«Irregularidades menores». Así ha valorado la Comisión Electoral Nacional Independiente (CENI) los hechos que dificultaron en algunos puntos el proceso electoral congoleño. La Mayoría Presidencial (MP) cree que la votación en general fue bien, mientras que la oposición se muestra escéptica y opina que la CENI «desgraciadamente» ha fallado. Las irregularidades que empañaron la celebración […]
«Irregularidades menores». Así ha valorado la Comisión Electoral Nacional Independiente (CENI) los hechos que dificultaron en algunos puntos el proceso electoral congoleño. La Mayoría Presidencial (MP) cree que la votación en general fue bien, mientras que la oposición se muestra escéptica y opina que la CENI «desgraciadamente» ha fallado.
Las irregularidades que empañaron la celebración de las elecciones presidenciales y legislativas del 28 de noviembre fueron menores, dijo el portavoz de la Comisión Electoral Nacional Independiente (CENI), Matthieu Mpita, ayer tras el cierre de la votación en la mayoría de las oficinas. Mpita anunció que la CENI organizaría en cuestión de horas la votación en las oficinas donde el material electoral no se había desplegado.
Preguntado por los medios, Mpita afirmó que las irregularidades denunciadas son menores y no ponen en peligro la credibilidad de los resultados de las encuestas. El portavoz lamentó la quema de algunos centros de votación y vehículos de transporte de las papeletas.
El lunes, 28 de noviembre, la ciudadanía congoleña acudió a las urnas para elegir a su Presidente y a 500 hombres y mujeres representantes en la Asamblea Nacional. Unas votaciones manchadas por violencia e irregularidades. En Mbandaka, capital de Equateur, algunos votantes arrojaron piedras a los agentes de la CENI después de que el Gobernador de la provincia emitiera su voto sólo en la oficina, sin la presencia de personas que ejercieran como testigos ni observadores.
En Lubumbashi, capital de Katanga, un grupo prendió fuego a un camión que contenía las papeletas de votación. Durante una hora se oyeron disparos en la ciudad. La agitación fue muy notable en las ciudades de Kenia, Ruashi y Katuba.
En Mbuji-Mayi, la población ha atacado a las más de una persona, a las que encontraron con boleta marcada a favor de un candidato presidencial. En algunos centros de votación, los electores han denunciado la falta de boletas presidenciales. Una iglesia fue incendiada por votantes que sospechaban que su pastor guardaba papeletas.
En Kananga, Kasai Occidental, un observador sospechoso de hacer trampa fue atacado por los votantes. Algunos colegios electorales ardieron en el fuego encendido por la ciudadanía enfadada por tener que esperar demasiado tiempo para ejercer su deber cívico.
En Kinshasa, la capital de la República Democrática del Congo, hubo bastantes problemas para encontrar los nombres en las listas de votantes. Los kits electorales tardaron más de la cuenta en ser desplegados en los barrios del este de Kinshasa, obligando a la ciudadanía a votar hasta altas horas de la noche. Asimismo, se informó de enfrentamientos entre la policía y votantes que querían asistir al recuento, aunque no está contemplado en la ley, especialmente en los municipios de Bandalungwa, Kalamu y Barumbu.
Después de las elecciones presidenciales y legislativas, políticos, analistas políticos y observadores han comentado la celebración de elecciones. Durante el Diálogo de difusión del Congo (CED), los miembros de la Mayoría Presidencial (MP) cree que la votación en general fue bien, mientras que la oposición se muestra escéptica y opina que la CENI «desgraciadamente» ha fallado. Parte de la población civil opina que las «irregularidades» fueron premeditadas.
Fuente: http://www.congordvisible.org/actualidad/articulo.php?id=actualidad&uuid=234