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Por qué puede ser que Bush sea mejor para los árabes

Kerry es la misma visión y sustancia, sólo un estilo diferente

Fuentes: mediamonitors

Traducido para Rebelión por Germán Leyens

«El objetivo debe ser estar atento. La atención debe concentrarse en el cambio de la política extranjera de EE.UU. que ha tenido impacto en cada uno de nosotros en este país y en nuestras familias en el exterior. Otros cuatro de años de Bush y de su habilidad para perder el apoyo de los aliados obligarán a los que toman decisiones en Washington a modificar una catastrófica política extranjera. La victoria de Kerry sólo prolongaría los dolores de la política externa porque podría conquistar amigos para apoyar la injusticia.»

En un par de semanas, tendremos un presidente John Kerry o la reelección del presidente George W. Bush. Actualmente existen masivas iniciativas de registro de votantes entre árabes-estadounidenses porque muchos quieren votar para que se vaya Bush. Comprendo los sentimientos de cólera y profunda traición debidos a la retórica del presidente Bush en 2000 sobre la inaceptabilidad de la evidencia secreta. Pero la realidad es que una victoria de Kerry tampoco es necesariamente buena para los árabes-estadounidenses. Es la misma visión y sustancia, sólo un estilo diferente. Y un estilo más inteligente y diplomático, capaz de conquistar aliados para lo que es esencialmente la misma visión de la política extranjera que Bush y su administración puede ser fatal.

La política extranjera – un tema que siempre ha sido importante para los árabes-estadounidenses ya que muchos árabes inmigraron para escapar a la guerra y los conflictos – ha llegado a tener una importancia sin precedentes para muchos estadounidenses. Evidentemente, la economía, la atención sanitaria y la educación son importantes. Pero si se escucha a numerosos estadounidenses, la política extranjera es lo primordial – el mundo evidentemente siente que está llegando al final de la batalla decisiva del ‘bien contra el mal’, también conocida como la profética batalla de Armagedón. A propósito, hay armagedonistas de los dos lados del espectro político. O la gente cree que el Islam se está apoderando del mundo y amenazando nuestro modo de vida, o se preocupa de que nuestro enfoque unilateral de los problemas mundiales resultará en la pérdida de aliados y que quedaremos destinados a ir solos por el mundo.

La verdad es: El Armagedón es lo que han vivido los receptores de nuestra política extranjera. Por cierto, muchos estadounidenses probablemente se molestarán si el candidato opuesto gana pero nadie aquí va a morir por eso. Si nuestra política extranjera no cambia a largo plazo, sin embargo, los seres humanos en ultramar continuarán siendo tratados como peones en un tablero de ajedrez por una superpotencia que considera que son desechables, y esa gente es NUESTRA gente en Medio Oriente.

Aún no se ve claramente por qué la gente piensa que Kerry sería mejor. Cuando el presidente Bush y el senador Kerry debatieron el 30 de septiembre, nunca quedó más claro que esta elección es entre el Partido de la Guerra contra el Partido de la Guerra que Piensa que Puede Hacerlo Mejor.

En realidad, Kerry habló mucho sobre cómo la guerra en Irak hubiera sido mejor conducida si él hubiese sido Comandante en Jefe. ¿Mejor cómo? Bueno, los aliados habrían compartido el peso de las víctimas y de los costos. La llamó la «guerra equivocada en el momento equivocado». Nunca ha dicho que la guerra es mala. La realidad es que votó para darle autoridad al presidente Bush para la utilización de fuerza e incluso se la ha citado diciendo que si hubiera sabido en aquel entonces todo (¡!) lo que sabe hoy, habría votado igual a favor de dar autorización al presidente para invadir Irak «porque era la autoridad correcta que el presidente debía tener».

A pesar de todo, ¿No sería preferible el enfoque multilateral de Kerry al unilateral de Bush? Depende de lo genuino que sea el enfoque «multilateral». Por ejemplo, se ha informado ampliamente que Dennis Ross, el principal negociador para la paz en Medio Oriente en la infame cumbre de Camp David de 2000, volvería en una administración Kerry. Por cierto, a todos nos gustaría ver un mayor énfasis en la paz en Medio Oriente, pero la paz se logra entre iguales no entre el Ocupante y el Ocupado. La llamada oferta generosa de Ehud Barak en Camp David hubiera significado una entidad palestina que parecería un queso suizo y la preservación de un 80% de los asentamientos israelíes. Cuando los palestinos rechazaron un acuerdo tan dañino, fueron demonizados por Ross en su libro ‘The Missing Peace.’ Es el tipo de trato que los que defienden sus mejores intereses tienen que temer.

La situación se resume como sigue: Bush es un lobo que lo muestra. Kerry es un lobo disfrazado de cordero. El lobo sin disfraz no puede engañar a nadie y no puede ganar amigos. ¿Y el lobo disfrazado? Puede ganar amigos y es muy peligroso. En realidad, nadie ha dejado más en claro los objetivos insinceros de la política extranjera de EE.UU. que Bush. Su transparencia ha unido al mundo en la oposición a nuestra política de una manera que va más allá de lo imaginable.

