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Atómos para la salud en Euskadi

La ciencia ya no es ficción

Fuentes: Rebelión/Maverick Press

Un pacto presupuestario entre CAV y PSOE propiciará la tan necesaria investigación en el Estado español y el País Vasco, cuyo déficit en patentes y energía resulta endémico. Cerca de Bilbao, un Gran Laboratorio acogerá cerebros altamente capacitados en oncología menos agresiva y fármacología de diseño contra la osteoporosis o la artritis. Polivalente, indagará arqueología […]

Un pacto presupuestario entre CAV y PSOE propiciará la tan necesaria investigación en el Estado español y el País Vasco, cuyo déficit en patentes y energía resulta endémico. Cerca de Bilbao, un Gran Laboratorio acogerá cerebros altamente capacitados en oncología menos agresiva y fármacología de diseño contra la osteoporosis o la artritis. Polivalente, indagará arqueología o meteorología, pasando por fuselajes aeronáuticos, turbinas, baterías, lubricantes y cerámica de automoción. También, dentífricos, cosméticos o gastronomía baja en grasas. La clave, un SNS, fuente de espalación de neutrones.

Ya saben por qué ese pijama comprado en un bazar chino, urgencia de viaje, lanza relámpagos en la obscuridad. Las fuentes de espalación de neutrones se utilizan en industria textil. Grandes Superficies de Experimentación ajenas a la CE funcionan ya en Shangai, China; en Rusia; en Japón tres, y pronto otra en Tokai; en Canadá y Australia. En EUA el plan del Departamento de Energía «Spallation Neutron Source» (SNS) coordina desde 1997 seis Plantas de Investigación: Argonne, Brookhaven, el «Jefferson», el «Lawrence Berkeley», Los Álamos y Oak Ridge (Tennessee).

Si le gustan los tebeos, sírvanos el «Ranxerox», de Liberatore y Tamburini, como paradigma del amplio abanico de disciplinas miríficas que abarcará el Gran Laboratorio bilbaino. Suponga que en una de sus trapisondas el héroe, medio carnal, medio robótico, queda hecho un guiñapo y aquejado de averías mecánicas, tumores y reuma. La fuente de espalación de neutrones, más abajo descrita, serviría para sanar, o al menos aliviar, sus percances clínicos y termodinámicos y dotarle de implantes de gran capacidad locomotriz. Sometido a dieta, conservaría su musculatura un suculento régimen bajo en grasas. Incluso yogures de sabor y textura gratos. En los múltiples departamentos del Centro de Experimentación bilbaino, oncólogos, traumatólogos, químicos, ingenieros y cibernetas ejercerán su sapiencia, si se diera el caso, para someter a tratamiento al simpático y ficticio homínido del futuro, tan plagiado por Robocops y otras superhazañas fílmicas.

Tello, Albisu, Goiriena y Legarda

Yendo a lo que nos ocupa, el Centro de Experimentación sito en Bizkaia pasará al rango teórico del tercero de Europa. Los dos de mayor entidad son el ILL de Grenoble y el ISIS de Oxford. El SINQ se halla en Suiza. En Alemania, el BENSC. Ay del tradicional ‘tweed’ y de los tabardos escoceses si confeccionan moda sintética. No ha perdido el tren, ya verán, como se ha temido equivocada o maliciosamente, el gabinete Ibarretxe. Radicaba el riesgo en que otras comunidades autónomas hiciesen suyo el intento, anticipándose a la CAV. Añadido al Sincrotrón de Catalunya y al telescopio de Canarias, un Gran Centro Multiuso extinguía el canon de superficies de alta tecnología en la Piel de Toro (y aledaños).

El bosquejo, fruto del magín del físico de la UPV, Manuel Tello, allá por el milenarista 2000, entusiasmó a Francisco Albisu, de SENER, ‘holding’ que interviene, entre otras colaboraciones cósmicas, en la Estación Espacial Internacional y la sonda «Rosetta»; a Juan José Goiriena, de la Facultad de Medicina, y a Fernando Legarda, de la Escuela de Ingenieros. El informe del intrépido cuarteto , 2002, convenció a Sabin Arana, juntero y Diputado de Empleo de Bizkaia. La alternancia PP/PSOE tras los comicios de 2004 no detuvo el interés inicial del Ministerio de Educación y Ciencia por el Macrolaboratorio vasco. En febrero de 2005, durante un mítin celebrado en Portugalete, así lo reafirmó la depositaria de la cartera, María Jesús Sansegundo. Los impulsores de la iniciativa culminaron un definitivo expediente X hará pronto un año, con beca SAIOTEK, proyectos universitarios en colaboración con Empresas, del Departamento de Industria de la CAV. Aprobado ‘cum laude’.

