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África y el hierro, una antigua relación por fin reconocida

La arqueología también es racista

Fuentes: Rebelión

Traducido por Caty R. y revisado por Ferrán Muiños

Ya está demostrado para lo sucesivo que África desarrolló la industria del hierro de forma endógena desde finales del tercer milenio a.C., que no la recibió de otras regiones del mundo como querían hacer creer las tesis anteriores, influidas por la ideología colonial.

Probablemente es una de las historias más didácticas de la influencia de la ideología racista en la ceguera científica y uno de los descubrimientos más decisivos de los últimos veinte años en la historia de África. Hoy el consenso científico es lo bastante sólido como para que la UNESCO se haya comprometido a defender la tesis en su programa «Los caminos del hierro en África». Está demostrado definitivamente que África desarrolló la industria del hierro de manera endógena desde finales del tercer milenio a.C., es decir, que «no tomó» esta tecnología de otras regiones del mundo, en contra de las teorías admitidas durante mucho tiempo. Así, en la antigüedad, el África subsahariana habría sido, junto con Oriente Próximo, otro foco del nacimiento de la tecnología del hierro, hecho que marcó la eclosión de las grandes civilizaciones de la Historia: dominar el hierro es, al mismo tiempo, fabricar las herramientas agrarias que permiten el asentamiento de los nómadas, la producción, los excedentes y el intercambio; y además fabricar las armas para defender el territorio e incluso extenderlo en grandes imperios.

«La tesis científica del préstamo derivaba de la ideología colonial», explica Elisée Coulibaly, etnólogo y arqueólogo burkinés. «Nos consideraban incapaces de inventar cualquier cosa». Durante mucho tiempo los historiadores han sostenido que la siderurgia se introdujo en África vía Nubia o el Sahara, a partir de Asia. Pero en 1952 el etnólogo y arqueólogo francés Henri Lhote defendió «el carácter intrínsecamente africano de la industria del hierro en el mundo negro»: Si consideramos el Sahara como el lugar de entrada de la metalurgia en el oeste de África, ¿cómo podremos explicar, por ejemplo, la ausencia de altos hornos y de especialistas en siderurgia entre los bereberes saharianos y además la originalidad de los fuelles subsaharianos? Pero no le escucharon: «La inmensa mayoría de los historiadores tenían ideas preconcebidas, querían, a toda costa, que el hierro [a África] hubiese llegado de otra parte», declara la geógrafa francesa Louise Marie Maes-Diop. El etnólogo francés Bruno Martinelli explica: «todo el mundo estaba en igualdad en cuanto a la cerámica y el hábitat. Pero para el hierro presidía un postulado de desigualdad: negábamos su presencia en la antigüedad africana. La tecnología del hierro es complicada, implica la maestría en un proceso de transformación fisicoquímica. Había un viejo esquema de pensamiento según el cual la antigua África era primitiva y salvaje y no podía haber inventado la metalurgia, sino solamente recibirla».

El hierro se creó en África: una tesis discutida durante mucho tiempo

La polémica se relanza a principios de los años 60 estableciendo las primeras fechas del hierro en la cultura Nok, en Nigeria, que se extienden desde el año 3500 a.C. al año 200 de nuestra era. Pero las fechas más antiguas son rechazadas y, para el África occidental, hoy estimamos la aparición de la siderurgia al principio del primer milenio a.C. En 1969-1972 aparecen nuevos vestigios en Nok que confirman la fecha del 900 a.C. y otros vestigios en el macizo de Termit (Níger) que se fechan en el mismo período, mientras que en Nubia sólo se puede atestiguar en el siglo VIII a.C. y en Cartago en el siglo VI a.C. Pero la comunidad científica permanecía escéptica. «Los que en los años 70 defendían el origen africano de la metalurgia pasaban por dulces soñadores, ideólogos siniestros, o puros demagogos», recuerda Bruno Martinelli.

Hay que esperar la multiplicación de las excavaciones y el establecimiento de fechas en los años 80 para que la tesis avance. Hay una treintena de excavaciones hoy en el África subsahariana y «cada vez está más claro a medida que avanzan las obras», según Bruno Martinelli. La zona de los descubrimientos se extiende de Níger a Tanzania pasando por Camerún y la República Centroafricana. Egaro, en el este de Níger, reveló vestigios que datan del 2500 a.C., es decir, que incluso se ha confirmado una antigüedad superior a la de Oriente Próximo: Los hititas, los primeros que dominaron el hierro en Oriente Próximo, desarrollaron su civilización en el período 2000-1300 a.C. El estudio de las técnicas de producción también reveló procedimientos específicamente africanos: así, «los bronces de Nigeria se produjeron con técnicas que no se han hallado en el norte del Sahara», comenta Elisée Coulibaly.

Por lo tanto, la antigüedad de la aparición del hierro en África aparece hoy como la expresa el arqueólogo francés Gérard Quéchon, a quien se deben las fechas de Termit: «Los conocimientos actuales son incompatibles con la idea de un préstamo del mundo mediterráneo y todavía menos del Meroe» (Nubia, ndlr). La arqueología de la metalurgia en África ocupa en adelante un lugar fundamental en la búsqueda arqueológica mundial y la bibliografía sobre este tema cuenta con decenas de investigadores y centenares de trabajos. Y aunque los científicos no hablan de certezas sino, como Gérard Quéchon, de «más que hipótesis», el consenso sobre el origen africano de la metalurgia hoy ya está establecido.

Algunos investigadores siguen dudosos

«Sin embargo», observa el antropólogo belga Pierre de Maret, «todavía no está convencido todo el mundo». Como explica Gérard Quéchon, «algunos todavía discuten las fechas establecidas sobre el carbón vegetal hallado en los hornos: ¿Este carbón no corresponde a árboles quemados desde hace mucho tiempo? Algunos también sostienen que los objetos de metal que se han encontrado cerca de los hornos pueden ser más antiguos que estos últimos». Los detractores cuestionan especialmente el hecho de que África pudiera haber llegado a la edad del hierro sin pasar primero, como en otras partes, por la edad del cobre, que se derrite a temperaturas más bajas y por lo tanto requiere una tecnología más sencilla. «Objeción menor» según Gérard Quéchon, porque «se puede fabricar el hierro antes que el cobre», las técnicas son distintas. En realidad, como explica este último, «hay gente que no tiene ganas de que esto sea como es. Todavía ahora persisten ideologías sospechosas y reacias que pretenden que una invención tan importante como la metalurgia sólo pueda haber venido del norte».

«Siempre presentamos los resultados de África en los campos artístico, deportivo y literario, pero en el dominio tecnológico es una novedad», señala Suzanne Diop, que coordina en la UNESCO el proyecto «Caminos del hierro». «Es como cuando se descubrieron las ruinas de Zimbabwe y se creía que los africanos eran incapaces que construir monumentos», recuerda Elisée Coulibaly. Bruno Martinelli por su parte comenta simplemente: «que yo sepa no hay ningún descubrimiento científico de tanta importancia en otra parte en el mundo en el curso de los últimos años».

Texto original en francés: http://www.afrik.com/article11236.html

Nadia Khouri-Dagher es libanesa, doctora en economía y desarrollo, antropóloga periodista y escritora. Ha publicado las obras: Bleu marine, Un pays pauvre-Voyage au Mali y Beyrouth au cœur , todas ellas en Ed. L’Harmattan

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Caty R. y Ferrán Muñios pertenecen a los colectivos de

Rebelión, y Cubadebate . Caty R. además es miembro de Tlaxcala . Esta traducción se puede reproducir libremente a condición de respetar su integridad y mencionar a la autora, la traductora y la fuente.