El relator especial de Naciones Unidas sobre el derecho a la alimentación, Olivier De Schutter, pidió este martes a la comunidad internacional y a los gobiernos que respondan con rapidez a la nueva inestabilidad de los mercados mundiales, después de los muertos y heridos causados por los últimos disturbios en Mozambique, desencadenados por el aumento […]
El relator especial de Naciones Unidas sobre el derecho a la alimentación, Olivier De Schutter, pidió este martes a la comunidad internacional y a los gobiernos que respondan con rapidez a la nueva inestabilidad de los mercados mundiales, después de los muertos y heridos causados por los últimos disturbios en Mozambique, desencadenados por el aumento del precio del pan.
«La indignación social en Mozambique y en otros países era predecible», afirmó. «Sabemos dónde falla el sistema alimentario. Sabemos cuáles son las medidas que deben tomarse. Pero la falta de voluntad política y de sentido de urgencia han retrasado de manera inaceptable la toma de medidas decisivas», prosiguió.
El relator especial pidió que la reunión de emergencia convocada por la FAO, que tendrá lugar el próximo 24 de septiembre en Roma, se mueva más allá de las palabras y prepare medidas sobre la especulación y las reservas de alimentos.
«No actuar ahora es inaceptable», enfatizó. «En 2008, muchos gobiernos fueron sorprendidos por la situación», detalló. «Hoy, tenemos un entendimiento mucho mejor de lo que debe hacerse para que se pueda desarrollar el derecho a los alimentos. Los expertos han hecho su trabajo. Es tiempo de que los gobiernos actúen», añadió.
Según De Schutter, a pesar de los compromisos realizados desde 2008, se ha logrado muy poco desde entonces. «Los donantes no han cumplido sus promesas. Los Gobierno no han invertido suficiente en la producción de cultivos de alimentos para la producción local. Como resultado, la mayor parte de países pobres aún son muy vulnerables, y siguen dependiendo de sus exportaciones de un número limitado de materias primas, mientras su seguridad alimentaria es excesivamente dependiente de las importaciones de alimentos, cuyos precios son cada vez mayores y más inestables», según su comunicado.
Como consecuencia de la prohibición en la exportación de grano anunciada por Rusia y la especulación en el mercado de cereales, los precios de los alimentos en los mercados internacionales ya se han incrementado un cinco por ciento desde julio de 2010, por lo que el Índice de Precios de los Alimentos de la FAO aumentó a su mayor nivel desde septiembre de 2008.
Aunque la producción mundial de cereal en 2010 debería alcanzar una cifra récord, los temores sobre los suministros futuros han llevado a que los precios del trigo se incrementen un 70 por ciento en los mercados internacionales desde el año pasado, concluyó su comunicado el relator especial de la ONU.