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¡La Campaña de los Pobres se ha puesto en marcha y promete poner patas arriba a EE.UU.!

Fuentes: Rebelión

  Los medios estadounidenses no dicen una palabra, los europeos lo ignoran totalmente, pero eso no quiere decir que la «Campaña de los Pobres» (Poor People’s Campaign) no se haya lanzado con acciones que ¡prometen marcar el curso de la historia en los Estados Unidos de América! Y estas acciones que se han puesto en […]

 

Los medios estadounidenses no dicen una palabra, los europeos lo ignoran totalmente, pero eso no quiere decir que la «Campaña de los Pobres» (Poor People’s Campaign) no se haya lanzado con acciones que ¡prometen marcar el curso de la historia en los Estados Unidos de América! Y estas acciones que se han puesto en marcha el 13 de mayo y van a durar 42 días, en 41 Estados federales, cubren todo el espectro de los oprimidos y de sus luchas, diseñando así un programa reivindicativo a la vez bien enraizado en la realidad norteamericana y suficientemente radical para que pueda abrir el camino que conduzca al ¡cuestionamiento del sistema político, social y económico del país!

Podríamos decir que todo empezó hace exactamente medio siglo, en 1968, cuando Martin Luther King completaba su radicalización poniendo en evidencia la dimensión clasista del racismo y apelando a la unidad de todos los oprimidos independientemente de su sexo, religión, color de piel, orientación sexual o nacionalidad. Así es como se lanzó la primera «Campaña de los Pobres», que sería sin embargo brutalmente interrumpida poco después, cuando su inspirador y dirigente caía bajo las balas de quienes temían tanto la perspectiva de una revuelta de las «clases peligrosas» en la metrópolis del capitalismo mundial.

Hoy, es decir, cincuenta años más tarde, la Campaña de los Pobres renace y llega en el más oportuno de los momentos. (1) Prueba de ello es el enorme apoyo y sobre todo la participación activa en esta Campaña de cientos de movimientos y organizaciones de todo tipo, por todo el país: Grandes y pequeños sindicatos obreros (telecomunicaciones, metal, restauración, hospitales…) pero también campesinos, movimientos reivindicativos, desde el muy radical y masivo Fight for 15$ (por un salario mínimo de 15 dólares la hora frente a los 7,5$ actuales) al muy combativo Black Lives Matter, casi todos los movimientos feministas y LGTB, grandes y pequeños, viejas y nuevas organizaciones antirracistas, indígenas y de derechos civiles, así como organizaciones de inmigrantes y refugiados, y evidentemente casi toda la totalidad de los movimientos y redes que luchan contra la catástrofe climática. Y también movimientos antimilitaristas y anti-guerra de comunidades religiosas (cristianas, judías, musulmanas, hinduístas, sij…) y otras colectividades que representan la diversidad de los oprimidos y de sus resistencias…

Entonces ¿Qué es y qué quiere la «Campaña de los Pobres»? La respuesta que ella misma da es elocuente: Es «¡Una llamada nacional para la renovación moral (que) une a decenas de miles de gentes por todo el país para que luchen contra los males del racismo sistémico, la pobreza, la economía de guerra, la catástrofe ecológica y la moralidad torcida de la nación»! Es una llamada a la lucha y a la acción directa, que unifica las reivindicaciones y las luchas fragmentadas en un combate único de todos los oprimidos y explotados, porque todas estas opresiones y todas estas luchas tienen un sólido denominador común, a pesar de los de arriba no hacen más que… dividir para reinar.

