Traducido del ingles para Rebelión por Mariola y Jesús María García Pedradas
Los gobiernos europeos y de EEUU y los sionistas hacen uso de la acusación de «genocidio» en Ruanda para promover los intereses israelíes e imperialistas en África, y convertir en héroes a los mercenarios más mortíferos de EEUU en el continente, la dictadura militar de la minoría Tutsi en Ruanda. El régimen ha sacado una lista de sus críticos como objetivos a elminar, incluyendo a esta autora.
«Se me ha advertido que permanezca lejos de Ruanda por parte de ruandeses que residen en el país.»
Mi experiencia con la región de los Grandes Lagos de África empezó en 1991. Cuando viajaba por el sur de Uganda fui testigo de los disparos a un hombre desarmado por parte de asaltantes desconocidos considerados rebeldes del Frente/Ejército Patriótico Ruandés (FPR). Desde entonces he trabajado sin descanso para sacar a la luz la verdad sobre la guerra en la República Democrática del Congo (RDC) y el «genocidio» en Ruanda. Empecé a investigar e informar sobre crímenes de guerra, crímenes contra la humanidad y genocidio en Ruanda en 1995; empecé a informar sobre acontecimientos en Zaire (RDC) en 1996. En el año 2000 en el Tribunal Penal Internacional para Ruanda (TPIR) en Arusha, Tanzania, investigué el caso del comandante Bernard Ntuyahaga, ex- Forces Armée Rwandaise (ex-FAR), un aclamado «cabecilla genocida» Hutu, al que conocí personalmente allí.
Por supuesto, presupuse al hombre culpable de conspiración para cometer genocidio, antes de que tuviera lugar ningún juicio, de acuerdo con el clima imperante de sospecha institucionalizada y asunciones de culpabilidad contra todo el pueblo Hutu, y ciertamente contra todos los dirigentes del anterior gobierno del presidente Juvenal Habyarimana. El comandante Ntuyahaga cometió un genocidio. Todos lo sabíamos. ¿Para que molestarse con el juicio?
El 6 de abril de 2001 – aniversario del doble asesinato presidencial – testifiqué como experto en una vista de la Cámara de Representantes de EEUU, convocada por Cynthia McKinney, miembro del Subcomité de Derechos Humanos y Operaciones Internacionales, Comité de Relaciones Internacionales, convocado para evaluar operaciones encubiertas y genocidio en África Central. (1)
Durante los últimos 15 años he estado investigando milicias y tinglados criminales y propaganda sobre África Central. Investigué masacres, asesinatos, tortura, uso de la violación como arma de guerra, y desapariciones, individuales y de grupos, corporaciones multinacionales, los actores de estos sucesos gubernamentales y no gubernamentales, africanos y no africanos.
«Durante los últimos 15 años he estado investigando milicias y tinglados criminales y propaganda sobre África Central.»
Las provincias del Congo oriental, en el Norte, y de Kivi, en el Sur están controladas de hecho hasta el día de hoy por una red criminal desde Ruanda: hay ruandeses que han huido de Ruanda, y otros que son aliados del régimen de Kagame.(2) En la RDC investigué numerosas denuncias de atrocidades cometidas por el Frente/Ejército Patriótico Ruandés (FPR) y las Fuerzas de Defensa del Pueblo de Uganda (UPDF por sus siglas en inglés) mientras marchaban a través de Zaire (RDC), llamándose a sí mismas Alianza de Fuerzas Democráticas para la Liberación de Zaire/Congo (ADFL, por sus siglas en inglés), persiguieron y masacraron alrededor de 600.000 refugiados, entre 1996 y 1997, la mayoría mujeres y niños menores de 15 años.(3) También he entrevistado europeos que vivían en Ruanda que fueron testigos directos de masacres o de la creación de fosas comunes, y la destrucción de pruebas (lo que incluía la recogida, traslado e incineración de cuerpos y/o esqueletos).(4)
Mis primeros reportajes sobre Ruanda (1995-1997) sin saberlo promovieron versiones falsas sobre víctimas frente a asesinos, y la naturaleza y la culpabilidad por las atrocidades, incluyendo el «genocidio» en Ruanda.
La narrativa establecida permanece demasiado simplificada y la verdad ha sido secuestrada y suprimida por los medios de comunicación de masas. Mi trabajo ha sido muy destacado y he sido advertida de que permanezca fuera de Ruanda por parte de ruandeses que residen allí. Hace algunos años el gobierno de Ruanda me puso la etiqueta de «negadora del genocidio» y me considero a mí misma persona non grata en Ruanda (y Etiopía).
En febrero de 2010 se recibió un comunicado por correo electrónico desde una organización de derechos humanos ruandesa en Bélgica, escrito en kinyarwanda y presuntamente filtrado, incluyendo una lista de presuntas directivas de los servicios de inteligencia ruandeses a los miembros del Retiro de Altos Comisionados y Embajadores Anual de Ruanda. La reunión a puerta cerrada del 17-18 de febrero de 2010 – «oficialmente» organizada por el Ministerio Ruandés de Exteriores y Comunicaciones (MINAFFET), cuya titular es Louis Mushikiwabo, y «oficialmente» celebrada en la cede central de MINAFFET en Kigali, Ruanda – fue de hecho celebrad en Gisenyi. El tema fue: «Fallos en la implementación de las órdenes de Kigali: medidas enérgicas contra la oposición y otras personas que están empañando la imagen del gobierno del FPR.»
El documento circuló coincidiendo con la deserción y fuga de finales de febrero de los embajadores de Ruanda en Holanda e India (ver más abajo). Aunque su origen permanece sin identificar, este documento ejemplifica el modus operandi del Gobierno de Ruanda en las relaciones internacionales y públicas: Algunas conclusiones de la reunión de embajadores en Kigali
Durante una reunión a puerta cerrada entre los embajadores ruandeses y el Presidente Kagame en febrero de 2010, se discutieron muchos asuntos.
Los embajadores han sido criticados por fracasar en el cumplimiento de sus misiones de representar a Ruanda en el extranjero. Se les recordó las instrucciones que no cumplieron adecuadamente, con la consecuencia de empañar la imagen de Ruanda tras la propaganda negativa por parte de refugiados ruandeses. Se les dio un informe de los Servicios de Inteligencia donde se revelaban los enemigos del país contra los que se debería luchar con todos los medios posibles y si era necesario el asesinato. Lo siguiente son nombres de extranjeros y organizaciones contra las que se necesita luchar urgentemente.
Objetivos extranjeros: Robin Philpot(5); C. Peter Erlinder; Keith Harmon Snow; Jordi Palou-Loverdos; Peter Verlinden; Pierre Péan; Charles Onana; Filip Reyntjens; Luc de Temmerman.
También son objetivo refugiados ruandeses que representan al FDLR (Fuerzas para la Liberación Democráticas del Congo) en África, Europa, América; y cualquier otro lugar.
Organizaciones que son un objetivo, empezando por sus líderes (CLIIR; COSAR; FEDA; AJIIR; AGPJR; OPJDR).
Partidos políticos que son activos en el extranjero, empezando por sus líderes (FDU/UDF; Intwari Partnership; PDR-Ihumure; PDP-Imanzi).
Estamos aún reuniendo información sobre la lista de objetivos ruandeses específicamente porque están saboteando el régimen de Kigali. Esta lista es larga y sigue creciendo, conforme los enemigos se hacen más numerosos.
A los embajadores se les dio toda la autoridad para que mandaran eliminar o desacreditaran a estas personas. Cada embajador pediría, según fuera necesario, al gobierno que proporcionara los medios para alcanzar sus objetivos. Cualquiera que obtenga más información que la comparta amablemente con otros miembros del grupo. Os deseo a todos lo mejor.
Los occidentales relacionados más arriba (los nombres de unos cuantos «enemigos» clave no aparecen, incluyendo a Christopher Black, Wayne Madsen, Cynthia McKinney, Luc Marchal, Mick Collins and Helmut Strizek) han presionado en contra de la opinión pública y la propaganda para exponer las mentiras, desinformación y terrorismo que persigue a gente inocente y protege a los verdaderos perpetradores de los crímenes en África Central. Mientras que se nos lleva a creer que los perpetradores son esos horribles genocidaires, los extremistas Hutus, sus milicias Interahamwe, las Fuerzas para la Liberación Democrática de Ruanda (FDLR) en Congo, y otros indeseables, a los principales perpetradores se les protege siempre:
Estos son:
- El Presidente ruandés Paul Kagame y el Frente/Ejército Patriótico Ruandés: la élite, red extremista Tutsi que ha cometido enormes atrocidades y terrorismo generalizado en África Central ya en 1980, y responsable fundamental de genocidio, crímenes de guerra y crímenes contra la humanidad en Ruanda (desde 1990 hasta el presente) y en la República Democrática del Congo (desde 1996 hasta el presente);
- El Presidente ugandés Yoweri Museveni y las Fuerzas de Defensa del Pueblo Ugandés (UPDF, por sus siglas en inglés): la élite, las redes extremistas Hema que operan fuera de Uganda y el origen de las redes del FPR Tutsi, quienes conjuntamente perpetraron crímenes de guerra masivos, crímenes contra la humanidad, y genocidio, en Uganda (1980-actualidad), Ruanda (1990-1998) y la RDC (1996-actualidad);(6)
- Los patrocinadores, socios, aliados y propagandistas de los regímenes de Kagame y Museveni que son de EEUU, Reino Unido, Canadá y Europa.
