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La Moudawana en Marruecos

El código de la familia a debate

Fuentes: Viento sur [Imagen: Concentración organizada por la asociación feminista Kif mama kif baba por una revisión integral del Código de Familia y del Código Penal]

Casi 20 años después de la adopción de una importante reforma del estatuto de la familia (Moudawana), que afectaba principalmente a los derechos de las mujeres, se está debatiendo ahora en Marruecos un nuevo proyecto de ley relativo a los mismos derechos. Presentado como una continuación del anterior, se enfrenta a una fuerte oposición que pone en peligro el impulso de cambio. En última instancia, la decisión corresponde únicamente al rey Mohamed VI.

En un discurso a su “querido pueblo” en julio de 2022, el rey Mohammed VI había señalado las imperfecciones de los cambios realizados 20 años antes:

Inicialmente, el Código de la Familia representó un verdadero salto adelante, pero ya no es suficiente por sí mismo. La experiencia ha demostrado que hay una serie de obstáculos para completar las reformas y alcanzar los objetivos deseados.

En aquella época, contrariamente a las reivindicaciones de las asociaciones feministas laicas, la poligamia no había sido abolida, aunque se condicionara a la «autorización» de la primera esposa (20.000 solicitudes de autorización fueron registradas entre 2017 y 2021). La mujer sigue heredando la mitad de lo que hereda el hombre, y el matrimonio de menores de edad está prohibido, pero el juez de familia tiene un «poder de discernimiento» que a menudo le permite “validar” este tipo de uniones1.

Así pues, basándose en estas imperfecciones, en septiembre de 2023 se encargó a un órgano consultivo, nombrado en su totalidad por el Rey, la elaboración de un proyecto de reforma de la Moudawana. Pero su composición es problemática por el conservadurismo y la excesiva oficialidad de sus miembros. Además del ministro de Justicia, Abdellatif Ouahbi, el órgano incluye a El Hassan Daki, fiscal general del Rey ante el Tribunal de Casación y presidente de la Fiscalía, y a Mohammed Abdennabaoui, vicepresidente del Consejo Superior de la Magistratura. A este trío representativo de la cúpula judicial se añaden tres personalidades igualmente oficiales: la Ministra de Solidaridad, Integración Social y Familia, Aawatif Hayar, la Presidenta del Consejo Nacional de Derechos Humanos (CNDH, organismo oficial), Amina Bouayach, y el Secretario General del Consejo Superior de Ulemas, representante del Islam oficial, Mohamed Yssef.

¿La sociedad civil? ¿Grupos de defensa de los derechos de las mujeres? ¿Partidos políticos? Simplemente no están presentes, a pesar de que el jefe del gobierno, Aziz Akhennouch, afirma haberles consultado «ampliamente». El 30 de marzo de 2024, Akhennouch presentó un primer borrador del proyecto de reforma al Rey, que tomará la decisión final. La copia definitiva se someterá a continuación a un Parlamento controlado por el palacio real; entonces se aprobará como una carta al director2/.

Entre 600 y 800 abortos ilegales al día

Las informaciones que se han filtrado sobre el contenido del proyecto real parecen indicar que, en lo que se refiere a lo que menciona explícitamente el Corán, es probable que para este viaje sobraran estas alforjas. La poligamia no será abolida, aunque sólo afecta al 0,66% de las autorizaciones de matrimonio según las últimas cifras del Ministerio de Justicia; las mujeres seguirán heredando la mitad de lo que heredan los hombres, aunque la práctica de hacer testamento será legalmente reconocida y adoptada, según la misma información, y extendida a los nietos3/; las relaciones sexuales fuera del matrimonio seguirán prohibidas y se sancionarán con penas de prisión, así como la interrupción voluntaria del embarazo (IVE). Según las ONG, en Marruecos se practican clandestinamente entre 600 y 800 abortos al día. En su discurso del 30 de julio de 2022, el monarca recordó:

En mi calidad de Amir Al Múminin (Comendador de los Creyentes), y como afirmé en 2003 en el discurso de presentación del Código ante el Parlamento, no puedo autorizar lo que Dios ha prohibido, ni prohibir lo que el Altísimo ha autorizado, en particular en los puntos regidos por los textos formales del Corán.

Los cambios más destacados afectarán probablemente a las relaciones entre los cónyuges. El objetivo es reforzar el principio de igualdad de derechos y deberes entre los cónyuges, que de este modo tendrán ambos la misma «tutela legal» sobre la familia, estatus reservado actualmente sólo al marido. Además, no habrá discriminación entre los hijos nacidos fuera o dentro del matrimonio. Una madre divorciada podrá así volver a casarse sin perder la custodia de hijas e hijos. Por último, se abolirá el requisito de que un hombre no musulmán deba convertirse al Islam antes de casarse con una mujer marroquí.

Pero estas «propuestas», de carácter puramente consultivo, deben ser validadas por el palacio real. El «Comendador de los Creyentes», que es también el jefe del poder ejecutivo, tiene que surfear entre varias olas del Islam político para mantener la preeminencia de su legitimidad religiosa. El estatuto de las mujeres, al igual que otras cuestiones4/, es utilizado a menudo tanto por la monarquía y por los islamistas como mecanismo de legitimación y movilización de la religión con fines políticos.

Guerras de legitimidad

La reticencia del soberano a reformar el estatuto de las mujeres se explica por su deseo de presentarse, por una parte, como un Comendador de los Creyentes «abierto y moderno» (estatuto constitucional que utiliza para legitimar sus poderes absolutos) y, por otra, como un líder que monopoliza el ámbito religioso y cultual frente a las corrientes del Islam político. Este dilema genera una ambivalencia acrobática y una guerra de legitimidad5 /en la que tomados como rehenes, el tema de los derechos de las mujeres se convierte en una cuestión política, incluso partidista.