El coste de la Gran Planta de Neutrones Espalados de Euskadi se calcula en 300 millones de euros. Se desglosan, cuando la rúbrica mutua sea irrevocable, en plazos plurianuales a partir de 2007. Serán 6 millones durante la edificación. Concluida ésta, el instrumental e infraestructuras sale por otros 16. Adecuar a la plantilla, unos 50 científicos muy cualificados y otros tantos técnicos que pondrían a trabajar en el Laboratorio, simultáneamente, cuando acudan interinos, hasta 200 investigadores, y sumando la nómina de administración, agrega 4 millones más durante 8 años.

Ibarretxe, cara de póker

En Gasteiz, periodo incierto, el Ejecutivo vasco ponía cara de póker y jugaba sin balón. Regateaba el cupo compartido del proyecto. Había que presionar las clavijas financieras del Gobierno Central en la aprobación de Presupuestos Generales y de la CAV, con el argumento de peso de las compensaciones para perjuicios del «Prestige» y aumento de efectivos de la Ertzantza, antes de sentar las bases del consorcio. En octubre pasado, el Gobierno se comprometió a sufragarlo al 50%, Estado-CAV, a través del Centro de Investigaciones Energéticas y Tecnológicas (CIEMAT), organismo apendicular que ha anticipado ya las primeras partidas. Medio millón de euros adjudican los aludidos Presupuestos Generales al iniciar la obra. El sorpresivo sí, a la primera, de Patxi López a las Cuentas de Euskadi no anda lejos del tema. Tampoco, el semáforo verde para la «Y vasca», TAV que echa andar con la venia de Zapatero y que nos costará 4.000 millones de euros. Compárese.

Queda así prevista para inicios de este veloz 2006 la firma para inaugurar el Gran Laboratorio, 9.000 metros cuadrados de superficie (15 campos de fútbol), hacia 2012. No hay, salvo imponderables, vuelta atrás para el Secretario General de Política Científica y Tecnológica, también dependiente de Educación, Salvador Barberá. Si cumple a su vez el Ejecutivo de la CAV, sus arcas, 7.600 millones, destinarán cantidades preferentes a gasto social. Agréguese lo que finiquite el CIEMAT en otro depósito-hucha para «instalaciones singulares». Se auguran otrosí aportaciones de la CE, ya que estas Bases de Experimentación convocan equipos de todo el orbe. Para ello, el emplazamiento exige accesibilidad desde el aeropuerto de Loiu. El Polígono Industrial de Boroa, contiguo a otros terrenos propiedad de la Diputación de Bizkaia, y otra parcela de 60.000 metros cuadrados en Amorebieta-Etxano, suenan como idóneos, entre otras alternativas en la Margen Izquierda, como el solar, también de 60.000, que ha ofertado Barakaldo, sede del BEC, para la primera piedra y el tijeretazo a la cinta.

Amortizarían el Centro, una vez activo, prestaciones a Sanidad pública y privada, másteres para Empresas particulares, exportaciones de radioisótopos, analítica para otros laboratorios y, ya puestos, algo fundamental en el Estado español, que despilfarra en patentes extranjeras por falta de ideas propias o a causa de meninges fugadas, como la trampa para osos del lote de aviones para Venezuela evidenció: ‘royalties’ por inventiva, avances clínicos y de ingeniería tecnológica. También, energía limpia.

Torio odontológico para Hitler

Los beneficios de los neutrones espalados van desde una óptima observación y diagnóstico en tejidos humanos con dolencias cancerosas, artritis u osteoporosis, hasta la elaboración de tecnología-punta industrial, ‘hardware’, accesorios, carrocerías, cálculo de tensiones (hélices eólicas) y maquinaria motriz, electrodinámica o aviónica. Su finalidad resulta en átomos para la paz, ensoñados por filósofos, físicos y sociólogos como Bertrand Russell, que glosó ilusionado la tesis cuántica en su «Análisis de la Materia», 1927 (recomendamos su lectura) o el mismísimo Einstein. Se atribuye a éste, huido de la Alemania nazi y con cátedra en Princeton (EUA) una carta dirigida al Presidente Roosevelt, movido por su rechazo a que la reacción en cadena sirviese para fines bélicos. En ella informaba de que ingenios alemanes y austriacos estaban a punto de lograr la bomba atómica para el III Reich.

