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El fraude final

La comisión del 11-S cierra sus puertas al público

Fuentes: From the Wilderness

Traducido para Rebelión por Germán Leyens

[Los protagonistas de la farsa de la Comisión Warren de nuestros días han recibido su aplauso final. El personal comienza a ocuparse del escenario, los actores se van a casa y pronto la sala se queda fría y la escena vacía. No habrá un bis y las reseñas no son buenas. Entre bastidores, el director se siente aliviado pero un poco nervioso; los productores podrán o no estar satisfechas con el rendimiento de su inversión. ¡Tantos hermosos micrófonos, tantos elegantes trajes y corbatas! ¿Pero tendría éxito en Peoria?

En este informe presencial, Mike Kane observa a la Comisión durante el día de su gran función: el día NORAD / FAA. Encuentra a un coro de actores disfrazados recitando sus líneas ante sus homólogos uniformados mientras las cámaras ruedan. El peligroso tema que pretenden confrontar no se ve por ninguna parte y antes de que el inofensivo guión salga de las prensas y llegue a las librerías, reconocemos lo esencial: «un cuento relatado por un idiota, lleno de revuelo, sin significado alguno». JAII]

 

«Ante todo, aquí no hay una confabulación o un complot para deformar esta historia para tratar de encubrir o sacar de aprietos a alguien».

General Eberhart – testimonio ante la Comisión del 11-S, 17 de junio de 2004.

Cuando le preguntaron quién fue el responsable de los juegos de guerra múltiples realizados en la mañana del 11 de septiembre de 2002, el general Ralph E Eberhart, el hombre a cargo de NORAD (Comando de Defensa Aeroespacial de Norteamérica) en la mañana en cuestión respondió:

«No hay comentarios».

Resulta extremadamente sospechoso que Eberhart no haya podido comentar si consideramos su testimonio jurado sólo instantes antes de que se le planteara esta pregunta el 17 de junio de 2004, en respuesta a la línea de interrogación del comisionado Roemer.

Tim Roemer fue el único comisionado que planteó una pregunta sobre ejercicios militares que tuvieron lugar en la mañana del 11-S. Comenzó refiriéndose a una comunicación de la FAA [Autoridad Federal de Aviación] de las 8.38 a NEADS [Sector Nordeste de Defensa Aérea] sobre un avión secuestrado que se dirigía hacia Nueva York. La respuesta de NEADS fue: «¿Se trata del mundo real o de un ejercicio?». La respuesta de la FAA fue: «No, no es un ejercicio, no es una prueba».

Roemer entonces le preguntó al general Eberhart:

Mi pregunta es: usted estaba preparado para un ejercicio contra la antigua Unión Soviética. ¿Ayudó o perjudicó ese hecho? ¿Ayudó en cuanto a que había más personas preparadas? ¿Había más gente preparada? ¿Había más cazas abastecidos de combustible? ¿O afectó en cuanto a que la gente pensó: «No, no es posible que esto sea el mundo real; estamos involucrados en un ejercicio», y retardó las cosas?

La respuesta de Eberhart:

Señor, creo que ayudó en cuanto al personal, al enfoque, porque las tripulaciones – tenían que estar en el aire en 15 minutos y esa mañana, por el ejercicio, estuvieron en el aire en seis u ocho minutos. Así que creo que el enfoque ayudó.

Si los juegos de guerra ayudaron «por el enfoque», ¿por qué se mostró reacio el general Eberhart a declarar sobre el tema de quién fue la persona central que coordinó ese enfoque? ¿Estuvo el propio general, el hombre que dirigió NORAD esa misma mañana, a cargo de coordinar los juegos de guerra múltiples el 11-S?

No hay comentarios.

De Rusia con amor

Desde el momento mismo en que los generales Myers, Eberhart y Arnold prestaron juramento para testificar, declararon continuamente que «la posición militar de NORAD el 11-S, por ley, por política y en la práctica estuvo enfocada en la reacción ante amenazas exteriores, amenazas originadas fuera de nuestras fronteras» (cita del testimonio jurado del general Myers).