La (nueva) Campaña de los Pobres no cae del cielo. Para llegar a su lanzamiento, ha hecho falta que sean testadas en la práctica las ideas y las propuestas que su inspirador, el reverendo afroamericano William Barber, ha aplicado con éxito -durante los últimos doce años- en su casa, en el muy racista y reaccionario Estado de Carolina del Norte. Habiendo conseguido la hazaña de reagrupar en el movimiento Adelante Juntos (Forward Together Movement) a 145 organizaciones de cristianos, musulmanes, judíos, ateos, negros, latinos, blancos pobres, obreros, antirracistas, feministas, parados, inmigrantes con o sin papeles, gays, ecologistas, desposeídos de cobertura médica, jóvenes y seniors, el extraordinario agitador que es W. Barber ha conseguido finalmente lo que era hasta entonces inconcebible: Unir y movilizar a «los de abajo» divididos y desanimados, cambiar drásticamente la correlación de fuerzas, obtener varias victorias parciales y finalmente ¡derribar el establishment político reaccionario de Carolina del Norte! Y además, comenzar a «exportar» este movimiento en una docena de Estados federales…

El reverendo Barber no tiene pelos en la lengua: «Vivimos, dice él, en una democracia empobrecida. Gentes de un rincón al otro del país, se alzan contra la mentira de que no hay suficiente para todo el mundo. Sabemos que en el país más rico del mundo, no hay razón para que los niños tengan hambre, los enfermos no sean atendidos y que a los ciudadanos se les impida votar. Y también, que hay que enfrentarse a los dos partidos políticos, el uno por lo que hace, y el otro por lo no hace». Pero Barber no está solo. Con él y a su lado está la copresidenta de la Campaña, la joven reverenda (de la Iglesia Presbiteriana) Dr. Liz Theoharis, madre de dos hijos, autora de varios libros y que tiene una larga experiencia de lucha al lado de los parados, los obreros, los pobres y las minorías de todo tipo. Para Liz Theoharis, de origen griego, el objetivo de la Campaña es «hacer oír nuestra voz. Decir a la nación que hay 140 millones de pobres. Que hoy, en 2018, tenemos menos derechos de voto que hace 50 años. Que hay 11 millones de personas que viven bajo la amenaza de ser encarceladas o deportadas. Que soportamos una gran catástrofe ecológica con cuatro millones de hogares que en lugar de agua ven salir de sus grifos veneno de plomo. Llega un momento en el que el silencio es traición. Llega el momento en el que no podemos soportar todo esto. Es la hora de salir a la calle, gritar fuerte, protestar y organizarse… ¡América, tomas el camino equivocado!».

La Campaña de los Pobres, que pone de relieve la lucha contra la desigualdad social, la pobreza, el racismo, el militarismo y la catástrofe climática, no se limita a practicar la desobediencia civil, la acción directa y las ocupaciones ejemplares (como por ejemplo hace una semana con la ocupación de la sede de McDonald’s o de los parlamentos de algunos Estados federales). Además de todo esto, elabora y propone soluciones a los grandes problemas de nuestro tiempo, mientras que hace todo lo posible por crear redes de ciudadanos auto-organizados que coordinan sus acciones a nivel local, regional y nacional. Tanto William Barber como Liz Theoharis no paran de repetir que la actual campaña no es más que el principio de un proceso que debe conducir a la creación de un movimiento de masas de «los de abajo» capaz de cambiar radicalmente el país…

Evidentemente, la tarea de la Campaña de los Pobres no será nada fácil, ya que se enfrenta a la bestia inmunda del capitalismo mundial en su propia guarida. Sin embargo, su irrupción en la escena social y política de EEUU ha bastado para traer esperanza, inspiración y ganas de luchar todos juntos a millones de ciudadanos norteamericanos. Sin olvidar que su eventual éxito cambiaría profundamente la situación dando alas a los combates de «los de abajo» en el mismo momento en que «los de arriba» se juegan a los dados la suerte de la humanidad y del planeta…

Nota:

1. Informaciones, análisis, reacciones y vídeos de primera mano sobre el éxito y las peripecias cotidianas de la Campaña de los Pobres, pero también sobre lo que pasa en la cima y sobre todo en la base de la sociedad norteamericana, están disponibles en el siguiente Facebook, que se renueva cada dos horas:

Fuente: https://www.facebook.com/EuropeansForBerniesMassMovement/

 

​Traducción: ​ Fátima Martín

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.