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Sobre Libia

Informe anti-imperialista

Fuentes: Uruknet

Traducción Susana Merino

El 9 de julio participé en una manifestación frente a la Casa Blanca cuyo lema era «Paren de bombardear a Libia». La última vez que había participado en una protesta contra los bombardeos usamericanos a un país extranjero, que la Casa Blanca, como ahora, estaba vendiendo como una «Intervención humanitaria» fue en1999 durante el bombardeo de 78 días a Serbia. En aquel momento fui a un par de esas manifestaciones y en ambas fui virtualmente el único usamericano que asistía. El resto, una docena tal vez, eran casi todos serbios. La «intervención humanitaria» es un instrumento de venta del imperialismo, especialmente para el mercado usamericano. Los estadounidenses están desesperados por renovar su gran fe en que EE.UU .significa bueno y en que todavía son «los buenos muchachos» En esta oportunidad unas cien personas participaban de la protesta, no sé si alguna era libia, pero había un nuevo componente – casi la mitad de los participantes eran negros, con carteles que decían » Paren de bombardear Africa» Había también otro nuevo elemento -en frente nuestro del otro lado de la avenida Pennsylvania, unos cien metros más lejos – había gente que apoyaba el bombardeo a Libia. Había gran cantidad de libios, probablemente habitantes de la zona, que vivaban solamente a los EE.UU. y a la OTAN. Sus argumentos planteaban que Gadafi era tan malo que era preferible soportar cualquier cosa con tal de que se fuera, incluyendo el bombardeo diario a su país, que ahora supera los 78 días serbios. Por supuesto crucé la avenida y discutí con algunos de ellos. Comencé diciéndoles «odio al hombre que está allí (señalándoles la Casa Blanca) tanto como ustedes odian a Gadafi. ¿Ustedes creen que por eso yo apoyaría el bombardeo de Washington? ¿La destrucción de sus hermosos monumentos y de sus edificios así como la matanza del pueblo?. Ninguno de los libios intentó contestarme. Solo repetían su cantinela anti Gadafi. «Usted no entiende. Tenemos que echarlo. Es brutal» (Ver el video de la CNN del 1 de julio en Tripoli en que se indica que el punto de vista de esos libios no está generalizado en Libia). «Pero ustedes obtuvieron educación y servicios médicos» les señalé. Mucho más de lo que tenemos aquí. Y Libia tiene el más alto nivel de vida de toda la región, por lo menos hasta antes de los bombardeos de la OTAN y los EE-UU. Si Gadafi es brutal ¿qué piensan ustedes de los otros líderes de la región que Washington apoya desde hace mucho tiempo? Uno replicó que también había habido libertad de educación bajo el rey, que Gadafi había destronado. Soy algo excéptico en eso pero no sé si eso era así de modo que le repliqué: «¿A si? Gadafi por lo menos no eliminó la educación gratuita como lo hicieron los gobernantes ingleses en estos últimos años» Pronto apareció un oficial de policía y me hizo volver a mi sitio anterior. Estoy seguro de que si le hubiera pedido una explicación, el oficial se habría justificado diciendo que solo trataba de prevenir que estallara la violencia. Pero no había ningún peligro de que eso sucediera; otro ejemplo de la mentalidad de la policía estatal usamericana – el orden y el control están antes que las libertades civiles, antes que cualquier otra cosa. Muchos usamericanos escuchando mi conversación con los libios habrían intercalado algo así como: «No importa cuanto odie usted al presidente usted puede cambiarlo a través de una elección. Los libios no pueden hacerlo» Y yo les hubiera respondido: «Bien yo tengo la libertad de reemplazar a George W. Bush por Barack Obama. Oh! Que alegría, mientras nuestras elecciones se hallen mayormente definidas por el dinero, nada puede cambiar significativamente»

Postdata: en medio de la tristeza y el horror que rodea a la masacre noruega, no debemos perder de vista el hecho de que la «pacífica pequeña Noruega» participó en el bombardeo a Yugoslavia en 1999; con tropas en Irak; con tropas en Afganistán y ha proporcionado aviones a la OTAN para bombardear Libia. Los adolescentes de esos países que perdieron sus vidas a causa de las mortales máquinas de los EE.UU./OTAN querían llegar a ser adultos igual que los adolescentes noruegos. Aún condenando totalmente el «extremismo» como lo hacen Noruega y el resto del mundo debemos preguntarnos si esa conducta del gobierno noruego, tanto como las de los EE.UU. y de la OTAN no son «extremistas».