Recomiendo:
0

Jessica Hernández: víctima del «gatillo fácil» de la policía estadounidense

Fuentes: La Izquierda Diario

Jessica, «Jessie», tenía 17 años y era lesbiana. Fue ejecutada el 26 de enero pasado por policías mientras conducía un automóvil en compañía de otros jóvenes, en un suburbio de Denver, Colorado.

Su caso recuerda los casos de Mike Brown y Eric Garner, asesinados también por las fuerzas represivas en Nueva York. Recordemos que estos casos dieron lugar a un importante movimiento contra la brutalidad policial y el racismo.

Según declaraciones de la policía, el automóvil que conducía Jessica era robado y la joven «les tiró el auto encima». Sin embargo, uno de los jóvenes que iba con Jessica aseguró que la policía disparó e hirió gravemente a Jessica, quien quedó inconsciente y perdió el control del auto.

Sus familiares y amigos exigieron que se realice una investigación sobre el hecho y realizaron una manifestación cerca del callejón donde Jessica fue asesinada.

Para la policía estadounidense ser joven, afroamericano, latino o migrante de cualquier rincón del mundo es delito. Su verdadera tarea es la defensa incondicional de las empresas, los bancos y el gobierno, a punta pistola contra los sectores populares.

El caso de Jessica se suma a otros 115 asesinatos perpetrados por la policía acaecidos desde el primero de enero de este año, según datos del sitio Killed by police.net, que también informó que en 2014 la cifra llegó a 1.102 casos.

La impunidad de las fuerzas represivas estadounidenses se acentúa. Es la forma que tiene el gobierno de Obama para intentar frenar el descontento social, que se empieza a expresar tanto en las movilizaciones contra el racismo y la brutalidad policial como en las de los migrantes y las de los trabajadores de Wal-Mart realizadas durante el año pasado.

A esto se suma el racismo que se evidencia en estas acciones, el mito reaccionario de la superioridad racial de los «blancos» nacidos en Estados Unidos, que es utilizado por el imperialismo estadounidense para mantener divididos a los sectores populares entre blancos, afroamericanos, latinos, y cada una de las nacionalidades de los migrantes.

Es necesario que la rabia y la indignación que estallaron ante los brutales asesinatos de Eric Garner y Mike Brown, y que se expresaron en múltiples movilizaciones se unan a la lucha de justicia para Jessica Hernández.

Sólo la unidad de afroamericanos, latinos, blancos y migrantes en general dará fuerza a los trabajadores y los sectores populares estadounidenses para poder luchar por sus derechos laborales, sindicales, sociales y políticos.

Fuente: http://www.laizquierdadiario.com/Jessica-Hernandez-victima-del-gatillo-facil-de-la-policia-estadounidense