Recomiendo:
1

Educación pública

La bajada de ratios, la asignatura pendiente en las aulas

Fuentes: El Salto [Imagen: Sancho R. Somalo]

El curso 2022/23 comienza con la tendencia de volver a las ratios prepandémicas mientras los sindicatos denuncian la falta de voluntad política para reducir el número de alumnado por aula.

El 23 de diciembre de 2020 se aprobaba la nueva ley educativa, la LOMLOE. Ese día se perdía otra oportunidad para bajar las ratios por decreto y establecer unos topes máximos de alumnado por clase menos holgados para todas las comunidades. En el debate de enmiendas, el PSOE rechazó esta posibilidad planteada por Unidas Podemos. Un encontronazo más en el seno del Gobierno de coalición que impidió el fin de la masificación en las aulas, estampa heredara del decreto de medidas urgentes 14/2012 de José Ignacio Wert, que posibilita la ampliación de las ratios un 20% por razones extraordinarias, medida que aún está vigente.

Así las cosas, las administraciones parecen no haber tomado nota de una de las enseñanzas de la pandemia para el año escolar que se inicia. Durante el curso 2020/21 las ratios se redujeron drásticamente pandemia mediante. Mejora del rendimiento escolar y de la convivencia fueron los resultados, tal y como explican los sindicatos. Todo ello unido a un aumento de profesorado: más de 37.000 trabajadores se inyectaron al sistema, tal y como explica Paco García, secretario general de Enseñanza de CC OO. En el curso 2021/22 muchas comunidades continuaron con parte de los refuerzos. Hoy el escenario se ha difuminado.

“Una vez que la pandemia se ha normalizado esos cupos de profesorado extraordinarios se han ido retirando y vamos volviendo de forma paulatina a las ratios ordinarias en un contrasentido”, expresa García. “Si de siempre ha sido necesario recortar ratios, con la nueva ley educativa aún más”, explica el portavoz de CC OO, haciendo referencia a un cambio en las metodologías para trabajar por proyectos, un currículum por competencias y una enseñanza con una atención más personalizada con el alumnado. “Para nosotros la reducción de la ratio es una de las principales asignaturas pendientes de la educación en nuestro país y de momento no avanzamos en esa dirección”.

Madrid, Andalucía y Murcia vuelven al cole sin ratios “seguras” - 4
Foto: Manifestación a apoyo a la enseñanza pública

Desde CC OO señalan la responsabilidad a dos niveles: de un lado el Estado, por no fijar ratios máximas más reducidas en la nueva ley, y del otro las comunidades autónomas, que tienen las competencias finales y, si bien no pueden incrementar las ratios fijadas como umbral por la administración central, pueden reducirlas y “no hacen ningún esfuerzo en esa dirección”, asegura el sindicalista.

Ratios de hace una década

Lo cierto es que el tope de alumnado por clase permanece invariable desde hace más de una década, fijado para los distintos niveles en el Real Decreto 132/2010. Según esta norma, en Infantil y Primaria se establece un máximo de 25, en Secundaria de 30 y en Bachillerato de 35. Además, la norma extraordinaria de Wert introdujo un matiz: estas plazas se podían ampliar un 20% por circunstancias excepcionales. Una salvedad que en algunas comunidades se ha convertido en norma.

“Madrid retuerce la norma y lo extraordinario se convierte en ordinario”, denuncia Isabel Galvín, secretaria general de Enseñanza de CC OO Madrid, quien denuncia que el 40% de las aulas de esta comunidad están sobre ratio. Todo esto, mientras la enseñanza pública compite con la concertada “donde las ratios están más ajustadas”, denuncia.

Durante su discurso de investidura en junio de 2021, la de nuevo presidenta de la comunidad, Isabel Díaz Ayuso, se comprometía a bajar la ratio para el curso 2022/2023. Empezaría con una bajada en Infantil y año tras año iría calando en el resto de niveles. Así, las aulas de las más pequeñas pasarían de 25 alumnos y alumnas a 20 en el curso que ahora empieza. Sindicatos y asociaciones de familias denuncian que no será así en todos los centros.

