En la República Democrática del Congo se ha celebrado la segunda vuelta de las elecciones que han otorgado el pasado 16 de noviembre la victoria a Joseph Kabila con un 58% frente a su rival del MLN: Jean Pierre Bemba, con un 41%. Si la situación no se deteriora demasiado, podría suponer el punto final […]
En la República Democrática del Congo se ha celebrado la segunda vuelta de las elecciones que han otorgado el pasado 16 de noviembre la victoria a Joseph Kabila con un 58% frente a su rival del MLN: Jean Pierre Bemba, con un 41%. Si la situación no se deteriora demasiado, podría suponer el punto final y la culminación de uno de los conflictos armados, si atendemos al número de muertos, más grave tras la segunda guerra mundial. Un conflicto que tiene su origen en agosto de 1998 y sobre el que Naciones Unidas1 en su informe S/2002/1146 de 16 de octubre de 2002 (cuatro años después) dice: » Para los más de 20 millones de personas que viven en las cinco provincias de la región oriental de la República Democrática del Congo, el número de defunciones directamente atribuibles a la ocupación de Ruanda y Uganda puede estimarse entre 3 y 3,5 millones de personas.»
Para entender parte del proceso electoral vivido en el Congo, habría que hacer un poco de historia y remontarse hasta finales de 1996, cuando comienza la llamada «primera guerra». En estas fechas, el padre del actual presidente del Congo: Laurent D. Kabila, apoyándose en los ejércitos ugandés y ruandés, inicia primero un ataque de guerrillas hasta lograr con relativa facilidad derrotar al mal pagado ejército de Mobutu Sese Seko, que apenas opondría resistencia Esta primera guerra terminaría en la primavera de 1997, con las tropas de Laurent Kabila entrando en la capital Kinshasa, bajo una gran cobertura mediatica.
El Gobierno de Estados Unidos2 apoya esta operación y Laurent Kabila, firma en contrapartida, importantes contratos de concesiones mineras con empresas norteamericanas3. El Presidente de Ruanda, Paul Kagame, por otra parte, no oculta sus deseos de anexionarse el Kivu (región del este del Congo con gran riqueza minera). Transcurren los meses y Laurent Kabila no es fiel en el cumplimiento de los contratos firmados con los norteamericanos y quiere negociar de nuevo las concesiones mineras. Por otra parte los primeros viajes suyos son a China, Cuba y Libia, en vez de a EE.UU. También despide a la cúspide ugandesa y ruandesa que le han acompañado hasta el poder y que aún permanecen junto a él. El resultado de todo ello es la llamada «segunda guerra»que se inicia en agosto de 1998 cuando los ejércitos de Uganda, Burundi y Ruanda invaden el este del Congo. Este ultimo país con la justificación de llevar a cabo una acción contra las milicias hutus de los interhamwe que hostigan Ruanda desde suelo congoles. Además también entran en acción algunos movimientos de rebeldes congoleños financiados por los Gobiernos de Uganda y Ruanda.
Los dos grupos principales son el MLC (Movimiento de Liberación del Congo de Jean Pierre Bemba y vinculada al Gobierno de Uganda) y el RCD- Goma o CCD-Goma (Reagrupación Congoleña para la Democracia, de Azarías Ruberwa, vinculada al Gobierno de Ruanda). Se estima que en Diciembre del 2002, cuando concluye esta llamada «segunda guerra» el número de muertos congoleños consecuencia de la invasión alcanzaría los 4 millones, casi todos ellos civiles4. Fue este un genocidio que ha permanecido prácticamente sin cobertura en los medios de información y donde los presidentes de los países agresores, en Ruanda Paul Kagame y en Uganda Yoweri Museveni, han logrado salir airosos manteniendo su prestigio casi intacto, pues apenas han recibido sanciones ni una presión fuerte por parte de la comunidad internacional En 2001, en plena guerra, es asesinado Laurent Kabila y se pone en el poder su hijo: Joseph Kabila. Curiosamente el asesinato casi coincide con la fecha de la muerte de Patrice Lumumba ¿Acaso para dar a entender que quien siga los pasos de Lumumba morirá como murió Lumumba? A partir del año 2001 la ONU envía a la zona un «Grupo de Expertos» para que analice la situación. Éstos realizaron varios informes5de gran interés donde proponían medidas para acabar con la guerra, como: decretar un embargo de armas en la zona, decretar un embargo a las importaciones y exportaciones de oro, diamante y coltán sobre los países invasores sancionando tanto a los países como a las empresas que incumplieran con el embargo; la congelación de los activos financieros de los movimientos rebeldes (aliados de los países invasores) y sus líderes; que se estableciera un proceso de certificación de origen del diamante, oro y coltán. Pero ni los gobiernos de EEUU, ni de la Unión Europea van a mostrar una voluntad política real para acabar con el conflicto en detrimento de sus intereses particulares, pues en estos informes se nombran importantes compañías europeas y americanas que se están beneficiando del saqueo de las riquezas del Congo. Por ello en el seno del Consejo de Seguridad no se llega a un acuerdo para adoptar las anteriores medidas.
Finalmente, en diciembre de 2002 se firma el Acuerdo Global e Inclusivo, y el propio Presidente de Ruanda, ante una Asamblea de la ONU se compromete a retirar sus tropas de territorio congoleño en poco tiempo. La idea eje de estos acuerdos es repartir el poder en la R. D. del Congo creando un nuevo Gobierno de Transición constituido por el Presidente Kabila y 4 Vicepresidentes (entre los que estarían los miembros de los principales grupos beligerantes). A continuación se procedería con la unificación de tropas para constituir un único ejército nacional.
