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La pandemia de la covid-19 hace virar a los demócratas de EE.UU. hacia los postulados progresistas de Sanders

Fuentes: Público

Treinta y dos congresistas demócratas presentan una propuesta de ley que, de aprobarse, garantizaría que todas las facturas de las pruebas y los tratamientos de la covid-19, incluyendo la de personas en situación irregular, se paguen con fondos públicos mientras dure la pandemia.

Treinta y dos congresistas demócratas introdujeron este viernes en el Congreso de Estados Unidos una propuesta de ley que, de aprobarse, garantizaría que todas las facturas de las pruebas y los tratamientos de la covid-19, incluyendo la de personas en situación irregular, se paguen con fondos públicos mientras dure la pandemia.

La norma deberá ser debatida en las dos cámaras del Congreso, pero es un movimiento del Partido Demócrata en dos direcciones: por un lado, hacia postulados cada vez más progresistas, en la línea de Bernie Sanders; por otro, para transmitir la imagen de que, frente a las medidas tomadas por la administración Trump, los demócratas pueden hacer política con más eficacia y ambición y poniendo el foco en la clase trabajadora desde la mayoría que tienen en la Cámara de Representantes, la cámara baja del Congreso estadounidense.

La norma, denominada Ley Plan de Crisis Medicare (el Medicare es el seguro médico estatal que cubre a todos los jubilados), fue presentada este viernes para su tramitación por los congresistas Pramila Jayapal y Joe Kennedy y secundada por otros 30, todos demócratas, entre ellos, Alejandra Ocasio-Cortez, Adriano Espaillat o Tulsi Gabbard, excandidata demócrata a liderar el partido en estas primarias.

La propuesta de ley plantea que el Gobierno federal asuma, con cargo a las arcas públicas, todas las facturas médicas derivadas de las pruebas o tratamientos por la covid-19, tanto de ciudadanos norteamericanos como de cualquiera que viva en el país, esté con la documentación en regla o no.

Sería un ensayo, mientras dure de pandemia, de implantar un modelo de sanidad pública de cobertura universal en lo que tenga que ver con la covid-19. Según una encuesta del 3 de abril de la Fundación de la Familia Kaiser, el 54% de los estadounidenses aprueba la implantación de una sanidad pública universal y gratuita en el país, frente a un 41% que se opone. En los últimos tres años, el apoyo a ese modelo sanitario ha estado siempre por encima del 50% y en ocasiones ha rozado el 60% (llegó al 59% en marzo de 2018).

Con la crisis sanitaria y económica desatada por la pandemia y ante la gestión de la misma por parte de Trump, el Partido Demócrata quiere presentarse, ante la cercanía de las elecciones de noviembre, como la voz de la clase trabajadora y una propuesta que tiene que ver con la garantía de las coberturas sanitarias da en el centro de la diana puesto que en Estados Unidos el seguro médico, al ser privado, viene dado, de forma general por el empleador. En las últimas seis semanas, 30 millones de personas han perdido su trabajo y, por lo tanto, la gran mayoría de ellas perderá su seguro médico.

El paro está ya en torno al 20%, casi en niveles de la Gran Recesión, y todo ello en un contexto en el que las empresas sanitarias están obteniendo beneficios récords como si nada estuviese pasando.

«Un sistema de salud basado en coberturas médicas a través del empleo no tenía sentido antes de la covid-19, pero durante la pandemia se está demostrando peligroso y mortal», afirmó este viernws la congresista Pramila Jayapal en un comunicado. «Se calcula que hasta 35 millones de personas perderán su cobertura médica y se unirán a los casi 30 millones que ya estaban sin seguro», añadió Jayapal, que criticó que «un sistema sanitario más preocupado por los beneficios que por los pacientes nunca fue equipado para confrontar una pandemia como la de la covid-19».

Este movimiento llega también en el contexto de las primarias demócratas que declararán candidato a Joe Biden frente a Bernie Sanders, quien, aunque ha dado su apoyo explícito a aquél, ha suspendido su campaña pero no la ha retirado, precisamente para hacer valer los delegados conseguidos en las primarias estatales a fin de impulsar un viraje del partido hacia la izquierda cuando llegue la convención final de Milwaukee, en julio.

Aunque el exvicepresidente de Barack Obama liderará la candidatura, Biden está trabajando codo con codo desde hace semanas con Sanders para unir el partido y atraer todo el voto de los seguidores de Sanders, sobre todo de los más fieles, que ven a Biden como alguien conservador y perteneciente al establishment. La única forma de hacer esto es ir incorporando medidas progresistas en su programa y en su campaña. Porque Biden no puede permitirse el lujo, si quiere disputarle a Trump la Casa Blanca, de que un sector de los seguidores de Sanders no lo vote en las elecciones generales.

Pero, además, incorporar medidas progresistas al Partido Demócrata es también su mejor herramienta para diferenciarse del Partido Republicano cuando llegue el momento de competir con Trump en la campaña electoral, puesto que Biden ha ganado las primarias simplemente tirando de que fue vicepresidente de Obama y presentándose como el mejor candidato para vencer a Trump pero sin ideas-fuerza programáticas.

El asunto que más distancia a ambos candidatos demócratas, Biden y Sanders, es precisamente el de implantar un modelo de sanidad pública, universal y gratuita en Estados Unidos. Con todo, Biden, que no se pronunció este viernes públicamente sobre la propuesta de ley demócrata en el Congreso, ya afirmó el 15 de marzo en el primer debate televisivo cara a cara contra Sanders que «mientras dure la pandemia, las pruebas de detección del coronavirus y los tratamientos de la covid-19 tienen que ser gratuitos».

La apuesta por una ley como la presentada el viernes a trámite no es ni muchos menos arriesgada desde el punto de vista electoral, sino todo lo contrario. Una encuesta publicada por el medio The Hill el pasado jueves señaló que la salud es el tema más importante para el votante norteamericano. Según el sondeo, el 15% de los encuestados señalaron ese tema como el asunto más importante que encara hoy Estados Unidos. Le seguía la seguridad nacional (12%), la economía y la inmigración (ambos señalados por un 10% de los consultados) y el cambio climático (8%).

La ley deberá debatirse ahora en la Cámara de Representantes, donde los demócratas tienen mayoría y que está siendo, con su presidenta Nancy Pelosi a la cabeza, la institución que más fuerza opositora está planteando contra Donald Trump este mandato (de la cámara baja partió el impeachment el pasado septiembre). La norma no podrá ser debatida la semana próxima, puesto que el Congreso ha rehusado esta semana volver al trabajo en esa fecha; lo hará presumiblemente la semana del 11 de mayo. En el caso de que fuera aprobada ahí, pasaría al Senado, ya de mayoría republicana, cámara que tendría que validar la norma definitivamente.

Los demócratas quieren incluir esta ley dentro del quinto programa de ayudas que tendrá que ser aprobado por la Cámara Alta este mes y que pretenden que esté centrado también en las familias sin recursos, las ayudas a pymes y el seguro de desempleo. Los demócratas de ambas cámaras han pedido recurrentemente más ambición al Gobierno y que el músculo financiero de los paquetes de ayuda se centre sobre todo en paliar los efectos de la crisis sanitaria y económica en las familias americanas.

Fuente: https://www.publico.es/internacional/coronavirus-sanidad-gratuita-eeuu-pandemia-covid-19-virar-democratas-eeuu-postulados-progresistas-sanders.html