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Entrevista a Miguel Nuñez, dirigentes comunista en la guerrilla y en la lucha democrática contra el franquismo

«La recuperación de la memoria historia es una lucha social»

Fuentes: Rebelión

¿Por qué es importante recuperar ahora la memoria social y política? ¿Tiene que ver con el cambio de gobierno y de situación política? ¿Con las conmemoraciones en el 2006 de la II República española y la Guerra Civil? Creo que la recuperación de la memoria histórica tiene que partir de un elemento esencial como ha […]

¿Por qué es importante recuperar ahora la memoria social y política? ¿Tiene que ver con el cambio de gobierno y de situación política? ¿Con las conmemoraciones en el 2006 de la II República española y la Guerra Civil?

Creo que la recuperación de la memoria histórica tiene que partir de un elemento esencial como ha sido la tergiversación. No solo no se ha mantenido socialmente una memoria histórica que se corresponda con la realidad objetiva de la Historia, sino que ha sido falsificada y traicionada. Por eso es absolutamente necesario recuperarla.

Pero no solo por eso. La memoria del siglo XX, con las dos guerras mundiales, el nazismo, el estalinismo, las dictaduras y los problemas coloniales, ha hecho necesario que todo el cúmulo de valores de resistencia de los trabajadores, del pueblo en general, de la lucha anticolonial, del mantenimiento de la esperanza aun en los propios campos de exterminio, de la defensa de los derechos humanos, no se pierda cara a las luchas del siglo XXI. Porque son valores y experiencias imprescindibles para armar a las nuevas generaciones que se tienen que enfrentar a una globalización en manos de los neoconservadores, que no ahorran violencia para imponer unos intereses que afectan a la existencia misma de los seres humanos y al propio planeta.

Hace quince años, el propio Club de Roma -una institución que no esta constituida precisamente por extremistas, sino por científicos- advirtió que si se mantenían las políticas en vigor, el mundo marchaba hacia una catástrofe ecológica y social. A eso nos conduce la globalización y a eso hay que hacer frente.

La recuperación de la memoria histórica se ha convertido en un movimiento social. Desde la búsqueda y apertura de las fosas colectivas del franquismo, hasta el redescubrimiento de archivos, pasando por conmemoraciones que vuelvan a plantear las principales cuestiones históricas de este siglo. ¿Qué relación hay entre este esfuerzo y la promesa del Gobierno Zapatero de presentar un proyecto de ley para la recuperación de la memoria histórica y la rehabilitación de las victimas del Franquismo?

La creación misma de AMESDE, Asociación para la Recuperación de la Memoria Social y Democrática, tiene ese objetivo. Poner en relación a la sociedad civil con la Cultura, con las Universidades, para que se pueda recuperar desde el estudio objetivo de la historia los valores democráticos y humanistas. Al mismo tiempo hay la necesidad de una ley que aborde toda esta problemática y que el actual gobierno ha comenzado a preparar.

Pero no habrá seguridad de que esa ley va hacia delante y se aprueba – y no solo por voluntad del gobierno actual- sin un fuerte apoyo social que sea capaz de superar las dificultades y obstáculos con los que se encuentra por parte de la derecha más reaccionaria. Es necesario desarrollar toda una serie de actos, investigaciones y movilizaciones que compongan la masa crítica de apoyo necesaria para superar desde la sociedad civil esos obstáculos. La Iglesia, los poderes fácticos no se resignan a una interpretación de los hechos distinta de la que han impuesto durante tanto tiempo. No habrá una ley como la que necesitamos sin un movimiento social en el que pueda apoyarse.

AMESDE ha tenido para ello una intensa actividad para articular una red social en apoyo a la recuperación de la memoria histórica. Ha firmado toda una serie de convenios de colaboración con instituciones oficiales, sindicatos, fundaciones, ONG´s. ¿En que ha consistido esta labor?

AMESDE ha encontrado un eco extraordinario en sus propósitos. La idea de que es necesario recuperar los valores auténticos de la lucha por el humanismo, por la democracia, por el progreso social para proyectarlos en las luchas de hoy ha sido acogida con entusiasmo. No hay mas que citar algunos de los nombres del Consejo Asesor de AMESDE como Antonio Tapies, Paul Preston, Pierre Galland, Jordi Borja o Carlos Berzosa.

AMESDE se ha centrado inicialmente en la creación de la Cátedra de la Memoria Social y Democrática del siglo XX en la Universidad Complutense de Madrid. Esta cátedra es la única que existe en España dirigida por una comisión mixta formada por tres catedráticos de historia y por tres personalidades ligadas a los acontecimientos de esta época [1]. Desde su creación ha tenido una actividad intensísima, con el apoyo de otras universidades, que le ha permitido constituir equipos de investigación multidisciplinares.

