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Entrevista con Kamal Hamdi, Secretario General de la Unión de Escritores de Túnez

«La tarea prioritaria de la izquierda en los países árabes es unirse y unir a las masas excluidas y marginadas, para enfrentar la contrarrevolución»

Fuentes: Rebelión

EGA.- Hace más de tres años se inició en Túnez un profundo movimiento de protestas populares, que prácticamente se extendió por todo el mundo árabe, donde existían problemas comunes que venían acumulándose desde hacía años: corrupción; falta de democracia y represión; desempleo especialmente entre los jóvenes, y graves deficiencias en educación, salud y otros servicios […]

EGA.- Hace más de tres años se inició en Túnez un profundo movimiento de protestas populares, que prácticamente se extendió por todo el mundo árabe, donde existían problemas comunes que venían acumulándose desde hacía años: corrupción; falta de democracia y represión; desempleo especialmente entre los jóvenes, y graves deficiencias en educación, salud y otros servicios sociales. ¿Qué balance puede usted hacer hoy, sobre la solución o no de estos problemas, después de más de tres años de luchas masivas? ¿Qué alternativas se presentan actualmente frente al pueblo tunecino?

KH .- Primero tenemos que ponernos de acuerdo para calificar lo ocurrido en Túnez, consideramos en el mejor de los casos era una Intifada o revolución incompleta y no llegó a ser una revolución concluída. Yo personalmente no lo considero más que la transferencia de las llaves del poder de una persona a otra, o de un partido a otro. EEUU que brindó todo apoyo a Ben Ali, quien fuera considerado su hijo predilecto en nuestra región a lo largo de más de 20 años después de su golpe contra el líder Bourguiba, constructor del Túnez moderno, brindándole todas las herramientas de control del país, sofocando la voz de la oposición a cambio de las concesiones, y a expensas de los intereses y dignidad nacional, hasta el colmo de la normalización con Israel y sometiendo el país a las imposiciones del Banco Mundial. Como resultado de esta dependencia absoluta, se ha fomentado y acumulado la corrupción que se ha diseminado en toda la estructura estatal y se ha vinculado con la pobreza y la necesidad y la falta de equilibrio en el desarrollo de las diferentes regiones del país.

Para enfrentar todo s estos desafíos económicos y sociales Ben Ali se apoyaba de forma absoluta del aparato policiaco que reprimía a todos los movimientos de protesta usando la fuerza y el fuego, y no dudaba en encarcelar a todo opositor en los calabozos. Yo personalmente he sufrido estas injusticias pasando 10 años de mi vida preso detrás de las rejas del famoso presidio Burj Alrumi en Túnez.

El patrocinador imperialista observaba de cerca lo que est aba ocurriendo, y en un momento determinado valoró que la desaparición de Ben Ali de forma repentina a causa de enfermedad o vejez, podría llevar a algunas fuerzas progresistas al poder, con la consiguiente pérdida para EEUU de uno de sus patios traseros, a quien tenía asignado el rol de policía local. Fue en esos momentos en que se presentó el Canal Al Jazeera y la inteligencia occidental, aprovechando el incidente de Elbouezizi, quien fuera un vendedor ambulante que cometió suicidio quemándose en acto de protesta, soplando en el fuego de la pobreza y el sufrimiento que atraviesa el pueblo tunecino, y poniendo a todos los medios de difusión para alcanzar su objetivo y lograr la caída de Ben Ali y su huida del país, pero dejando detrás muchas interrogantes que siguen sin respuestas hasta ahora. Posteriormente se lanzó el calificativo a lo ocurrido como «La Primavera Árabe», acto seguido el movimiento popular se traslada a Egipto, Libia, Yemen, y Siria que aún sigue sangrando.

Aquí surge una pregunta vital: ¿Desde cuándo EEUU apoya a los movimientos de liberación? ¿Cuándo en la historia de EEUU, este país actuó contra las dictaduras del tercer mundo? Ellos mismos fueron quienes facilitaron la llegada al poder de Ben Ali y otros semejantes.

Cuando leemos bien la historia, observamos que EEUU apoyö el Shah de Irán participando en su golpe contra Mossadeq en 1952. Apoyó a P inochet en su golpe contra Salvador Allende en Chile. ¿Puede transformarse la promotora y protectora de las dictaduras repentinamente en una fuerza que derroque a estas dictaduras y combata contra sus injusticias, apoyando a las fuerzas de liberacion que luchan contra sus atrocidades?