Tomó buena nota, la Casa Blanca. Truman experimenta la bomba nuclear en Álamo Gordo, New Mexico, el 16 de julio de 1945 para, acto seguido, 6 de agosto, lanzar dos sobre Japón y, más tarde, Guerra Fría -término ideado por el periodista Walter Lippmann- crear un contexto global diplomático de si me la tiras te la tiro. Ello movió al UK y a Francia, entre otros países, a dotarse de panoplia atómica para la disuasión. Las pesquisas de destacados agentes secretos, Fuchs, Nunn May, y Pontecorvo entre otros, reventó el monopolio nuclear estadounidense. Dio lugar este pueril fisgoneo mutuo de las superpotencias al fértil género de espionaje, el Smiley de Le Carré, los superagentes y la parodia : la «TIA» de Ibáñez. Se vivía, leía y visualizaba una épica catastrofista de teléfonos rojos y botones activados por presidentes paranas o aviadores con el siroco. Merece pues, la historia del átomo como arma de exterminio, o de ventajas sociológicas, un ameno flashback.

Se apuntó en entradilla que la espalación controla aditivos para dentífricos. Verán. Desde 1944, los mandos y comandos USA no sólo cazan sádicos de la Gestapo o responsables del Holocausto para juzgarles en Nüremberg. Capturan científicos que en sus búnkeres elaboraban V-2 y, entre ellos, un cohete-cigüeña que, atravesando el Atlántico, llegaría hasta Nueva York con una ojiva nuclear. Hansen, genio físico, huye del París liberado en agosto de 1944 con un alijo de torio, substancia básica en la receta de las bombas atómicas. Lo pillan en noviembre, en Bélgica. Cunde el desconcierto: el torio de Hansen se destinaba, al consumarse la victoria de Hitler, para elaborar pasta de dientes. Concuerda.

«Overcast» y caza de cerebros

Al Gobierno de postguerra EUA no le interesa ahorcar genios alemanes y concibe la Operación «Overcast», caza de cerebros cuyas armas secretas estuvieron a punto de darle un vuelco a la historia desde los Grandes Laboratorios secretos de Hechingen, Selva Negra, donde ya tenían muy avanzados los misiles del porvenir. En cuanto a la bomba atómica, el escepticismo del propio Führer impidió su concreción. Mantenía, además, a los técnicos en células aisladas. Circunstancias que frenaron el proyectil. Pero la redada repescó al sabio atómico Weiszächer, artífice de notas muy resolutivas acerca de la bomba nuclear halladas en Estrasburgo. En abril de 1945, echan el guante a Heisenberg, especialista en fisión; a Groth, estudioso de la centrifugación atómica y a Otto Hahn, superdotado que desde antes de la guerra logró aislar tres cuerpos simples, radiotorio, mesotorio y protactinio, de propiedades fundamentales para la apocalíptica bomba-hongo.

Sigue la racha, y los yankis de «Overcast» arrebatan a los franceses en Reutte, Baviera, a Wernher Von Braun, futuro director de la NASA y padre de los V-2 que se fabricaban en minas reconvertidas de Nordhausen, Sajonia. «Overcast» no para: atrapa a Zobel, creativo del avión a reacción, y a Ryschkewitch, que ya había penetrado en los secretos, todo encaja, de la cerámica superconductora: uno de los objetivos hoy (también la aviónica) del Macrolaboratorio de Bizkaia.

¿La URSS? Hizo otro tanto. Había convencido a los atomistas G. Hertz, Von Ardenne y Thiessen. La oportunidad de salir del caos, de ser amnistiados, alojados, alimentados y provistos de sus dosis de tabaco, qué tiempos, mientras el alemán común desfallecía de inanición, sedujo a ¡5.000! ingenieros como Helmut Gröttrupp, Hans Kuhl, inventor del sistema de autoguía del V2 o Schiehorn, experto en homogeneización de aluminios, otra asignatura industrial que se aplicará (con neutrones) en Bizkaia. En otoño de 1945, los soviéticos agasajan a sus 5.000 sabihondos seducidos. Es la Guerra Fría total.

Lord Russell, frustrado tras vetársele como enseñante de Filosofía en Nueva York en 1940 (o viceversa, fue Nueva York quien le perdió a él) por el contradictorio puritanismo yanqui, o por intrigas en las sombras de Washington, arriesgó ir a la cárcel al condenar y promover actos pacifistas, junto con J.P. Sartre, contra el armamentismo nuclear U.K y francés.