¿Cómo estas redes terroristas mantienen y diseminan su ideología y terrorismo por todo el mundo, incluso dentro de EEUU?
La deshumanización del pueblo Hutu
«La élite, red extremista Tutsi que ha cometido enormes atrocidades y terrorismo generalizado en África Central ya desde 1980.»
Cualquier persona de origen ruandés, ugandés o burundés, sin importar su sexo, edad o etnia, o estatus civil o militar, que haya buscado asilo o, de alguna manera, irritado al gobierno de Ruanda, será perseguido, sometido a intimidación, arresto arbitrario, y detención sin juicio, cuando no a tortura, trabajos forzados, ejecución extrajudicial, o «desaparición». Ruandeses dentro y fuera de Ruanda son acusados de «genocidio» o «complicidad en genocidio» con pruebas inventadas, testimonios obtenidos con coacciones, sobornos y celos mezquinos. No hay ninguna posibilidad de ninguna clase de procedimiento judicial justo en Ruanda y ninguna posibilidad de investigar los hechos libremente, o de identificar y asegurar testigos.
Las categorías de Hutu «extremista» y Hutu «moderado» lo mismo que las categorías de «Hutu» y «Tutsi» son complejas y no fácilmente negociables en el contexto de «genocidio,» «terrorismo» y otros tipos de violencia en Ruanda desde 1990 hasta el presente. Las etiquetas «genocidaire» y «Interahamwe» se aplican libremente por parte del régimen del FPR para demonizar cualquiera que les interese, sin importar la veracidad o falsedad de las alegaciones de aquellos a los que acusan.(7)
El gobierno de Ruanda bajo el control del partido único de Paul Kagame proyecta un brillante barniz de turismo, desarrollo y «emprendedores,» pero sumergido apenas bajo la superficie de este barniz existe un clima de terror absoluto y hay profundas divisiones étnicas que llevan hacia la guerra. Estamos empezando a ver esto más abiertamente al aproximarse las elecciones de 2010.(8)
Ruanda (y Uganda) están regidas por una organización militar criminal secreta en paralelo con las estructuras oficiales de gobierno, responsables de las muertes intencionales y sistemáticas de: un número indeterminado de miles de personas en Ruanda desde el 1 de octubre de 1990 al 5 de abril de 1994; cientos de miles de personas en Ruanda desde el 6 de abril de 1994 al 31 de diciembre de 1995; decenas de miles de personas en Ruanda desde el 1 de enero de 1995 al 1 de enero de 2010; entre 200.000 y 700.000 refugiados ruandeses en la RDC y entre 100.000 y 300.000 refugiados burundeses en la RDC entre septiembre de 1996 y septiembre de 1997; y millones de personas de origen ruandés, congoleño, burundés y ugandés en la RDC entre septiembre de 1996 y el presente.(9)
El lenguaje también se ha manipulado para deshumanizar a todo el pueblo Hutu. Por ejemplo la etiqueta «Interahamwe» ha venido a significar «milicias Hutu asesinas extremistas» y se ha traducido usualmente del kinyaruanda como «aquellos que atacan juntos.» El Presidente Paul Kagame y el aparato de inteligencia militar del FPR aplica esta terminología con el significado de «cualquiera que esté en la oposición al movimiento del FPR, su gobierno, o sus redes clandestinas de élite», y en el caso de Paul Kagame, incluso «cualquiera que no me guste,» y las etiquetas «Interahamwe» y «genocidaire» se aplican para deshumanizar a todo el pueblo Hutu, lo mismo que los judíos fueron deshumanizados por el Nacional Socialismo en Alemania antes de la II Guerra Mundial. Esto ha creado las condiciones económicas, políticas y sociales para la perpetración de un genocidio por el gobierno del FPR, y sus colaboradores, y esta deshumanización ha sido perpetuada a través de los medios de masas internacionales, instituciones de derechos humanos, think tanks, organizaciones no gubernamentales, y gobiernos extranjeros en todas partes.
«Ruanda (y Uganda) están regidas por una organización militar criminal secreta en paralelo con las estructuras oficiales de gobierno»
La deshumanización de todo el pueblo Hutu y la persecución de cualquiera que se oponga al FPR, fue apoyada ya en 1988 por ciertas instituciones «legales» y de «derechos humanos» que trabajaban como agentes clandestinos, y/o cómplices de la agenda del FPR.
Los términos «genocidaire» e «Interahamwe» no tienen sentido debido a su circunscripción y fluidez. Por ejemplo, el Presidente de Interahamwe, presentada al mundo como una organización asesina Hutu extremista, fue Robert Kajuga, un hombre de negocios Tutsi. De forma similar, el tesorero de Interahamwe fue Dieudonne Niyitegaka, un hombre de negocios Hutu reasentado en Canadá en recompensa por su colaboración en acusar e incriminar falsamente a otros Hutus de «genocidio.» El FPR ha infiltrado y controlado Interahamwe, y eso convierte a esta terminología, y su fuerza ideológica, en un sinsentido.
La estructura paralela criminal tras el gobierno de Ruanda ha sido investigada por numerosos expertos e investigadores, incluyendo más de siete Paneles de Expertos de las Naciones Unidas entre 2000 y 2009(10); los altos tribunales de España (Audiencia Nacional)(11) y Francia (12); el exhaustivo análisis por parte de eminentes expertos ruandeses, incluyendo el Dr. Filip Reyntjens (13); el trabajo de periodistas de investigación como Charles Onana, Wayne Madsen y yo misma (14); el informe de Michael Hourigan que evalúa la responsabilidad por los asesinatos presidenciales del 6 de abril de 1994; el informe de Robert Gersony que documenta atrocidades del FPR contra decenas de miles de ruandeses en Ruanda en 1994; el informe de Helmut Strizek al Tribunal Internacional Penal para Ruanda (TIPR) titulado Desacreaditando a la Población Hutu para Siempre; (15) los abogados defensores del TIPR Chris Black, Meter Erlinder, John Philpot, Phil Taylor y otros; las vistas de la congresista McKinney; e investigaciones de académicos; y de muchas fuentes creíbles, documentos de derechos humanos, testimonios y otros ejemplos en el dominio público.
Incluso Tutsis – las supuestas víctimas (de la supuesta conspiración Hutu) – han sido perseguidas por el victorioso y extremista régimen del FPR en Ruanda. Todos conocemos la historia estándar sobre entre 800.000 y 1.2 millones de Tutsis asesinados. Bien, estos números son erróneos, y la circunscripción de los muertos es errónea. No puede ser negado que cientos de miles de Tutsis fueron asesinados en Ruanda, especialmente si confinamos nuestra discusión a los 100 días de genocidio desde el 6 de abril de 1994.
Claramente, hay pruebas de persecución y amenazas de persecución en contra de Tutsis basadas en realidades establecidas sobre actos de genocidio cometidos por miembros del grupo étnico Hutu en Ruanda entre el 6 de abril de 1994 y julio de 1994, y ha habido también violentas represalias después de 1994, contra Tutsis. Sin embargo, hay documentación substancial sobre el asesinato de Tutsis por el régimen del FPR, debido a que esta fuerza rebelde de élite Tutsi no se fiaba de ningún miembro de la minoría Tutsi que permaneció en Ruanda tras la llegada al poder del Presidente Juvenal Habyarimana en 1973: Tutsis ruandeses fueron sistemáticamente eliminados, desplazados internamente, asesinados y/o forzados a huir de Ruanda.
