE.UU. o Alemania), para beneficiarse del neocolonialismo, la deuda externa, el intercambio desigual y las guerras de la OTAN contra los países del sur. 

Esa identidad a secas, ignora que quien se dejó la vida, quien llenó las cárceles bajo el franquismo en Catalunya fue el movimiento obrero. Y que la burguesía catalana tras la dictadura salvó el culo a Felipe González apoyando su gobierno en 1993 cuando estaba ahogado en la corrupción y el GAL, apoyó a Aznar, etc.

El catalanismo político es una corriente ideológica con expresiones de clase diversas según el momento histórico. Pero es un error presentar al catalanismo como un elemento de identidad de una formación socioeconómica. Bajo el capitalismo es la lucha de clases el motor de la formación socioeconómica nacional, y de la misma manera que no existe un Estado neutro en la lucha de clases, tampoco existe una identidad pura nacional más allá de tácticas ideológicas de la clase dominante. Nuestra historia se cristaliza en la nación consagrando la dominación de la burguesía sobre la clase obrera, donde la nación y las formas de sus instituciones son resultado de la lucha de clases en ambos sentidos, de la burguesía contra la clase obrera, pero también las luchas de la clase obrera contra la burguesía, luchas que siempre serán deformadas por la ideología dominante identitaria. Sería importante no olvidar este principio marxista para no dejarse caer en las apariencias y en el campo del nacionalismo pequeño burgués en las vertientes catalanista o españolista.

La única alternativa para combatir el nacionalismo españolista y el nacionalismo de las euroregiones no pasa por el «catalanismo popular», ni por la «voluntad de la comunidad nacional como formación socioeconómica», pasa por elevar a la clase obrera en fuerza social dirigente, elevarla a clase nacional con los valores del internacionalismo de clase, organizando un bloque histórico de alianzas en torno a la clase obrera, alternativo al capitalismo en las naciones, Estados plurinacionales y las zonas de integración imperialistas.

¿Dónde está entonces el adn interclasista de la democracia catalana? Está en la lucha de clases, en el empuje del movimiento obrero y popular que posibilitó las Iª y IIª Repúblicas, la lucha antifranquista y el repliegue de la gran burguesía catalana y española. No hay adn demócratico e identidad nacional interclasista, en esta nación, ni en ninguna otra.

¿Qué papel juega la izquierda catalana?

Antes del 9N Artur Mas era un político acabado, pero el sucedáneo de consulta lo cambió todo. No sólo ha cumplido con su promesa, sino que ha encabezado la movilización de 2,3 millones de personas. Y todavía puede engordar más gracias al PP por intentar canalizar su nacionalismo españolista con la fiscalía general del Estado por delante.

Pero lo curioso es que el resurgir del líder de la derecha neoliberal catalana no hubiera sido posible sin el concurso de la izquierda socialdemócrata, transformadora y nacionalista, que en vez de anticipar elecciones autonómicas al no cumplirse el acuerdo de referéndum, han ejercido de salvavidas del presidente más neoliberal de la historia de Catalunya.

La «izquierda real» (ICV-EUIA) se ha doblegado a la estrategia del nacionalismo neoliberal y el independentismo identitario dentro de la dinámica de confrontación España/Catalunya, asustada sin voz propia frente a quienes agitaban las banderas para tapar sus recortes, dándole oxigeno a CIU a costa de erosionar la independencia política de la clase obrera y la izquierda.

Para el ideólogo Artur Mas ha sido fácil, la eliminación de las pagas extras de los empleados públicos durante tres años, la subida del agua, el copago a los enfermos de larga duración, el tijeretazo a las universidades y a la dependencia, las dobles listas de espera en la sanidad pública para promocionar la sanidad privada, etc., todo ha quedado tapado bajo el manto del nacionalismo, y es que «en una Cataluña independiente no habría habido tantos recortes » (20) (Artur dixit). Y ante este despropósito parece no haber una respuesta seria desde la izquierda catalana.

El proyecto independentista de Catalunya goza de un gran apoyo por la creencia en el espejismo de que es posible mediante su conversión en un nuevo Estado de la UE, ser tratado como un país centro europeo, de la «Europa linda» (donde se concentra el poder de decisión política, financiera, y tecnológica), de las economías exportadoras y acreedoras, alejarse del intercambio desigual y el empobrecimiento de los países de la periferia y el sur.

