Desde hace años se conoce el gigantesco presupuesto de defensa estadounidense (que representa el 50% del total de los presupuestos de defensa en el mundo), que es la herramienta de su política exterior desde Reagan hasta el presente, pero la financiación de las agencias de espías estadounidenses, que no es solo la CIA sino muchos […]
Desde hace años se conoce el gigantesco presupuesto de defensa estadounidense (que representa el 50% del total de los presupuestos de defensa en el mundo), que es la herramienta de su política exterior desde Reagan hasta el presente, pero la financiación de las agencias de espías estadounidenses, que no es solo la CIA sino muchos otros organismos los cuales sumarian alrededor de 16, tienen un lado oscuro, el de sus fuentes de financiación las cuales están mas allá de los controles de las administraciones formales (por aquello de que nadie audita a Dios y esos organismos se creen Dios en lo que concierne a «defender» a EE.UU. y Occidente), esta «financiación extra» se encuentra en los negocios que depara el manejo de la droga (a la cual dicen combatir), pero que además son estos organismos los que organizan y respaldan este negocio de la muerte con la complicidad de los grandes grupos financieros anglosajones (con sus «paraísos fiscales»).
Afirmar esto es ser descalificado como: «adicto» a las «teorías de complot» y con ello se oculta la realidad y todos sus negocios, pues para ocultar la verdad de sus acciones tienen la versión hollywoodense de History Channel, para justificar a sus espías.
El antecedente mas cercano para buscar de este método de conquista geopolítico, lo podemos encontrar en la política del imperio inglés en su conquista de Asia durante el siglo XIX, con dos guerras por el control de la producción, distribución y financiación del opio, primero con una compañía privada y luego directamente bajo la conducción de la Corona como parte de la política de colonización del imperio británico, y con ella puso bajo su control a la India primero y luego a la China destruyendo a millones de sus habitantes haciéndolo dependiente de esa destructiva droga, y dominando sus mercados.
Durante de la Segunda Guerra Mundial, la Republica Imperial estadounidense, reorganizo sus servicios de inteligencia y desde ese momento empezaron sus relaciones profundas con la mafia y las drogas con varias finalidades: primero fue para que no se le recortara su accionar al disponer de financiación propia sin necesidad de depender de los políticos, segundo porque con ello se relaciono con el mundo de la criminalidad de donde podía obtener mano de obra para cometer crímenes si tener que usar su equipos especializados -relación con la mafia italiana-estadounidense-, tercero porque manejando el mundo de la droga también maneja a gobiernos mafiosos por el mundo y esto se vio muy claramente en Centroamérica -con el apoyo a las dictaduras y luego con el fin de las mismas apoyando a las maras (bandas de forajidos) actualmente-, ahora ya se sabe «oficialmente» que EE.UU. equipa con armamentos sofisticado a los cárteles mexicanos. Y cuarto porque también sirve para tener dominadas a grandes masas de población volviéndolas estúpidas al hacerlas adictas y por lo tanto inservibles para cualquier intento de cambiar esta sociedad.
Quizás por ello tenemos varias preguntas sin repuestas: ¿Como puede ser que la hiperpotencia militar del mundo (EE.UU.) con todo un arsenal de tecnología infernal no puede controlar que el 5% de la población del mundo, o sea su país, consume casi el 60% de la droga que se produce en el mundo?
Otra, también relacionada con las drogas y la economía en negro, que empezó a ser puesta bajo la lupa a consecuencia de la crisis financiera mundial que vivimos desde 2009, cuando la mayoría de los países intentaron a través del G20 que se controlara a los Paraísos fiscales: ¿Por qué EE.UU. y Gran Bretaña se opusieron?
Bien algunas respuestas a nuestras preguntas las encontramos en un informe poco divulgado en un artículo de Russia Today, sobre documentos desclasificados los 70 y 80 en EE.UU., dado que los mas recientes siguen con el rotulo de Top Secret:
«Más de 8.000 documentos secretos recientemente desclasificados en USA revelan las relaciones que mantuvieron en la CIA con diferentes cárteles de drogas en el mundo para financiar sus operaciones. La información coincide con lo denunciado por el periodista Gary Webb, «suicidado» con dos tiros en la nuca en 2004.»
La CIA acudía al narcotráfico para llenar sus arcas y realizar sus operaciones clandestinas, según apuntan unos documentos con sello federal estadounidense que fueron desclasificados, informa el sitio web de Russia Today.
Los más de 8.000 documentos del Gobierno federal desclasificados por el Acta de Información Pública revelan los detalles de estos controvertidos vínculos. Informes de la década de los 80 muestran que para contrarrestar la presencia militar soviética en Afganistán, USA gastó más de 2.000 millones de dólares en el financiamiento de la resistencia afgana a través de los cárteles de drogas. Los mismos documentos indican que la CIA también estuvo involucrada con narcotraficantes latinoamericanos.
¿Y como era el circuito en nuestra zona, hacia los mercados financieros?
«En el escenario estadounidense, el dinero de la droga provenía desde el Cono Sur y se convertía en dinero legítimo en Wall Street. En el escenario latinoamericano, este mismo dinero, una vez blanqueado, volvía a la región en forma de fondos para el paramilitarismo», explica el exagente federal Michael Ruppert. (1)
Ésta es la realidad que nos aclara los documentos desclasificados que reafirman lo antes expresado, el problema es que estos documentos hacen referencia a una época pasada, repito pasada, y todos conocemos que el tema de las drogas a tomado un cariz mas que alarmantes en nuestros países en los últimos 20 años, que puede desestabilizar gobiernos, condicionarlos o ser el argumento para intervenciones «militares externas» para la supuesta erradicación del flagelo que destruye nuestras sociedades: México con mas de 35.000 crímenes en dos años perpetrados por los cárteles, Colombia con sus miles de asesinados y millones desplazados por los paramilitares y las guerrillas financiadas por la droga, Perú con el resurgimiento de Sendero Luminoso manejando la droga en las zonas montañosas y Bolivia que es permanentemente denunciada junto a Venezuela por EE.UU. de ser la culpable de la drogas en las calles estadounidenses y europeas; Argentina y Brasil como productoras a partir de la pasta base y origen de los envíos a Europa, son las realidades con que tenemos que lidiar a diario los latinoamericanos.
Por ello es urgente que los países integrantes de la UNASUR y el Consejo de Defensa Suramericano tome medidas conjuntas contra el narcotráfico y su ramificaciones financieras (que se realizan a través de negocios bancarios y profesionales, tales como la industria del seguro, asesores financieros, contadores, escribanos, fondos fiduciarios y empresas reales o «fantasmas», que resultan mecanismos viables para clarificar fondos ilícitos con el lavado de dinero) con organismos propios, porque la experiencia y los datos que analizamos, nos lleva a afirmar que «La droga es una herramienta geopolítica del Imperio» para controlar nuestro continente, no esperemos otros 20 años para leer en los documentos desclasificados como utilizaron los «cárteles» para dominarnos.
Fuente: http://licpereyramele.blogspot.com/2011/07/la-droga-herramienta-geopolitica-del.html
rCR