Traduccción de Russia Today de Ivana Cardinale
Para sus seguidores, la congresista Ileana Ros-Lehtinen es una dedicada defensora de la democracia. Para sus enemigos, la nueva Presidenta del Comité de Asuntos Exteriores de la Cámara es «una loba feroz».
Una exiliada cubana que llegó a EE.UU. en su niñez luego de la Revolución de Cuba en 1959, Ros-Lehtinen ganó sus asiento en el Congreso hace 20 años en una campaña que se centró en liberar al terrorista cubano Orlando Bosch, responsable de la voladura del avión de Cubana de Aviación en 1976 que asesinó a 73 personas.
«Él está libre en Florida, gracias en gran parte a los esfuerzos de Ileana Ros-Lehtinen», dijo Alex Main, un analista político del Centro de Investigación Económica y Política en Washington, DC.
Según un reporte del Miami Herald en 2005, Ros-Lehtinen y dos de sus colegas de Florida también hicieron lobby en nombre de otro terrorista cubano – Luis Posada Carriles – quien estuvo preso en Panamá por su participación en un plan para asesinar a Fidel Castro.
«Los derechistas más radicales tiene posiciones importantes dentro del partido Republicano y ellos han logrado apoderarse de posiciones estratégicas dentro de la máquina de la política exterior. Ahora podemos imaginar como será con ellos estableciendo las audiencias y la agenda legislativa», añadió Alex Main.
Ros-Lehtinen ha llevado su firme portura a Washington, afirman varios analistas.
«Debemos mantener lazos firmes con nuestros aliados y los enemigos deber ser claramente identificados. Espero que esta administración pueda decir quién es quién», dijo Ros-Lehtinen a la Secretaria de Estado Hillary Clinton el 1 de marzo 2011, como parte de una audiencia titulada «Evaluación de las Prioridades y Necesidades de la Política Exterior de EE.UU. en Medio de Desafíos Económicos». Ros-Lehtinen ha expresado su férreo apoyo para aquellos que ella ve como «aliados», dijo la Dr. Adrienne Pine, profesora de antropología en la Universidad Americana.
‘El director de AIPAC (Comité de Asuntos Públicos Americano Israelí) dijo acerca de Ileana Ros-Lehtinen que él no podía pensar en un caso en el que ella «no haya hecho lo correcto» en relación a Israel», dijo Pine. «Esta es la congresista más sionista que existe actualmente. Ella es alguien que ha apoyado sin reservas a Israel en todos de sus más violentos y genocidas actos».
Para aquellos que ella percibe como enemigos, como China, Rusia y Venezuela, hay palabras duras. Rose-lehtinen una vez llamó a los Juegos Olímpicos de Beijing las «Olimpíadas del Genocidio».
Pero críticos dicen que Ros-Lehtinen tiene un doble rasero sobre los derechos humanos, denunciando a enemigos y dando a sus amigos el pase libre.
«Ella se considera una admiradora del Dalai Lama. Pero no hay consistencia en sus posiciones. Cualquier víctima de dominación colonial necesita apoyo y estímulo si en verdad creemos en la democracia», dijo Pine. «Pero si ese fuese el caso, ella no estaría defendiendo la negligencia al pueblo palestino y la usurpación de la democracia en Honduras»
Ros-Lehtinen viajó a Honduras para expresar su apoyo al dictador Roberto Micheletti en 2009, luego del golpe de estado que derrocó al presidente democráticamente electo Manuel Zelaya.
Ros-Lehtinen también ha tomado una dura postura ante la ONU.
«Creo que es un lugar formado de agresores, dictadores y matones», dijo Ros-Lehtinen a Capitol Hill News Connection poco después de asumir la presidencia del Comité de Asuntos Exteriores del Congreso el 11 de enero 2011.
«Desafortunadamente esta administración, y sus partidarios o facilitadores en el Congreso, han mostrado una exagerada reverencia por la ONU, retardando y condicionando la aprobación de la ONU, según lo demostrado por nuestros vacíos esfuerzos en la obtención de sanciones contra Irán», dijo Ros-Lehtinen a los constituyentes.
Cuando se trata de hacer frente a amenazas comunes, los críticos señalan que líderes de China y Rusia se reúnen con la mano abierta de Obama y el puño cerrado de Ros-Lehtinen.
Robert Naiman, director de Just Foreign Policy dijo que Ros-Lehtinen socava la política de EE.UU. en cierta medida, pero no significativamente. Su influencia es limitada.
Existe un inmenso doble rasero en el Congreso, específicamente sobre el terrorismo, explicó Naiman. Ros-Lehtinen usa sus propias definiciones para apoyar sus propios puntos de vista.
«Mucho de esto es postura,» dijo.
Se trata más de jugar al partidismo político, que afectar en realidad el cambio.