Esta creencia es consecuencia en parte de la ineficacia de la izquierda política y social en alejarse de la centralidad de la lucha de clases (burguesía/clase obrera), en no combatir el origen de los problemas de la crisis uniendo los movimientos obrero y populares, en no disponer de un proyecto propio de Estado (la IIIª República), en no batallar contra la ideología pequeño burguesa del «europeísmo» y la «Europa de los pueblos» vinculado a la UE de las transnacionales y el euro y no señalar el verdadero enemigo, que no son los «gandules» del sur, ni los inmigrantes del «tercermundo», sino el imperialismo alemán, y su arma de destrucción masiva de conquistas obreras, el euro.

En definitiva, el nacionalismo implica no enfrentar los problemas de clase y los problemas de la crisis, los desplaza para más adelante, cuando seamos independientes. Pero ¿alguien cree que la independencia de Catalunya es una ganga de ocasión para conseguir la ruptura democrática, romper con Bruselas, Frankfurt y Washington, evitar los «rescates» financieros y salir de la crisis?

El nacionalismo también en aras de ese «adn catalán», hace pasar por amigos a los enemigos, como Artur Mas promotor ideológico de la reforma laboral del PP, igual que Pujol en los años 90 promoviera los contratos basura y las ETTs. Respetar nuestro derecho como catalanes a decidir es una cuestión democrática, pero ignorar que estamos ante una cortina de humo lanzada por la élite económica catalana, un engaño. Una Catalunya independiente, sólo lo sería formalmente, económicamente seguiría siendo dependiente de la Troika, y debería seguir aplicando sus políticas con una deuda pública equivalente al 26% del PIB, donde la austeridad seguiría siendo la norma.

¿La democracia es sólo votar?

Dicen insistentemente que la democracia es votar y punto. Pero en realidad la democracia es el poder del pueblo, y aquí el «dret a decidir» más allá de la necesidad de ejercer un derecho democrático justo e irrenunciable, no es en realidad el poder del pueblo.

Creerse que los trabajadores y el pueblo catalán vamos a tener el derecho a decidir real sobre nuestro futuro cuando los medios principales de la economía están en manos de la oligarquía catalana dependiente del imperialismo yanqui y alemán, oculta el hecho de que el futuro de los pueblos catalán y del resto de España está secuestrado por las mismas instituciones imperialistas que imponen políticas de deterioro de nuestras vidas.

¿Por qué no preguntan si queremos pagar la deuda ilegítima que los bancos catalanes y españoles han contraído sobre nuestro trabajo con los bancos alemanes, holandeses y británicos? ¿Por qué no preguntan si nos parece bien que las personas se queden sin hogar, mientras los bancos acumulan viviendas vacías? ¿Por qué no preguntan sobre si estamos de acuerdo con que cierren plantas enteras en hospitales y líneas de transporte en las escuelas? ¿Por qué no preguntan si estamos de acuerdo con las dos últimas reformas laborales y la reforma de las pensiones? ¿Acaso creemos que las clases dominantes de Catalunya y España, y las oligarquías europeas van a tolerar más democracia y derecho a decidir que la que les beneficia?

La democracia se acaba mientras ejecutan las órdenes de la Troika y del IBEX-35. Esta es la esencia clasista de la democracia que se nos permite por quienes aprueban por la vía rápida la prioridad en el pago a la banca sobre las necesidades de los trabajadores, en un Estado con 5,4 millones de parados (21) el 23,7% de la población activa, de los cuales 726.000 corresponden a Catalunya, el 19,1% de la población activa (22).

¿Son progresistas todos los movimientos independentistas?

En el campo independentista se utilizan referentes nada ejemplares para la realidad catalana. Kosovo por ERC, que es un protectorado de la OTAN con un presidente acusado de traficar con órganos humanos, drogas y prostitución. Israel por CIU, no es novedosa la afinidad de los convergentes con el colonialismo sionista, también de anteriores dirigentes de ERC (23). Y la Estonia otanista por las CUP (24), donde los comunistas son ilegales y el 31% de la población no tiene derecho a voto por ser de las comunidades rusa, bielorrusa, ucraniana, etc., es decir, que no todo el que vive y trabaja en Estonia es estonio.

Esta es una clara demostración de que Comorera tenía razón cuando rechazaba apoyar indiscriminadamente a todo movimiento de autodeterminación que favoreciera al imperialismo y que las libertades nacionales son incompatibles con el imperialismo.