Pero NORAD no estaba realizando simplemente «un ejercicio contra la antigua Unión Soviética» el 11-S, como insinuó la pregunta del comisionado Roemer. Fue sólo uno de los juegos de guerra múltiples que se realizaron esa mañana, intitulado VIGILANCIA EN EL NORTE, que simulaba un ataque aéreo proveniente de Rusia. Insinuar, como lo hizo el comisionado Roemer, que fue el único ejercicio de esa mañana da crédito a la falsa afirmación de los tres generales de que la única misión de NORAD era proteger contra amenazas exteriores.

Los juegos de guerra múltiples realizados el 11-S también incluían – pero no se

limitaban a – GUARDIÁN VIGILANTE, que involucraba guiones de secuestros sobre Estados Unidos continental. No se refirieron a ninguno de los juegos de guerra durante las audiencias por su nombre. Los detalles de esos ejercicios forman el talón de Aquiles del mantra de la «amenaza externa» parloteado por los tres generales y esos detalles parecen ser confidenciales.

Hubo otra mención más de los juegos de guerra de parte del comisionado Lehman, en la que se refirió a los ejercicios militares como una de las «circunstancias felices» en la mañana del 11-S.

En respuesta a la declaración del general Myers sobre la misión legal de NORAD, la comisionada Gorelick señaló que ésta incluye el control del espacio aéreo sobre el interior de EE.UU. (EE.UU. continental, o CONUS). Leyó el mandato en voz alta: «Asegurar la vigilancia y el control del espacio aéreo de Canadá y de Estados Unidos». Myers tuvo, en realidad, la frescura de intentar de utilizar Posse Comitatus como un motivo para absolver a la Fuerza Aérea de la responsabilidad por lo que sucedió el 11-S. Afirmó que la ley Posse Comitatus de 1878 (que ha sido, irónicamente, seriamente debilitada por la Ley Patriota después del 11-S) ilegaliza que los militares se involucren en «el mantenimiento del orden interior». Por cierto que lo hace. Pero no tiene nada que ver con el 11-S, porque la reacción ante secuestros ha sido una responsabilidad de NORAD durante decenios, y por motivos obvios: nadie había presentado jamás una objeción Posee Comitatus a ese mandato en el pasado (porque, por ejemplo, la policía no vuela F-16s).

El comisionado BenVeniste preguntó al general Richard Myers si había sido informado del arresto de Zacarias Moussaoui el 17 de agosto como sospechoso de ser un «secuestrador suicida». Myers respondió, «Pienso que me hubiesen informado, pero no me acuerdo».

BenVeniste formuló la siguiente pregunta a Myers:

Si hubiera recibido esa información que asociaba el potencial reflejado en el memorando PDB del 6 de agosto intitulado «Bin Laden determinado a atacar en Estados Unidos» junto con esta información adicional (sobre la información de secuestro suicida referente a Moussaoui), ¿habría usted continuado, por lo menos, con un guión de entrenamiento, tal como el guión de entrenamiento de Fuerza Positiva, en el que se supone que un avión secuestrado vuela contra el Pentágono, una proposición que fue hecha y rechazada en el año 2000? [énfasis agregado]

Esto es un engaño habilidoso, del tipo al que BenVeniste se ha acostumbrado durante su participación en la Comisión del 11-S. Presentar una pregunta semejante cuando es asunto de conocimiento público que esos ejercicios se estaban realizando en la mañana del 11-S es una línea de cuestionamiento que salta a la vista como engañosa.

Myers respondió:

No puedo responder a lo hipotético. Es más – es la forma en la que se nos instruyó que nos posicionáramos, mirando hacia fuera.

Volvió al mantra fiel, (pero absurdo) salmodiado por el conjunto de los tres generales.

