Varios intentos de suicidio de jóvenes tunecinos, como protesta contra la pobreza y el desempleo, desataron una serie de motines y protestas por todo el país en las últimas semanas. Publicamos aquí una breve introducción a un artículo en árabe. Mañana publicaremos una traducción del análisis más detallado. Mohamed Bou’aziz, un joven tunecino de la […]
Varios intentos de suicidio de jóvenes tunecinos, como protesta contra la pobreza y el desempleo, desataron una serie de motines y protestas por todo el país en las últimas semanas. Publicamos aquí una breve introducción a un artículo en árabe. Mañana publicaremos una traducción del análisis más detallado.
Mohamed Bou’aziz, un joven tunecino de la ciudad rural de Sidi Bouzid en el centro del país, intentó acabar con su vida prendiéndose fuego. Ha estado desempleado desde que se graduó en la universidad hace cinco años. Unos días más tarde, otro joven desempleado trató de electrocutarse en protesta por la falta de futuro para los jóvenes tunecinos.
En la ciudad de Sidi Bouzid, el 25 por ciento de los hombres graduados no tienen trabajo. Esta cifra aumenta al 44 por ciento para las mujeres graduadas. Mientras tanto, otros cinco jóvenes han intentado suicidarse, pero fueron salvaron a tiempo. Esos actos de desesperación han provocado una reacción en cadena de motines y protestas en todo el país.
Los enfrentamientos comenzaron en las ciudades del interior del país, pero ahora se han dejado sentir en la capital -Túnez- y en otras ciudades importantes. Esta explosión espontánea de ira contra el desempleo está volviéndose más política, con manifestantes exigiendo el fin del poder que la codiciosa y corrupta familia Trabelsi ejerce sobre el gobierno, las instituciones del Estado y la economía.
La familia Trabelsi, empezando por el presidente dictador Zine el Abidine Ben Ali y su esposa Leila, apodada como la «Regente de Cartago», ha estado gobernando en Túnez con puño de hierro durante los últimos 23 años. Esta es la primera vez desde los motines de 1984, a cuenta del pan, que Túnez ha sido testigo de un movimiento de protesta generalizado, incansable y tenaz. Durante dos semanas, el país entero estuvo casi paralizado por este movimiento.
Un periódico de Oriente Medio ha entendido el verdadero significado de estos acontecimientos: «Nadie pensaba [que Túnez fuese] susceptible al tipo de malestar social y político que se ha visto recientemente». (Gulf News, 01.01.2011.)
Túnez hasta hace poco era considerado un país modelo en esta conflictiva región. Un remanso de estabilidad, el niño mimado de Occidente, combinó crecimiento económico (por ser un destino turístico popular y un subcontratista muy barato para las industrias continentales) con la llamada dictadura ‘ilustrada’, un baluarte secular contra el fundamentalismo islámico.
Túnez es probablemente el mejor amigo de los países imperialistas europeos, y casi un 80% de su economía depende de los ingresos y la inversión de empresas de los países de la UE. Los nuevos problemas de Túnez están causando escalofríos a las vecinas dictaduras y al imperialismo.
Túnez fue felicitado recientemente por el FMI y el Banco Mundial por la forma en que resistió los efectos de la recesión mundial. Si Túnez puede explotar, imagínese lo que podría suceder en otros países del Norte de África o del Oriente Medio. Al Jazeera, la popular televisión quatarí, publicó recientemente un artículo sobre el ‘renacimiento del activismo árabe’. Pero no se refería al fundamentalismo islámico o una serie de atentados terroristas. En él se explica cómo «Mohamed Bou’aziz, el joven tunecino que se prendió fuego a sí mismo el 17 de diciembre, se está convirtiendo en un símbolo de la situación general de los millones de jóvenes árabes que luchan por mejorar sus condiciones de vida»:
«Las raíces de esta ‘revuelta’ tunecina se encuentran en una combinación letal de la pobreza, el desempleo y la represión política: tres características de la mayoría de las sociedades árabes».
Así pues, las revueltas ‘tunecinas’, los movimientos de masas, las huelgas y los enfrentamientos de masas con el aparato del Estado están en el orden del día en todos los países árabes. Esto no es una predicción para el futuro ¡Esto ya está ocurriendo ahora en Egipto, Argelia y Jordania!
Los regímenes árabes y sus amigos imperialistas están siguiendo muy de cerca estos acontecimientos. La vecina Libia ha decidido incluso abrir sus fronteras con Túnez para que los jóvenes desempleados puedan buscar trabajo en el país del coronel Gaddafi. Alemania se ha comprometido a invertir en la empobrecida región rural central de Sidi Bouzid.
Mientras tanto, ‘la Europa amante de derechos humanos y democráticos’ se mantiene muy silenciosa sobre la represión brutal de la dictadura en descomposición de Trabelsi. Ningún gobierno de la Unión Europea o los Estados Unidos ha susurrado una sola palabra de condena.
En un fallido intento de calmar las protestas, el Gobierno ya ha despedido a dos ministros, tres gobernadores y ha hecho (de nuevo) un montón de promesas de inversión y planes para el empleo. El régimen combina estas medidas con una represión brutal, que ya se ha cobrado la vida de dos manifestantes, herido a cientos de personas, y detenido a muchos más.
Pero el miedo de la juventud tunecina ha desaparecido. Es significativo que en los últimos días los sindicatos de los trabajadores se han sumado a las protestas. Hoy [3 de enero] los estudiantes universitarios reanudan sus cursos en todo Túnez. Esto podría ser un punto de inflexión crucial para el movimiento.
El sitio web en árabe de la CMI, Marxy.com ha publicado este artículo de fondo (www.marxy.com/africa/tunisia/spring311210.htm) acerca de la nueva ‘primavera tunecina’. Una traducción será publicada en breve. Nuestros camaradas en Marruecos están empezando a organizar la solidaridad activa con el levantamiento de Túnez. Llamamos a todos nuestros simpatizantes a hacer lo mismo y a enviar mensajes de apoyo a: [email protected] Pueden verse videos de las protestas aquí:
http://english.aljazeera.net/video/africa/2010/12/20101228182021539319.html
FUENTE: http://www.corrientemarxista.org/internacional/africa/375-la-revuelta-de-tunez.html