Pero mientras se utilizan semejantes ejemplos, se sigue ignorando la lucha antiimperialista de las naciones políticamente independientes contra la opresión neocolonial, donde la soberanía nacional y la libre autodeterminación está puesta en cuestión de facto por el expolio y saqueo de sus riquezas por el imperialismo. Lo hemos visto en Honduras, Libia, Ucrania y lo estamos viendo en Siria. ¿Cuál ha sido la posición de las fuerzas políticas independentistas de Catalunya? El silencio absoluto, cuando no el alineamiento con el imperialismo y la OTAN.

¿Hubo referéndum por la autodeterminación el 9N?

En la consulta del 9N 6,2 millones tuvimos derecho a votar, se contabilizaron 2,3 millones de votos, el 37% de participación, 12 puntos menos que el referéndum del Estatut del 2006. Como movilización fue muy relevante, pero como consulta no. Las comarcas que más votaron fueron las de la Catalunya interior, y las que menos la urbana y costera donde se concentra el núcleo de la clase obrera catalana.

1.800.000 votos a favor de la independencia sin dejar de ser importante, no es una clara mayoría independentista, ya que está muy lejos de los 3,4 millones de las encuestas que promovió el organismo de la Generalitat (CEO) antes del 9N que hablaban ¡nada menos que de un 55% de catalanes partidarios de la independencia!

En consecuencia no hubo referéndum, ni vinculante, ni democrático. Además la pregunta ni tan siquiera era clara. Tanto a este como al otro lado del Ebro han prevalecido los nacionalismos. Lo lógico hubiera sido preguntar por las tres formas de Estado fuera o dentro de España: independencia, monarquía parlamentaria o república federal. Ahí se han coincidido tanto en Madrid como en Barcelona, acallar el proyecto republicano en España, en un contexto histórico en el cual la validez de la monarquía está erosionando. Las multitudinarias manifestaciones en Madrid y Barcelona a favor de la República tras la abdicación del rey Juan Carlos I que contrastan con escaso seguimiento de la coronación de Felipe VI, son indicadores de una nueva realidad en la movilización popular que la izquierda digna de tal nombre está obligada a impulsar.

Conclusiones

Las oligarquías española y catalana y sus partidos políticos coinciden en una cosa fundamental, en el revisionismo histórico para en lo esencial neutralizar la memoria de la IIª República y la lucha antifranquista. Que no fue lo mismo la España franquista que la España republicana respecto a la realidad plurinacional de España, lo saben ambas oligarquías. En España no se ejerce el derecho de autodeterminación gracias a la «modélica» transición y a la pugna entre los nacionalismos que dividen a los trabajadores y los enfrentan. Mientras el nacionalismo españolista explota la catalanofobia lerrouxista, el nacionalismo catalanista explota la españolofobia.

Un histórico dirigente de la burguesía catalanista, Prat de la Riba (proimperialista y monárquico), en una conversación con Alfonso XIII espantado ante el fervor revolucionario de las masas trabajadoras en 1918, planteaba que para defender la monarquía, baluarte de las clases dominantes, había que potenciar el movimiento autonómico de Catalunya para distraer a las masas del objetivo revolucionario.

Hoy en la actualidad ni la burguesía catalana quiere la independencia, ni la burguesía española quiere la unidad de España, ambas burguesías utilizan el nacionalismo para movilizar los bloques sociales que hegemonizan, sólo quieren el enfrentamiento para manipular la acción política de las clases oprimidas, para seguir manteniendo el poder y defender el baluarte de las clases dominantes que pasa por la Troika. El error que no deben cometer los comunistas y la izquierda es dejarse llevar por proyectos de clase ajenos a los intereses comunes de la clase obrera y de los pueblos de España. La lucha por la República Federal y el derecho de autodeterminación van unidas no separadas.

Tanto Catalunya como España cuentan con una considerable industria de propiedad extranjera, receptores de la industria que los países centrales deslocalizan. En este contexto las burguesías catalana y española son socias menores del imperialismo, carente de tecnología propia y avanzada, que abandonó los intentos de imponer un proyecto nacional inclinándose a la aplastante superioridad financiera, tecnológica y política de las oligarquías y transnacionales extranjeras. La oligarquía financiera española renunció al desarrollo de una red industrial, centrándose en sectores de menor riesgo (telecomunicaciones, informática, energía), potenciando el sector servicios, y cediendo a precio de saldo el mercado productivo y comercial a las Transnacionales de capital extranjero, que se han apropiado de la mayoría de los sectores productivos (auto, bienes de equipo, químicas, alimentación, etc.), excepto la construcción, que requiere poco capital fijo. Son burguesías menores en la cadena imperialista que con ropajes de «burguesía nacional», fomentan el nacionalismo como viejo recurso para desviar la atención de los trabajadores de la lucha de clases. Y así bajo el reino común de hacer pagar la crisis a la clase obrera, si España va bien, Catalunya también. No es casualidad que quienes encabezan el debate nacionalista en un momento de crisis y revuelta social sean los catalanistas y españolistas neoliberales.