Mientras parecía que los comisionados BenVeniste y Gorelick parecían estar formulando preguntas «duras», siempre se detenían ante todo lo que pudiera llegar al corazón de la materia. No mencionaron los juegos de guerra que se realizaron en la mañana del 11-S, ni en esta serie de audiencias ni durante la serie anterior, en la que el secretario de defensa, Donald Rumsfeld, habló bajo juramento.

http://globalresearch.ca/articles/KAN403A.html

Además, ni uno solo de los comisionados se refirió a las 67 intercepciones de la Fuerza Aérea realizadas exitosamente durante el año anterior al 11-S (AP, 13/08/02). Después de la audiencia se le preguntó al comisionado John Thompson si había habido alguna discusión por parte de los comisionados sobre la velocidad con la que los cazas reaccionaron el 11-S. Dijo que no había ocurrido, pero que ocurriría.

¿Cuándo?

Esas inquietudes fueron tratadas muy brevemente durante las primeras audiencias de la comisión sobre NORAD, en mayo de 2003, pero no se estudió nada de importancia en ese momento.

http://www.9-11commission.gov/archive/hearing2/9-11Commission_Hearing_2003-05-23.htm

«Pérdida de tiempo»

A los comisionados los interrogaron sobre los juegos de guerra – después de las audiencias.

Cuando se le preguntó al comisionado BenVeniste por qué prefirió no formular preguntas sobre los juegos de guerra que tuvieron lugar el 11-S afirmó que el tiempo disponible era corto y que había hecho lo más posible. Cuando se le preguntó si sabía quién estuvo a cargo de coordinar los juegos múltiples de guerra esa mañana, replicó: «tendrán que preguntarle al equipo al respecto». A esta misma pregunta crucial, la comisionada Gorelick respondió: «… consideramos los ejercicios que se realizaron ese día. No conozco la respuesta a esa pregunta». Cuando se le preguntó por qué decidió no preguntar a los generales sobre los juegos de guerra replicó: «el equipo concluyó [que los juegos de guerra] no inhibían a los militares en la realización de su trabajo y por lo tanto yo no iba a perder mi tiempo con eso».

Al parecer algunos miembros de la audiencia no estuvieron de acuerdo.

Inmediatamente después de que la comisionada Gorelick comenzó el tiempo que se le había dado para interrogar a los generales, un miembro de la audiencia gritó: «Pregúnteles sobre los juegos de guerra que estaban planificados para el 11-S». Otro miembro de la audiencia continuó en la misma línea:

«Háblennos de los juegos de guerra.»

Esos comentarios de los miembros de la audiencia fueron publicados en la trascripción de las audiencias de Associated Press.

http://wid.ap.org/transcripts/040617commission911_1.html

En ese momento, la tensión llenó la sala. A poco de comenzar las preguntas, uno de los miembros de la audiencia que acababa de gritar a la comisión se levantó y vociferó: «¡Es una vergüenza! ¡No están respondiendo a mis preguntas, me voy!»

Llevaba una bandera de EE.UU. cuando lo condujeron afuera.

Debe haber comprendido que los juegos de guerra no iban a ser considerados de ningún modo coherente. Su estallido, aunque fue claramente audible, fue omitido de la trascripción de Associated Press. Parece que este arrebato puede haber sido lo que llevó al comisionado Tim Roemer a lanzar la sola y única pregunta cuidadosa sobre los ejercicios al general Eberhart más tarde en las audiencias. Es lamentable que el descontento no haya gritado una o dos de sus preguntas antes de que lo expulsaran, pero su gesto apasionado ayudó en cierto modo.

Kyle Hence de 11-S CitizensWatch preguntó a la comisionada Gorelick por qué los cazas no despegaron de la base Andrews de la Fuerza Aérea. Mr. Hence declaró que, según su información por lo menos 3 cazas de Andrews estaban realizando ejercicios a más de 300 kilómetros de distancia esa mañana. Esto dejó a Washington DC sin defensas ese 11-S. Cuando se le preguntó como podía haberse permitido algo semejante, la comisionada Gorelick se negó a comentar.

Cuando se le preguntó si la comisión había considerado alguna vez los juegos múltiples de guerra realizados en 11-S, y quién estaba a cargo de coordinarlos, el presidente Kean respondió: «Sí, lo hicimos, no fue una coordinación, hubo una serie de juegos como ocurre periódicamente, pero no estaban coordinados y ayudaron de cierto modo porque hubo gente disponible que de otro modo no lo hubiera estado».