El ‘macguffin’ de Hitchcock

¿Qué contenía ese microfilme, cráneo de sabio loco fugitivo o texto críptico en un papel de fumar al que Alfred Hitchcock denominó ‘Mac Guffin’? Su naturaleza era superflua para el argumento suspensivo. Era preciso recuperarlo, indagarlo, camuflarlo o transmitirlo por radiotelégrafo sin que la Contrainteligencia, al loro, lo interfiriese. Se trataba, sépanlo, de la espalación de neutrones, arcano que se codiciaba con fines, a qué negarlo, militares. Entre las décadas 1940-50 se la escrutó en vano, ya que el neutrón disperso por aceleración de partículas necesita de procesos inaccesibles para aquel ayer. Mucho chota o Mata Hari se dejó la piel, y no cómodamente, en el inútil empeño. La mítica bomba de neutrones de los 1960 que, leyenda, reduce al máximo las «víctimas colaterales», como si un cadáver fuese un dígito, también ahorraba en kilotones y bajas propias.

Reitera Hermes Trismegisto en su «Tabla Esmeralda» que «lo que está en lo bajo equivale a lo que está en lo alto». La espalación de neutrones avanzada se efectúa por púlsares artificiales asimilables a los que, en astrofísica, difunde una estrella al estallar y convertirse en supernova. La vida del neutrón, sutil, lentificado, explica cómo un sistema estelar crea sus sosias en microcosmos: átomos. En niveles infinitesimales, sirve para elaboración de estructuras matéricas hasta ahora desconocidas, y da la razón a Hermes y sus quintaesencias.

Un proyector lineal de cobre dispara contra una diana de mercurio un haz de partículas aceleradas de intensidad que va desde 2,5 megaelectronvoltios (MeV) hasta 1 gigaelectronvoltio (GeV). Se congela a través de celosías en cavidades magnéticas del superconductivo metal niobio, impenetrable, a temperatura de helio líquido (2K). En el depósito acumulador, el haz se lija hasta disminuir su flujo/energía/velocidad 1000 veces. Un sistema-sacapuntas libera a los iones (H-) de sus electrones parásitos y los convierte en protones (H+). Ya encarrilados en ramilletes de 1.200 dosis, se eyectan a modo de pulso o púlsar microcósmico, 1 millonésima de segundo, a razón de 60 por segundo, y ametrallan el blanco de mercurio puro, del que rebotan espalados. Se impuso el mercurio al tantalio o el tungsteno por su alto número atómico y la consiguiente abundancia en neutrones. Asimismo por su condición líquida a temperatura ambiental, y porque resiste el choque de 1 GeV. El haz procesado discierne, inteligente, otros tipos de nucleón: los protones y neutrones. A más baja intensidad, la que en la Guerra Fría se espiaba en balde, se «ciega» y sólo ve el blanco en su conjunto. Con otra excesiva, se pasa seis pueblos y la rodean diminutos y mudos quarks. Bien. Al chocar de forma controlada nucleón contra nucleón, como bolas de billar americano tridimensional, valga el símil, el núcleo se excita. Se sosiega largando lastre en forma de neutrones de muy baja energía, algunos MeV. Estos nucleones dispersos contienen aún, empero, potencia para espalar a su vez, de carambola o rebote, otros núcleos circundantes.

Los secretos de la vida humana

Los neutrones se mueven espontáneamente en espaciotiempo y, así, constituyen la pista más diáfana para observar cómo actúan en relatividad las macromoléculas y sus subunidades. Tras lentificarlos, son excelente materia prima para examen e identificación de polímeros y proteínas que se visualizan mediante espectrómetros. El método de «tiempo de vuelo» del rayo neutronal (unos 18 haces) desde el cañón de cobre a la diana de mercurio, clasifica innúmeros puntos-dato en cada pulso de neutrón.

En lo que más acucia, la salud o su recuperación mediante el dominio de los secretos de la vida humana para sanarla cuando decae, enferma o envejece, la espalación faculta, con neutrones fríos y letárgicos, la observación científica de las proteínas. Éstas, como enzimas, catalizan el equilibrio de la célula. Como hormonas, regulan y controlan el crecimiento humano y la función orgánica. Las proteínas protegen de la infección. Pero en su forma mutante, como virus, ayudan al surgimiento del cáncer o el sida. Una proteína es una cadena de aminoácidos sintetizada por el gene que la conduce. En el Proyecto de Genoma Humano, el SNC, en castellano FEN, en euskara NEI, determina el DNA, ácido desoxirribonucleico, mediante heliografía de las bases químicas de los aproximadamente 100.000 genes que codifican las 100.000 enzimas, hormonas y proteínas estructurales de nuestra vida viva.

