Dakar, 4 abr (EFE).- Poco más de un año después de que Yahya Jammeh dejase Gambia tras perder las elecciones y se cerrasen dos décadas de dictadura, la prensa vuelve a florecer y los periodistas que vuelven del exilio combaten las leyes «liberticidas». Según Reporteros Sin Fronteras (RSF), 110 periodistas gambianos abandonaron el pequeño país […]
Dakar, 4 abr (EFE).- Poco más de un año después de que Yahya Jammeh dejase Gambia tras perder las elecciones y se cerrasen dos décadas de dictadura, la prensa vuelve a florecer y los periodistas que vuelven del exilio combaten las leyes «liberticidas».
Según Reporteros Sin Fronteras (RSF), 110 periodistas gambianos abandonaron el pequeño país africano, durante la presidencia de Yahya Jammeh, marcada por 23 años de censura, detenciones abusivas y arbitrarias y el asesinato aún impune del periodista Dayda Haidara.
Sanna Kamara, un periodista de investigación exiliado en 2014 a Senegal, fue uno de los primeros en regresar apenas el nuevo presidente, Adama Barrow, inauguró su mandato en enero de 2017.
Detenido cuatro veces entre 2001 y 2014 por motivos relacionados a su actividad profesional, Kamara afirma a Efe que prefirió el exilio a comparecer ante los tribunales.
«Hasta este momento, es decir en 2014, había rechazado la idea de exiliarme, pues pensaba que, a pesar de la tiranía del régimen, era posible permanecer y ejercer mi profesión», comenta.
A su regreso, a principio de este año, Kamara reanudó su trabajo como «freelance» (periodista autónomo) «sin volver a ser citado y, aún menos convocado, a comparecer por los servicios de seguridad».
Garantizar la libertad de la prensa y restaurar el Estado de derecho en Gambia son algunas de las promesas electorales del presidente Adama Barrow.
Desde su investidura, la prensa gambiana ha experimentado un gran crecimiento y una apertura sin precedentes, confiesa a Efe la activista pro derechos humanos gambiana, Aisha Dabo, que vive en Senegal.
Las emisoras de radio, que se encontraban cohibidas por el miedo en la época Jammeh, introducen ahora informativos en sus programas.
Dar informativos tratando la actualidad política y social gambiana era un ejercicio muy arriesgado durante la presidencia del exmandatario, recuerda Dabo.
Las emisoras de radio privadas dedicaban entonces buena parte de su programación a difundir música y programas de deportes comentando las proezas técnicas de los futbolistas Lionel Messi y Cristiano Ronaldo en la Liga española.
Ahora, todas las emisoras de radio difunden programas informativos sobre la actualidad nacional e internacional, y espacios que dan voz a los oyentes y sus opiniones sobre temas que preocupan a los gambianos.
La misma evolución se nota en la prensa escrita que se ha librado de la autocensura, adoptada por los periodistas para no correr la misma suerte que Dayda Haidara, decano de la prensa gambiana, asesinado en 2004, en un crimen aún impune.
Fundador del periódico The Point, Haidara publicaba una crónica semanal en la que criticaba sin complacencia los abusos del presidente Jammeh.
Asimismo, la televisión, que era monopolio estatal, se ha abierto al sector privado, y tres empresarios gambianos han conseguido las primeras licencias para lanzar cadenas privadas.
«No cabe la menor duda de que las cosas están cambiando, pero urge acelerar el proceso de reformas», comenta a Efe Saikou Jammeh, secretario general de la Unión de la Prensa Gambiana (GPU), el sindicato que agrupa a la mayoría de los periodistas de Gambia.
«Asegura el Ministerio de Justicia que no van a recurrir a las leyes vigentes para llevar a periodistas a la cárcel, pero bien sabemos lo que valen las promesas de los políticos», ironiza el dirigente sindical.
«El GPU pide una revisión de las leyes liberticidas, lo antes posible, para colocar a Gambia en la normalidad jurídica internacional», agrega el secretario general.
El Tribunal de Justicia de la Comunidad Económica de los Estados de África Occidental (CEDEAO) recomendó hace poco al Gobierno gambiano la abrogación de las leyes sobre sedición, difamación criminal y publicación y difusión de información falsa en Internet.
A pesar de los avances, el último informe de Reporteros Sin Fronteras pone a Gambia en la cola en su clasificación de libertad de prensa y le coloca en el puesto 143, de 180, en el ránking de 2017. EFE