Para continuar con el conflicto en Medio Oriente, consideremos la siguiente declaración de Kerry hecha en el primer debate presidencial:

«Voy a hacer las cosas bien para esos soldados porque es importante para Israel, es importante para EE.UU., es importante para el mundo.»

Realmente mencionó a Israel antes de EE.UU. Senador: ¿qué le parece si se hacen bien las cosas para los soldados y para EE.UU.? ¿No deberían ser mencionados en primer lugar?

En el debate no se presentó una sola pregunta específica sobre el conflicto palestino-israelí y en realidad fue un ahorro de tiempo en vista de las pocas diferencias. Ambos candidatos han subrayado la ‘democracia’ de Israel y su profunda amistad con Estados Unidos. Ninguno se opone al muro de Israel en Cisjordania que ha provocado la condena internacional (aunque Kerry lo hizo inicialmente). Ambos han atacado al líder palestino Yasir Arafat (aunque Kerry una vez lo calificó de estadista). Bush ha dicho: «Estados Unidos está fuertemente comprometido, y yo estoy fuertemente comprometido, con la seguridad de Israel como un vibrante estado judío». Kerry ha dicho: «El pueblo de Israel debe saber también que, como presidente, mi compromiso con un estado judío salvo y seguro será inquebrantable». En su historial en el senado, ha estado consecuentemente a favor de Israel.

Y mientras Kerry acusa a la administración Bush de perder el apoyo de los países islámicos y de no tenderles la mano, ¿qué piensa que logra con sus posiciones a favor de Israel y el caso omiso que hace del sufrimiento de los palestinos?

En breve, si Bush es el mellizo siamés de Ariel Sharon, Kerry es el trillizo siamés.

Créanme, no existen ilusiones sobre Bush a pesar de lo orgulloso que se muestra de ser el primer presidente de EE.UU. que apoya el establecimiento de un estado palestino. Desde que Bush llegó al poder, ha estado siguiendo un guión que podría haber sido escrito por el propio Sharon. Se ha dado luz verde a Israel para asesinar ‘en nombre de la autodefensa’, así como para construir más asentamientos, confiscar más tierras; arrasar miles de hogares; y destruir la infraestructura de las instituciones y de la sociedad palestinas. A pesar de toda la retórica de Bush sobre la libertad en Medio Oriente, la libertad no es relevante para los palestinos a menos que Israel la ‘apruebe’.

Y, a pesar de todos los terribles defectos de Bush, podría representar una ligera mejora. Un importante analista político en un think tank sobre Medio Oriente en Washington, dijo, exigiendo anonimato: «Kerry descubrió una vez su ascendencia judía y decidió que Israel tiene pleno derecho de ‘defenderse’ contra ‘terroristas’, fue un acérrimo partidario de Sharon y de AIPAC».

«Créanmelo, sería mucho peor para los palestinos que Bush», continuó el analista. «Me duele decirlo, pero en vista de lo que oigo en los circuitos de Washington, la mayoría de los funcionarios árabes quieren que Bush permanezca en el poder porque no mete mucho sus manos en el proceso. Saben que Kerry lo hará».

Suponiendo que lo importante no es el tema de Palestina e Israel – el centro del conflicto de Medio Oriente – los siguientes temas internos probablemente sí lo son: La vigilancia selectiva en función de la raza, la religión y el origen nacional, la detención y deportación de un número indeterminado de jóvenes de países árabes, algunos por violaciones relativamente menores de las leyes de inmigración. La Ley Patriota ha dado al gobierno federal un cheque en blanco para violar las libertades cívicas de todos los estadounidenses y en especial de los árabes-estadounidenses. Pero espere un momento… Kerry también votó a favor.

Supongo que simplemente no comprendo por qué tantos árabes-estadounidenses tienen la intención de votar por la boleta Kerry/Edwards. En realidad, nunca he visto un apoyo incondicional semejante para una boleta presidencial que ha prometido hacer tan poco a cambio. En un año electoral en el que cada voto cuenta, Kerry está recibiendo un viaje gratis de la mayoría árabe-estadounidense a pesar de sus promesas de que continuará la misma dirección favorable a Sharon que Bush.

El objetivo debe ser estar atento. La atención debe concentrarse en el cambio de la política extranjera de EE.UU. que ha tenido impacto en cada uno de nosotros en este país y en nuestras familias en el exterior. Otros cuatro de años de Bush y de su habilidad para perder el apoyo de los aliados obligarán a los que toman decisiones en Washington a modificar una catastrófica política extranjera. La victoria de Kerry sólo prolongaría los dolores de la política externa porque podría conquistar amigos para apoyar la injusticia.

by courtesy & © 2004 Sherri Muzher

Sherri Muzher, doctora en Derecho Internacional y Comparativo, es activista palestino-estadounidense y periodista independiente. Colabora regularmente con Media Monitors Network (MMN).

http://world.mediamonitors.net/content/view/full/10688/