Al continuar respecto a la aclaración de si hubo un individuo a cargo de la coordinación de esos ejercicios, el presidente Kean respondió: «No, no lo creo. Pueden preguntarle al equipo sobre el tema».

El director de comunicación del equipo, Jonathan Stull, después de verse enfrentado a la misma línea de cuestionamiento, declaró que «lo estaba considerando». Mr. Stull explicó más adelante: «Es un tema que está siendo considerado por la Comisión y lo reflejará en su informe final». Veremos hasta qué punto lo considerarán.

¿Nueva programación?

El Informe del Equipo de la comisión presentó nuevos horarios para algunos eventos críticos sobre el 11-S. Basándose en esta nueva información, el tiempo de reacción militar ha sido reducido y la FAA aparece como el chivo expiatorio. Los nuevos horarios para los eventos en la mañana del 11-S en comparación con los horarios oficiales originales:

Evento

Horario oficial original

Nuevo horario del equipo de 11-S

FAA informa a NORAD sobre AA11

8:40 (Horario NORAD)

8:37:52

Transpondedor UA 175 cambia a señal diferente

8:42

8:47

FAA informa a NORAD sobre UA 175

8:43

9:02

Teléfono puente FAA (impugnado)

8:46

Cierto tiempo después de 9:03

FAA informa a NORAD sobre UA 93

9:16

10:07 (¿es verosímil?

FAA informa a NORAD sobre AA 77. Afirman que la antigua orden de despegar de 9:24 fue en realidad para el «vuelo Fantasma 11»

9:24

9:36

Orden de Cheney de derribar UA 93

9:55

10:20 aproximadamente

Hora de ‘crash’ de UA 93

10:06

10:03

** con agradecimiento especial a Nic Levis por su ayuda en el análisis de la planilla de horario.

El «Vuelo Fantasma» del Pentágono

Una de las afirmaciones más sorprendentes que resultaron de la audiencia pública final fue lo que la Comisión llamó el «vuelo fantasma». Esto se refiere al avión que supuestamente se estrelló en el Pentágono. Una comunicación de la FAA a NORAD señaló que fue el vuelo 11 – que ya se había estrellado en el World Trade Center – el que se había desviado de su rumbo y se dirigía a Washington DC, no el vuelo 77. El informe señala que «no pudo identificar la fuente de la errónea información de la FAA».

A las 8:54, el vuelo 77 comenzó a desviarse de su plan de vuelo, primero con un ligero giro hacia el sur. Luego «desapareció por completo» a las 8:56 según el Informe de Equipo de la Comisión del 11-S.

El informe continúa:

Poco después de las 9:00, Indianapolis Center comenzó a notificar a otras agencias de que American 77 había desaparecido y que posiblemente se había estrellado… A las 9:09 informaron sobre la pérdida de contacto con el centro regional de la FAA, que pasó la información a la central de la FAA a las 9:24… Reconstrucciones de radar realizadas después del 11-S revelan que el equipo de radar de la FAA rastreó al vuelo desde el momento en que su transpondedor fue desconectado a las 8:56 AM. Pero durante ocho minutos y trece segundos, entre 8:56 AM y 9:05 AM, esta información primaria sobre American 77 no fue visualizada a los controladores en Indianapolis Center. Las razones son técnicas, provenientes de la manera como el software procesó la información de radar, así como de una mala cobertura primaria de radar donde volaba American 77.

En suma, Indianapolis Center nunca vio el giro del vuelo 77… American 77 viajó sin ser detectado durante 36 minutos en un rumbo que conducía al este hacia , DC.

Benedict Sliney, el jefe de operaciones nacionales de la FAA el 11-S (era su primer día en ese puesto) fue interrogado por el presidente Kean sobre los aspectos de radar y transpondedor del vuelo 77. Incluso después de que la señal del transpondedor del avión se detuvo, declaró Sliney: «Hay radares que hubiesen visto el objetivo a pesar de ello. ¿Hubieran sabido qué buscar? No lo sé». (1)

Hubo órdenes del Mission Crew Commander de NEADS a las 9:23:

«OK… despeguen Langley. Diríjanlos hacia el área de Washington.»

