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Comercio en África

La nueva invasión europea

Fuentes: IPS

«¿Por qué debemos rendirnos a la invasión de los productos europeos fuertemente subsidiados? ¿Cuál será el impacto para los movimientos salientes de capital si se liberalizan y privatizan servicios estratégicos como el de telecomunicaciones, los puertos, la energía y el agua en interés de las empresas europeas?» Estas son las preguntas que se hace Rezistans […]

«¿Por qué debemos rendirnos a la invasión de los productos europeos fuertemente subsidiados? ¿Cuál será el impacto para los movimientos salientes de capital si se liberalizan y privatizan servicios estratégicos como el de telecomunicaciones, los puertos, la energía y el agua en interés de las empresas europeas?»

Estas son las preguntas que se hace Rezistans ek Alternativ, movimiento político de Mauricio, luego de que ese país africano, junto con Madagascar, Seychelles y Zimbabwe, firmaran un acuerdo interino de asociación económica (EPA) con la Unión Europea (UE) a fines de agosto.

El grupo solicitó una sesión urgente del parlamento para discutir el acuerdo.

«Quienes se beneficien sustancialmente con este acuerdo no serán los que cargarán con sus consecuencias», dijeron a IPS Roody Muneean y Ashok Subron, del movimiento.

Los dos argumentaron que los tecnócratas y los políticos no aprendieron las lecciones del pasado, en referencia a los acuerdos firmados a las «apuradas» con la Organización Mundial del Comercio (OMC), con resultados perjudiciales para los pueblos de muchos países en desarrollo.

Los activistas deploraron la exclusión del proceso de negociación del movimiento sindical, los pequeños productores, los pescadores y las organizaciones de consumidores y otros movimientos de la sociedad civil.

«El acceso al mercado de los países de África oriental y austral lo único que hace es fijar más las economías africanas a la estrategia de exportación neocolonial, basada en la mano de obra barata y las condiciones de trabajo degradantes para nuestra gente», según Rezistans ek Alternativ.

Muneean y Subron consideran al EPA no como una herramienta de desarrollo para África sino como un mecanismo de generación de lucro para las empresas de la UE y algunos intereses locales. Pero quienes firmaron el acuerdo no opinan lo mismo.

El canciller y ministro de Comercio Internacional de Mauricio, Arvin Boolell, uno de los principales defensores del pacto, declaró a IPS que este estado insular frente a la costa sudoriental de África quiere utilizar el tratado para aumentar el comercio, promover la diversificación, atraer las inversiones de la UE y fomentar la transferencia de tecnología.

«Debemos librar la guerra contra la pobreza de manera constante. Mejorar la vida de nuestras poblaciones expande el círculo de oportunidades para todos», declaró.

Sindiso Ngwenya, secretario general del Mercado Común de África Oriental y Austral (COMESA, por sus siglas en inglés), justificó el EPA al decir que representa colectivamente a 27 países.

«Estos países no sólo son los socios comerciales más importantes de la región de COMESA, que comprenden entre 20 y 40 por ciento del movimiento comercial, sino que proporcionan fondos esenciales para el desarrollo en la forma de préstamos y donaciones», observó.

El ministro de Industria y Comercio de Zambia, Felix Mutati, señaló: «No se discutan las palabras, por favor. El desafío para los productores de azúcar de Mauricio, de vegetales en Zimbabwe y de miel en Zambia, que necesitan llevar comida a sus casas, es cómo vincularse al EPA».

A pesar de sus palabras, Zambia no firmó el EPA aunque lidera el grupo de 16 países de África oriental y austral.

Cuando IPS le preguntó el motivo, Mutati respondió: «Según la tradición africana, el padre no come primero». Luego agregó que Zambia firmará el EPA en octubre de 2009. El ministro está listo para exhortar a los demás estados de EPA que se incorporen al proceso.

Apeló a las empresas europeas que vayan a África porque el continente «abandonó» el mal gobierno, la inestabilidad en la gestión económica y las instituciones disfuncionales.

El EPA sustituye los acuerdos comerciales suscritos anteriormente entre la UE y los países de África, el Caribe y el Pacífico (ACP), y tiene como objetivo fomentar su desarrollo, reforzar la integración regional y proporcionar una protección especial y diferencial a sus mercados.

El acuerdo estipula que las exportaciones a la UE de los estados signatarios serán libres de impuestos y cuotas, con excepción del azúcar y el arroz. En el caso de los textiles y las prendas de vestir, el bloque europeo ofrece ahora la norma de transformación única del origen, que permite a los países de África oriental y austral obtener productos textiles de otros países, transformarlos y exportarlos a sus mercados, sin impuestos ni cuotas.

Este nuevo acuerdo se distingue de la relación tradicional de comercio no preferencial entre el grupo de 77 países en desarrollo de ACP y la UE ya que se basa en el principio de reciprocidad. De esta manera, los estados de África oriental y austral liberalizarán gradualmente el 80 por ciento de las importaciones de la UE en un período de 15 años con un lapso inicial de preparación de cinco años.

Luego de transcurrido ese tiempo, 20 por ciento del comercio, en gran parte productos agrícolas y finales que los países consideran demasiado sensibles, quedarán excluidos de la liberalización.

El subdirector de la no gubernamental Unidad de Políticas Comerciales de Mauricio, Sunil Boodhoo, dijo a la prensa que no «hay obligación» de suscribir el EPA. «Los países son libres de firmar o no, pero debemos medir las consecuencias para una isla como Mauricio que no es un país de menor desarrollo (PMD) y no se beneficia con la iniciativa comercial Todo Salvo las Armas para los PMD», sostuvo.

«Si mañana una de las industrias locales es perjudicada por las importaciones europeas», Mauricio siempre podrá tomar las debidas garantías. «Este es el caso para todos los países africanos», aseguró.

Hasta la fecha, 26 de los 36 países de ACP firmaron este acuerdo que cambiará la relación comercial, económica y de inversión entre la UE y la región.