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La pobreza africana es de todos

Fuentes: Agencias/ inSurGente

La pobreza de África se ha agravado en los últimos 25 años, y eso es un hecho constatado, aunque no lo son tanto «que el dinero lo arregla todo, que la ayuda siempre es necesaria, y que Occidente sólo tiene buenas intenciones». En los últimos días se desató la fiebre por ayudar al continente vecino, […]

La pobreza de África se ha agravado en los últimos 25 años, y eso es un hecho constatado, aunque no lo son tanto «que el dinero lo arregla todo, que la ayuda siempre es necesaria, y que Occidente sólo tiene buenas intenciones». En los últimos días se desató la fiebre por ayudar al continente vecino, hasta la FIFA quiere participar en este empeño.


África, con una población aproximada de 900 millones repartidos en 54 estados diferentes es la zona más pobre del mundo. Según el Banco Mundial, 34 de los 48 países con menor nivel de vida del planeta pertenecen a este continente y sus umbrales de pobreza han empeorado en los últimos 25 años.

En la actualidad, la realidad africana es dramática. Más de 300 millones de personas viven con menos de un dólar al día, 30 millones de niños menores de 5 años sufren desnutrición y el 43 por ciento de la población no tiene acceso al agua potable.

El Banco Mundial informa de que entre 1981 y 2001 los pobres se duplicaron, pasando de 164 a algo más de 300 millones de personas, y en países como Burundi y Etiopía, la renta per cápita es de menos de 90 dólares. Incluso en países con mayor riqueza, como Gabón y Botswana, las bolsas de indigentes son notables.

Esta precariedad económica tiene amplios efectos en las condiciones de vida y en la estabilidad social y política.

Pero llegó el fútbol y se arregló todo….

La Unión Europea y la FIFA firmaron hace unos días un acuerdo de entendimiento para utilizar la Copa del Mundo del 2010 en Sudáfrica como una herramienta para impulsar el desarrollo del continente africano.

El presidente sudafricano Thabo Mbeki y Alpha Oumar Konare, director de la Comisión de la Unión Africana, firmaron el tratado junto con el presidente de la Comisión Ejecutiva de la UE, José Manuel Barroso y el presidente de la FIFA, Joseph Blatter en el Estadio Olímpico, horas antes de la final del mundial entre Francia e Italia.

La UE anunciará más tarde en el año el dinero adicional que aportará para el acuerdo. Ya tenía planeado gastar la mitad de los 25.600 millones de dólares de su fondo de ayuda en proyectos de desarrollo para el África subsahárica el próximo año, dijo el comisionado Louis Michel, según AP.

Mbeki hizo a un lado las preocupaciones de que Sudáfrica no estará lista para el mundial, y dijo que es una prioridad para su país tener listas las sedes, la transportación y los sistemas de comunicación.

«Será una forma de decir que el continente africano es capaz de cumplir con sus responsabilidades, al igual que cualquier otro continente», afirmó. Barroso dijo que la UE no dará ayuda para que la gente pueda jugar fútbol, sino que propone «usar al fútbol como un vehículo para canalizar entusiasmo, ayudar a educar y ayudar al desarrollo

Pero llegaron los Cascos Azules y se arregló todo….

El presidente de Eritrea, Isaías Afeworki, anunció también que la misión de mantenimiento de la paz en la frontera entre su país y Etiopía, de más de cuatro mil soldados, concluirán a principios del 2007. En declaraciones a la prensa, Afeworki expresó que en las próximas semanas deberán establecerse mecanismos de seguridad entre las dos partes que garanticen la tranquilidad en la región. Es tiempo ya de que Etiopía y Eritrea dejen definido el tratado de su frontera común, subrayó.

Mutuos reclamos territoriales llevaron en 1998 a Etiopía y Eritrea a una destructiva guerra que al final se selló en un acuerdo de paz en diciembre de 2000, en Argel. De ahí partió el establecimiento de una misión observadora de cascos azules (MINUEE), encargada de velar por la separación de fuerzas en una zona de seguridad.

Pero el aspecto clave de las demarcaciones continúa estancado por discrepancias de cada lado, lo que para el Consejo de Seguridad de la ONU constituye una situación potencialmente explosiva. En repetidas ocasiones se ha llamado a las partes a cooperar con una comisión fronteriza que se ocupa de trazar los límites territoriales. Etiopía aduce como inaceptable separar asentamientos y familias, mientras Eritrea apela a la comunidad internacional para que se cumpla lo dictaminado por el cuerpo arbitral. La operación de la MINUEE cuesta 200 millones de dólares anuales.