Las autoridades de Burundi han decidido la excarcelación de 780 prisioneros políticos, tal y como propone el plan de paz que puso fin a 12 años de guerra civil que sufrió este país de los Grandes Lagos. S egún la ministra de Justicia, Clotilde Niragira, las 780 personas «se benefician de la decisión del gobierno […]
Las autoridades de Burundi han decidido la excarcelación de 780 prisioneros políticos, tal y como propone el plan de paz que puso fin a 12 años de guerra civil que sufrió este país de los Grandes Lagos. S
egún la ministra de Justicia, Clotilde Niragira, las 780 personas «se benefician de la decisión del gobierno de conceder la libertad provisional a los detenidos considerados prisioneros políticos».
El anuncio de tal decisión no ha sido acogido con agrado por algunos grupos de defensa de los derechos humanos burundeses, que han subrayado que entre las personas encarceladas había también muchos sospechosos de haber participado en 1993 en el asesinato del presidente Melchior Ndadaye, el primer jefe de Estado elegido democráticamente.
Tras su asesinato la nación entró en una espiral de violencia que ha durado 12 años y provocado más de 300.000 muertos.
Una vez liberados, los prisioneros deberán responder ante la Comisión de la verdad y Reconciliación, organismo creado a semejanza del instaurado en la Suráfrica post-apartheid, y que debería comenzar a funcionar lo antes posible. En enero fueron ya excarcelados otros 673 prisioneros políticos.
La Liga «Iteka» -el principal grupo de defensa de los derechos humanos de Burundi- sostiene que deberían ser juzgados y que su liberación podría poner en riesgo el proceso de paz.