“En Madrid se anunció una bajada escalonada, que tardaría una década en implementarse en todos los niveles. Según vamos comprobando en los centros educativos, algunas aulas de Infantil se quedan en 20 pero no se cumple en el 100%”, denuncia Mari Carmen Morillas, portavoz de la asociación de familias FAPA Francisco Giner de los Ríos. “Era una medida propagandística—añade— como tantas otras. Si la voluntad era bajar ratios tendría que haber aumentado el número de líneas (aulas) y no ha sido así. Al contrario, cuando se acercaba el periodo de escolarización muchas familias se encontraban con que les habían cerrado una línea sin contar con ellos”, se queja Morillas.

A la cola de la OCDE

Otras comunidades también se han comprometido a bajar el número de alumnado en Infantil para el curso que entra. Es el caso de Catalunya y Cantabria, donde han fijado un tope de 20 niños y niñas por clase, y de Castilla-La Mancha, que ha situado esta cifra en 22.

En Euskadi, Gobierno y sindicatos pactaban en mayo una bajada de ratios que comenzará en el curso 2023/24. En las aulas de dos años habrá un ratio máximo de 12 alumnos y alumnas por profesor; en Educación Infantil, el primer ciclo se mantendrá en 18, y el segundo bajará de los 23 actuales a 20. Mientras, en Primaria se pasará de 25 a 23 alumnos, en Secundaria la ratio se mantiene en 25, y en Bachillerato se bajará hasta los 27.

Estas medidas coinciden con una crisis demográfica provocada por una disminución en la natalidad, tal y como explicaFernando Villalba, encargado de política educativa de la Confederación de Sindicatos de Trabajadores y Trabajadoras de la Enseñanza, STEs. Más allá de circunstancias coyunturales, los sindicatos piden un compromiso firme de las administraciones. “Las ratios se bajan con dinero, no hay otra”, explica Villalba, quien indica que España está a la cola de la inversión en Educación en la OCDE, con un 4,2% del PIB, mientras la media de estos países se sitúa en el 5%. En países como Noruega la inversión escala hasta el 6,6%. “La LOMLOE recoge que el gasto educativo debe superar el 5% del PIB. Con que se cumpla la ley, se podrían bajar las ratios”, expresa Villalba.

El portavoz de STEs ofrece otro ejemplo para bajar el número de alumnos en clase: el de la Comunidad Valenciana, donde han introducido dos docentes por aula en primero de la ESO.  “Un docente explica la clase normal y otro se centra en el alumnado con problemas de aprendizaje, es lo que se conoce como codocencia y por ella apostamos desde nuestro sindicato”, explica Villalba. Sin embargo, la medida ha sido paralizada por los tribunales ya que incluye como obligatorio el estudio por ámbitos (juntando asignaturas), algo que la LOMLOE recoge como opcional.

Nuevo decreto de mínimos

Paralizado se encuentra también el decreto de condiciones mínimas de los centros educativos para este curso. La primera versión que transcendió incluía una bajada de las ratios en Infantil, pero la falta de acuerdo entre el Gobierno y las comunidades lo ha dejado en suspenso. “Durante la negociación de los requisitos mínimos de los centros educativos en verano hicimos alegaciones al mismo y entre ellas estaba la bajada de ratios. Pero no se van a tocar, las van a seguir manteniendo como están”, explica Mari Carmen Morillas, de la FAPA Giner de los Ríos. Mientras, la postura del Gobierno es más cercana a bajar la ratio de manera diferencial, aumentando los profesores de apoyo en las clases con alumnado con necesidades especiales.

En Andalucía, asociaciones de padres y sindicatos docentes han presentado una iniciativa legislativa popular con 52.000 firmas en el Parlamento andaluz para que la Cámara debata la reducción de las ratios. Si el Gobierno central no establece un umbral de alumnado por aula más bajo, los colectivos consideran que no queda otra que llamar a la puerta de cada gobierno autonómico.

“La nueva ley educativa no viene a cambiar este escenario, y eso es muy grave”, opina Isabel Galvín. “Nos están diciendo que hay que cambiar las metodologías, trabajar por proyectos, pero el ministerio no acepta que en Finlandia, donde se dan estas metodologías, se hace con una ratio de 15 alumnos y alumnas y con dos profesores por aula de manera mayoritaria. Eso aquí no está en el debate. El debate pivota en el cambio de metodologías, pero sin inversión y sin cambiar la cuestión de las ratios que es la clave”, concluye.

Fuente: https://www.elsaltodiario.com/educacion-publica/bajada-ratios-asignatura-pendiente-aulas