Cerca del 80 por ciento de las 300.000 personas que han perdido la vida en Darfur desde 2003 murieron por enfermedades asociadas a la diarrea que podían haberse evitado, según afirman los médicos belgas Olivier Degomme y Debarati Guha-Sapir, del Centro para la Investigación de la Epidemiología de Desastres de Bruselas. «Más de un 80 […]
Cerca del 80 por ciento de las 300.000 personas que han perdido la vida en Darfur desde 2003 murieron por enfermedades asociadas a la diarrea que podían haberse evitado, según afirman los médicos belgas Olivier Degomme y Debarati Guha-Sapir, del Centro para la Investigación de la Epidemiología de Desastres de Bruselas. «Más de un 80 por ciento de las muertes no fue resultado de la violencia», señalaron los investigadores en un artículo publicado por la revista The Lancet.
En el artículo también se señala que la expulsión de las agencias humanitarias por orden del Gobierno de Sudán puede hacer que la tasa de mortalidad se dispare. «Deberíamos temer lo peor», señalaron.
Desde que comenzó la rebelión armada a principios de 2003, la ONU estima que 300.000 personas han muerto en Darfur y más de dos millones han debido abandonar sus hogares como resultado de la campaña iniciada por el Gobierno sudanés contra los insurgentes de la región.
El repunte de la violencia registrado a principios de 2004 fue seguido de «una fase prolongada de muertes relacionadas con enfermedades». Una tendencia que va en «aumento» y que ha sido causada por las condiciones insalubres en las que viven los habitantes de Darfur, que apenas cuentan con infraestructuras sanitarias.