Las elecciones
A partir de los acuerdos de paz, se abre un periodo de transición, que aunque en la realidad ha estado salpicado de continuas invasiones y enfrentamientos armados, tendria que concluir con la celebración de las actuales elecciones democráticas que designarían al presidente de la republica. La comunidad internacional especialmente la Unión Europea destinaría cuantiosos recursos destinados a crear un censo y poder crear la infraestructura necesaria para realizar las elecciones.
El Congo es un país enorme, y muy mal comunicado incluso para parámetros africanos, donde, aparte del francés, se hablan otras cuatro lenguas oficiales: Lingala (la única oficial en el ejercito), Swahili, Chiluba y Kikongo. Todo ello ha configurado un país muy diversificado, y así es posible encontrar unas regiones: como las del este, donde la población acudió de forma masiva a las votaciones y desacredito con sus votos a los muchos señores de la guerra que contribuyeron a los 4 millones de muertos sufridos en estas regiones, mientras que en la región de los Kasai, la población se abstendría mayoritariamente de votar siguiendo las consignas del hombre fuerte de la region: Etiene Tshisekedi quien argumento que se trataba de una elecciones preparadas y dirigidas por occidente para imponer a su candidato favorito: Joseph Kabila.
La primera vuelta de las elecciones arrojaría la victoria del actual presidente: Joseph Kabila con un 45% (6,6 millones de votos en el este y solo medio millón en el oeste), seguido por Jean Pierre Bemba con un 20% (solo doscientos mil en el este frente a cerca de tres millones en el oeste). En tercera posición quedaría el veterano lider del PALU (Partido lubumbista) Antoine Gizenga que obtendría un 13 %, casi todos los votos, mas de millon y medio, en Bandundu, region del Oeste y tambien en algunos barrios periféricos de Kinshasa. En cuarta posición quedaria Mobutu Nzanga, hijo del antiguo dictador Mobutu Sese Seko, que obtendría su respaldo en Equatuer, region del este, que ha visto nacer entre otros a J. P. Bemba y a los Mobutu.
El resultado de la primera vuelta de las elecciones muestra una clara fragmentación del país, mientras en las regiones mineras del Este de habla swahili: Katanga, Kivu norte, Kivu sur, Maniema y Oriental, la población votaba pensando en la guerra y elegian de forma abrumadora a Joseph Kabila. En el Oeste, de habla Lingala: Equateur, Bandundu, Kinshasa y Bas Congo, el factor «guerra» no cuenta y las intenciones de voto se guían por otras razones. La población aquí muestra un rechazo al actual presidente Joseph Kabila, al que acusan de no ser congoleño, de no ser hijo de Laurent Kabila, de estar vencido a occidente y además de no hablar Lingala. La obligada segunda vuelta de las elecciones se celebraría el entre los dos candidatos de mayor número de votos: J Kabila y J. P. Bemba.
Las estrategias en esta segunda vuelta produjeron alianzas esperadas como la de J. Kabila con Antoine Gizenga, pero también inesperadas como las del mismo J. Kabila con Mobutu Nzenga. Se buscaba de esta forma romper el dominio de J. P. Bemba en las regiones del Oeste. Por parte de J. P. Bemba, su estrategia estuvo encaminada desde un principio en contar con el apoyo del lider de la UDPS: Etienne Tshisekedi, muy popular en las regiones sureñas de los Kasai y en ciertos barrios de Kinshasa. Las negociaciones no dieron los frutos apetecidos por J. P. Bemba, quien no obtuvo el respaldo de Tshisekedi que continuo firme en propugnar la abstención. Sin embargo, produjo que importantes personalidades de su partido se pasaran a las filas de la coalición de J. P. Bemba y arrastraran con ellos un gran numero de votos procedentes de los Kasai, región históricamente enfrentada con la katanga swahili, volcada con J. Kabila. Con la excepción de la alianza de Antoine Gizenga con J. Kabila, que terminaria resultando decisiva en el triunfo de este ultimo, el resto de las estrategias organizadas para la segunda vuelta, no van a funcionar y la población prefiere votar a los candidatos que hablen su misma lengua. Así algunos candidatos del Este de habla swahili, como Lunda Bululu, ven como sus votos van a pasar a Kabila a pesar de su alianza con Bemba.
Lo mismo ocurre en el otro bando: la gente que habia votado a Nzenga Mobutu, en la región de Equatuer, prefieren en su casi totalidad a J. P. Bemba de habla Lingala, a quien votan a pesar de la campaña realizada por Nzenga Mobutu a favor de Kabila. En los resultados finales publicados el 16 de Noviembre J, Kabila obtendría la mayoría, un 58 % (siete millones y medio de votos en el este y cerca de dos millones en el resto del país) frente a J. P. Bemba con un 42% (algo mas de medio millón en las regiones del este y algo mas de seis millones en el resto del país). Los resultados ahondan en la fractura formada entre un oeste lingala y un este swahili:
El futuro parece a priori bastante conflictivo con unas regiones como las del este que nunca aceptaran a J. P. Bemba a quien acusan de genocidio y unas regiones del Oeste, que incluyen a la capital Kinshasa que muestran un evidente rechazo hacia un hombre como J. Kabila. Una de las llaves para una aceptación de los resultados por parte de la población del oeste, la podria tener Antoine Gizenga, lider de los lubumbistas