Hoy en el S.XXI los recortes y los incentivos fiscales al capital no tienen patria, recortes e incentivos fiscales al capital con el nacionalismo catalán con CIU a la cabeza, y recortes e incentivos fiscales al capital con el nacionalismo español con el dúo PP-PSOE a la cabeza, bajo las órdenes de la Troika, para consolidar una «democracia» de desempleo, trabajo precario, bajos salarios, desprotección social y pérdida de libertades.

Hablar hoy de independencia o pacto fiscal en la Europa de Merkel, sin distinguir las políticas de clase, es caer en el campo del imperialismo. No se puede querer la independencia cuando se dice que con un pacto fiscal se arregla todo y que de salirse del proyecto neoliberal de la UE nada, tampoco se puede querer la unidad cuando se sigue defendiendo una constitución que niega la plurinacionalidad de España, donde los únicos derechos que se garantizan son los del capital, los terratenientes, la iglesia y la monarquía, constitución que no olvidemos fue acatada hace 36 años bajo la amenaza por las hordas franquistas de la «guerra civil». Catalunya no es la Indochina colonial francesa ni España es el régimen feudal de duques, condes y marqueses. Las clases obreras y populares somos mayoritarias y su unión puede dar al traste con los objetivos de dominación política, aquí y en Madrid.

En realidad el derecho de autodeterminación tal y como planteó Lenin engloba un máximo de democracia y un mínimo de nacionalismo, y por desgracia lo que prevalece hoy en la disputa es el nacionalismo sea españolista o catalanista. Tan antidemocrático es plantear la defensa de la constitución monárquica que niega la plurinacionalidad de España tal y como hacen PP-PSOE, como plantear la independencia mediante un simple decreto del parlamento catalán, tal y como defiende ERC. El derecho de autodeterminación que incluye incluso la separación sólo puede realizarse de forma democrática y vinculante, sin trampas.

No es más catalán quien apuesta por la independencia. Decía la presidenta de la Assemblea Nacional de Catalunya, Carme Forcadell (ERC), que quien no votara a los partidos soberanistas, no era catalán. Por esta peligrosa senda incluso los que no compartimos el proyecto independentista y defendemos la República democrática y federal, bien podríamos ser catalogados como «menos catalanes». En este terreno de la confrontación territorial a algunos companys independentistas se les ha ido la pinza tanto como a los lerrouxistas del PP-Cs-UPD-PSOE. Pero yo me quedo con lo que decía el histórico PSUC, el único derecho defendible desde una perspectiva internacionalista como forma de identidad nacional: catalán es todo aquel que vive y trabaja en Catalunya, nada de derechos de sangre ni de sentimientos nacionalistas. Y ya que se establecen grados, más catalán es aquel que con su sudor genera la riqueza de la que vivimos todos, que aquellos que se enriquecen con la explotación y la corrupción, esos sra. Forcadell sí que son los menos catalanes. Fue el PSUC como partido internacionalista quien planteó desde su fundación la identificación de la lucha por la liberación de la clase obrera con la autodeterminación nacional de Catalunya, necesaria para posibilitar la unión voluntaria a España. La cuestión nacional no es un problema de enfrentamiento entre pueblos, sino de clases, y por tanto debe plantearse el derecho de autodeterminación, la solución del carácter plurinacional de España, asumir la realidad multicultural, multilingüe y de mestizaje en Catalunya, tomando como base los derechos de ciudadanía al margen de las procedencias.

La verdadera la libertad nacional de Catalunya y soberanía de los pueblos de España pasa por romper las cadenas con el imperialismo que nos somete al vasallaje político y económico. Todos los trabajadores y pueblos de España tenemos los mismos enemigos, la oligarquía financiera y terrateniente españolas (constituidas también por las burguesías del norte) y el imperialismo. No podemos caer en el falso patriotismo de CIU que identifica los intereses de los trabajadores con los banqueros y grandes empresarios, sean catalanes o europeos, frente a los intereses de los trabajadores andaluces, madrileños o asturianos. Desde una posición de clase a los trabajadores no nos interesa la separación. Los obreros catalanes tenemos más intereses en común con la clase obrera asturiana, aragonesa y andaluza y viceversa que con los Joan Rosell, Patricia Botín, Artur Mas o Mariano Rajoy, representantes económicos y políticos de la oligarquía financiera catalana y española. La unidad de las clases oprimidas contra las órdenes de la Troika y por la ruptura democrática, es imprescindible en esta etapa histórica de lucha contra la crisis y el imperialismo.