AMESDE encara ahora su programa de trabajo para el año 2006. Un año importante para la recuperación de la memoria social y política de lo que fue la II República en nuestro país y las causas de la insurrección fascista y el estallido de la Guerra Civil. Las autoridades han tomado algunas iniciativas en relación con estas conmemoraciones, a las que hay que llenar de contenido desde la sociedad civil. Hay que publicar toda una serie de investigaciones imprescindibles, de videos, documentos y cintas sonoras que permitan, desde el rigor científico, trasladar esa nueva visión objetiva a la enseñanza a todos los niveles. Todavía hoy los libros que se estudian en nuestra enseñanza media no reflejan en muchos casos de manera objetiva la historia de nuestro país o la historia universal. Recuperar la memoria histórica y social no es solo un deber cara a los protagonistas, es sobre todo una necesidad cara al futuro, para construir un «sentido común» del pasado objetivo que permita pensa r sin miedos el futuro.

Nada de lo que ha conquistado gracias a las luchas sociales la Humanidad esta asegurado. La involución siempre es posible. Sobre todo cuando las fuerzas reaccionarias son tan poderosas y hay una falta de conocimiento del pasado que permita su manipulación. Si no se defienden y se amplían esas conquistas, se pueden perder.

¿Por qué el Partido Popular defiende estos días una Constitución a la que su antecesor político, Alianza Popular criticó tan duramente? Porque quiere congelar el presente en defensa de sus privilegios. Que no se pueda avanzar sobre todo desde esa propia Constitución. La conquista de la democracia en la Transición, con todas sus limitaciones, después de todos los años transcurridos, exige la puesta al día de la propia Constitución y su reforma. Y eso es lo que teme y a lo que se opone ferozmente el PP. Hoy le dan al texto constitucional del 78 todas las virtudes que entonces le negaron.

Además de Presidente de AMESDE, Miguel, has sido un protagonista importante en la resistencia contra el Franquismo. Resumiste tu experiencia de aquellos años en un libro de memorias, «La Revolución y el Deseo», que es especialmente autocrítico. ¿Cómo se relaciona este esfuerzo personal de mirar al pasado con la lucha actual por recuperar la memoria social y democrática?

Lo que me inspiró para poder comenzar esta nueva tarea fue precisamente ese esfuerzo personal de poner en cuestión el propio pasado. Durante mucho tiempo hemos tenido ideas políticas, sociales, incluso creencias, arraigadas, que han permitido luchas tenaces y sacrificios inmensos de mucha gente, pero que se combinaban con ideologías, con orientaciones políticas que no solo eran falsas, sino que se oponían en algunos casos a los mismos valores más positivos de esa lucha. Queríamos una nueva humanidad en la que cada uno diera según sus capacidades y recibiera de acuerdo con sus necesidades. Pero eso fue vulnerado en muchos casos por el estalinismo, por la persecución de las disidencias -que en la mayoría de los casos eran un esfuerzo crítico creador a favor de los procesos revolucionarios.

El esfuerzo personal individual tiene que trasladarse para ser de verdad eficaz a un esfuerzo colectivo global de la sociedad. Ahora hay incluso una cierta moda de discutir si cuando ha habido las violencias totalitarias del nazismo, del franquismo del estalinismo, las sociedades implicadas eran culpables de alguna manera o si solo eran culpables unos cuantos. Creo que hay una culpabilidad colectiva. Unas veces por miedo, otras por comodidad inclusive -como ha señalado un importante historiador del Holocausto- o por dinero y egoísmos personales que se colocaban por encima del bien común.

Creo que si no hubiera hecho mi reflexión personal autocrítica sobre la lucha contra el Franquismo no hubiera sido capaz de implicarme ahora con una cierta autoridad moral en la lucha por la recuperación de la memoria social y democrática colectiva.

* Miguel Nuñez , nacido en Madrid en 1920, fue uno de los principales dirigentes comunistas en la guerrilla y en la lucha democrática contra el Franquismo, en especial en reorganización del PSU de Catalunya. Fue diputado por Barcelona en la primera legislatura democrática. Impulsor de la ONG de desarrollo ACSUR-Las Segovias y en la actualidad presidente de AMESDE, Asociación para la recuperación de la memoria social y democrática. La entrevista fue realizada por G. Búster.

Nota de Rebelión
[1] La Cátedra de la Universidad Complutense de Madrid se denomina «Memoria histórica del siglo XX», y está dirigida por Julio Aróstegui, Catedrático de Historia Contemporánea.