La orden de despegar fue dada a cazas de la base de la Fuerza Aérea en Langley en Virginia, dejando a los cazas en despegue desde Otis hasta Nueva York. Sin embargo, los cazas de Langley fueron dirigidos hacia el este, no hacia el norte, porque siguieron un orden de despegue «genérico». Esto los envió sobre el océano, fuera del espacio aéreo local, porque el piloto guía y el controlador local de la FAA supusieron incorrectamente que la instrucción de plan de vuelo de ir hacia el este era una nueva guía que sustituía la orden original de despegue.

¿Por qué no siguieron la orden de despegue tal como fue dada por el Mission Crew Commander de NEADS? Una orden directa de un comandante debe ciertamente sustituir cualquier plan «genérico».

Se afirma que nunca se informó a los pilotos de Langley sobre el motivo por el que se les hizo despegar. Como explicó el piloto guía: «Volví a la amenaza rusa… Pienso en la amenaza de misiles crucero desde el mar. Sabe, se mira hacia abajo y se ve al Pentágono en llamas y pensé que los cabrones se nos escaparon».

Al ver cómo se hizo despegar a los cazas de Langley hacia el mar, este plan «genérico» de despegue debe haber supuesto un ataque externo, proveniente del otro lado del Atlántico. ¿Pero cómo es concebible que bastante tiempo después de que ambas torres gemelas han sido atacadas, los pilotos de los cazas seguían pensando en una «amenaza rusa» genérica?

Se afirma que en ningún momento se informó a los pilotos que la amenaza provenía de aviones comerciales secuestrados. ¿No se habría incluido esa información en la orden de despegue de NEADS a las 9:23 o poco después? ¿Dos torres arden y nadie informa a los muchachos de los cazas?

Los jets de Otis despegaron a las 8:46 como reacción ante el secuestro del vuelo 11. Debido a que la señal del transpondedor del avión había desaparecido, NEADS pasó varios minutos más buscando en su radar el «retorno del elusivo radar primario». Los jets de Otis estuvieron en el aire a las 8:53, mucho después de que el vuelo 11 se estrelló en el World Trade Center. Pero fueron enviados más allá de la costa de Long Island porque, se afirma, NEADS no sabía adónde enviar la alerta para los cazas. Esto permitió que el vuelo 175 diera en la segunda de las torres. Es casi exactamente lo que ocurrió a los jets que despegaron de Langley, permitiendo que se atacara el Pentágono.

Toda esta información se basa en el informe de equipo de la comisión.

http://www.9-11commission.gov/hearings/hearing12/staff_statement_17.pdf

Comunicación del NMCC

También bajo juramento, junto a los tres generales, estaba el almirante Charles Leidig.

Leidig era el reemplazante del director adjunto de operaciones del Centro de Mando Militar Nacional (NMCC, por sus siglas en inglés) el 11-S, exactamente a las 8:30. Esto terminó por ponerlo a cargo de facilitar la primera teleconferencia en el NMCC el 11-S entre múltiples agencias, incluyendo a la FAA y a NORAD. Durante toda la mañana hubo dificultades para que la FAA participara en la teleconferencia, lo que perjudicó el flujo de comunicación durante un cierto tiempo. Leidig dijo que la FAA participó «intermitentemente» en el llamado. Dijo que creyó entender que hubo problemas de compatibilidad entre las líneas seguras y las de la FAA, que llevaron a que la FAA «abandonara» la teleconferencia..

El almirante Leidig declaró que el NMCC estaba conectado con la Casa Blanca pero no con Air Force One. ¿Por qué no? El reportero de investigación Tom Flocco ha suministrado un análisis detallado de las extrañas circunstancias que rodean el nombramiento del almirante Leidig. El general de brigada Montague Winfield le pidió el 10 de septiembre que cumpliera una parte de su servicio a las 8:30 AM del 11 de septiembre.

http://www.tomflocco.com/modules.php?name=News&file=article&sid=65

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