Aquí planteamos la parte escondida, no vista , de los acontecimientos de la llamada Primavera Árabe, en un momento crucial de la historia del imperialismo en su alianza con los jeques del petróleo… la decisión de trasladar las llaves del poder de manos de gobernantes desgastados, que han perdido la legalidad de su existencia para entregarlas a «nuevos» gobernantes más eficaces para comercializar sus planes y agendas sin salir de la senda de los anteriores, encontrando en los movimientos islámicos la alternativa más preparada y dispuesta para aprovecharse de esta oportunidad, después que Receb Tayeb Erdogan les aplanó el camino presentándolos como el modelo de gobierno ideal en la región, para abortar un movimiento revolucionario (movimiento popular árabe) que duró pocos meses.

El movimiento Al-Nahda en Túnez se encontró gobernando en alianza con dos pequeños partidos. Al-Nahda dirigió sus esfuerzos para sembrar a sus militantes en todas las estructuras del estado y revocó todos los compromisos contraídos para terminar el periodo transitorio en un plazo de solo un año, y se desvió a formar milicias y las denominó Comisiones de Defensa de la Revolución , que fue el instrumento para atacar a los opositores, llegando hasta el asesinato político y la ejecución física que cobró la vida de dirigentes de dos partidos de izquierda: Shukri Baleid, líder de los Nacionalistas Democráticos y Mohamed Alibrahimi, líder de la Corriente Popular Nacionalista Árabe, quienes fueron los dos contrincantes más consecuentes de los islámicos.

Toda la documentación filtrada apunta hacia la involucración del Ministerio del Interior tunecino en no garantizar protección a estos dirigentes previamente amenazados.

En otro aspecto la situación social sigue complicándose en medio del aumento de precios y el incremento del desempleo y la ausencia de proyectos y financiamiento para el desarrollo de las diferentes regiones del país (ausencia de justicia para las regiones). La única solución encontrada por el gobierno ha sido endeudarse con el Banco Mundial, quien ha impuesto sus condiciones encima de una economía deteriorada. En lo que va de año hubo dos aumentos de precios de combustible y ha disminuido el subsidio a los principales artículos, lo que motivo el incremento de los movimientos de protesta donde han participado los partidos políticos y miembros de la Constituyente, quienes se retiraron de esta instancia y presentaron su dimisión por su mala gestión y en protesta por delegar sus funciones y autoridades en un gobierno insuficiente que está llevando al país al caos.

EGA .-En América Latina, se iniciaron procesos similares hace algunos años, en los cuales las masas lograron derribar gobiernos corruptos en un grupo de países y avanzar en cambios importantes en la estructura de poder. Estos cambios se desarrollan en una lucha constante contra la oligarquía que recibe el apoyo del imperialismo estadounidense y la reacción internacional. No obstante, hoy hay gobiernos de izquierda o que responden -en mayor o menor medida- a los intereses populares en Venezuela, Ecuador, Bolivia, Nicaragua, Uruguay, Brasil, Cuba y otros. ¿Considera usted que existen condiciones para llevar adelante un proceso similar en los países árabes?

KH.- Lo ocurrido en América Latina es completamente diferente cuando lo comparamos con el mundo árabe, y a pesar de que las dictaduras son las mismas, pero la forma de su derrocamiento es diferente e incomparable. En América Latina ha sido un movimiento popular contra la reacción y el imperialismo, pero lo ocurrido aquí ha sido movido y alimentado por el mismo imperialismo para cambiar una dictadura vieja ineficiente por una más joven, más capacitada en ofrecerle concesiones y servicios a los intereses del imperialismo.

En el movimiento popular en América Latina ha participado parte de la iglesia como patrocinadora de algún modo del cambio revolucionario pero aquí, al contrario, la mezquita ha sido una tribuna que elogiaba a los gobernantes incluso cuando cometían la injusticia bajo el pretexto del deber de «Obedecer a los que tienen la Orden» ( es un calificativo en la literatura musulmana que quiere decir «los gobernantes») y empezamos a oír «fatwas» (autorización emitida por Jeque de la jerarquía religiosa musulmana para hacer o dejar de hacer algún cometido), que permiten derramar la sangre de quien desobedece al gobernante.

