Una delegación de líderes de la Convergencia para la Democracia Social (CPDS), principal partido de oposición a la dictadura de Teodoro Obiang en Guinea Ecuatorial, se encuentra estos días de gira en Estados Unidos. El CPDS comunica el 24 de octubre que informará «a sus interlocutores de sus posiciones sobre el estancamiento del proceso de […]
Una delegación de líderes de la Convergencia para la Democracia Social (CPDS), principal partido de oposición a la dictadura de Teodoro Obiang en Guinea Ecuatorial, se encuentra estos días de gira en Estados Unidos.
El CPDS comunica el 24 de octubre que informará «a sus interlocutores de sus posiciones sobre el estancamiento del proceso de democratización, recabando apoyos para la reactivación del mismo». Se trata de autoridades del gobierno, senadores, congresistas, empresas petrolíferas, medios de comunicación y ongs.
Diez años antes, el 8 de marzo de 1995, en el informe de la Oficina del Alto Comisionado para los Derechos Humanos de Naciones Unidas sobre la situación de los mismos en Guinea Ecuatorial, se podía leer que «siguen teniendo lugar serias violaciones (y) se pide al gobierno que acabe con la práctica de la detención y arresto arbitrarios, la tortura y el trato degradante, cruel e inhumano y que los responsables de lo anterior sean juzgados y castigados». (http://ap.ohchr.org/documents/E/CHR/resolutions/E-CN_4-RES-1995-71.doc)
Poco antes del viaje, el 11 de marzo de 2005, la Comisión de Derechos Humanos del Consejo Económico y Social de Naciones Unidas, emite otro informe para decir que «Teodoro Obiang Nguema es responsable de la existencia de centros de detención semi-clandestinos, donde se practica la tortura para obtener confesiones de los presos». Se pone de manifiesto en el informe la ausencia de un poder judicial independiente, la impunidad de los torturadores, la discriminación a las minorías étnicas, etc. http://daccessdds.un.org/doc/UNDOC/GEN/G05/127/69/PDF/G0512769.pdf?OpenElement
Otros informes de agencias internacionales, del propio Departamento de Estado de Estados Unidos y de organizaciones de defensa de los derechos humanos, contradicen la idea del CPDS sobre el «proceso democratizador» en los últimos años. No hay ninguna razón para pensar que esos interlocutores, políticos y expertos, no los conocen.
Añade el CPDS: «El miércoles, a invitación del Centro para Estrategias y Estudios Internacionales, la delegación mantuvo una charla-coloquio en dicho Centro, con altos funcionarios de la Dirección para África del Departamento de Estado, representantes de Organizaciones No Gubernamentales y otros.»
Este centro es un organismo dedicado aparentemente al estudio de cuestiones políticas. En su equipo de asesores está el presidente de Coca-Cola, el director gerente de Carlyle Group, gran empresa armamentística, el presidente de ExxonMobil, petrolera que opera en Guinea Ecuatorial, Henry Kissinger, ex secretario de estado, y el director consejero de Morgan Stanley, agente de bolsa.
Sigue: «Por la tarde Plácido Micó y compañeros se reunieron con responsables para África de una de las más importantes y prestigiosas entidades de su naturaleza, la conservadora Fundación Heritage», la cual anuncia con orgullo su papel de consejera de Bush en cuestiones militares y su apoyo a la «guerra contra el terror». (http://www.heritage.org/)
Termina: «Por la tarde sesión de trabajo en el Instituto Internacional Republicano. Dicha Entidad se encarga de la promoción de la democracia en el mundo. La predisposición de prestar su apoyo y colaboración en un esfuerzo complementado con entidades análogas, quedó establecida por esa ONG.»
¿Quiénes dirigen el instituto? El director general de la Asociación Americana del Juego, el director del sistema de misiles de la empresa armamentística Lockheed Martin, uno de los directivos de la Securities Industry Association, un ex secretario de estado y un ex secretario de la marina. Su labor por la democracia en Guinea Ecuatorial, según manifiesta el propio instituto, es literalmente «ninguna» (http://www.iri.org/SearchAction.asp).
Institutos de investigación, fundaciones, medios de comunicación y algunas ongs, trabajan en consonancia con la Casa Blanca en la consecución de un mismo fin: «promocionar políticas conservadoras basadas en los principios de la libre empresa, los valores americanos y una defensa nacional fuerte» (http://www.heritage.org/about/). Es ocioso repasar aquí los resultados de la política de Estados Unidos, su gobierno, sus empresas, sus instituciones públicas y privadas, en África.
Conviene mencionar, no obstante, el caso de Guinea Ecuatorial, cuyo gobierno es considerado como una dictadura criminal, lo que no impidió que el 4 de julio de 2005 el embajador de Estados Unidos dijese en Malabo ante el gobierno ecuato-guineano que «valoramos nuestras relaciones con Guinea Ecuatorial y estamos satisfechos de que sean excelentes.» Para que no quedase duda de la posición de Estados Unidos, añadió: «Tuve personalmente el placer de acompañar a Su Excelencia el Presidente Obiang Nguema en su visita en junio a Baltimore y Washington. En ambas ciudades el presidente fue bien recibido». (http://usembassy.state.gov/posts/ek1/wwwhamb4july-sp.html).
Además, hay que considerar que son empresas petrolíferas estadounidenses las que negocian en secreto con Obiang sobre las riquezas del país; que el gobierno estadounidense apoya al dictador de varias maneras, incluida la del asesoramiento militar; que bancos estadounidenses guardan el dinero que pagan a Obiang aquellas empresas; que es en Estados Unidos donde el dictador, su familia y allegados hacen negocios y disfrutan de propiedades y atenciones.
La delegación tiene como primer objetivo exponer sus posiciones políticas a interlocutores que saben sobradamente lo que ocurre en Guinea Ecuatorial, que tienen una enorme responsabilidad en ello y que nunca se han pronunciado a favor de un cambio de régimen. El CPDS es libre de escoger sus apoyos, los demás de dudar de que los escogidos auguren nada bueno para la democracia en Guinea Ecuatorial.
En cuanto al segundo objetivo, recabar ayuda de esos interlocutores, la delegación tiene que explicar por qué van a apoyarles cuando llevan años haciendo lo contrario. ¿Es que hay un pacto para desembarazarse de Obiang, cuyos escándalos financieros han sido divulgados, lo que incomoda al gobierno de Estados Unidos? Si es así, ¿ésta es la forma y ése el aliado con los que el CPDS quiere llevar la democracia a su país?
Los interlocutores no tienen nada que perder con esas visitas ni se les conoce un apoyo genuino por la democracia en ningún lugar del mundo. Es muy difícil vislumbrar la democracia en Guinea Ecuatorial tras este viaje.