El último naufragio frente a las costas libias, en el que perdieron la vida 57 personas, evidencia el aumento de los flujos de migrantes que tratan de salir de ese país. La ONU sigue reclamando que los barcos de rescate no devuelvan a estas personas a las autoridades del país norteafricano.
La muerte de 57 personas el pasado lunes 26 de julio [de 2021] frente a las costas de la ciudad libia de Khums, ha puesto en evidencia el incremento del tráfico en la ruta del Mediterráneo central y con ello el aumento de la mortalidad en lo que va de año. Según las personas que pudieron sobrevivir y fueron llevados a la costa por los pescadores y la guardia costera, al menos 20 mujeres y dos niños se encontraban entre los que se ahogaron. El barco estaba ocupado por personas originarias de Nigeria, Ghana y Gambia.
En lo que va de 2021, y tras el trágico naufragio del lunes, casi mil personas han perdido la vida en esa ruta. Hasta julio de 2020, el año pasado por estas fechas, habían perdido la vida 272 personas en ese viaje.
Con motivo de las buenas condiciones climatológicas para la navegación, los últimos días se ha incrementado el flujo de personas con destino a las costas italianas desde Libia. Las ONG y la Organización Internacional para las Migraciones, dependiente de Naciones Unidas, han alertado sobre la situación en la zona marítima, donde en el periodo entre el 20 y el 23 de julio los guardacostas libios interceptaron a más de 1.500 personas.
El último reporte del Jefe de la Misión de Apoyo de las Naciones Unidas en Libia, Ján Kubiš, alerta de que “la situación en Libia se está volviendo más difícil, conflictiva y tensa”. Kubiš explicitó que la situación de migrantes y refugiados en Libia “sigue siendo terrible” y aportó otro dato: “El 26 de junio, la Guardia Costera libia interceptó y devolvió a Libia a 14.751 migrantes y refugiados, superando el número total de todos los repatriados en 2020”.
Como resultado, ha aumentado un 550% la cifra de personas sin juicio y en condiciones inhumanas en los centros de detención de la autoridad libia. Más de 6.300 personas se encuentran encarceladas en esas condiciones. El enviado especial de la ONU instó al Gobierno de Trípoli, dirigido por Abdul Hamid Mohammed Dbeibah desde el mes de febrero, a que atienda las demandas de evacuación humanitaria a la que se han apuntado ya 6.000 personas que se encuentran en situación de tránsito en Libia.
Ján Kubiš amonestó asimismo a los países que proceden a la devolución caliente de migrantes hacia Libia, países que “deben revisar sus políticas, teniendo en cuenta que los migrantes y refugiados siguen enfrentándose a un riesgo muy real de tortura y violencia sexual si regresan a las costas libias”.
Ayer, 27 de julio, la tripulación del barco de salvamento Sea-Watch International denunció en redes sociales la injerencia de la “autodenominada Guardacostas Libia” que acusa a Sea-Watch de haber entrado en su zona marítima de responsabilidad en materia de búsqueda y salvamento (SAR). La organización reclama que se encuentra en aguas internacionales y tiene el derecho y el deber de asistir a víctimas de naufragios y aquellos botes y embarcaciones que lo soliciten. “Con la llamada Guardia Costera libia interceptando y disparando ilegalmente a personas, no nos sorprende que las autoridades libias violen la ley marítima tratando de detenernos. No nos dejaremos intimidar”, declaró la tripulación de Sea-Watch International.
Fuente: https://www.elsaltodiario.com/fronteras/situacion-libia-dispara-numero-victimas-mediterraneo-central