El Imperio Celestial es percibido como una fuerza que reta los intereses globales y las esferas tradicionales de influencia de los Estados Unidos.
A principios de septiembre de 2020 el Pentágono emitió un informe sobre el desarrollo de las Fuerzas Armadas y los Servicios de Seguridad de China (1). El documento estaba destinado al Congreso de los Estados Unidos, donde el Departamento de Defensa ha enviado estudios similares todos los años durante los últimos 20 años.
El informe comienza teniendo como objetivo al EPL (Ejército Popular de Liberación) que trata de convertirse en un ejército de «clase mundial» para finales del 2049, algo que fue anunciado por primera vez por el secretario general Xi Jinping en 2017. Durante las últimas dos décadas, la República Popular China ha movilizado recursos, tecnología y voluntad política para fortalecer y modernizar el EPL en prácticamente todos los sentidos. Según el ejército de EE. UU., China ya está por delante de Estados Unidos en algunas áreas, que incluyen, en particular:
– La construcción naval. La República Popular China tiene la armada más grande del mundo con una fuerza de combate combinada de alrededor de 350 barcos y submarinos, incluidos más de 130 grandes buques de guerra de superficie. A modo de comparación: la fuerza de combate de la Marina de los EE. UU. es de aproximadamente 293 barcos a principios de 2020;
– misiles balísticos y de crucero convencionales con base en la tierra. La República Popular China tiene más de 1.250 misiles balísticos terrestres y misiles de crucero terrestres con un alcance de 500 a 5500 kilómetros. Actualmente, Estados Unidos solo utiliza misiles balísticos terrestres con un alcance de 70 a 300 kilómetros;
– sistemas integrados de defensa aérea. La República Popular China tiene uno de los contingentes más grandes del mundo de sistemas avanzados de misiles antiaéreos de largo alcance, incluidos los sistemas rusos S-300, S-400 y otros de producción nacional, que forman parte de su arquitectura de defensa aérea integrada que es confiable y redundante.
Más
sorprendentes son los esfuerzos recientes que incluyen una
reestructuración completa del EPL en una fuerza capaz de realizar
operaciones conjuntas, un aumento en la preparación general para el
combate del EPL, el estímulo para adoptar nuevos conceptos
operativos y una expansión de la presencia militar de la República
Popular China en el extranjero.
El informe enfatiza que en 2019 China decidió que el ejército debería tomar un papel más activo en la promoción de la política exterior del país.
También se observa que China comenzó a aplicar una estrategia de desarrollo mixta con fines militares y civiles, que incluyen:
1) vincular la base militar-industrial de China con la tecnología y la industria civiles;
2) la integración y uso de los logros de la ciencia y la innovación tecnológica en los sectores militar y civil;
3) cultivar los talentos y mezclar la experiencia y el conocimiento de los militares y civiles;
4) la inclusión de las necesidades militares en la infraestructura civil y el uso de la ingeniería civil con fines militares;
5) utilizar
las capacidades del servicio civil y el apoyo material y técnico
para fines militares;
6)
La expansión y profundización del sistema de movilización de
defensa nacional de China, que incluye todos los aspectos relevantes
de la sociedad y la economía para uso militar y de competencia.
Mientras tanto, Estados Unidos ha utilizado durante mucho tiempo exactamente el mismo enfoque, que se refleja en las estrategias, los estatutos de campo y los documentos de las respectivas organizaciones. El complejo industrial de defensa estadounidense también produce productos civiles (un ejemplo sorprendente es la empresa Boeing). Si bien el sistema político de Estados Unidos no permite movilizar todos los recursos de la sociedad en tiempos de paz en interés del poder, los hechos históricos indican que en tiempos de guerra la situación puede ser completamente diferente.
Los autores del informe sugieren que China al menos duplicará su arsenal de armas nucleares. Actualmente, la República Popular China tiene a su disposición algo más de 200 ojivas. Para la disuasión nuclear, Beijing utiliza la clásica tríada de submarinos, bombarderos estratégicos y misiles terrestres. Sin embargo, también se están desarrollando otras formas: el uso de misiles balísticos de aviones y el desarrollo de plataformas marítimas.
Estados Unidos está particularmente preocupado por la actividad en el extranjero del EPL. Además de la base militar en Djibouti (3), China planea desplegar capacidades logísticas adicionales para apoyar a sus fuerzas militares. Probablemente la creación de tales puntos estratégicos será en Myanmar, Tailandia, Singapur, Pakistán, Sri Lanka, Emiratos Árabes Unidos, Kenia, Seychelles, Tanzania, Angola y Tayikistán. La mayoría de estos países también son socios de Washington, y el cambio de prioridades claramente no le favorecerá.
