El general golpista Mohamed Ould Abdelaziz acusó al presidente derrocado Sidi Mohamed Ould Cheikh Abdallahi, detenido en su chalet, de «secuestrar los logros de la democracia» y «dar pasos equivocados». Aunque apeló a la comprensión de «los hermanos árabes» y países amigos, remarcó que lo ocurrido es «un asunto interno». Así las cosas, la Unión […]
El general golpista Mohamed Ould Abdelaziz acusó al presidente derrocado Sidi Mohamed Ould Cheikh Abdallahi, detenido en su chalet, de «secuestrar los logros de la democracia» y «dar pasos equivocados». Aunque apeló a la comprensión de «los hermanos árabes» y países amigos, remarcó que lo ocurrido es «un asunto interno». Así las cosas, la Unión Africana anunció la suspensión de Mauritania hasta que restablezca el orden constitucional.
La Unión Africana (UA) anunció ayer que suspenderá a Mauritania como país miembro de este organismo hasta que no se restaure el «gobierno constitucional» que dirigía el derrocado presidente Sidi Mohamed Ould Cheikh Abdallahi.
En un comunicado del Ministerio de Exteriores tanzano, el jefe de la diplomacia de este país y presidente del Consejo de Ministros de la UA, Bernard Membe, calificó de «inconstitucional» el golpe de Estado liderado por el jefe de la Guardia Presidencial mauritana, Mohamed Ould Abdelaziz, que ahora preside un Alto Consejo de Estado integrado por 11 militares.
«Lo sucedido supone un gran revés para los mauritanos, porque ha robado al pueblo su derecho fundamental a elegir libremente a sus dirigentes políticos», denunció Membe.
El texto fundacional de esta organización continental prevé la suspensión de un país sin él se producen «cambios anticonstitucionales de gobierno».
«Se ha derrocado a sí mismo»
En una pirueta diplomática, el nuevo «hombre fuerte» de Mauritania recibió al secretario general de la Liga Árabe, Ahmed Ben Hilli. Este último justificó su visita en la necesidad de «garantizar un proceso democrático en el país».
El líder golpista, por su parte, aseguró que mantendrá «las instituciones constitucionales existentes», y que el depuesto presidente «continuará detenido». «No lo liberaremos por el momento por razones de seguridad. Ahora estamos intentando hacer que prevalezca la calma y evitar una escalada», dijo.
Sostuvo también que ni él ni el resto de los militares que componen el Alto Consejo de Estado «tienen problemas» con el Estado francés o Estados Unidos, que el viernes suspendió su ayuda bilateral no humanitaria a Mauritania.
«Pedimos a nuestros hermanos árabes y amigos que entiendan la postura y compartiremos nuestras razones con ellos», afirmó. No obstante, dejó claro que lo ocurrido «es un asunto interno», rechazando así cualquier injerencia externa.
En un intento por justificar el golpe de Estado, Abdelaziz remarcó que «el presidente se derrocó a sí mismo mediante una serie de pasos equivocados, secuestrando al país de los logros de la democracia».
Según explicó, las prioridades de la junta militar son «la estabilización y la reactivación de las instituciones democráticas del Estado, luchar contra la corrupción e imponer la justicia».
Pese a esta declaración de intenciones, no quiso dar una fecha para las elecciones «porque estamos trabajando de acuerdo con las prioridades del país y las necesidades de la gente que el ex presidente había ignorado durante mucho tiempo».
Entretanto, las cuatro formaciones leales a Abdallahi que han creado el Frente Nacional de Defensa de la Democracia lamentaron «la pérdida de credibilidad adquirida en el mundo».
«El general Aziz me garantizó que se preservarán los partidos y las instituciones parlamentarias», dijo el secretario general adjunto de la Liga Árabe, reunido con el general golpista y presidente del Alto Consejo del Estado.
Las calles de Nouakchott prosiguen con su actividad diaria
El viernes comenzó el fin de semana para los mauritanos en la capital Nouakchott, en la que la presencia militar se limita a los edificios estatales y lugares estratégicos. Las calles amanecieron tranquilas, como cualquier otro viernes.
Los comerciantes expresaron su temor por el impacto que el golpe tendrá en la economía, ya que la principal fuente de ingresos es el turimo.
Junto a las voces de denuncia, se oyen las de aquellos, especialmente de la clase intelectual, que apoyan el golpe porque, a su juicio, «la situación era realmente crítica y era necesario hacer algo».