El Genodynamics Project de los investigadores académicos Dr. Christian Davenport y Dr. Alan Stam, ambos ciudadanos de EEUU, ha cuestionado seriamente los mitos del genocidio de Ruanda. Stam y Davenport fueron etiquetados como «negadores del genocidio» por los medios de masas y la comunidad de expatriados Tutsis tras publicar su investigación provisional sobre «genocidio» en Ruanda y son persona non grata en Ruanda hoy en día.(16)
«Hay considerable documentación sobre el asesinato de Tutsis por el régimen del FPR, debido a que esta fuerza rebelde de élite Tutsi no se fiaba de ningún miembro de la minoría Tutsi que permaneció en Ruanda tras la llegada al poder del Presidente Juvenal Habyarimana en 1973»
Hay pruebas aplastantes que establecen que los crímenes definidos, perseguidos y/o castigados como «genocidio» en Ruanda, tanto en 1994, antes de 1994, o después de 1994, fueron por otras razones que las étnicas. El propio gobierno de Ruanda admite que tanto «Tutsis como Hutus moderados» fueron víctimas de la violencia en 1994. Así mientras que estos actos de violencia pueden constituir crímenes de guerra, crímenes contra la humanidad, y otros tipos de crímenes – incluyendo actos de genocidio – el alegato de que los Hutus fueron tanto las víctimas como los perpetradores de la violencia de 1994 no cumple la intención especifica requerida de un «genocidio» tal y como lo define la Convención para la Prevención y Castigo del Crimen de Genocidio internacional.(17) El actual régimen es responsable de derramamientos de sangre masivos contra todos los grupos étnicos en Ruanda, y su fachada de legitimidad es apoyada internacionalmente debido a los intereses, económicos, políticos y militares en juego.(18) El Tribunal Penal Internacional para Ruanda (TPIR) también apoyó esta fachada, como lo confirma Carla del Ponte, la antigua Fiscal General del TPIR, en sus memorias.(19)
Los acusados de «genocidio» en Ruanda han sido traídos delante de los llamados tribunales populares de Gacaca de repetidamente, forzados por el gobierno de Ruanda a revisar sus casos hasta que se establece un veredicto de culpabilidad; muchos civiles inocentes han sido juzgados y juzgados de nuevo hasta que se los hayó culpables. Después de que un tribunal de Gacaca encontrara a los acusados inocentes los miembros del jurado popular huyeron temiendo por sus vidas, fueron capturados, devueltos a Gacaca y «obligados» a juzgar de nuevo el caso, y dar un veredicto de culpabilidad. Expertos en derechos humanos ha criticado el sistema de Gacaca como un mecanismo de terror usado para silenciar a los críticos.(20)
Apologistas del régimen
La ‘organización no-gubernamental’ radicada en Londres African Rights (Derechos Africanos) fue co-fundada por Rakiya Omaar, una mujer de origen somalí que ha trabajado desde 1990-1991 como un agente pagado del régimen del FPR, siempre presentando a los Hutus como perpetradores y los Tutsis, y especialmente a los extremistas Tutsis del FPR, como víctimas de la violencia, creando una imagen positiva del FPR.(21)
«El actual régimen es responsable de derramamientos de sangre masivos contra todos los grupos étnicos en Ruanda, y su fachada de legitimidad es apoyada internacionalmente debido a los intereses, económicos, políticos y militares en juego»
African Rights ha generado falsas acusaciones contra ruandeses que han llevado a su arresto y encarcelación, y sus «investigaciones sobre derechos humanos» han sido un encubrimiento del terrorismo del FPR. African Rights ha hecho peticiones a gobiernos, al TPIR y a otros cuerpos legales, incluso el Papa Juan Pablo II, y difunde desinformación en los medios internacionales (raudos en difundirla sin cuestionarla), y acusado y asegurado el arresto y persecución de «disidentes» del FPR.(22) Por ejemplo, African Rights ayudó a incriminar falsamente al Monseñor Augustin Misado, el Obispo de Gikongoro, que fue subsecuentemente arrestado y encarcelado en 1999, pero fue considerado inocente por la Corte Ruandesa en 2000.(23) African Rights ha producido desinformación cuyo objetivo eran opositores ruandeses en la RDC(24) (usada por los abogados de la acusación del TPIR(25)).
Un agente ruandés que ha trabajado para African Rights durante los últimos 8-10 años, primero en Kigali y después en Zambia, huyó para pedir asilo en Bélgica en febrero de 2010. Felicien Bahizi recientemente testificó en un tribunal (Escandinavia) sobre los lazos clandestinos de African Rights con el FPR, la falsificación de documentos y alegaciones usadas para acusar, llevar a juicio y encarcelar ‘enemigos’ del régimen.
Como una extensión de la red del FPR en el sector de los «derechos humanos», African Rights está en la nómina del gobierno del FPR, como demuestra una carta de Rakiya Omaar pidiendo el pago de «100.159 dólares pendientes de pago» por producir un libro de propaganda que beneficia al régimen.(26) Rakiya Omaar trabaja libremente en Ruanda, donde tiene una oficina especial.
Hay otros organismos de derechos humanos y «expertos» en «genocidio en Ruanda» que han protegido a los asesinos y criminalizado a las víctimas, incluyendo la pro-FPR Comisión Internacional de Investigación sobre Violaciones de Derechos Humanos en Ruanda desde el 1 de octubre de 1990, informes iniciales de Africa Watch y Human Rights Watch, y otros.(27)
La Comisión Internacional de Investigaciones (ICI, por sus siglas en inglés) sobre Ruanda de 1993 incluyó a la experta en Ruanda de Human Rights Watch, Alison Des Forges, y al profesor de leyes canadiense William Schabas, ambos han proporcionado testimonio de expertos usado para condenar a ruandeses por genocidio o cargos relacionados, y ambos han sido desacreditados en los tribunales. Schabas ha sido uno de los testigos elegidos por el gobierno de EEUU para cazar refugiados (28) y viaja libremente en Ruanda. William Schabas y el activista de derechos humanos francés Jean Carbonare, ambos miembros del ICI, estuvieron entre los primeros en aplicar el término «genocidio» a Ruanda y contra el gobierno Hutu de Juvenal Habyarimana.
«El 22 de enero de 1993, en un declaración a la prensa publicada en París tras volver de Kigali (como miembro del ICI), acusaron al Presidente Habyarimana de haber cometido ya genocidio contra los Tutsis bajo el pretexto de de la guerra del FPR lanzada el 1 de octubre de 1990. En un programa de televisión con Bruno Masure el 28 de enero de 1993, a Jean Carbonare se le dio la oportunidad de repetir la acusación a una audiencia de millones de personas.»(29)
El TPIR no ha perseguido a ningún sospechoso del FPR, sin importar las pruebas que hubiera de sus crímenes, incluyendo: los asesinatos del Presidente de Ruanda (Juvenal Habyarimana) y Burundi (Cyprien Ntaryamira), sus jefes de gabinete, varios asesores, los pilotos franceses del avión Dassault Falcon 50 (un regalo del Presidente francés Miterrand) el 6 de abril de 1994, el hecho fundamental que hizo saltar la chispa del genocidio de 1994;(30) o los crímenes masivos descritos en los procesos de las judicaturas de Francia y España.(31)
«Organismos de derechos humanos y «expertos» en «genocidio en Ruanda» han protegido a los asesinos y criminalizado a las víctimas.»
En diciembre de 2008, la Sala 1ª del TPIR absolvió a los cuatro oficiales de más alta graduación del antiguo ejército del gobierno, la ex-Forces Armée Rwandaise (ex-FAR), incluyendo al General Theoneste Bagosora (el supuesto «cerebro del genocidio»), de conspiración para cometer genocidio.(32)
En noviembre de 2009, el Trbunal de Apelaciones del TPIR absolvió a Protais Zigiranyirazo, cuñado del Presidente Juvenal Habyarimana, de los cargos de «planificación de genocidio,» tras siete años de juicio en el TPIR, donde la corte concluyó que las pruebas del fiscal se explicaban por la planificación militar normal en el curso de cuatro años de guerra civil en Ruanda (1990-1994).
En noviembre de 2009, la Corte de Apelaciones del TPIR absolvió, y ordenó la inmediata puesta en libertad de Hormistas Nsengimana, acusado de genocidio y crímenes contra la humanidad cometidos en Ruanda en 1994.
Las sentencias mencionadas del TPIR destruyen la «conspiración para cometer genocidio» universalmente atribuida al antiguo gobierno Hutu y que es responsable de la total deshumanización del pueblo Hutu en todas partes.
Periodismo vigilante
El actual régimen de Ruanda está persiguiendo de forma agresiva a cualquier cosa que se perciba como una amenaza, incluyendo disidentes, refugiados, la oposición política, antiguos soldados del gobierno de Habyarimana (ex-FAR) y antiguos miembros del FPR, sin importar su grupo étnico.
El profesor Dr. Leopold Munyakazi del Goucher College (EEUU) es uno de sus últimos objetivos, acusado falsamente de ser un genocidaire meramente porque ha sido abiertamente un crítico del régimen. El Dr. Munyakazi fue falsamente incriminado – en apoyo de la agenda del FPR para neutralizarlo – por un efímero programa de televisión de NBC News que buscó ganar índices de audiencia en horas de máxima audiencia (léase beneficios corporativos) localizando y «desenmascarando» supuestos genocidaires. El programa se tituló THE WANTED (Los Buscados), y la moralidad del «bien contra el mal» fue subrayada subliminalmente por la elección del comentarista del programa, Scott Tyler, un ex-miembro del cuerpo de operaciones especiales de la Marina estadounidense (Navy Seal), quien por implicación moral encarna la santidad, mientras que el hombre buscado, Dr. Leopold Munyakazi, encarna al mismo demonio. El entusiasta equipo de NBC News, actuó como acusador, juez y jurado contra el Dr. Munyakazi.(33) La embajada de EEUU en Kigali supuestamente ayudó al régimen criminal del FPR a incriminar falsamente al Dr. Munyakazi y, desde agosto a diciembre de 2009, la embajada de EEUU colaboró en la campaña del FRP de intimidación, soborno, detención y castigo de cientos de personas que conocían al Dr. Munyakazi, para inventar pruebas y coaccionar testigos contra él.
