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Etarras en Venezuela

La patata caliente y el clavo ardiendo

Fuentes: Rebelión

Los hechos: Dos miembros de ETA recientemente detenidos, Javier Atristain, alias Golfo, y Juan Carlos Besance, alias Fenómeno , al parecer han declarado ante el juez de la Audiencia Nacional española Ismael Moreno haber recibido adiestramiento en Venezuela en 2008, donde fueron recibidos por Arturo Cubillas Fontán, etarra residente en Venezuela en virtud de los […]

Los hechos: Dos miembros de ETA recientemente detenidos, Javier Atristain, alias Golfo, y Juan Carlos Besance, alias Fenómeno , al parecer han declarado ante el juez de la Audiencia Nacional española Ismael Moreno haber recibido adiestramiento en Venezuela en 2008, donde fueron recibidos por Arturo Cubillas Fontán, etarra residente en Venezuela en virtud de los acuerdos suscritos en 1989 entre los jefes de los gobiernos español y venezolano de la época para que miembros de ETA sin causas pendientes con la justicia fueran deportados y acogidos en esta república sudamericana. Ignoramos la base legal (si es que la tuvo) de este peculiar acuerdo entre compadres, Carlos Andrés Pérez y su amigo y correligionario «socialdemócrata» Felipe González, por lo que no entraremos a valorarlo.

Carlos Andrés Pérez, alias CAP, tuvo su último paradero conocido en Nueva York, prófugo de la Justicia venezolana por graves delitos de corrupción, entre otros, durante su mandato. Como es habitual en estos casos, los jueces de EEUU no atendieron las reiteradas peticiones de extradición provenientes de Caracas, como tampoco atienden las de los jueces cubanos en el caso del terrorista confeso Posada Carriles, autor de un atentado contra una aeronave cubana por el que fueron asesinadas decenas de personas o, más recientemente, las órdenes de la propia Audiencia Nacional española de busca y captura de los autores materiales del asesinato en Bagdad del periodista español José Couso a manos de miembros de las fuerzas armadas de EEUU durante los primeros días de la invasión de Iraq en 2003. Interpol incluso se ha negado a dar curso a esta orden judicial aduciendo que es un caso en el que subyacen «motivos políticos» (matar al mensajero debe ser un atenuante en este tipo de crímenes).

Felipe González, alias señor X según las acusaciones de procesos relacionados con delitos tan graves como el terrorismo de Estado y la corrupción en España durante sus mandatos, como los casos GAL, cúpula del Ministerio del Interior o Filesa, por los que han cumplido penas de cárcel cargos de sus gobiernos y de su partido (PSOE) al más alto nivel (secretarios de Estado, subsecretarios y hasta algún ministro), no tiene -hasta la fecha- causas pendientes con la justicia española. Ya dijo el propio González en su momento con una pasmosa claridad, poco frecuente en sus dicharacheros pero oscuros discursos de charlatán de feria, que «no hay pruebas ni las habrá».

Estos dos individuos fueron el origen del problema, de esa patata que aún permanece caliente en la nueva República Bolivariana de Venezuela más de dos décadas después: la deportación y acogimiento de etarras por parte del señor X y de CAP («el señor Y») allá por 1989. 

La patata caliente y el clavo ardiendo

Pues bien, la prensa y los medios de comunicación de derecha o de ultraderecha mayoritarios en España, de forma prácticamente unánime, se están dedicando a lo largo de esta semana a «denunciar» la «colaboración del gobierno de Chávez con ETA y otras organizaciones terroristas». Después de tirar la piedra y esconder la mano (sólo de ahí pueden provenir las barbaridades que ha venido publicando la prensa mercenaria del poder económico a lo largo de la semana), el Ministerio del Interior español, en boca de su titular Pérez Rubalcaba, ha roto su silencio negando tales aseveraciones; ahora dice que Venezuela ha mostrado en todo momento su disposición a colaborar o a atender los requerimientos de la justicia española (si es que los hubiere). Exteriores también ha desmentido que España «llamara a consultas» a su embajador en Caracas, a pesar de que algunos medios han publicado esta ocurrencia. El presidente venezolano Hugo Chávez, por su parte ha declarado que su gobierno no da ningún crédito a las declaraciones de los etarras detenidos y niega cualquier implicación venezolana en su adiestramiento en 2008. Las palabras de Chávez no dejan resquicio para muchas interpretaciones periodísticas: Chávez «refuta» cualquier vínculo con ETA y señala que no se puede dar crédito a declaraciones de «dos criminales sanguinarios desprovistos de calidad humana y moral» de la organización terrorista, según reproduce la edición en línea de El País (5/10/2010), principal portavoz del grupo multimedia de derechas PRISA (propiedad de una sóla familia, los Polanco, que controla el 70% de su accionariado y con intereses en Latinoamérica).