Estamos en una crisis del capitalismo de última generación cuya dureza y duración supera a todas las conocidas tras la IIGM. Esta crisis revela la subordinación de los Estados europeos en su papel económico a los intereses del capital. Esta subordinación es la causa de la actual decadencia del parlamento y la democracia representativa a favor del ejecutivo, el retroceso de los partidos políticos frente a la administración del Estado y la burocracia de los expertos, y aumento del autoritarismo de Estado frente a las libertades democráticas. En los países de la UE la crisis económica capitalista se ve atravesada por una crisis política e ideológica por el recorte de las soberanías nacionales, para aplicar las medidas anticrisis que hagan recuperar la tasa general de ganancias del capital y el pago de la deuda privada. Lo hemos visto en Grecia forzando la dimisión de un presidente por convocar una consulta sobre la deuda, lo hemos visto en Italia cambiando el gobierno sin elecciones, y lo hemos vivido en España con la contrarreforma del artículo 135 de la Constitución para subordinar las finanzas públicas al interés de la deuda privada.

La alternativa frente al imperialismo de la Europa de los recortes para construir el socialismo, pasa por defender la IIIª república democrática y federal, antioligárquica, antiimperialista, que realice una ruptura democrática, que democratice todos los aparatos del Estado, que realice una reforma fiscal progresiva y persiga el fraude fiscal para aumentar los recursos públicos, que nacionalice los sectores estratégicos de la economía, que derogue las últimas reformas laborales y de pensiones, que aumente el gasto social público, revierta las privatizaciones y aumente el empleo del sector público ligado a los servicios sociales, acercándonos a niveles de la UE, que reconozca la oficialidad de todas las lenguas a nivel estatal, que defienda una política exterior de paz, que nos saque de la OTAN y desmantele las bases militares yanquis, que se oponga a la Agenda de Lisboa, el Tratado de la UE y el pacto del euro, derogando todas las leyes impuestas por el BCE destinadas a pagar la deuda privada.

Para hacerlo posible la izquierda digna de tal nombre debe bregar por confluir una alianza en Europa que una a la clase obrera del norte y el sur y los países del sur y del este como alternativa a la UE y a las guerras imperialistas. No es un objetivo imposible, Lenin y los bolcheviques hace un siglo en peores circunstancias supieron confluir las luchas contra la guerra imperialista, y unir a la clase obrera del norte, con los campesinos y las naciones oprimidas del sur contra el imperio ruso y el imperialismo en general, en un proyecto antiimperialista y socialista. ¿Tan difícil es para la izquierda política actual de anteponer una posición de clase, internacionalista y antiimperialista a los frentes nacionalistas?

Notas:

  1. El Tribunal Constitucional el 28 de junio de 2010 declaró 14 artículos inconstitucionales: el artículo 6 sobre lengua y nombres cooficiales, el 76 sobre el carácter vinculante de los dictámenes del Consejo de Garantías Estatutarias, el 78 sobre algunas funciones del Síndico de Agravios de Cataluña , el 95.5 sobre el Presidente del Tribunal Superior de Justicia de Cataluña , el 97, 98, 99, 100 y 101 sobre el Consejo de Justicia de Cataluña, el 111 sobre las competencias compartidas entre el Estado y la Generalidad de Cataluña, el 120.2 sobre competencias de la Generalidad en cajas de ahorro, el 126.2 sobre competencia compartida en materia de crédito, banca, seguros y mutualidades no integradas en el sistema de seguridad social y el 206.3 sobre el nivel y cálculo de la participación de Cataluña en el rendimiento de los tributos estatales y mecanismos de nivelación y solidaridad.

  2. http://www.lavanguardia.com/politica/20120913/54349503132/mas-estado-actuar-manifiesta-deslealtad-deficit.html. 13-09-2012.

  3. http://economia.elpais.com/economia/2014/02/27/agencias/1393524945_941564.html. 27-02-2014.

