Los ricos y sus falsos profetas a sueldo están haciendo un trabajo macanudo de engaño a los pobres y la clase media. Han convencido a muchos que un socialismo diabólico está floreciendo en el país y les está robando su porción. Pero el engaño no puede durar, los hechos dicen lo contrario. Sí, hay una […]
Los ricos y sus falsos profetas a sueldo están haciendo un trabajo macanudo de engaño a los pobres y la clase media. Han convencido a muchos que un socialismo diabólico está floreciendo en el país y les está robando su porción. Pero el engaño no puede durar, los hechos dicen lo contrario.
Sí, hay una guerra de clases, la guerra de los ricos contra los pobres y la clase media, y los ricos están ganando. La guerra se lanzó ya hace unos años. Miremos los hechos, los hechos que los ricos y sus falsos profetas a sueldo no quieren que la gente conozca.
Dejemos a Glenn Beck [un periodista ultraconservador de la Fox. NdT] pontificar sobre los socialistas abatiéndose sobre Washington. Que Rush Limbaugh [otro periodista ultraconservador. NdT] increpe acerca de la «guerra de clases de un programa izquierdista que destruirá nuestra sociedad». Éstos dos son falsos profetas de los ricos muy bien retribuidos.
La verdad es que desde hace décadas los ricos en los EEUU han estado haciéndose más ricos, y los pobres y la clase media son más pobres. Miremos los hechos y juzguemos nosotros mismos.
Los números oficiales de la pobreza en EEUU muestran ahora que tenemos el mayor número de personas pobres desde hace 51 años. La tasa de pobreza oficial en EEUU es del 14’3 por ciento, es decir, 43’6 millones de personas pobres. Uno de cada cinco niños en los EEUU es pobre; uno de cada diez ciudadanos de la tercera edad es pobre. Fuente: Oficina del Censo de EEUU.
Uno de cada seis trabajadores, 26’8 millones de personas, está desempleado o subempleado. Esta tasa «real» es superior al 17 por ciento. Hay 14’8 millones de personas catalogadas «oficialmente» por el gobierno como desempleadas, una tasa del 9’6 por ciento. El desempleo es peor para los trabajadores afroamericanos de los cuales está sin empleo el 16’1 por ciento. Otros 9’5 millones de personas, que están trabajando solamente a tiempo parcial mientras buscan trabajo a tiempo completo, pero han tenido sus jornadas laborales recortadas o hasta el momento no han encontrado más que trabajo a tiempo parcial, no se cuentan en las cifras oficiales de desempleo. También 2’5 millones adicionales están registrados como desempleados, pero no se cuentan porque están clasificados como trabajadores desanimados en parte porque han estado sin trabajo durante 12 meses. Fuente: Departamento de Trabajo de EE.UU. Informe de la Oficina de Estadísticas Laborales de octubre 2010.
La renta media por hogar para los blancos en los EEUU es de 51.861 dólares; de 65.469 para los asiáticos; de 32.584 para los afroamericanos; de 38.039 para los latinos. Fuente: Oficina del Censo de EEUU.
Cincuenta millones de personas en los EEUU no tienen el seguro médico. Fuente: Oficina del Censo de EEUU.
Las mujeres tienen en los EEUU un mayor riesgo de morir por enfermedades relacionadas con el embarazo que las mujeres de otros 40 países. Las mujeres afroamericanas de EEUU tienen casi cuatro veces más posibilidades de morir por enfermedades relacionadas con el embarazo que las mujeres blancas. Fuente: Amnesty International Maternal Health Care Crisis in the USA.
Alrededor de 3’5 millones de personas de EEUU, de las cuales una tercera parte son niños, no tienen hogar en algún momento del año. Fuente: National Law Center on Homelessness and Poverty.
En las afueras de Atlanta, 33.000 personas acudieron a buscar solicitudes de viviendas subsidiadas de bajo coste en agosto de 2010. Cuando Detroit ofreció asistencia de emergencia para ayudar a las personas que deben afrontar el desalojo de sus viviendas, más de 50.000 personas acudieron para intentar conseguir alguno de las 3.000 mencionadas ayudas disponibles. Fuente: Informes de Prensa.
Hay 49 millones de personas en los EEUU que viven en casas en donde comen solamente porque reciben vales de comida, o visitan despensas de comidas o comedores populares para obtener ayuda. 16 millones son tan pobres que han debido saltarse alguna comida o renunciar al alimento en algún momento del último año. Se trata del más alto nivel desde que hay estadísticas disponibles. Fuente: US Department of Agriculture, Economic Research Service.
La clase media va para atrás
En tiempos de una o dos generaciones anteriores era posible para una familia de clase media vivir con una sola fuente de ingresos. Ahora se precisan dos ingresos para obtener la misma calidad de vida. Los salarios no han seguido el ritmo de los precios; ajustados con la inflación los salarios han perdido terreno durante los últimos diez años. El coste de la vivienda, la educación y la asistencia sanitaria ha crecido a una tasa superior a los sueldos y los salarios. En 1967, el 60 por ciento de las casas, entre el 20 por ciento de las más ricas y el 20 por ciento de las más pobres, recibieron más del 52 por ciento de todos los ingresos. En 1998, decreció al 47 por ciento. La proporción que corresponde a los pobres también ha caído, mientras que el 20 por ciento más rico ha visto aumentar su parte.
Un récord de 2’8 millones de hogares recibió un aviso de ejecución hipotecaria en 2009, un número mayor que en los años 2007 y 2008. En 2010, se espera que el número crezca a 3 millones de hogares. Fuentes: Reuters and Realty Trac.
Once millones de propietarios de su hogar (casi uno de cada cuatro) en los EEUU están «con el agua al cuello» o deben más por las hipotecas de lo que valen sus casas. Fuente: «Home truths», The Economist, 23 de octubre de 2010.