«Una agitada comitiva de unos 10 cámaras, técnicos, e interrogadores profesionales» descendieron sobre el Dr. Munyakazi cuando salía de impartir una clase de francés en el Gouche College.(34) Liderando la banda estaba el productor de NBC Adam Ciralsky: cuando periodistas contactaron con él, Ciralsky se escondió tras el departamento de Relaciones Públicas de la corporación NBC.(35) Prejuzgado por periodistas y medios de masas, ya sea actuando con demasiado celo o en colaboración con el régimen del FPR, los críticos de Ruanda, refugiados y supervivientes han sido falsamente acusados y, a través de los medios de masas, públicamente marcados como genocidaires.
De igual manera que el equipo de televisión de NBC News eligió como blanco al Dr. Leopold Munyakazi del Goucher College en febrero de 2009, el sensacionalismo de los medios de masa y la etiqueta de genocidaire han sido usados con anterioridad para anticipar los objetivos criminales del gobierno de Ruanda.
En Laredo, Tejas, en 1998 Elizaphan Ntakirutimana, un pastor de la iglesia Hutu, fue abordado por el escritor Philip Gourevitch de la revista New Yorker, un partidario del FPR y amigo personal de Kagame, cuyo libro fue uno de los primeros tratados de propaganda que propugnaba la ahora afianzada narrativa de Hutus (asesinos) contra Tutsis (víctimas) y los llamados «100 días de genocidio» en Ruanda.(36) Ntakirutimana fue extraditado, juzgado y condenado por el TPIR; su historia – sensacionalizada y novelada por Philip Gourevitch – fue publicada en el galardonado libro de no ficción cuyo título toma su nombre de una carta escrita por el pastor Elizaphan Ntakirutimana, carta que Gourevitch malinterpretó y criminalizó.(37)
La British Broadcasting Corporation (BBC) públicamente etiquetó como genocidaire al Dr. Vincent Bajinya, un médico Hutu y ciudadano de Reino Unido que vivió y trabajó en Londres durante años. De forma similar a la confrontación no esperada por parte del equipo de cámaras de la NBC del Dr. Leopold Munyakazi en Maryland, sin pedir cita o avisar, un equipo de la BBC apareció en la calle en Londres y metió una cámara de televisión en la cara del Dr. Bajinya y empezó a interrogarlo sobre su presunto papel como «cerebro» del Genocidio ruandés.(38)
A los pocos días del reportaje de la BBC, la historia del Dr. Vincent Bajinya estaba en todas partes en las noticias y se combinó con historias difamatorias sobre otros tres refugiados ruandeses (Charles Munyaneza, Emmanuel Nteziryayo, y Celestin Ugirashebuja) que supuestamente se «escondían» en Reino Unido.
La BBC incriminó falsamente a los cuatro refugiados como los criminales «más buscados» y «cerebros» del «genocidio en Ruanda en 1994». Después de enfrentarse a Bajinya en Londres el equipo de la BBC viajó a Ruanda y, escortado por agentes del gobierno de Ruanda, filmó los lugares y las personas que testificaron ante la cámara de los presuntos crímenes.
Los cuatro ruandeses fueron encarcelados durante 28 meses y el caso respaldado por el agente de los servicios de inteligencia Jean Bosco Mutanga, jefe de la unidad de rastreo de fugitivos del genocidio de Ruanda, quien también se presentó con el equipo de NBC News que se enfrentó al Rector del Goucher College y Dr. Leopold Munyakazi.(39)
Los Magistrados del tribunal de la ciudad de Westminster ordenaron la extradición de los cuatro ruandeses, pero un tribunal de apelación el 8 de abril de 2009 sentenció que no había libertad o justicia en Ruanda y ordenó su liberación.(40), (41)
Enemigos del estado
¿Quiénes son los enemigos del régimen de Paul Kagame y el FPR?
- El Primer Ministro Faustin Twagiramungu, Hutu, oponente del anterior gobierno Hutu (Habyarimana), más tarde Primer Ministro designado por el FPR en 1994, escapó al exilió en 1995 después de que cuestionara la masacre de miles de civiles Hutus en el campo de refugiados de Kibeho en abril de 1995;
- Seth Sendashonga, Hutu, miembro del FPR, forzado a exiliarse en Kenia en 1995 tras cuestionar las masacres de Kibeho, asesinado en Kenia en 1998;
- Pierre Celestin Rwigema, Hutu, Primer Ministro (en torno a 1995-2000), quien cayó en desgracia con el régimen y se exilió en EEUU, y posteriormente fue acusado de genocidio (porque era el dueño de una pistola en Kigali antes de 1994);
- Alfred Mukezamfura, Hutu, Portavoz de la Asamblea Nacional de Ruanda, quien escapó de Ruanda al exilio en Bélgica (2008-2009), y que fue después acusado de «genocida», juzgado por los tribunales de Gacaca in abstentia, y condenado a 30 años de prisión, el cual vive en el exilio, bajo la amenaza de una orden internacional de arresto por parte de Kigali;
- Stanley Safari, Hutu, funcionario bajo el gobierno de Habayrimana, que se convirtió después en un miembro del Parlamento bajo el gobierno de FPR, posición que ocupó hasta 2009, fue forzado a huir de Ruanda en 2009, y fue subsecuentemente juzgado in abstentia por los tribunales de Gacaca, de cargos de «genocidio», y sentenciado a 30 años de prisión (Mr Safari que actualmente reside en los EEUU, está acusado por ruandeses en el exilio de denunciar gente inocente que fueron posteriormente encarcelados por el régimen de Kagame, y sentenciados a rigurosas penas de prisión, entre 1994 y 2009);
- General Emmanuel Habyarimana, Hutu, ex-Forces Armée Rwandaise (ex-FAR), el Ministro de Defensa del FPR después de 1994, que reside en Suiza, objeto de amenazas de asesinato hasta el día de hoy;
- Theobald Gabwaya Rwaka, Hutu, fundador de la Liga Ruandesa para la Promoción y Defensa de los Derechos Humanos (LIPRODHOR), Ministro de Interior bajo el FPR, huyó de Ruanda en abril de 2002, vive en EEUU;
- Claudine Mazimpaka, Hutu, esposa de Jean-Baptise Mberabahizi, Hutu, Secretaria General del partido de la oposición Fuerzas Democráticas Unificadas (FDU), atacada en Bélgica el 24 de octubre de 2009 por asaltantes no identificados (presumiblemente enviados por Kagame);
- Joseph Ntawangundi, Hutu, asesor de la líder del FDU Victoire Ingabire, condenado in abstentia por los tribunales de Gacaca en 2007, golpeado y encarcelado por cargos de ‘genocidio’ en Kigali en febrero de 2010, después de volver del exilio a Ruanda en enero de 2010, para registrar un partido de la oposición para las elecciones nacionales de 2011; el Sr. Ntawangundi estaba según se informa en Suecia (Federación Internacional de Sindicatos de Comercio) durante el genocidio de 1994, y regresó tras varios meses a Kenia, donde permaneció exiliado, permanece en prisión en Ruanda al día de hoy;
- Coronel Theoneste Lizinde, Hutu, FAR, Director General de Inteligencia; encarcelado por el régimen de Habyarimana por un intento de golpe de estado; liberado de una prisión de Ruhengeri por un asalto militar del FPR en 1992; se unió al alto mando militar del FPR: según informaciones proporcionó información crítica sobre el Aeropuerto Internacional de Kigali para el ataque del 6 de abril de 1994 contra los presidentes de Ruanda y Burundi. Huyó a Zaire tras desencantarse del FPR (1994-1995): asesinado por el FPR en Nairobi, 1995;
- Jean-Pierre Bizimana, Hutu, antiguo agente de inteligencia del FPR, posteriormente el Ministro de Educación del gobierno del FPR, muy recientemente (2009-2010) embajador en Holanda, huyó de Ruanda al exilio a finales de febrero de 2010, tras recibir amenazas, supuestamente por sus lazos con el partido FUD de la oposición ruandesa, y que está en este momento pidiendo asilo en la República de Irlanda;
- Victoire Ingabire, Hutu líder del partido de la oposición FDU, anteriormente exiliada en Holanda desde 1994, amenazada y atacada en Ruanda tras llevar la lucha de la oposición de vuelta a Ruanda, bajo investigación actualmente por parte del FPR por propugnar ‘ideología de genocidio’ porque públicamente suscita cuestiones sobre las masacres de Hutus (y Tutsis) en Ruanda;
- Joseph Sebarinzi, Tutsi, marchó al exilio en 1979, volvió a Ruanda bajo el gobierno de Habyarimana antes de 1990, pero huyó a Burundi en 1994, y volvió a Ruanda después de julio de 1994 para convertirse en Portavoz de la Asamblea Nacional bajo el gobierno del FPR, y después huyó (alrededor de 2000) de Ruanda tras caer en desgracia con el régimen de Kagame, es ahora un ciudadano de EEUU acusado por el régimen de Kagame de traición por apoyar al Rey de Ruanda de 1959;
- Coronel Baltasar Ndengeyinka, Hutu, miembro del FPR, exiliado en Suiza tras caer en desgracia con el régimen de Kagame;
- General Kayumba Nyamwasa, Tutsi, comandante del FPR, más recientemente el Embajador de Ruanda en India (2001-2010), quien fue procesado por la justicia española (42) junto con 40 oficiales del FPR, por crímenes de guerra, crímenes contra la humanidad y genocidio, y fue procesado por la justicia francesa (diciembre de 2006)(43), junto con otros 9 oficiales del FPR, por su participación en el doble asesinado presidencial del 6 de abril de 1994, quien huyó de Ruanda al exilio en Uganda a finales de febrero de 2010, y escapó de las redes de inteligencia ruandesas al exilio en Sudáfrica el 2 de marzo de 2010;
- El periodista Godwin Agaba, anteriormente encarcelado por informar valientemente desde el interior de Ruanda, quien fue forzado a esconderse a primeros de marzo de 2010 y se encuentra huido para salvar su vida, con una orden de arresto dictada por el régimen de Kagame;
- Madame Agathe Habyarimana, la esposa Hutu del asesinado Presidente Juvenal Habayrimana, que encabeza la lista de los ‘más buscados’, falsamente acusada y arrestada en Paris el 2 de marzo de 2010, el día después de que el Presidente Sarkozy hiciera un acuerdo con Kagame en Kigali;
- Las muchas otras víctimas Hutu del injusto TPIR y el régimen de Kagame que protege.
