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Publica un informe en el que se trata de genocidio la matanza de 800.000 tutsis

La ONU ve «pruebas abrumadoras» de genocidio en el Congo

Fuentes: Guin Guin Bali

«Los ataques aparentemente sistemáticos y generalizados contra hutus ruandeses que les causaron la muerte revelan numerosas pruebas abrumadoras que, de ser probadas en un tribunal competente, podrían ser calificados como genocidio». Es la conclusión de un informe de la ONU que, dieciséis años después del genocidio de Ruanda, sugiere que decenas de miles de hutus, […]

«Los ataques aparentemente sistemáticos y generalizados contra hutus ruandeses que les causaron la muerte revelan numerosas pruebas abrumadoras que, de ser probadas en un tribunal competente, podrían ser calificados como genocidio».

Es la conclusión de un informe de la ONU que, dieciséis años después del genocidio de Ruanda, sugiere que decenas de miles de hutus, autores de las matanzas de 800.000 tutsis en 1994, podrían haber sido víctimas de la venganza del Ejército ruandés en la República Democrática del Congo (RDC).

Según esta investigación, que se apoya en 1.280 testigos y 1.500 documentos, las tropas ruandesas, tras frenar el genocidio en su país, habrían cruzado a la RDC para perseguir a los rebeldes hutus.

«En su persecución, mataron no sólo a soldados, que podrían haber estado involucrados en el genocidio, sino también a un gran número de civiles», asegura el texto que añade que «el uso sistemático de armas blancas y las matanzas sistemáticas de supervivientes tras la ocupación de los campamentos demuestran que los numerosos fallecimientos no son imputables a las bajas colaterales de la guerra. Entre las víctimas figuran mayoritariamente niños, mujeres, ancianos y enfermos»

En concreto, el texto alude a más de 600 matanzas y agresiones sexuales sistemáticas cometidas por el Ejército ruandés, en colaboración con el congoleño, contra decenas de miles de hutus refugiados en la RDC entre los años 1993 y 2003. Y calcula que 30.000 niños fueron reclutados o utilizados por las fuerzas armadas y grupos combatientes.

RUANDA RECHAZA LAS ACUSACIONES

Ruanda ha desestimado tajantemente la hipótesis de un genocidio. Su embajadora ante la ONU en Ginebra, Venetia Sebundadi, la ha tachado de «falsa y peligrosa», ya que «amenaza la estabilidad de la región».

Para Kigali, el informe es un «fraude» que «saca de contexto» los crímenes, y aunque no han desmentido que se cometieran asesinatos, ha negado que fuesen bajo intención de destruir una etnia. El texto se ha publicado más de un mes después de que una versión preliminar fuera filtrada por el diario francés «Le Monde». Entonces, el presidente ruandés, Paul Kagame, lo calificó de «chapucero» y «vergonzoso» y amenazó con retirar sus tropas de las fuerzas de paz internacionales si su lanzamiento seguía adelante.

El tenso clima provocó el retraso de su publicación y, aunque el informe definitivo suaviza algunas expresiones con respecto al borrador, Anders Kompass, director sobre el terreno del Alto Comisionado para la ONU de Derechos Humanos ha explicado que «la esencia del texto definitivo es la misma. «Los comentarios que recibimos no cambiaron nada en relación a los hallazgos de violaciones de derechos humanos». Ahora, la embajadora ruandesa en Ginebra ha asegurado que su Gobierno está examinando el informe definitivo para formular su respuesta. «»Aún es pronto para determinar si retiraremos soldados».

Otro país mencionado en el informe, Uganda, también ha expresado su indignación y, al igual que Ruanda, ha amenazado con retirarse de las misiones de paz de la Unión Africana y la ONU.

LA ONU NO PROMOVERÁ UNA INVESTIGACIÓN INTERNACIONAL

Al contrario que en Yugoslavia o Sierra Leona, en la RDC ningún tribunal ha dictaminado la responsabilidad de las masacres.

El informe recomienda crear una instancia judicial nacional e internacional para procesar los crímenes más graves, pero la ONU, de momento, descarta tomar la iniciativa de referir el informe a una instancia judicial internacional y deja en manos de las autoridades de la RDC la posibilidad de enjuiciar a los responsables de las matanzas.

Según el portavoz de Naciones Unidas, Martin Nesirky, «el propósito del informe es romper el círculo de la impunidad. El próximo paso lo dará la RDC, que estudiará las opciones que se le proponen, y tal vez tenga otras propias».

Naciones Unidas ha desmentido que haya llegado a un acuerdo con el presidente Kagame para no procesar a los responsables a cambio de que Kigali no cumpliera la amenaza de retirar a sus soldados de las misiones de paz.

«No hay ningún vínculo. No hubo un ‘quid pro quo’. El seguimiento que se haga se decidirá basado en los méritos (del informe). Eso ha quedado claro».

Fuente: http://www.guinguinbali.com/index.php?lang=es&mod=news&task=view_news&cat=3&id=934