Los neutrones dispersados focalizan con alta definición clichés, incluso vídeos de átomos de hidrógeno, carbono, oxígeno, nitrógeno y fósforo. La estructura específica de las macromoléculas dañinas, visualizada, facilita la diagnosis de su morbilidad en niveles atómicos. Esas macromoléculas son fundamentales en industria farmacológica. Para elaborar un medicamento capaz de bloquear una proteína indeseada, resulta esencial conocer la estructura de ésta. El SNS/FEN/NEI será de suma utilidad a la hora de estudiar cómo un fármaco paraliza la función de la enzima peligrosa. Un substrato deuterado calcula su potencialidad al vincularse y bloquear la actividad enzimática perjudicial. Ello planificará terapias más eficaces. La radioterapia de espalación de neutrones, destinada al Gran Laboratorio vizcaino, localiza con exactitud y puntería el área damnificada del tumor y evita alcanzar los tejidos sanos próximos. Paralelamente, en una población mayormente obesa (la que come) y que rinde culto al cuerpo, la espalación revelará ingredientes nutritivos menos dañinos y sin perversión sápida en gastronomía saludable, cosméticos antivejez y demás productos-milagro. En EUA, devotos, prefieren el término de productos-maravilla.

Los algoritmos computerizados crearán a largo plazo bases de datos exhaustivos de neutrones y rayos X que predigan el inminente plegamiento y degeneración de una proteína. En cuanto a osteoporosis, el neutrón dispersado traza el espectro de cómo se mineralizan los huesos durante el desarrollo, cómo degeneran en dicha dolencia y ello encauza los remedios pertinentes; y útiles, por lo mismo, en artritis y odontología.

Guerra por la paz

Somos incorregibles. Si no se erige a tiempo la madre de todos los Macrolaboratorios de Europa, la ESS («European Spallation Source»), nos aventajarán yanquis y nipones. ¡Alarma roja! La CE no subirá al podium neutrónico interplanetario. En EUA van en tromba. Aducen, es obsesivo, la «inminente» consunción de recursos energéticos. Los reactores convencionales producen rechazo social. Se acaba el petróleo, se agotarán los depósitos kurdos de Iraq, otra guerra estúpida. Iniciado el plan SNS en 1996 durante el mandato Bill Clinton , cuyo programa también incluía problemática social, y tras una serie de convenciones, ferias de muestras y charlas, delegaciones de ‘hombres medicina’, físicos expertos, pero limitados por las ecuaciones de la época, aconsejaron propulsar sin prisa ni pausa la ciencia de la próxima generación. El SNS («Spallation Neutron Source») obtuvo así del Departamento de Energía (DOE) y de los responsables del Congreso un fondo de 1,4 billones de dólares (los billones $ son millones de millones) para su gestión desde 1999 a 2006. Calculen.

Por cierto, su calculadora de bolsillo, o su visa, como otros utensilios micromagnéticos, utilizan neutrones espalados de forma rudimentaria. Al constituir conjuntos estables de átomos y moléculas combinados para reproducir una preexistente estructura, y reproducirla de modo que aumenten sus aplicaciones, esta impredecible bioquímica de neutrones esparcidos deriva, ambivalente, en la creación de moléculas gigantes, macromoléculas en las que distintos átomos se ensamblan en inéditas variaciones e inmensas cantidades, y se materializan en plásticos, fibras textiles, pinturas, planchas homogeneizadas al límite para industria tractora en las que interviene de nuevo el antioxidante niobio; AVEs monocarriles en levitación o lubricantes. En el hiper, champús y detergentes de mayor eficacia, y un amplísimo límite de caducidad de productos en despensa.

Se observará a través del SNS, o FEN, si diferentes moléculas aunadas para, ejemplo, laminación, se atraen o repelen. Así predice el ingeniero la resistencia de una nueva mixtura de materiales tras el uso prolongado o la intemperie. El sapiens sapiens más ágil se ve más que nunca, quieras que no, provisto de prótesis, desde el vehículo al ordenador o el móvil. A más de otros planteamientos preferenciales, como la oncología, el Superlaboratorio de Euskadi se centrará, industrialmente, en la aeronáutica, que últimamente vuela bajo. Abarrota el espacio y pierde su condición de vehículo seguro, puntual y chic. La espalación de neutrones se ha utilizado en EUA para detectar invisibles puntos negros de deterioro precoz o desgaste. Se hizo en un ala de avión de combate. No escarmentamos. Para financiar átomos para la salud y la paz, se siguen suministrando arsenales a países sometidos a subdesarrollo que a su vez producen púlsares de masas humanas fugitivas, esclavizadas y sujetas a hambruna, sida y sarracinas tribales. La Guerra Fría, chispazo del redactor Walter Lippmann, no ha concluido. Sólo ha cambiado el rojo por el negro y por el verde califal.