Desde agosto de 2009 el régimen de Kagame ha estado intimidando, sobornando y forzando «testigos» a inventar pruebas de la culpabilidad del Dr. Munyakazi en un intento de corroborar los cargos y convencer a EEUU y la opinión pública que hay motivos para su extradición.
Unas 200-300 personas han sido aterrorizadas por él régimen del FPR con el fin de forzar testimonios de testigos por medio del miedo, e incriminar falsamente al Dr. Leopold Munyakazi.
En 2002, dos de los hijos del Dr. Munyakazi fueron amenazados y forzados a huir a Europa donde se les concedió el estatus de refugiados. En 2006 la esposa del Dr. Munyakazi huyó a EEUU y pidió asilo después de que autoridades locales ruandesas la amenazaran con encarcelarla y la acusaran de estar «casada con un Hutu Interahamwe» porque rehusó dar falso testimonio en contra de antiguos vecinos del matrimonio Munyakazi. Entre octubre y diciembre de 2006, tres hijos del Dr. Munyakazi fueron acosados y aterrorizados de forma sistemática, con frecuencia con visitas inesperadas en medio de la noche, por la Junta Directiva de Inteligencia Militar del FPR y agentes de las Fuerzas de Defensa Locales; los miembros de la familia huyeron a Uganda.
El 3 de agosto de 2009, la presidenta del tribunal de Gacaca en el área de la cual es nativo el Dr. Munyakazi confirmó que una docena de personas fueron encarceladas porque rehusaron hacer acusaciones falsas contra él. El 2 de septiembre de 2009, de nuevo informó al Dr. Munyakazi que el tribunal de Gacaca había revisado el caso de unas 200 personas fundamentalmente para obtener una «razón legal» para encarcelarlas. Del 12 al 30 de octubre el tribunal de Gacaca condenó a 15 de estas personas a largas penas de cárcel basándose en estos crímenes inventados. En su intento de fabricar pruebas falsas y conseguir testimonios mediante la extorsión y la coacción contra el Dr. Munyakazi, el gobierno de Ruanda según se informa ha forzado a al menos, cientos de civiles a abandonar sus casas en el área nativa del Dr. Munyakazi (Prefectura de Gitarama) y áreas vecinas, llevándolos a Kigali y «entrevistándolos» dentro de la Embajada de EEUU, y con la colaboración de funcionarios de esta embajada. Muchos rehusaron testificar en contra del Dr. Munyakazi, mientras que otros han aceptado sobornos para testificar contra él, y algunos han cambiado más tarde de opinión cuando fueron amenazados con ser llevados frente a un tribunal de Gacaca acusados de ‘complicidad en genocidio’, mientras que otros han visto sus casos «rejuzgados» por el tribunal de Gacaca, asumiendo que eran culpables, y siendo castigados por el Gobierno de Ruanda.
Cuando se convierte a las víctimas en asesinos
Uno de los últimos pro-FPR vigilantes cazadores de refugiados que siguen la pista de los genocidaires de Ruanda es Jason Stearns, un antiguo «analista» de las Naciones Unidas (MONUC) y el Grupo de Crisis Internacional (ICG por sus siglas en inglés) El ICG y sus clones ENOUGH y Raise Hope for Congo son parte del aparato de Seguridad Nacional de EEEUU fundado por Centro para el Progreso Estadounidense (Center for American Progress).
Stearns tambió trabajó en varios paneles de expertos de las Naciones Unidas sobre la explotación ilegal en la República Democrática del Congo, incluido el informe de ‘expertos’ de las Naciones Unidas de noviembre de 2009, el cual lanzó una campaña de difamación contra la Fundacio S’Olivar y Inshuti, organizaciones benéficas afiliadas con Juan Carrero Seralegui, Jordi Palou-Loverdos (nombrado en la lista de «marcados para su eliminación» más arriba) y Joan Casoliva Barcons, acusándolos de apoyar a terroristas en Congo. (Una «fuente confidencial» clave para el Panel de Expertos [sic] de las Naciones Unidas ha sido el grupo tapadera del FPR African Rights: el informe de ‘expertos’ de noviembre fue información suministrada a través de los agentes del FPR Theodore Nyilinkawaya en Bruselas y Rakiya Omar en Kigali. Parece que African Rights ha mantenido una estrecha conexión también con anteriores Paneles de Expertos.) Este es el intento fallido de las Naciones Unidas de desacreditar las acusaciones españolas en contra del FPR.(44) (45)
Trabajando desde la escuela de graduados de la Universidad de Yale, Stearns ha estado persiguiendo fervorosamente ruandeses conectados con las Fuerzas Democráticas para la Liberación de Ruanda (FDLR), una organización que es también blanco de la «lista de objetivos a eliminar» (explicada más arriba) y la falsa excusa de Kagame, repetida una y otra vez, para el terrorismo del FPR en la RDC. «Para una excelente revisión de la Diáspora de las FDLR», escribió Stearns, citando a la organización tapadera del FPR African Rights, «vea el reciente informe de Rakiya Omaar: ¿El final a la vista?(46)
Las Fuerzas Democráticas para la Liberación de Ruanda (FDLR) – hasta el año 200 conocidas como el Ejercito para la Liberación de Ruanda (ALIR) – no son los malvados genocidas responsables de todos los crímenes de guerra en África Central, como los presentan organizaciones occidentales hostiles como ENOUGH, Raise Hope for Congo, los paneles de expertos de las Naciones Unidas, Jason Stearns y sus benefactores en el régimen militar de Kagame. Las FDLR incluyen ex soldados de las FAR forzados a salir de Ruanda durante la invasión ilegal del FPR y el golpe de estado. El estar en el lado perdedor no convierte a estos soldados automáticamente en genocidaires y criminales de guerra: su culpabilidad en crímenes de guerra, crímenes contra la humanidad y genocidio es mucho menos evidente que la culpabilidad del régimen del FPR. Las llamadas «FDLR» en Congo también incluyen mujeres y niños inocentes que han estado expuestos a crímenes de guerra por parte del FPR y sus facciones (RCD, CNDP, etc) y sus cómplices, incluyendo las FARDC (Forces Armées de la République Démocratique du Congo), y la Misión de las Naciones Unidas en la República Democrática del Congo (MONUC). Para empeorar las cosas (como si la situación no fuera suficientemente mala) las redes de crimen organizado del gobierno de Kagame, e incluso la corporación canadiense BANRO (que ocupa ilegalmente y aterroriza el sur de Kivu) tiene alianzas y relaciones con las FDLR y otros grupos Hutu en el este de Congo.
