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Irán: vetado para Estados Unidos

Fuentes: La Nueva España

Un país aislado -aparentemente- y rodeado de vecinos nada afines -también en apariencia- pero que al mismo tiempo, es toda una fortaleza y un hueso muy duro de roer para la pretensión e idea expansionista estadounidense quién continuamente va de amenaza en amenaza. Irán no es un país árabe, pero sí musulmán y, por ello, […]

Un país aislado -aparentemente- y rodeado de vecinos nada afines -también en apariencia- pero que al mismo tiempo, es toda una fortaleza y un hueso muy duro de roer para la pretensión e idea expansionista estadounidense quién continuamente va de amenaza en amenaza. Irán no es un país árabe, pero sí musulmán y, por ello, y por estar en el saco de los amenazados y hostigados, los intereses y lazos con algunos países árabes de la zona se refuerzan aunque solo sea por tener el mismo enemigo común.

Irán posee las segundas reservas mundiales de petróleo -el 11,4%- detrás de Arabia Saudí, y las segundas, también, de gas natural -el 15,2%- detrás de la Federación Rusa, lo que equivale a que junto con estos dos países encabeza las reservas mundiales de petróleo más gas natural, y que representan el 57% del consumo mundial de energía.

Estamos ante un país, que lo es, sin grandes problemas internos, pero sobre todo, sin dependencia exterior. Con 1.648.000 Km cuadrados, una capital Teherán, con más de siete millones de habitantes y cerca de 70 millones para el conjunto iraní. Es un pueblo con identidad propia, sentido nacional y una gran tradición cultural y no se le ven trabas para su desarrollo y despegue.

En estas condiciones, con todos estos recursos y su situación estratégica a Irán le sobran «países amigos» aunque le bastaría con uno solo, China, que con su potencial importador y exportador y su escasez de recursos energéticos, no es de extrañar que tengan proyectos técnicos y económicos por docenas y lo mismo podemos decir de Japón, más deficitario aún de energía.

En el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, China, es uno de los cinco países con derecho a veto y está claro que Estados Unidos no podrá sacar ninguna resolución adelante incordiando y limitando a Irán en el desarrollo e investigación en el campo de lo nuclear, diga lo que diga la Agencia Internacional de la Energía Atómica que dirige Mohamed El-Baradei -colaborador de la tragedia del vecino Iraq- y, sin olvidar los intereses de países nada sobrados de energía como Francia y el Reino Unido, también con derecho a veto.

Soluciones al estilo y modelo iraquí, afgano o similares, serían un suicidio para Estados Unidos y una hecatombe para todos los demás países. Estamos hablando de un país con una orografía muy complicada, lleno de cordilleras que van de los dos mil a más de cinco mil metros de altitud y de una extensión y de una población considerable. Hace unas semanas, Irán respondió a las amenazas de Israel con firmeza y advirtiéndole que ni se le ocurriera cualquier intento de agresión. No se entiende y no es razonable el juego estadounidense de amenazas y tensiones innecesarias que calientan, más aún, toda la zona y al resto del mundo. Cada país tiene bastante con intentar resolver sus propios problemas y con ayudar a los demás, en lo que pueda, pero no a inmiscuirse y, menos, a imponerse por la fuerza bruta de las armas, como está sucediendo.

Miguel Ángel Llana, ingeniero y diplomado en Empresariales, comentarista de asuntos de Oriente Medio.