El 1 de agosto de 1960, París conservaba aún buena parte de sus posesiones territoriales en África. Diecisiete días después, la gran Francia colonial estaba reducida a rescoldos tras el nacimiento de nada menos que ocho nuevos países en dos semanas, que estos días celebran sus independencias. Era el borboteo que anunciaba el fin de […]
El 1 de agosto de 1960, París conservaba aún buena parte de sus posesiones territoriales en África. Diecisiete días después, la gran Francia colonial estaba reducida a rescoldos tras el nacimiento de nada menos que ocho nuevos países en dos semanas, que estos días celebran sus independencias. Era el borboteo que anunciaba el fin de una época… ¿o no? GuinGuinBali inicia una serie de tres capítulos en la que se aproxima a las espinosas relaciones entre Francia y sus ex colonias en los últimos cincuenta años. ¿Es África realmente libre?
El pasado 14 de julio se celebró la fiesta nacional francesa en París. Allí, bajo una lluvia persistente e invitados por el presidente Nicolas Sarkozy, desfilaron este año las tropas de 13 países africanos para recordar que en 2010 se cumplen 50 años de sus independencias. La sorprendente imagen que dio la vuelta al mundo, y que ha indignado a media África, fue la de todos estos líderes africanos junto al presidente francés. Como decía recientemente Alain Pierre, «aquellos que fueron expoliados festejándolo en casa del intruso».
El joven senegalés Ndiawar Seck, líder del grupo musical Chapa Choly, tiene su propia opinión al respecto.»Allí estaban casi todos junto al presidente de Francia. Había criminales, asesinos y corruptos», asegura. Entre otros se encontraban Idriss Déby (Chad, 20 años en el poder en un país sumido en la guerra y la corrupción), Blaise Compaoré (Burkina Faso, 23 años como presidente tras asesinar a su antecesor), Paul Biya (Camerún, 18 años como presidente), Faure Gnassibngbé (Togo, 5 años en el poder, pero sumados a los 25 que estuvo su padre suman 30) y Abdoulaye Wade (Senegal, 10 años en el poder, ya prepara el relevo para su hijo Karim).
Pero lo que más ofende y molesta a Seck, igual que a muchos jóvenes, es esa imagen de sumisión de los líderes africanos que, a su juicio, no representan al continente. «África no necesita ayuda, sino libertad; no necesita cooperantes, sino presidentes que crean en África», dijo Seck.»¿Por qué vamos a olvidar el pasado colonial, si lo que vivieron nuestros abuelos lo estamos viviendo ahora, pero de otra manera? Podemos perdonar, pero no olvidar», añade.
El 1 de agosto de 1960, Francia aún conservaba buena parte de sus colonias en África. Sólo 17 días después, las había perdido casi todas. De aquellas dos semanas que sacudieron a este continente se cumplen ahora cincuenta años. En esas dos semanas, nada menos que ocho colonias se declararon independientes de París para alumbrar ocho nuevos países: Benín, Níger, Burkina Faso, Costa de Marfil, Chad, República Centroafricana, República del Congo y Gabón.
Las colonias que quedaban, cayeron en los meses siguientes. Ahora bien, la pregunta que se hacen todos, la pregunta que se hacen Alain Pierre, Ndiawar Seck y tantos otros, es: ¿realmente lograron su independencia? Y la respuesta no está clara en absoluto. «No se puede hablar de independencias si hoy nuestros jóvenes tienen están muriendo en el fondo del mar para llegar a Europa», remata Seck.
Hay infinidad de datos que revelan que Francia sigue ejerciendo un peso y una influencia decisiva en la mayor parte de sus ex teritorios de ultramar, algo que no ocurre con otras ex potencias coloniales. Sólo el hecho de que en estos países se siga funcionando con una moneda, el franco CFA, cuyas reservas se guardan en París nos da una idea de cómo funcionan las cosas. Esta moneda, que nació como Franco de las Colonias Francesas en 1945, sigue existiendo y ha llegado hasta nuestros días en 14 países africanos (12 ex colonias francesas más Guinea Ecuatorial y Guinea Bissau).
En la actualidad, mantiene un tipo de cambio fijo respecto al euro, moneda a la que está fijada porque antes lo estaba al franco francés. Es el Tesoro francés quien garantiza su convertibilidad y donde se guarda el 65% de sus reservas. Como contrapartida, las autoridades francesas participan en la definición de la política monetaria de las dos zonas de Francia (Oeste y Centro) donde rige el franco CFA. ¿Es esto independencia?
Este control económico no es sino la cara más visible de algo que se ha venido denominando la Françafrique, traducido al español como Franciáfrica. Este término fue acuñado por el primer presidente de Costa de Marfil, Félix Houphouët-Boigny, en 1955 para referirse a la privilegiada relación entre Francia y sus todavía colonias. En su discurso, tenía un sentido positivo.
Sin embargo, el fundador de la ONG francesa Survie, François-Xavier Verschave, dio a este término un sentido completamente distinto en su libro La Françafrique, el escándalo más grande la República (Stock, 1998), en el que definía a la Franciáfrica como «la criminalidad secreta que existe en las altas esferas de la economía y la política francesas, donde una especie de República subterránea se esconde de la vista».
Fuente: http://www.guinguinbali.com/index.php?lang=es&mod=specials&task=view_special_new&cat=3&id=739