«El estar en el lado perdedor no convierte a estos soldados automáticamente en genocidaires y criminales de guerra: su culpabilidad en crímenes de guerra, crímenes contra la humanidad y genocidio es mucho menos evidente que la culpabilidad del régimen del FPR»
La etiqueta criminalizadora de genocidaire de las «FDLR» ofrece la frase hecha para picar fácilmente utilizada por los medios, por propagandistas de piel blanca como Nicholas Kristof y Jeffrey Gettleman, por actorvist (*) como Ben Affeck y George Clooney, y por instituciones occidentales como las Naciones Unidas, y por el gobierno de EEUU, para encubrir su propia implicación criminal en la explotación de un pedazo de tierra u otro. El objetivo final es el control para las corporaciones occidentales conseguido a través de legislaciones supuestamente «progresistas» tales como los proyectos de ley del Congreso de EEUU sobre Minerales de Sangre. La situación con el Ejército de Resistencia del Señor (LRA por sus siglas en inglés) – el chivo expiatorio con el que excusar a Yoweri Museveni – y el Decreto de Desarme del LRA son idénticos, pero diferentes, pero ambos sirven a la militarización occidental y expropiación de las vidas, las tierras y los seres queridos de los africanos.
El «experto» de las Naciones Unidas Jason Stearns nunca menciona a las corporaciones occidentales, los agentes de inteligencia u oficiales de EEUU implicados en el saqueo de los Grandes Lagos. En vez de eso, Stearns emprende una cruzada contra el Dr. Jean-Marie Vianney Higiro y el Dr. Felicien Kanyamibwa, dos intelectuales ruandeses que viven en EEUU nombrados como líderes o antiguos líderes de las FDLR. Stearns ha ejercido presión sobre el Departamento de Estado de EEUU para que arreste y presente cargos contra líderes de la oposición ruandesa, por cualquier medio que sea necesario,»cogerlos por apoyo material a organización terrorista» o «por haber cometido fraude en sus documentos de inmigración».(47)
El Dr. Jean-Marie Vianney Higiro fue director de la Oficina de Información Ruandesa (ORINOFOR) bajo el gobierno de Habyarimana: el Dr. Higiro fue un miembro del MDR (Mouvement Démocratique Républicain), un partido político opuesto al régimen de Habyarimana. Es uno de los pocos intelectuales que quedó vivo con un conocimiento desde dentro de la propaganda de genocidio que llevó al 6 de abril de 1994, y lo que asusta a EEUU y a sus representantes del FPR es su conocimiento de los medios genocidas del FPR.(48)
La hija del Dr. Higiro nació en EEUU, y él y su familia fueron evacuados de Ruanda a Burundi por la Embajada de EEUU el 9 de abril de 1994, y transportados en un avión militar Hércules de EEUU C-130 a Nairobi (las Fuerzas Aéreas de EEUU le cobraron por este vuelo). Fue nombrado Ministro de Información del gobierno del FPR el 19 de julio de 1994, el día que voló a EEUU. Rehusó regresar por las informaciones sobre «el inequívoco patrón de asesinatos» de muchos miles de Hutus.(49) (50)
«El AFRICOM del ejército de EEUU está desplegado por toda África Central, apoyando, entrenando y financiando al FPR y al UPDF, construyendo bases en Ruanda, Uganda, Congo y el sur de Sudán»
El Dr. Higiro ha vivido bajo constantes amenazas y acusaciones – y asunciones sobre su «complicidad en el genocidio» – hasta el día de hoy, enseñando en el Western New Ingland College en Springfield, Massachussets, ciudadano de EEUU desde el año 2000. Una foto que el Dr. Higiro (con su hijo en sus brazos) envió a su anciano padre en Ruanda fue confiscada cuando investigadores de African Rights intimidaron al padre del Dr. Higiro en su pueblo natal en Rushaki, Ruanda; esta foto identifica al Dr. Higiro (uno de los terroristas del FDLR) en un documento de African Rights que tiene como autor a Rakiya Omaar.(51)
El Dr. Felicien Kanyamibwa dejó Ruanda en 1991 y era un estudiante de doctorado en EEUU en 1994. Canalizando desinformación de African Rights, los medios estatales de Ruanda lo acusaron de ser un Hutu de «la línea dura» ligado al Interahamwe y ex-FAR, presentándolo como un genocidaire.(52) El Dr. Kanyamibwa vive en Nueva Jersey, EEUU. Como ocurre con la mayoría de los ruandeses perseguido por el FPR, el Departamento de Seguridad Nacional estadounidense lo acosa constantemente.
El Chirstian Science Monitor (CSM) también ha estado practicando periodismo vigilante para el FPR a través de Max Delany y Scott Baldauf.(53) El CSM promueve propaganda del gobierno de EEUU a través de los agentes de inteligencia del Grupo de Crisis Internacional John Prendergast, miembro del Consejo de Seguridad Nacional de EEUU bajo William Jefferson Clinton, y Guillaume Lacaille, antiguo Alto Funcionario de Asuntos Políticos de las Naciones Unidas y agregado de la Embajada de EEUU, los cuales protegen el saqueo del este de Congo por parte de las corporaciones occidentales (Banro Resources, Cabot, Moto Gold, Anglo-Ashanti, etc.). Por supuesto, el AFRICOM del ejército de EEUU está por toda África Central, apoyando, entrenando y financiando al FPR y al UPDF, construyendo bases en Ruanda, Uganda, Congo y el sur de Sudán, y las misiones punitivas están dirigidas por el Comando de Operaciones Especiales del Pentágono (SOCOM): operaciones encubiertas, escuadrones de la muerte, operaciones ilegales de secuestro, guerra sicológica, y otras acciones terroristas del tipo que trajo al FPR al poder.(54)
Max Delany está trabajando en un artículo para atacar al Dr. Higiro y al Dr. Kanyamibwa, que se espera que aparezca el 6 de abril de 2010 – el aniversario del «accidente de avión» que [sic] que encendió la chispa de los «100 días de genocidio» [sic]. «Espero que Norteamérica haga algo respecto a los líderes del FDLR en su terreno también», dice el CSM citando a Lacaille del ICG. «Porque cuando vas en contra de los genocidaires (Hutu) de 1994, lo estás haciendo porque es de justicia. Cuando vas en contra de alguien como Ignace Murwanashyaka»(55) – el Dr. Higiro o el Dr. Munyakazi – «no es solo justicia», se trata de la seguridad en la República Democrática del Congo.»(56)
El final para la guerra y el terrorismo en África Central empieza con el arresto de los 40 extremistas Tutsis del FPR criminales de guerra procesados por el tribunal español (la Audiencia Nacional), y con el arresto y procesamiento de Su Excelencia, Paul Kagame, el hombre que llaman «el carnicero de Kigali» – uno de los hombres destacados de AFRICOM en África Central.
Artículo original
Aparecido anteriormente en http://www.
Comentarios
(*) actorvist: juego de palabras con los vocablos en inglés actor (actor) y activist (activista)
(**) legal clinic : programa de prácticas y formación jurídica a cargo de una escuela de leyes; suele proporcionar servicios legales a la vez que permite realizar tareas de investigación asistencia jurídica, etc. a los integrantes del programa
Notas:
(1) Jim Lyons, antiguo Comandante de Investigaciones para el Tribunal Penal Internacional para Ruanda también suministró testimonio de experto en esta vista.
(2). Ver, por ejemplo: Keith Harmon Snow: «Three Cheers for Eve Ensler?» Znet, 24 de octubre de 2007.
(3). Los crímenes de guerra y genocidio del ADFL (el FPR más el UPDF respaldados por EEUU, Reino Unido e Israel) contra los refugiados ruandeses y burundeses está bien documentado. Se estima que en agosto de 1996 había 1.5 millones de refugiados en el este de Zaire, y para noviembre los entre 500,000 y 750,000 refugiados que se estima no volvieron a Ruanda siguiendo la repatriación forzosa ilegal se convirtieron en el blanco de una cacería sistemática por parte de las fuerzas del ADFL. Ver por ejemplo, Roberto Garreton, Relator Especial de la Comisión de Derechos Humanos de las Naciones Unidas, Report on the Situation of Human Rights in Zaire No. E/CN.4/1996/66, (Informe sobre la situación de derechos humanos en Zaire) 29 de junio, 1996; Howard French, A Continent for the Taking: The Tragedy and Hope for Africa (Un continente para ser saqueado libremente, la tragedia y esperanza para África), Vintage Books, 2005; y Filip Reyntjens, The Great African War (La gran guerra africana), Cambridge University Press, 2009; Gerard Prunier, Africa’s World War (La Guerra Mundial Africana), Oxford University Press, 2009, pp. 120-128; Wayne Madsen, Genocide and Covert Operations in Africa, 1993-1999 (Genocidio y operaciones encubiertas en África, 1993-1998), Edwin Mellen Press, 1999; y International Non-governmental Commission of Inquiry into the Massive Violations of Human Rights Committed in the Democratic Republic of Congo (Former Zaire) 1996-1997 (Comisión Internacional No-gubernamental de Investigaciones sobre la Masiva Violación de Derechos Humanos Cometida en la República Democrática del Congo (antiguo Zaire) 1996-1997), Int’l Centre for Human Rights and Democratic Development, 1998; DRC: What Kabila is Hiding: Civilian Killings and Impunity in Congo (Lo que esconde Kabila, asesinatos de civiles e impunidad en Congo), Human Rights Watch, Vol. 9, No. 5(A), octubre 1997.
