El 28 de mayo fue detenido en la capital de Ruanda, Kigali, el jurista estadounidense Peter Erlinder. El letrado es miembro del equipo de abogados que había llegado a Ruanda para defender a Victoire Ingabiré, candidata a las próximas elecciones presidenciales de agosto, y que fue encarcelada el 21 de abril. El presidente ruandés Paul […]
El 28 de mayo fue detenido en la capital de Ruanda, Kigali, el jurista estadounidense Peter Erlinder. El letrado es miembro del equipo de abogados que había llegado a Ruanda para defender a Victoire Ingabiré, candidata a las próximas elecciones presidenciales de agosto, y que fue encarcelada el 21 de abril. El presidente ruandés Paul Kagame, del Frente Popular Revolucionario (FRP) tomó el poder por la fuerza en 1994, tras el genocidio contra la minoría tutsi ocurrido ese mismo año. Ahora Kagame señala que tanto Erlinder como Ingabiré fueron detenidos por «negar el genocidio», un supuesto delito tipificado en la Ley de la Ideología del Genocidio, aprobada por su Gobierno hace tres años. Según Amnistía Internacional (AI), esta ley es muy ambigua y no exige estar relacionado con el genocidio para ser acusado. En agosto de 2009, según AI, esta ley sirvió para acusar a 912 personas, de las cuales 556 están en prisión y otras 356 están a la espera de juicio. Incluso, en algunos casos, las condenas han sido emitidas simplemente por referirse al genocidio de 1994 como «guerra civil». Todas las organizaciones de derechos humanos coinciden en que todas estas detenciones tienen una motivación política.
Acusado de asesinatos
Para Ingabiré y otros encarcelados, incluyendo algunos locutores de la emisora británica BBC, el ‘delito’ de «negacionismo» no se cometió por cuestionar el genocidio contra la minoría tutsi de 1994, sino por afirmar que también hubo otro genocidio contra los hutus. La matanza contra los hutus ha quedado demostrada por infinidad de testimonios e investigaciones como la de la Audiencia Nacional española, que emitió en su momento más de 40 órdenes de arresto internacionales contra militares del régimen actual ruandés por crímenes de terrorismo, de lesa humanidad y genocidio.
Paul Kagame y su partido, el FNR, están siendo asesorados en la actualidad por el ex primer ministro británico Tony Blair. Kagame está acusado de crímenes de terrorismo y genocidio por la matanza de 1994. Además varias investigaciones lo implican también en el asesinato de cuatro presidentes africanos, entre ellos el congoleño Laurent Kabila, según declaraciones de uno de los implicados en el asesinato de Kabila en 2001 en la Audiencia Nacional.
Nueve años después de hacerse con el Gobierno por la fuerza, Kagame celebró las elecciones presidenciales de 2003, en las que el FPR saldría ganador con un 95% de los votos. Los comicios fueron calificados como fraudulentos por los observadores de la UE.
En 2008 tuvieron lugar elecciones legislativas donde no se presentó ningún partido de la oposición. El riesgo de cárcel para cualquiera que criticase al régimen era tan alto que ningún grupo osó estar presente como candidato opositor. Los que hicieron las veces de partidos opositores eran partidos satélites del propio FPR. Las segundas elecciones presidenciales se celebrarán en agosto de 2010 y ya la Unión Europea ha dicho que no piensa enviar observadores. Pero esta vez desde el exilio europeo, se han constituido tres partidos de verdadera oposición que esperan poder presentarse: la coalición FDU-Inkingi, liderada por Victoire Ingabiré; el Democratic Green Party of Rwanda, y el Parti Social – Imberakuri, estos dos últimos liderados por tutsis disidentes del oficialista FPR.
El apoyo de Estados Unidos y sus aliados, así como del FMI, al actual régimen ruandés del FPR ha sido una constante durante estos últimos 15 años mediante préstamos de grandes sumas de dinero. Parte de ese dinero fue destinado a campañas de propaganda en las cadenas de medios de comunicación más influyentes del mundo para tratar de bloquear los tribunales de justicia internacionales que han intentado investigar sobre las masacres del FPR en la República Democrática del Congo y Ruanda, o el saqueo de minerales en el Congo (coltán, diamantes, oro, casiterita, etc), por grupos dirigidos desde Ruanda. Todo esto ha sido denunciado en los artículos del abogado Peter Erlinder, detenido ahora por el Gobierno de Ruanda.
Órdenes de captura
Estas campañas de relaciones públicas han conseguido que no se ejecuten las órdenes de búsqueda y captura contra ninguno de los 40 acusados por terrorismo, genocidio y otros crímenes. Aunque en la actual Ruanda están protegidos, ha habido posibilidades de detener a alguno de ellos cuando han salido fuera del país. Por ejemplo el general ruandés James Kabarebe, quien fuera máximo responsable del ejército congoleño en el año 2000. Este general, a quien la justicia española pide su extradicción, fue detenido y conducido a prisión hace más de un año en Sudáfrica, tras una visita de negocios realizada a ese país. Sin embargo, al poco tiempo el Gobierno sudafricano lo liberaría por presiones al más alto nivel. Otro general ruandés que podría ser extraditado es Kayumba Nyamwasa, responsable de masacres y del asesinato del misionero catalán Joaquín Vallmajo y de tres cooperantes de Médicos del Mundo (Flors Sirera, Luis Valtueña y Manuel Madrazo), todos testigos molestos de masacres cometidas en la zona. Nyamwasa después de romper con el FPR se refugió en Sudáfrica donde ha pedido asilo político. Su extradición es solicitada tanto por la justicia española como por la francesa.
¿Por qué EE UU y sus aliados están tan empeñados en apuntalar a un régimen impopular que nunca ganaría unas elecciones democráticas y que además está acusado de crímenes de todo tipo? La respuesta habría que buscarla en la importancia vital que estos países dan al régimen ruandés en el mantenimiento de la «estabilidad en la zona», es decir, en el control de los minerales y materias primas del centro de África, especialmente los de la República Democrática del Congo. Unas elecciones democráticas en Ruanda darían con bastante probabilidad una victoria de Ingabiri, lo que supondría un paso importante para la paz en la zona, pero también un futuro incierto en el control de los recursos mineros del Congo por parte de multinacionales y países que les apoyan. Mientras tanto, el presidente ruandés Paul Kagame acaba de ser nominado por la Unión Europea como futuro embajador de los Objetivos del Milenio, junto al presidente español, José Luis Rodríguez Zapatero.
UN ABOGADO INCÓMODO
Uno de los descubrimientos del defensor de los Derechos Humanos y abogado norteamericano, P. Erlinder, fue la existencia de un memorandum interno del Secretario de Estado norteamericano Warren Christopher, de septiembre de 1994, en el que se informaba de las conclusiones de un equipo de la ONU enviado a Ruanda por aquella fecha. En el memorandum, se concluía que el FPR, actualmente en el poder en Ruanda, estaba realizando masacres a un ritmo de 10.000 hutus o más al mes. Señalaba el informe que el objetivo de esta campaña de limpieza étnica sería la de habilitar ciertas aéreas del sur de Ruanda para la población tutsi.
Fuente: http://www.diagonalperiodico.net/Kagame-prepara-su-reeleccion-entre.html