La Corporación Nacional de Petróleo de Namibia, Namcor, pretende cargar a cinco compañías privadas de petróleo con una factura de envío de casi 2.9 millones de dólares namibios, porque se han negado a dejar salir desde finales de mayo una remesa de petróleo. Una muestra de la carga, realizada por un laboratorio independiente, pasó los […]
La Corporación Nacional de Petróleo de Namibia, Namcor, pretende cargar a cinco compañías privadas de petróleo con una factura de envío de casi 2.9 millones de dólares namibios, porque se han negado a dejar salir desde finales de mayo una remesa de petróleo.
Una muestra de la carga, realizada por un laboratorio independiente, pasó los controles de calidad en Durban, la semana pasada, y por lo tanto fue descargado del barco a los tanques de las petroleras privada, en Walvis Bay, [puerto de Namibia] el día 16 por la mañana, según explica el director general de Namcor, Obeth Mbuy Kandjoze. «No hay nada malo con respecto a nuestro producto», continúa Kansjoze, en una entrevista con The Namibian.
El petróleo fue testado en el puerto donde se cargo y pasó otras pruebas preliminares a su llegada a Walvis Bay. En ambos casos, el petróleo recibió el visto bueno.
Sin embargo, las compañías petroleras privadas (Shell Namibia, BP, Total, Caltex y Engen) se negaron a aceptar el envío e insistieron en que también había que tomar muestras del combustible de 93 octanos, por parte de un laboratorio de su elección en Durban.
El petróleo por tanto tuvo que permanecer a bordo del petrolero, que tuvo que quedarse en Walvis Bay, pendiente de los resultados.
El carguero cuesta 20.000 dólares por día en el puesto, y según Kandjoze, Namcor no va a hacerse cargo de esa factura. «Las compañías petroleras deben pagar esto», aclaró.
Kansjoze dice que el petróleo cumplía las especificaciones requeridas, se transportó a tiempo, según el contrato de abastecimiento, pedido por parte de las compañías petroleras. «Namcor no ha incumplido ningún contrato», especifica su director general.
Kandjoze acusa a las compañías privadas petroleras de tener siniestras razones para poner pegas. No sólo intentan desacreditar a Namcor como un nuevo actor y competidor en el mercado local, sino que supuestamente utilizan escusas técnicas para poner a Namcor en desventaja, cuando no tienen suficiente espacio de almacenaje. «Es lo que hemos experimentado muchas veces», señala el directivo namibio.
Namcor suministra el 50 % del combustible en Namibia, mientras que las compañías privadas suministran el otro 50 %.
Namcor no tiene instalaciones de almacenaje propias, por lo que debe depender de la «buena voluntad» de las compañías internacionales privadas, para utilizar sus tanques.
Según Kandjoze, algunas veces cuando llegan barcos de Namcor y de compañías privadas con sus cargamentos con poco tiempo de diferencia, se produce un embotellamiento de almacenaje. Es entonces cuando las compañías utilizan «disculpas técnicas para situar a Namcor en desventaja», señala Kanjoze.
El directivo namibio también acusa a las petroleras privadas de montar «mejunjes absurdos» para hacer parecer a Namcor «incompetente», desde que la empresa estatal de Namibia entro en el sector de la extracción y a abastecer el mercado.
Como primer paso para solucionar esto, Namcor abrió su propio depósito de fueil en Otjiwarongo, el pasado mes de noviembre y planea abrir más para Windhoek, Katima Mulilo, Keetmanshoop, Lüderitz, Ondangwa, Gobabis y Walvis Bay, a los largo de los próximos tres a cinco años.
Kansjoze dice que incidentes como este son «alarmistas» y generan temor entre los consumidores y políticos.
«Esto muestra una vez más que la seguridad del suministro de combustible en un país no productor como Namibia no puede dejarse en manos de compañías petroleras privadas, que sólo están motivadas por los beneficios económicos», sentenció.