(4). Por ejemplo, [1] [nombre eliminado] antiguo director de David Blattner SAFBOIS logging corporation en Bosondjo, Povincia de Equateur, RDC; [2] [nombre eliminado] hombre de negocios en Kisangani, Orientale, RDC, cuyos bulldozers fueron confiscados por el FPR y el UPDF para la excavación y cubrimiento de fosas comunes.
(5). Ver Robin Philpot, Ça ne s’est pas passé comme ça a Kigali, (Eso no fue lo que pasó en Kigali), publicado en inglés por el Informe de (Phil) Taylor: Rwanda 1994: Colonialism Dies Hard (Ruanda 1994: el colonialismo es duro de matar), 2004, http://www.taylor-report.com/
(6). Aunque las tropas ruandesas y ugandesas se hicieron la guerra entre ellas en Kisangani, RDC, en 2000, y sus líderes se odian, estas redes criminales tienes lazos, intereses comunes, y la misma culpabilidad por el terrorismo en curso en África Central, Sudán y Somalia.
(7). El término francés genocidaire se ha usado de forma universal para castigar Hutus inocentes como profundamente siniestros y malvados.
(8). Esta doble realidad – avances económicos y regresión política – ya se ha visto antes en otros casos, tales por ejemplo como el de Chile, respaldado por las potencias occidentales, bajo el general Augusto Pinochet.
(9). La cuestión de estadísticas de mortalidad por categorías étnicas ha sido abordada por Filip Reyntjens, Christian Davenport, Alan Stam y otros, llegando a la conclusión que el número de muertes de Hutu en los llamados «100 días de genocidio» de 1994 excedieron al posible número de muertes de Tutsis, una completa inversión de lo reivindicado por el gobierno de Ruanda, y sus defensores y aliados, quienes siempre han mantenido de 800,000 a 1.2 millones de Tutsis asesinados en el «genocidio de Ruanda».
(10). Por ejemplo, Final report of the Group of Experts on the DRC submitted in accordance with parragraph 8 of Security Council resolution 1857 (2008) (Informe final del Grupo de Expertos sobre la RDC sometido de acuerdo con el párrafo 8 de la resolución 1857 del Consejo de Seguridad); por ejemplo, Report of the Panel of Experts on the Illegal Exploitation of Natural Resources and Other Forms of Wealths of the DRC (Informe del Panel de Expertos sobre la explotación ilegal de recursos naturales y otras formas de riquezas de la RDC, octubre de 2003), octubre de 2003; Final report of the Group of Experts on the DRC submitted in accordance with parragraph 18(d) of Seguridad Council resolution 1807 (Informe final del Grupo de Expertos sobre la RDC sometido de acuerdo con el párrafo 18(d) de la resolución 1807 del Consejo de Seguridad), (2008);
(11). La causa española (a cargo del juez Fernando Andreu Merelles), febrero de 2008. el escrito español de acusación de 182 páginas acusa al Presidente Kagame y otros 40 miembros del régimen del FPR de la muerte de más de 300.000 civiles, detalladas las cifras prefectura por prefectura.
(12). La causa francesa (a cargo del juez Jean-Louis Bruguiere), diciembre de 2006.
(13). Filip Reyntjens, The Great African War (La gran guerra africana), Cambridge University Press, 2009.
(14). Por ejemplo, Wayne Madsen, Genocide and Covert Operations in Africa, 1993-1999 (Genocidio y operaciones encubiertas en África, 1993-1998), Edwin Mellen Press, 1999; Howard French, A Continent for the Taking: The Tragedy and Hope for Africa (Un continente para ser saqueado libremente, la tragedia y esperanza para África), Vintage Books, 2005; y International Non-governmental Commission of Inquiry into the Massive Violations of Human Rights Committed in the Democratic Republic of Congo (Former Zaire) 1996-1997 (Comisión Internacional No-gubernamental de Investigaciones sobre la Masiva Violación de Derechos Humanos Cometida en la República Democrática del Congo (antiguo Zaire) 1996-1997), Int’l Centre for Human Rights and Democratic Development, 1998.
(15). Dr. Helmut Strizek, Discredit the Hutu Population Forever (Desacredita a la población Hutu para siempre), informe del Dr. Helmut Strizek, Testigo Experto en el proceso contra Innocent Saghutu en el Tribunal Penal Internacional para Ruanda, (Caso No. ICRT 2000-56-I), que entró en los registros del TPIR el 30 de octubre de 2008.
(16). Ver por ejemplo, Christian Davenport y Alan C. Stam, «What Really Happened in Rwanda» (Lo que realmente pasó en Ruanda), Miller McCune, 2009.
(17). Convención para la Prevención y el Castigo del Crimen de Genocidio, aprobada por la Asamblea General de las Naciones Unidas en la resolución 260 A (III) del 9 de diciembre de 1948, se hizo efectiva el 12 de enero de 1951.
(18). Ver por ejemplo las conclusiones del Genodynamics Project del Dr. Christian Davenport y el Dr. Alan Stam o los incontables informes de derechos humanos que documentan las atrocidades del FPR, por ejemplo, Rwanda: Civilians Trapped in Armed Conflicts: The Dead Can no Longer Be Counted (Ruanda: civiles atrapados en conflictos armados: los muertos ya son incontables), Amnistía Internacional, 19 de diciembre de 1997.
(19). Carla del Ponte y Check Sudetic, Madame Prosecutor: Confrontations with Humanity’s Worst War Criminals, and the Culture of Impunity (La señora fiscal: enfrentamientos con los peores criminales de guerra de la humanidad, y la cultura de la impunidad), The Other Press (Nueva York), 2009.
(20). Kenneth Roth, «The Power of Horror in Rwanda» (El poder del horror en Ruanda), Los Angeles Times, 11 de abril de 2009.
(21). Ver por ejemplo, Rakiya Omaar, The Leadership of Rwandan Armed Groups Abroad With a Focus on the FDLR and RUD-URUNANA (El liderazgo de los grupos armadas ruandeses en el extranjero con un enfoque en el FDLR y RUD-URUNANA), diciembre de 2008, p. 8.
(22). Ver por ejemplo: [1] Rakiya Omaar y Alex de Waal, Death, Despair and Defiance (Muerte, desesperación y desafío), African Rights, noviembre 1994; [2] Rakiya Omar, Rwanda: Insurgency in the Northwest (Ruanda: insurgencia en el noroeste), African Rights, 1998; [3] Rakiya Omar, Carta al Embajador Mihnea loan Motoc, Presidente del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, African Rights, 19 de octubre de 2005; [4] Rakiya omar, Carta abierta a Su Santidad el Papa Juan Pablo II, African Rights, 13 de mayo de 1998.
(23). Ver por ejemplo, Carta abierta a Su Santidad el Papa Juan Pablo II, African Rights, 13 de mayo de 1998.
(24). African Rights, A Welcome Expresión of Intent: The Nairobi Communique and the ExFAR/Interahamwe (Una bienvenida declaración de intenciones: el comunicado de Nairobi y las ex-FAR/Interahamwe), diciembre 2007.
(25). Tribunal Penal Internacional para Ruanda, Acta de Juicios, Hategekimana: ICTR-00-55-T, 1 de julio de 2009.
(26). Ver, Delivery of the Murambi Book and African Righst oustanding $100.159 (Entrega de 100.159 dólares pendientes del libro de Murambi y African Rights), cartas de la Comisión Nacional del gobierno de Ruanda por la Lucha Contra el Genocidio a Rakiya Omaar, directora de African Rights, fechadas el 6 de junio de 2006 el 22 de junio de 2008, selladas con un sello oficial, y con copias a Su Excelencia el Presidente de la República, el Rt. Hon. (Right Honorable) Primer Ministro, el Ministro de Deporte y Cultura, y el Ministro de Finanzas y Planificación Económica (Kigali).
(27). Ver por ejemplo, Report of the International Commission of Investigation on Human Rights Violations in Rwanda Since October 1, 1990 (Informe de la Comisión Internacional de Investigación sobre violaciones de derechos humanos en Ruanda desde el 1 de octubre de 1990), Informe Final, Federation Internationale Des Droits De L’homme (FIDH) (Paris), Africa Watch (Nueva York, Washington, Londres), Union Interafricaine Des Droits de L’Homme et des Peuples (UIDH) (Ouagandougou), Centre Internationale des Droits De La Personne et du Development Democratique (CIDPDD/ICHRDD) (Montreal), Marzo de 1993. Miembros notables de la comisión incluyeron a Alison Des Forges y William Schabas.
