El ex presidente de Burkina Faso y 31 ex funcionarios de su gobierno deben ser juzgados desde hoy tras posponerse dos veces el juicio esta semana. Los cargos son por la represión del levantamiento popular de octubre de 2014 durante la que veinticuatro ciudadanos fueron asesinado en las calles de la capital Uagadugú. Blaise Campaoré llegó […]
El ex presidente de Burkina Faso y 31 ex funcionarios de su gobierno deben ser juzgados desde hoy tras posponerse dos veces el juicio esta semana. Los cargos son por la represión del levantamiento popular de octubre de 2014 durante la que veinticuatro ciudadanos fueron asesinado en las calles de la capital Uagadugú. Blaise Campaoré llegó a la presidencia de Burkina Faso en 1987 tras un golpe de Estado contra el gobierno popular de Thomas Sankara. Tras gobernar durante casi 40 años el malestar social y las internas en su propio partido Congreso por la Democracia y el Progreso (CDP) se generaron revueltas, enfrentamientos y la toma del parlamento en Octubre del 2014.
Los enfrentamientos culminaron con la destitución de Campaoré, 24 muertos por balas de plomo y asfixia por gases lacrimógenos y más de 600 heridos por balas de plomo.
Apenas dos meses después el presiente interino Michel Kafando ordenó investigar la represión e iniciar el reconocimiento de los restos del expresidente Sankara, así como las causas de su muerte y los responsables. Estas medidas le valieron un nuevo golpe de estado comandado por Gilbert Dienderé, ex mano derecha de Blaise Campaoré y uno de los hombres con mayor poder en el país tras haber dirigido durante más de 30 años los servicios de inteligencia. Al mismo se lo acusa de ser uno de los responsables del Golpe de Estado y el asesinato de Thomas Sankara, no casualmente se interrumpió el análisis de ADN y la investigación para averiguar las causas de su muerte, hasta hoy registrada como una muerte «por causas naturales» aún con el testimonio de un testigo que aseguró que Sankara y los oficiales que lo acompañaban fueron acribillados a balazos.
La investigación por el golpe de estado del 87 y el asesinato de Sankara fueron interrumpidos y la causa por la represión en Octubre del 2014 dilatada.
Este mes, después de dos años con la causa paralizada, el Tribunal Supremo para la represión de las protestas anunció la continuidad de los juicios por la represión con 31 ministros en el banquillo. Si bien Campaoré se encuentra exiliado en Costa de Marfil (uno de los auspiciantes de su gobierno junto con Francia) sus abogados asistieron al juicio, donde no se les permitió ingresar ante la ausencia del ex presidente. En las calles del tribunal cientos de burkineses protestaban contra la complicidad de una justicia viciada con el actual gobierno, del mismo partido de Blaise Campaoré y con varios de los acusados cumpliendo funciones ministeriales actualmente. La primera de dos audiencias realizadas fue levantada en pocos minutos y la segunda duró apenas dos horas.
En 1984 el gobierno de Thomas Sankara renombró el país (hasta entonces Alto Volta) a Burkina Faso, cuyo significado es «el país de los hombres íntegros». Poco queda de esa integridad que llevó al país africano a la reforma agraria, el rechazo de la deuda externa y la organización anticolonialista en el continente. En octubre de este año se cumplirán 40 años de gobiernos patrocinados por Francia y signados por la corrupción, la violencia y el hambre. La muerte de Thomas Sankara sigue sin resolverse y no hay expectativas de justicia para los familiares de heridos y asesinados en 2014.
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