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Sudán del Sur

John Garang, la guerra como origen y destino

Fuentes: Guin Guin Bali

John Garang no fue sólo líder del Movimiento de Liberación del Pueblo de Sudán, no fue sólo un líder rebelde más, fue un astuto militar y político capaz de llevar la paz definitiva a Sudán en 2005, poniendo fin al conflicto civil más largo de África. A lo largo de su vida tuvo que sortear […]

John Garang no fue sólo líder del Movimiento de Liberación del Pueblo de Sudán, no fue sólo un líder rebelde más, fue un astuto militar y político capaz de llevar la paz definitiva a Sudán en 2005, poniendo fin al conflicto civil más largo de África. A lo largo de su vida tuvo que sortear todo tipo de obstáculos para alcanzar un sueño que, finalmente, no tardó mucho en desvanecerse.

John Garang de Mabior nació en un pequeño poblado conocido como Buk, en el estado de Jonglei, actual Sudán del Sur, un 23 de Junio de 1945, a pocos meses de que finalizara la II Guerra Mundial. Parece ser que su destino estuvo sellado desde su nacimiento, ya que casi toda su vida estuvo marcada por un mal sudanés: la guerra. Miembro de la etnia mayoritaria dinka, que abarca el 11% de la población total de Sudán del Sur, creció en una familia cristiana donde él fue el sexto de diez hijos. Sin embargo a los diez años se quedó huérfano por lo que un familiar tuvo que hacerse cargo de él. Gracias a esta ayuda pudo ir al colegio en las localidades de Wau y Rumbek.

Trató desde muy joven unirse a la rebelión que se había levantado en armas en 1956 contra el norte de Sudán para luchar por la dignidad y la justicia de su pueblo, pero dada su juventud le incitaron a que siguiera con sus estudios. La guerra en Sudán se recrudeció y por ello Garang tuvo que completar sus estudios de secundaria en Tanzania. Además fue en este país donde comenzó sus estudios superiores, en la universidad de Dar es Salaam, donde coincidió con el futuro presidente de Uganda, Yoweri Musevini. Aunque muchos han insistido, al parecer su amistad no se fraguó en aquellas aulas, sino años más tarde.

Poco tiempo después y gracias a sus habilidades, logró seguir sus estudios en el Grinnel College de Iowa, en Estados Unidos, especializándose en ciencias económicas. A pesar de que le ofrecieron nuevas plazas en otras instituciones estadounidenses, el futuro líder sursudanés optó por volver a Tanzania donde siguió ampliando sus conocimientos sobre agricultura y economía de África Oriental.

LA LUCHA POR LA LIBERTAD

Pero en 1970 decidió volver a Sudán y hacer frente al norte. De esta forma se alistó en el ejército rebelde sursudanés Anya Nya, en el que ya se alistó con 17 años por poco tiempo. Pero su lucha no duró mucho ya que en 1972 ambas partes firmaban la paz en la vecina Addis Abeba. Dadas las circunstancias de paz la facción rebelde fue absorbida por el ejército regular sudanés y con ellos también Garang. Sus habilidades pronto le granjearon una nueva oportunidad e inesperadamente volvió a los Estados Unidos para completar un curso en la Academia Militar Americana donde se graduó con todos los honores. Pero su vida no fue todo lucha y ejército y en 1976 se casó con Rebecca Nyandeng con la que tuvo siete hijos.

De nuevo volvió a su país en 1982, a un año de que se acabara la paz. Fue entonces, en 1983 cuando el presidente de Sudán proclamaba la república islámica e imponía la Sharía como ley fundamental de todo el territorio y abolía cualquier tipo de gobierno autónomo en el sur. Fue precisamente en este momento cuando Garang va a emerger como líder indiscutible de las facciones sur-sudanesas. El 16 de mayo un grupo de oficiales armados se amotinaba en contra del gobierno de Jartum y Garang era enviado para apagar los fuegos rebeldes. Sin embargo Garang cambió de bando, poniéndose al frente de la rebelión. De esta manera nacía el Ejército/Movimiento de Liberación del Pueblo de Sudán (SPLA/M en sus siglas en inglés) que haría frente a Jartum hasta 2005.

Las luchas se sucedieron durante todos ese tiempo por la dignidad y la libertad del sur, pero Garang no buscaba, en principio, la independencia. El líder de la revuelta defendía un Sudán unido, un sistema donde todos los pueblos tuvieran los mismos derechos, basado en el respeto y, fundamentalmente, la libertad religiosa. Por este sueño, al parecer, mereció la pena luchar más de 22 años.

PAZ Y DESGRACIA

No fue hasta el 9 de Julio de 2005 cuando se firmó la paz definitiva entre el norte y el sur en la localidad keniata de Naivasha. Garang se convirtió en Presidente de la región autónoma de Sudán del Sur y en vicepresidente del gobierno de Jartum. El presidente de Sudán, Omar Hassan al-Bashir, se comprometía a respetar la autonomía de Sudán del Sur y concedía el derecho de autodeterminación a través de un referéndum en el que el 98,83% de los sursudaneses apoyó en 2011. Sin embargo, John Garang no llegaría a ver un Sudán independiente.

Tan sólo unos días más tarde, el 30 de Julio de 2005, Garang moría víctima de un supuesto accidente de helicóptero. Los hechos se sucedieron rápidamente: Garang había estado visitando a su amigo y aliado Yoweri Musevini en Uganda, visita de la que no había informado al gobierno de su país. A la vuelta de la visita el helicóptero se estrelló en una zona entre las fronteras de Uganda, Sudán y Kenia debido, según las autoridades, al mal tiempo y a errores de pilotaje.

Su muerte trajo consigo una serie de tumultos en Sudán del Sur ya que muchos no creían la versión oficial y llevaron al máximo cargo al actual presidente del país, Salva Kiir. Nunca se esclareció la muerte del líder sur-sudanés, a pesar de que algunas voces, como la de su mujer Rebecca, o el presidente Ugandés, Musevini, declararon la intencionalidad en la muerte del héroe de Sudán del Sur. Los culpables del accidente parecen ser la lluvia y los errores, pero los sospechosos de poner la intención parecen estar, dicen algunos, en Jartum que veían con miedo el ascenso de un profeta que acaparaba toda la atención y que era portador de un futuro prometedor y renovado. Otros sospechosos, dicen, se encontraban en las filas del propio Garang, porque la idea de unidad en Sudán que el presidente defendía, podía ser considerado toda una traición.

Nada está claro y eso es seguro. Pero más allá de su muerte, el héroe de Sudán fue capaz de unir a dos pueblos enfrentados durante 50 años y en los acuerdos de Naivasha concibió un proyecto común y desconocido: la paz definitiva. Al final John Garang pudo ser testigo de cómo su sueño daba los primeros pasos pero nunca vio, afortunadamente, como se truncaba,

Fuente: http://www.guinguinbali.com/index.php?lang=es&mod=news&task=view_news&cat=2&id=4047