(28). Ver por ejemplo, Munyaneza & Ors v. Goverment of Rwanda (Munyaneza y Ors contra el gobierno de Ruanda), Tribunal Real de Justicia, Strand, Londres, 8 de abril de 2009; y Dr. Helmut Strizek, The Influence of the International Background on the Creation of the International Tribunal for Ruanda: An historian´s view (La influencia del trasfondo internacional en la creación del Tribunal Internacional para Ruanda: el punto de vista de un historiador), 24 de octubre de 2009.
(29). Dr. Helmut Strizek, The Influence of the International Background on the Creation of the International Tribunal for Ruanda: An historian´s view (La influencia del trasfondo internacional en la creación del Tribunal Internacional para Ruanda: el punto de vista de un historiador), 24 de octubre de 2009.
(30). La causa francesa, (por el juez Bruguiere), noviembre de 2006.
(31). La causa española (a cargo del Juez Fernndo Andreu Merelles), febrero de 2008.
(32). Acusación contra Bagosora, 98-41-T, sentencia de 12/18/08, publicada en su totalidad el 9 de febrero de 2009 (www.ictr.org).
(33). Aunque el artículo y el armazón para el artículo son en muchas aspectos defectuosos, mostrando las mismas tendencias hacia asunciones a priori de culpabilidad, ver por ejemplo: Andrew Rice, «Doubt: A Professor, A genocida, and NBC´s Queso for a Prime Time Hit» (Duda: un profesor, un genocida, y la búsqueda de NBC de un programa impactante en hora de máxima audiencia), The New Republic, 12 de agosto de 2009.
(34). Andrew Rice, «Doubt: A Professor, A genocida, and NBC´s Queso for a Prime Time Hit» (Duda: un profesor, un genocida, y la búsqueda de NBC de un programa impactante en hora de máxima audiencia), The New Republic, 12 de agosto de 2009.
(35). Jack Schafer, «To Catch a War Criminal? Why is NBC Being so Cagey about it’s New Series?» (¿Coger a un criminal de guerra? ¿Por qué NBC se está mostrando tan cautelosa con su nueva serie?) Slate, 10 de febrero de 2009.
(36). Notablemente, un juez de inmigración de EEUU en St Paul, Minessota, impuso el libro de Gouveritch como de lectura obligada para los abogados que se ocupaban de refugiados ruandeses que pedían asilo político. De forma similar, la International Human Rights Law Clinic at American University durante varios años (al menos) pidió a los estudiantes que leyeran al Philip Gourevitch sobre genocidio en Ruanda, como preparación para trabajar como abogados con el Tribunal Penal Internacional para Ruanda. La profesora Melissa Crow, quien trabajó con la legal clinic (**), siguió su periodo con Human Rights Watch (1994-1995) trabajando para la fiscalía del TPIR desde Kigali, Ruanda, bajo el régimen del FPR.
(37). Philip Gourevitch, We wish to inform you that tomorrow we will be killed with our families (Deseamos informarle que mañana seremos asesinados junto con nuestras familias), Farrar, Strauss y Giroux, 1998.
(38). Fergal Keane, «Rwanda Genocide Suspect in UK» (Sospechoso del genocidio de Ruanda en Reino Unido), y Fergal Keane, «Rwanda Suspect Worked at UK Trust» (Sospechoso de Ruanda trabajaba en una fundación de Reino Unido), BBC News, 6 de noviembre de 2006.
(39). The Government of the Republic of Rwanda v. Vicent Bajinya, Charles Munyaneza, Emmanuel Nteziryayo, and Celestin Ugirashebuja (El Gobierno de Ruanda contra Vicent Bajinya, Charles Munyaneza, Emmanuel Nteziryayo, and Celestin Ugirashebuja), Decisión por Anthony Evans, designado Juez de Distrito, 6 de junio de 2008.
(40). Munyaneza & Ors v. Government of Rwanda (Munyaneza & Ors contra el Gobierno de Ruanda), Tribnal Real de Justicia, Strand, Londres, 8 de abril de 2009.
(41). El artículo de la BBC donde informaba de su liberación fue altamente tendencioso, citando, por ejemplo, como el «presidente ruandés murió en un accidente aéreo» y no un acto de terrorismo – siendo un doble asesinato presidencial – y otros ejemplos de lenguaje usado para tergiversar las percepciones sobre violencia, víctimas y asesinos en Ruanda. Ver: sin firmar, «Rwanda Accussed Win in UK Court Case» (Acusado de Ruanda gana caso en tribunal de Reino Unido), BBC News, 8 de abril de 2009.
(42).Causa española (juez Fernando Andreu Merelles), febrero de 2008.
(43). Causas francesas (juez Jean-Louis Bruguiere), diciembre de 2006.
(44). Ver: «The UN in Congo: Watchdog of the Great Mining Interests» (Las Naciones Unidas en Congo: guardianes de los grandes intereses mineros), Save Rwanda (.org), 11 de noviembre de 2009.
(45). El último informe del «Panel de Expertos» sobre Congo reveló el verdadero sesgo pro-FPR de las Naciones Unidas, y desacreditó al informe, el cual contiene información sólida en él sobre ciertos criminales occidentales, tales como, por ejemplo, Philippe de Moerloose, quien esta autora ha citado previamente por crímenes de guerra.
(46). Jason Stearns: Congo Siasa (.blogspot.com) [1] «Are We Really Serious About Getting Rid of the FDLR?» (¿Estamos intentando seriamente librarnos del FDLR?), 27 de octubre de 2009
(47). Jason Stearns: Congo Siasa (.blogspot.com) [1] «Are We Really Serious About Getting Rid of the FDLR?» (¿Estamos intentando seriamente librarnos del FDLR?), 27 de octubre de 2009; [2] «Ignace In Hundcuffs» (Ignace esposado), 18 de noviembre de 2009.
(48). Jean-Marie Vianney Higiro, «Rwanda Private Pint Media on the Eve of the Genocidio» (Medios impresos privados de Ruanda en vísperas del genocidio), en Thompson, Ed., The Media and the Rwanda Genocida, (Los medios y el genocidio de Ruanda) Pluto Press, 2007.
(49). El investigador del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugados Robert Gersony informó en septiembre de 1994 sobre el asesino por parte el FPR de más de 30.000 Hutus – en un periodo de dos meses – y dio una explicación detallada de los lugares, fechas y naturaleza de los crímenes, así como de los métodos usados para matar y hacer desaparecer los cuerpos. Gersony también identificó a los líderes del FPR responsables de los asesinatos. El «Informe Gersony» clasificado de las Naciones Unidas nunca ha sido hecho público. Se ha hecho referencia a secciones del «Informe Gersony» en otros documentos, y las conclusiones fueron similares en un informe desclasificado sobre la situación internacional de los refugiados de 1994 (intentando aclarar por qué los informes sobre la situación de los refugiados internacionales están clasificados por el Departamento de Estado de EEUU)
(50). Raymond Bonner: «Rwandans Say the Victors Kill Many Who Go Back» (Ruandeses dicen que los vencedores matan a muchos de los que vuelven), New York Times, 5 de agosto de 1994; y «UN Stops Returning Rwandan Refugees» (Las Naciones Unidas dejan de repatriar refugiados ruandeses), New York Times, 28 de septiembre de 1994.
(51). Rakiya Omar, The Leadership of Rwandan Armed Groups Abroad With a Focus on the FDLR and RUD-URUNANA (El liderazgo de los grupos armadas ruandeses en el extranjero con un enfoque en el FDLR y RUD-URUNANA), diciembre de 2008, p. 8.
(52). RNA Reporter, «U.S. Government Investigating FDLR Officials» (El gobierno de EEUU investiga a oficiales del FDLR) Rwanda News Agency, 12 de diciembre de 2008.
(53). Max Delany y Scott Baldauf, «Germany Arrests Congo Rebel Leaders» (Alemania arresta líderes rebeldes de Congo) Christian Science Monitor, 17 de noviembre de 2009; Scott Baldauf, «The Legacy of Rwanda’s Genocide: More Assertive International Justice» (El legado del genocidio de Ruanda: justicia internacional más firme), Christian Science Monitor, 7 de abril de 2009; Scott Baldauf, «Rwanda Rebel Leaders: U.S., French, Spanish and Congo Business Links», Christian Science Monitor, 2 de diciembre de 2009.
(54). Ver, por ejemplo, Nicole Dalyrimple, «U.S. and DRC in Partnership to Train Model Congolese» (EEUU y la RDC asociados para entrenar batallones modelo congoleños), U.S. AFRICOM Public Affairs, 18 de febrero de 2010, http://www.africom.mil/
(55). El líder del FDLR Ignace Murwanashyaka fue arrestado en Alemania en noviembre de 2009.
(56). Scott Baldauf, «Rwanda Rebel Leaders: U.S., French, Spanish and Congo Business Links» , Christian Science Monitor, 2 de diciembre