Por primera vez desde 1940, los ingresos reales de las familias de clase media son menores al final del ciclo económico de la década de 2000 que al inicio del mismo. A pesar de que la fuerza laboral estadounidense está trabajando más dura y hábilmente que nunca, cada vez está recibiendo menos beneficios que ella misma crea. Esto es verdad para las familias blancas, pero aún lo es más para las familias afroamericanas cuyas ganancias en la década de los 90 han sido en su mayoría eliminadas desde entonces. Fuente: Jared Bernstein and Heidi Shierholz, State of Working America.
Los ricos haciéndose más ricos: hechos
La riqueza de las 400 personas más ricas de los EEUU creció un 8 por ciento en el último año hasta los 1,37 billones. Fuente: Forbes 400, «Los super-ricos se hacen más ricos», 22 de septiembre de 2010. Money.com
El mejor clasificado director de hedge fund del año 2009, David Tepper, «ganó» 4.000 millones de dólares el año pasado. El resto de los mejor clasificados ganaron: 3.300 millones, 2.500 millones, 2.300 millones, 1.400 millones, 1.300 millones (empatados el sexto y séptimo puestos), 900 millones (empatados el octavo y novenos puestos), y en la última plaza de los diez mejor clasificados, 825 millones. Fuente: Business Insider. «Meet the top 10 earning hedge fund managers of 2009.»
La disparidad de ingresos en los EEUU es ahora tan mala como antes de la Gran Depresión a finales de los 20 del siglo pasado. De 1979 a 2006, el uno por ciento más rico más que dobló su porción del total de ingresos de EEUU, del 10 al 23 por ciento. El uno por ciento más rico tiene una media anual de ingreso de más de 1’3 millones. En los últimos 25 años, más del 90 por ciento del total del crecimiento de los ingresos en los EEUU fue para el 10 por ciento más rico, dejando el 9 por ciento de todos los ingresos para repartirse entre el 90 por ciento inferior. Fuente: Jared Bernstein y Heidi Shierholz, State of Working America
En 1973, el pago promedio de los presidentes de empresa en los EEUU fue de 27 dólares por cada dólar pagado a un trabajador típico; en 2007 la proporción había subido a 275 por 1. Fuente: Jared Bernstein and Heidi Shierholz, State of Working America.
Desde 1992 el tipo impositivo medio de los 400 contribuyentes más ricos de los EEUU ha caído del 26’8 al 16’62 por ciento. Fuente: US Internal Revenue Service.
Los EEUU tienen la mayor desigualdad entre ricos y pobres de todas las naciones industrializadas de Occidente y ha ido empeorando desde hace 40 años. El World Factbook, publicado por la CIA, incluye un ranking de desigualdad entre las familias dentro de cada país, mediante el índice Gini. El puesto que ocupan los EEUU es el 45 en el 2007, el mismo que Argentina, Camerún y Costa de Marfil. La mayor desigualdad se encuentra en países como Namibia, Sudáfrica, Haití y Guatemala. El puesto 45 de EEUU queda muy pobre en relación a Japón (38), India (36), Nueva Zelanda y el Reino Unido (34), Grecia (33), Reino de España (32), Canadá (32), Francia (32), Corea del Sur (31), Holanda (30), Irlanda (30), Australia (30), Alemania (27), Noruega (25) y Suecia (23). Fuente: CIA The World Factbook.
Los ricos viven un promedio de cinco años más que los pobres en EEUU. Naturalmente, las grandes desigualdades tienen consecuencias en términos de salud, exposición a condiciones de trabajo poco saludables, nutrición y estilo de vida. En 1980, los más pudientes en los EEUU tenían una esperanza de vida de 2’8 años sobre los no tan afortunados. A medida que la brecha de la desigualdad crece, también lo hace la brecha de la esperanza de vida. En 1990, la brecha era un poco menos de 4 años. En 2000, los menos afortunados podían esperar vivir hasta los 74’7 años mientras los más pudientes tenían una esperanza de vida de 79’2 años. Fuente: Elise Gould, «Growing disparities in life expectancy,» Economic Policy Institute.
Conclusión
Éstos son los hechos extremadamente preocupantes para cualquier persona interesada por la justicia económica, la igualdad de oportunidades y la justicia.
Thomas Jefferson observó en cierta ocasión que la restructuración sistemática de la sociedad en beneficio de los ricos sobre los pobres y la clase media es una tendencia natural de los ricos. «La experiencia nos dice que el hombre es el único animal que devora a su propia especie, y no puedo encontrar palabras más suaves para… la depredación general de los pobres por parte de los ricos.» Pero Jefferson también sabía que la justicia no puede retrasarse indefinidamente mucho tiempo cuando dijo, «Tiemblo por mi país cuando pienso que Dios es justo, que su justicia no puede dormir para siempre.»
Los ricos hablan del ascenso del socialismo para distraer la atención de su devoradora apropiación de la subsistencia básica de los pobres y de todos los demás. Muchos de los que llaman más ruidosamente «al lobo» del socialismo lo hacen para enriquecerse o concederse poderes a sí mismos. Están en lo cierto en una cosa: hay una guerra de clases en marcha en los EEUU. Los ricos están ganando esta guerra de clases, y es hora para todos los demás de luchar por la justicia económica.
Bill Quigley es el director de Centro para los Derechos Constitucionales y profesor de derecho en la Universidad de Loyola de Nueva Orleans.
Fuente original: http://www.counterpunch.org/quigley10252010.html
Traducción para www.sinpermiso.info : Daniel Raventós
Fuente: http://www.sinpermiso.info/textos/index.php?id=3676
rCR