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La Revolución revive a la izquierda tunecina

Fuentes: View Point

Traducido para Rebelión por Loles Oliván

Entre música, poesía y debates apasionados, la Cuarta Internacional se reorganiza como Ligue Ouvriere de Gauche (Liga Obrera de la Izquierda) en una conferencia que tuvo lugar en la sorprendentemente hermosa ciudad de Túnez el 24 de abril.

La Liga Obrera de la Izquierda, o ar-Rabita Umal al Yasaria, en árabe, es una reencarnación de la Organización Comunista Revolucionario (OCR). La OCR, que fuera una vibrante sección de la Secretaría Unificada de la Cuarta Internacional (SU-CI) y un componente importante de la izquierda de Túnez, fue reprimida durante la dictadura de Ben Ali.

Hace sólo unos meses los activistas que asistieron a la conferencia del 24 de abril únicamente hubieran podido participar en sus actividades de manera clandestina. Gracias a la revolución, no sólo se han reagrupado los simpatizantes de SU-CI sino que toda la izquierda ha abandonado la clandestinidad y se está reactivando.

El día en que los simpatizantes de SU-CI se reunieron en una preciosa y artística sala, dos grupos maoístas, el Partido de la Democracia Patriótica y el Movimiento de los Demócratas Patrióticos, celebraban asimismo una conferencia de unificación. El maoísmo ha sido históricamente la tradición más fuerte de la izquierda en Túnez. Sin embargo, en Túnez, así como a nivel internacional, el Partido Comunista de los Trabajadores de Túnez (PCTT) es ampliamente reconocido. El líder PCTT, Hamma Hammami pasó años encarcelado bajo la dictadura de Ben Ali. El PCTT se inspira en el modelo albanés de Enver Hoxha. Declara contar con 2000 miembros.

La conferencia de la Liga Obrera de la Izquierda se inauguró con un acto solemne: los militantes guardaron un minuto de silencio en memoria de quienes dieron sus vidas por la revolución. La Liga Obrera de la Izquierda cuenta con alrededor de un centenar de miembros en todo el país. Setenta y dos de ellos, incluyendo una docena de mujeres, asistieron a la conferencia. Que once delegados de ocho países diferentes estuvieran también presentes refleja el carácter internacionalista de la conferencia. Llegaron delegados desde Líbano, Argelia, Pakistán, Brasil, Italia, Suiza y Francia. La delegación francesa, compuesta por miembros del Nuevo Partido Anticapitalista (NPA) contó con una fuerte presencia. Entre los delegados extranjeros de la UE se encontraba el ex diputado y ex candidato a la presidencia francesa, Allen Krivine. Antes de la conferencia se reunió con los partidos maoístas y un día después de la conferencia se entrevistó con Hamma Hammami de PCTT.

Inauguró la conferencia Yalel, un experimentado activista de la izquierda. Después de las intervenciones de los delegados internacionales se presentó el documento de la conferencia que dio lugar a un debate apasionado. Hubo acuerdo entre los delegados al respecto de que la Unión General de Trabajadores Tunecinos (UGTT) desempeñó un papel clave en la caída final de la dictadura de Ben Ali, si bien el liderazgo de la UGTT ha seguido jugando una vez más un papel reaccionario en el período post-revolucionario. La UGTT es la versión tunecina del Congreso de Sindicatos Británicos (TUC, en sus siglas en ingles). Asimismo, hubo acuerdo al respecto de que el dictador se ha ido pero la dictadura neo-liberal permanece en el mismo sitio. Se hizo hincapié en que la clase gobernante quería limitar la revolución a exigencias democráticas sin abordar la crisis económica. Del mismo modo, hubo consenso sobre la amenaza planteada por los islamistas. Al-Nahda, el mayor partido islamista, fue mencionado una y otra vez. Pero Al-Nahda no es el único actor. Hizb ul Tehrir también compite por el electorado conservador y religioso. Ambos cuentan con enormes recursos a su disposición, lo que les permite llegar a la gente. Por el contrario, la Liga Obrera de la Izquierda aún no ha sido capaz de adquirir siquiera una oficina de partido. El Partido de los Demócratas Patrióticos acaba de alquilar local en la parte central de Túnez. Mínimamente amueblado en dos de sus cuatro habitaciones, el sitio casi no se puede llamar oficina. Asimismo, los partidos de izquierda necesitan establecer su prensa.

Estas cuestiones prácticas, sin embargo, no llamaron demasiado la atención en la conferencia de la Liga Obrera de la Izquierda. Los delegados estaban más interesados ​​en las acciones del futuro. A pesar de los numerosos acuerdos sobre la naturaleza de la revolución y las amenazas planteadas por la contrarrevolución, los delegados se mostraron amargamente divididos sobre las perspectivas. Por ejemplo, se hicieron llamamientos para boicotear las elecciones pero también para tomarlas en serio. Hubo acuerdo sobre la unidad de la izquierda pero no sobre la naturaleza de esa alianza. La primera sesión, salpicada de poesía revolucionaria, terminó a la hora del almuerzo. La pausa del almuerzo se amenizó con música árabe. En la segunda sesión se eligió una dirección interina para organizar el primer congreso del partido de aquí a seis meses.

Aunque la conferencia fue un éxito y la reaparición de la izquierda es una señal promisoria del cambio en Túnez, la escasez de recursos, sin embargo, está siendo un verdadero impedimento. No se trata simplemente de un reto para la izquierda de Túnez sino que es una prueba para la izquierda internacional. La solidaridad con la izquierda tunecina debe tratarse como una emergencia revolucionaria.

Fuente: http://www.viewpointonline.net/revolution-revives-tunisian-left.html