  4. La crisis de 30 años: ¿El fin del capitalismo? Henri Houben. Ed. Asociación Cultural Jaime Lago. 2.012. Págs. 348, 349, 352, 353, 354, 375, 376, 377 y 381.

  5. El profesor Xavier Sala i Martín valora que sólo regresa el 60% de lo aportado al Estado http://paraindependentistacatalan.blogspot.com.es/p/se-expolia-hoy-cataluna-fiscalmente.html.

  6. Las causas del retraso social de Catalunya (y España). Vicenç Navarro. http://www.vnavarro.org/?p=7960. 18-10.2012.

  7. La gran estafa en Catalunya. Parte I. Vicenç Navarro. http://www.vnavarro.org/?p=7996. 25-10-2012.

  8. La Generalitat tiene pleno control de los medios de comunicación públicos (TV3, C33, 3/24) y del apoyo de la mayoría de los privados, La vanguardia, Avui, etc.

  9. Las causas del retraso social de Catalunya (y España). Vicenç Navarro. http://www.vnavarro.org/?p=7960. 18-10.2012.

  10. Las fuentes de ingresos por impuestos son 4, el IRPF que supone el 47,34% de la recaudación en el 2011, el IVA que supone el 35,54%, los impuestos especiales el 13,11% y otros impuestos el 4,11%.

  11. http://rebelion.org/noticia.php?id=186801 3-7-2014.

  12. http://www.lavanguardia.com/politica/20141201/54420419999/fraude-fiscal-en-cataluna-casi-llega-al-25-del-pib-segun-tecnico-hacienda.html. 1-12-2014.

  13. El expolio social del que no se habla. Vicenç Navarro. http://www.vnavarro.org/?p=8198. 5-12-2012.

  14. Las causas del retraso social de Catalunya (y España). Vicenç Navarro. http://www.vnavarro.org/?p=7960. 18-10.2012.

  15. Las causas del retraso social de Catalunya (y España). Vicenç Navarro. http://www.vnavarro.org/?p=7960. 18-10.2012.

  16. Durante el periodo de la crisis 2007-2011, las empresas financieras, industriales y de servicios declararon 851.933 millones de euros de beneficios, por los cuales tributaron 101.421 millones, es decir, un 11,9%. Si hubieran pagado el 28,5%, que es lo que la Agencia Tributaria considera como el tipo nominal medio, el Estado hubiera ingresado 242.801 millones de euros, es decir, 141.380 millones de euros más, unos 35.000 millones de euros más anuales (El expolio social del que no se habla. Vicenç Navarro. http://www.vnavarro.org/?p=8198. 5-12-2012).

  17. Reforma aprobada por el PP-PSOE-CIU, donde el impuesto de sociedades pasó a pesar el 23% de recaudación a sólo el 8%. Significó una pérdida de ingresos al Estado de 19.540 millones de € anuales, que benefició a las rentas del capital y los multimillonarios (La gran estafa en Catalunya. Parte I. Vicenç Navarro. http://www.vnavarro.org/?p=7996. 25-10-2012).

  18. Este recorte supuso dejar de recaudar 2.100 millones de € anuales.

  19. La illusió d´una burguesía nacional. Realitat.

  20. http://www.lasexta.com/programas/el-objetivo/noticias/artur-mas-convocar-consulta-declarar-independencia-saber-que-opinan-catalanes_2014092800135.html

  21. EPA tercer trimestre 2014.

  22. Parados procedentes fundamentalmente de los sectores industriales más afectados por la crisis (construcción, metal, químicas, textil, servicios) y que se concentran en las comarcas del cinturón industrial de Barcelona -Barcelonés, Baix Llobregat, Vallés Occidental y Oriental, Maresme- en Bagés, Segriá, Tarragonés y Baix Camp.

  23. ERC es uno de los partidos que ha tenido simpatizantes del sionismo entre los dirigentes, ya desde los tiempos de Rahola. Carod Rovira también se enfrentó por la política de Israel con Puigcercós y Rosa Bonás, que pidió el cese de las ayudas de España a Israel. Mientras las JERC se manifestaban por aquel entonces a favor de la causa palestina y contra la política racista e imperialista de Israel, ERC no.

  24. La idea de la cadena humana del 11 de septiembre del 2013 se sacó de la «vía báltica hacia la independencia». Una cadena humana anti-URSS que unió a los países bálticos. El resultado es conocido, anticomunismo, neoliberalismo a ultranza, alineamiento con la OTAN, prohibición de derechos civiles a más del 30% de la población autóctona de tales países.

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