Para las corrientes islamistas, y en particular para el Partido Justicia y Desarrollo (PJD), la reforma del estatuto de la mujer es un importante vector de movilización ideológica de un electorado que les abandonó cruelmente en septiembre de 2021, reduciendo su presencia en el Parlamento a 13 diputadas y diputados. Quieren presentarse como guardianes del templo religioso frente a una Europa cuyos valores amenazarían la especificidad musulmana y la identidad de la sociedad y del Estado marroquíes. Así, en un discurso dirigido a sus militantes el 3 de marzo de 2024 Abdelilah Benkirane, Secretario General del PJD, fustiga así6/:

Quieren una herencia equitativa y un testamento. ¿Qué es un testamento? Significa distribuir tu dinero en tu testamento a quien tú quieras: hijo, hija, esposa, hermano, padre, madre, gato, perra… Eso es lo que hay en Europa. Todo viene de Europa. Y porque nos viene de Europa, mira lo que tenemos en Europa. Mientras hablo, hay una tormenta sobre la herencia de Johnny Hallyday, y mientras hablo, hay una tormenta sobre la herencia de Alain Delon, a pesar de que ni siquiera ha muerto todavía. Vamos a pasar el resto de nuestras vidas en los tribunales si esta reforma sale adelante.

En el mismo discurso, también pidió a sus militantes que estuvieran preparados para organizar «una marcha nacional de más de un millón de personas».

El otro movimiento político islamista, la asociación Justicia y Espiritualidad (Al Adl Wa al Ihssan), adopta una postura menos populista, insistiendo sobre todo en la centralidad del referente islámico. Para esta asociación política prohibida pero tolerada, cualquier proyecto de reforma que vaya en contra de este marco de referencia «debería ser rechazado».

Una reforma basada en el Islam

Junto a estas dos tendencias -en las que política y religión se entrelazan como cuestiones de poder-, una tercera corriente defiende la reforma de la Moudawana sobre la base del Islam. Una de sus representantes es Asma Lamrabet, médica y bióloga de formación, que ha atraído bastante la atención de los medios de comunicación. Salvando cuidadosamente al Rey, se presenta como musulmana partidaria de una «reforma interna» de la religión, «abierta a los cambios de la sociedad», incluso cuando la desigualdad entre hombres y mujeres está consagrada en un claro texto coránico. El ejemplo más emblemático es, por supuesto, la cuestión de la herencia:

Una de cada cinco familias está a cargo de mujeres. Su contribución económica a la familia es muy importante. Dado que el principio de solidaridad es inherente a la familia marroquí, las mujeres, aunque estén casadas, a veces se ocupan de sus familias tanto como de sus padres. A la luz de estos hechos, no podemos seguir negándonos a ver la realidad, como intentan hacer algunos conservadores, aferrándose a ideales que no existen en el contexto actual7/ .

Es en este embrollo político-religioso en el que la reforma del estatuto de las mujeres, componente fundamental del código de la familia, no ha dejado de tambalearse desde hace varias décadas. La Asociación Marroquí de Derechos Humanos (AMDH), la mayor ONG de derechos humanos, resume la situación en su informe sobre la situación en Marruecos en 2022:

La cuestión de los derechos de las mujeres y la igualdad en Marruecos sigue siendo competencia de la institución real, y sigue estando bajo el peso del referente religioso y las constantes del país. Esto constituye un verdadero obstáculo para cualquier avance hacia el cumplimiento por parte del Estado de sus obligaciones internacionales, y afecta negativamente al estatus de las mujeres y sus derechos humanos en la legislación local.

Omar Brouksy. Periodista y profesor de Ciencias Políticas en Marruecos. Fue redactor jefe del Journal hebdomadaire hasta su cierre en enero de 2010, y periodista de la Agencia France-Press. Es autor de Mohammed VI derrière les masques. Le fils de notre ami (Ediciones du Nouveau Monde, París, 2014) y de La République de Sa Majesté. France-Maroc, liaisons dangereuses (Prefacio de Alain Gresh), Nouveau-Monde, 2017. Los dos libros están prohibidos en Marruecos.

Notas:

1/Entre 2009 y 2018, los jueces de familia aceptaron casi 320.000 solicitudes de matrimonio de menores, la mayoría niñas.

2/ Omar Brouksy, «Le parlement marocain et la nature du système politique, dix ans après la réforme de 2011», en Revista de Estudios Internacionales Mediterráneos, nº 32, mayo de 2022.

3/ A veces, algunas familias recurren a las donaciones para eludir la desigualdad entre hombres y mujeres en materia de herencia.

4/ El problema palestino y las relaciones con Israel, por ejemplo, ya que el Rey es también Presidente del Comité Al-Qods.

5/ Omar Brouksy, «Libertés individuelles et mécanismes de légitimation politique et institutionnelle au Maroc», en Revista CIDOB d’Afers Internacionals, nº 135, diciembre de 2023, pp. 53-70.

6/ En el sitio web en árabe del PJD, 3 de marzo de 2024.

7/ Asma Lamrabet, «Au Maroc, la réforme du Code de la famille et celle du Code pénal doivent aller de pair», Le Point, 17 de abril de 2024.

Texto original: Orientxxi

Traducción: Ángeles Ramírez para viento sur

Fuente: https://vientosur.info/la-moudawana-en-marruecos-el-codigo-de-la-familia-a-debate/