Y, por supuesto, la posibilidad de realizar operaciones con un perfil muy diferente al de Estados Unidos es una amenaza real. Si en los últimos años la principal tendencia han sido las acusaciones contra China por ataques de piratas informáticos, el informe ya menciona métodos de trabajo a través de los medios de comunicación, empresas, academia, organizaciones culturales y diversas comunidades tanto dentro de Estados Unidos como a través de organismos internacionales.
Una
sección separada del informe está dedicada a las relaciones
ruso-chinas. Los ejercicios militares conjuntos, el suministro de
petróleo, el interés por la Ruta del Mar del Norte (3), así como
la participación en diversas organizaciones y foros como los BRICS
también se reflejan en el documento. Es de destacar que el texto
contiene imágenes satelitales de bases militares, así como mapas y
diagramas que muestran claramente la arquitectura militar de China.
Además, el equilibrio militar en comparación con Taiwán se muestra por separado como un anexo, un indicio sutil de la necesidad de seguir los acuerdos de asociación y fortalecer su propia presencia militar en la región.
La
publicación del informe para el congreso fue precedida por la
publicación en junio de este año del estudio de la Corporación
RAND titulado China:
la Gran Estrategia de China. Tendencias, trayectorias y competencia a
largo plazo
(China’s
Grand Strategy. Trends,
Trajectories, and Long-Term Competition),
elaborado por un equipo de autores (4).
Este es un documento igualmente importante, necesario para comprender la percepción de China por parte del establishment estadounidense y su actividad en el ámbito exterior. Pero en contraste con el análisis bastante frío del Pentágono, aquí la «amenaza» que emana de China tiene un acento emocional.
Dado que la gran estrategia en sí misma es un proceso a largo plazo, el documento ofrece una descripción retrospectiva de la confrontación entre Estados Unidos y China, así como su percepción de las amenazas de Estados de Unidos y los métodos con los que trata combatir estas percepciones. El «poder blando» de China también se considera en detalle, incluidas las actividades del Instituto Confucio en todo el mundo (5). Al final del trabajo, se dan posibles escenarios para el desarrollo de la situación y ciertas conclusiones, que las Fuerzas Armadas de Estados Unidos deben tener en cuenta.
Además de la evaluación estatal del crecimiento del poder de China, que se está desarrollando en los pasillos del poder de Estados Unidos, a muchos medios estadounidenses también les ha gustado recientemente mostrar lo espeluznante de la «amenaza china para la humanidad».
Por ejemplo, la edición estadounidense Tablet escribe los planes increíblemente ambiciosos de los comunistas chinos para desacreditar y desmantelar los valores liberales que se encuentran incrustados en la arquitectura global existente (6). Supuestamente llevan a una realidad futura en la que incluso la idea de que China podría ser más exitosa, más rica o más poderosa si fuera libre sonaría demasiado ridícula para ser tomada en serio. La visión de la futura comunidad de naciones, formulada por Xi Jinping como «el destino común de la humanidad», dará al comunismo chino el reconocimiento moral que ahora se le niega. Según el jefe de la República Popular China, el partido-Estado debe hacer una nueva «contribución a la civilización política» y convertirse en un nuevo capítulo en la «historia del desarrollo de la sociedad humana». Los bloques de poder y las alianzas militares existentes se desintegrarán pronto a medida que varios países de la Tierra entren en la órbita económica de China. Según el autor de la publicación, nadie podrá competir con China, que demostrará al mundo entero la superioridad de su propio sistema socialista. Es significativo que la publicación antes mencionada esté dedicada a la cultura judía en un sentido amplio, pero por alguna razón se decidió insertar sus propios «cinco centavos» sobre China.
Es obvio que Estados Unidos percibe a China como un socio difícil y un competidor peligroso. La cuestión no es ni siquiera el enfrentamiento entre los dos países (que también es un factor significativo para la toma de decisiones políticas en Estados Unidos), sino que el Imperio Celeste es percibido como una fuerza que invade los intereses globales y las tradicionales esferas de influencia de los Estados Unidos. Y esto está plagado de la participación de otros actores y la transformación de las contradicciones en un conflicto complejo y de multinivel a escala global.
Traducción del ruso de Juan Gabriel Caro Rivera
Notas:
3. https://www.fondsk.ru/news/2019/04/12/severnyj-morskoj-put-kabotazhnaja-linija-rossii-47981.html
4. https://www.rand.org/pubs/research_reports/RR2798.html
5. https://www.fondsk.ru/news/2019/09/09/zhestkaja-mjagkaja-sila-kitaja-48966.html
6. https://www.tabletmag.com/sections/news/articles/china-plans-global-order
Fuente: https://www.fondsk.ru/news/2020/09/12/reakcia-us-na-rost-moguschestva-kitaja-51822.html