En América Latina, los preludios de las revoluciones estaban vinculados desde el principio con el pulso del pueblo sufrido por la pobreza, la injusticia y la necesidad. Por esto la brújula era libertaria, girando las manecillas a la izquierda, son auténticos movimientos progresistas que predica el bien del hombre y su liberación de todas las formas de esclavitud. Por esto parte de la iglesia estaba unida a este movimiento popular, partiendo de que liberar al hombre es un anhelo universal. Mientras lo ocurrido en nuestro mundo árabe llamado primavera, encerraba dentro de sí mayor sometimiento y humillación del ser árabe, con el fin de saquear más a sus recursos, y la prueba más fidedigna de esto es el apoyo brindado por los ejércitos e inteligencia occidental a estas «rebeliones árabes». Históricamente, la inteligencia estadounidense y occidental, cuando han intervenido en un país, lo único que dejaban era destrucción y saqueo. ¿Después de todo esto podremos creer que están a favor de los árabes? ¿Podremos creer de pronto que han cambiado de estrategia para favorecer los intereses de los pueblos árabes? Es de estúpidos pensar que estamos viviendo un proceso revolucionario que lleva a la destrucción de lo viejo y abre camino para construir lo nuevo, y en favor de los intereses populares.

Para mí La revolución solo puede tener es te calificativo si su brújula se dirige hacia la Izquierda, y esta condición no la tenemos plasmada en los países de la «Primavera Árabe » porque su brújula está aún dirigida hacia la derecha. Esto lo confirma el apoyo de EEUU a los islámicos para llegar al poder, aferrándose estos últimos a este poder cuando es alcanzado, dando la espalda a todos los compromisos contraídos por ellos en un principio.

EGA.- Las fuerzas islámicas que han llegado al gobierno en Túnez y otros países de la región, así como las fuerzas políticas tradicionales, que han sido parcialmente desplazadas del poder, parecen no tener programas, ni intereses, para resolver los graves problemas estructurales que mantienen a la mayor parte de la población viviendo o subsistiendo en condiciones difíciles y a veces de miseria extrema ¿Existen condiciones en Túnez para producir cambios de fondo en las estructuras de poder e iniciar un verdadero proceso revolucionario que pueda satisfacer los intereses populares?

KH.- Las fuerzas islámicas antes de llegar al poder habían predicado por el modelo turco y consideraban a E rdogan como el padrino de las revoluciones árabes, por esto la gente creyente se vió arrastrada detrás de esta ilusión. Pero con su llegada al poder y a gobernar, se confirmó su bancarrota e incapacidad de aplicar los programas proclamados por ellos, y la incapacidad de ofrecer soluciones adecuadas y viables para vencer los desafíos y problemas, manteniendo a la mayoría de ciudadanos en una situación miserable de empobrecimiento, y el desarrollo de las regiones se quedó como consigna sin cumplir, y al contrario aumentaron los precios y la inflación, y estos gobiernos fueron incapaces de superar estos desafíos. Túnez ahora está bajo el gobierno de islamistas aliados con la derecha extremista, responsable de los asesinatos políticos cometidos. También Libia está bajo el control de las milicias islámicas que llevó su poder e influencia hasta el secuestro, recientemente, del primer ministro.

Egipto, gobernado durante un año completo por los islámicos, si no fuera por la alerta del ejército, el presidente Morsi hubiera «vendido» el 40% del Sinaí para terminar de liquidar la causa palestina a favor de Israel en el marco del proyecto del Nuevo Medio Oriente.

Lo acontecido en el mundo árabe ahora, no es más que un proyecto norteamericano que pretende impulsar el plan del Nuevo Medio Oriente, para garantizar la seguridad de Israel y enterrar la causa palestina definitivamente.

En Siria, el apoyo internacional a los «hombres armados » de parte de la reacción árabe e Israel misma, brindando miles de millones de dolares y enviando miles de jihadistas no es mas que la demostración del deseo de desmoronar el último bastión de la resistencia arabe (Siria) que enfrenta a Israel.

EGA.- En medio de la polarización que vive la sociedad tunecina entre el gobierno y el movimiento AL-NAHDA por una parte, y por la otra la oposición con sus diferentes componentes. ¿Cuál es la posibilidad de unificación entre las fuerzas de izquierda, nacionalistas y progresistas, que puedan presentarse como alternativa sólida para lograr los objetivos de la revolución del pueblo de Túnez?