No obstante, el principal clavo ardiendo al que se agarran la mayoría de los medios en esta nueva campaña de falsedades sigue siendo que «Venezuela acoge terroristas» (ya explicamos antes quién los acogió) y que, además, el tal Arturo Cubillas mencionado al principio «trabaja para el gobierno de Venezuela». Según ha declarado el embajador de Venezuela en Madrid este individuo (que lleva muchos años residiendo en Venezuela) trabaja, efectivamente, en uno de los muchos departamentos de la administración pública venezolana: «es funcionario del grado 7 u 8″, ha dicho el propio embajador en declaraciones a la Cadena Ser, emisora radiofónica también propiedad de la familia Polanco, cuyo locutor prologó las declaraciones del diplomático venezolano afirmando que el susodicho etarra «es miembro del gobierno venezolano» (Informativo de las 14:30 de Ser Madrid el 5/10/2010)… Por esa misma regla de tres, si en vez de empleado de la administración pública hubiera trabajado como operario u oficial de tercera administrativo de alguna empresa privada venezolana, el tal Cubillas sería -según la radio de Prisa- al menos miembro de la Junta Directiva Nacional de la Gran Patronal de la república andino-caribeña.

Una sandez del tamaño de Canadá… o de Francia

Otro de los «argumentos» mediáticos de ese clavo ardiendo al que se agarran es la posibilidad, según sus propias declaraciones, de que dos etarras recibieran entrenamiento en Venezuela en 2008, sin especificar a cargo de quién ni dónde en un país con una superficie que casi dobla a la de España. Ésta que pretenden presentar en los medios como una demostración palmaria de la «colaboración» del gobierno revolucionario bolivariano con el terrorismo internacional en su versión yihadista-abertzale (también hablan de la llamada conexión islámica de Chávez, al que a su vez acusan, paradójicamente, de ser un «peón de Cuba y del comunismo internacional»), es una sandez del tamaño de Canadá… o al menos del tamaño de Francia; y veremos porqué. Todos sabemos que durante décadas ETA ha entrenado comandos, alojado medios logísticos (en zulos), realizado ruedas de prensa, efectuado conferencias y reuniones, se ha «dotado» de explosivos y armas así como preparado atentados en territorio español desde la vecina República Francesa, antes llamada «santuario de ETA» por los medios. La semana pasada todas las TTVV han difundido un vídeo de factura reciente, producido por la propia ETA, en el que un comando realiza entrenamientos emprendiéndola a tiros sobre un Peugeot 205 («contigo al fin del mundo») con la verde campiña meridional del país vecino como fondo. Ergo… «Sarkozi colabora con ETA» si seguimos sus sorprendentes «razonamientos», aunque en el caso del petit e hiperactivo émulo de Napoleón les será más difícil reunir pruebas para «acusarlo» de comunista.

Esta nueva campaña contra Venezuela ha servido para rematar la faena -valga el símil taurino, luego veremos porqué- de los medios frente a la revolución socialista en marcha en esta república hermana con motivo de sus recientes elecciones parlamentarias. Las fuerzas opositoras de la derecha han perdido -tanto en diputados como en votos populares- con total claridad si a los resultados y a las frías cifras salidas de las urnas nos atenemos; pero en la «realidad alternativa» de los medios españoles, si leemos su prensa, cualquier mortal poco informado y sin conexión a internet a su alcance diría que ha sido la derecha la «vencedora» de unos comicios en los que la alianza electoral de la izquierda formada por el PSUV (el partido de Chávez) y el PCV (un partido cuyo símbolo son dos herramientas cruzadas) ha obtenido una holgada mayoría absoluta que para sí quisieran el PP o el PSOE, los partidos mayoritarios en España.

Cuando se agote informativamente, que se agotará, este affaire prefabricado de la imaginaria conexión ETA-Venezuela en el «Universo alternativo» que reflejan la mayoría de los medios españoles ¿qué será lo siguiente?, ¿darán un salto temporal y acusarán al presidente Chávez de estar detrás de la muerte del torero Manolete en la Plaza de Linares en 1947?, ¿descubrirán conexiones del toro que corneó al diestro (el miura Islero; masa: 0,5 toneladas, según Wikipedia) o de su ganadería con el gobierno revolucionario de Venezuela?

Ciudad futura

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.