KH.- Desde hace un año las fuerzas de izquierda se unificaron con fuerzas nacionalistas progresistas en un frente único: El Frente Popular ** para oponerse a la derecha y las fuerzas islámicas que han logrado llegar al poder. Considero que el «dinero politizado» ofrecido sin límite por parte del emirato del gas, QATAR, con el apoyo de EEUU y las fuerzas de Occidente, era la razón determinante para lograr la hegemonía de esta derecha islamista y su arrogancia frente a la división de las fuerzas de izquierda progresista en pequeños partidos divididos por intereses de liderazgo personalizado, además del idealismo y la confianza absoluta de poder arrasar en las elecciones. Esta errónea apreciación quedo comprobada en las urnas, lo que motivó a los líderes de la izquierda reconocer la necesidad de unirse juntos con el partido «Nida’a Túnez», fundado como continuación del pensamiento de Bourguiba y el Movimiento Constitucional, logrando la formación del Frente de Salvación Nacional***, que persigue salvar al país del gobierno del partido islámico quien empezó a promocionar una nueva dictadura que no defiere mucho de la dictadura de Ben Ali, sino es más oscurantista.

EGA.- ¿Lograrán las fuerzas reaccionarias árabes, y sus aliados de la OTAN y el imperialismo, hacer fracasar el movimiento popular árabe y desviarlo hacia una lucha sectaria como ya vienen haciendo en varios países de la región? ¿Cómo se pueden enfrentar estos planes que además persiguen posponer la justa solución del conflicto palestino?

KH.- Las fuerzas de la reacción árabe y sus aliados, la OTAN y el imperialismo, no podrán hacer fracasar el movimiento popular y no lograran transformarlo en un enfrentamiento entre sectas religiosas especialmente en Tunes, a pesar de diferentes incidentes de esta índole ocurridos el año pasado contra algunos shiitas tunecinos, que se quedaron como hechos aislados y fueron condenados por los diferentes sectores del pueblo tunecino que es tolerante por naturaleza.

El enfrentamiento sectario-religioso en Túnez está excluido como posibilidad porque la inmensa mayoría sigue la corriente SUNITA MALEKI, y no hay otras en el país, y por lo tanto, quien apuesta por estimular este tipo de conflicto interno se enfrentara con un rechazo popular a esta lógica sectarita incluidas las coronas tribales (Consejos Tribales en los países del norte de África) que también rechazarán esta lógica.

Esto a mi juicio es uno de los puntos luminosos que se adjudican a la labor de Bourguiba, constructor de Túnez moderno, quien eliminó todo tipo de diferencias y discriminación en base religiosa o étnica e hizo de Túnez un país unido, donde no hay sectas religiosas y «complació» a todos los tunecinos independientemente de su corriente o doctrina.

EGA.- ¿Qué posición deben adoptar las fuerzas de izquierda y progresistas a nivel internacional frente a la situación que se desarrolla en Túnez y otros países árabes?

KH.- Las fuerzas de izquierda y progresistas en el mundo están en el deber de ayudar a los pueblos en los países árabes que se rebelaron contra la injusticia de las dictaduras, pero siempre para mantener la brújula del movimiento popular hacia la izquierda, en correspondencia con los intereses y el bien de los pueblos que persiguen la libertad de los regímenes totalitarios.

Esta demostrado que la derecha trabaja por robar las rebeliones árabes apoyándose en las fuerzas del imperialismo y la reacción árabe que la representa utilizando los petrodólares, inyectando miles de millones junto a la maquinaria propagandistica al servicio de esta derecha.

Tarea prioritaria pendiente por las fuerzas de izquierda en los países árabes es unirse y unir a las masas excluidas y marginadas para enfrentar a la contrarevolución.

Notas.

*Kamal Hamdi, escritor y poeta tunecino, Secretario General de la Unión de Escritores de Túnez, tiene varios libros publicados. Periodista activo, autor de artículos en la prensa árabe e internacional, activista en defensa de los derechos y libertades, preso político durante 10 años durante la época del gobierno de Ben Ali.

**Frente Popular: Alianza que agrupa los partidos de izquierda, nacionalistas y progresistas de Túnez.

***Frente de Salvación Nacional: Alianza de la oposición que agrupa al Frente Popular, el partido Nida’a Túnez y otras formaciones más peque ñas opositoras al gobierno islámico de Al-Nahda.

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.